Logrando sueños

ojos CaburguaLucy atiende un restaurant italiano pequeño y agradable en el que me instalo después de visitar los intensos ojos del Caburgua (saltos de agua que dan nacimiento al lago Caburgua en el sur de Chile), donde me quedé pegada y agradecida escuchando el poderoso sonido del agua cayendo de sendas cascadas y del cual me trajeron espontáneamente una pareja de chicos del interior.

Este viaje ha estado raro y bello a la vez. Mi mente anda flotando, está medio «neptuniana» (siento al planeta de Piscis, etéreo, sutil, mágico e incomprensible, sobre mí); entonces, se me quedan cosas pero las recupero, me paso en las calles y me devuelvo, me siento un poco ida y me dejo llevar por algunas intuiciones que resultan, pero de las cuales dudo; me viene sueño, me quedo conversando con los chicos del hostal por largo rato aunque quiero dormir y se hace tarde pero estoy entretenida; me siento inspirada pero poco productiva… En eso estoy cuando meto los pies en el agua (con zapatillas incluidas) en una de las lagunas previas a los ojos de lago aunque sabía que no debía avanzar por ahí y me río sola aunque es una lata chapotear calzada… Mi ego se pone incómodo y hasta avergonzado, mientras mi alma observa con risa, y mi mente optimista dice: capaz que fue un bautizo-, mientras mi mente criticona dice algo así como «te lo dije». En todo caso, se me cumplió un deseo, porque al ver la primera caída de las aguas  desde lo alto con sus colores yo puro quería mojarme «tengo que bañarme con estas aguas sagradas, de última me mojo un poco los brazos y el pelo», pensé antes del chapoteo ¿fortuito?… Y luego me devuelvo a Pucón escoltada en una camioneta con estos chicos algo tímidos pero muy amables que me dejan directo en el hostal; un regalo. De ahí me quedo un poco al sol con unos mates y salgo para comer algo aunque no tengo demasiada hambre…

Las calles de Pucón con el volcán Villarrica Entonces doy con este rincón italiano al atardecer. Y cuando luego de unos ravioles de fresca espinaca-ricota-nuez me quedo mirando por la ventana llena de verde  y viento, Lucy parece que ya no da más y se acerca a conversarme, me pregunta sobre el tablet que llevo y que porqué ando acá y todo eso. Sólo yo estoy cenando porque es temprano y además mientras más al sur más tarde oscurece y la gente sale después, de hecho llegan cuando estoy terminando… En ese lapso ella me cuenta su vida y cómo conquistó sus sueños que tenía de niña. Es la sexta de ocho hermanos de Valparaíso, Chile,  y me relata que en su infancia la madre les preguntaba en la mesa que qué querían ser cuando grandes y ella respondía: yo quiero ir a París y todos quedaban con cara de pregunta, mientras la madre le decía que eso era difícil porque se requería de estudios y que no tenían dinero, pero ella nunca conectó con esa creencia… Hasta que pasados sus 37, sin estudio ninguno y después de trabajar en más de un restaurant se enamoró del chef de su trabajo, un árabe-francés, que viaja mucho, se vino con él a Pucón, se casó y los primeros seis meses del 2013 los pasó en Francia pues él fue hacer un curso… «Yo siempre dije que sólo me iba a casar si me enamoraba, si no, no; y me demoré pero así fue» -me dice con ojos chispeantes, luego de contarme más de una anécdota y de cuánto le cambió la vida al vivir en un pueblo chico como Pucón, donde se mueve en bicicleta, no conoce a nadie y la gente no tiene muchas aspiraciones, según ella afirma. Y sigue: Es que si uno quiere y se sacrifica un poco y tiene paciencia, los sueños se cumplen, en serio, yo he ido poco a poco logrando todo»… Y yo me entretengo, comparto y aprendo con sus anécdotas (tiene muchas) y sabiduría. Me cuenta que al llegar a Pucón ambos decidieron que en tres días ella tenía que encontrar: un trabajo que le gustara y casa para arrendar, que era un desafío para saber si se quedarían: y así fue, encontré una casa en las afueras y un trabajo bien agradable -me dice orgullosa.

Al final mi cena termina pasadas las 22:30 y regreso al hostal donde ya prendieron la salamandra, huele a leña, y conversamos un poco con un trío de alemanes que recorren Chile y Argentina. Uno de ellos, que trabaja en un banco, me quiere cambiar de oficio, encuentra que el mío es mucho más entretenido que el de él y nos reímos bastante. Me cuenta que la crisis se nota en Europa y que no puede cambiar de trabajo… Si quieres, puedes; prueba -le digo, provocando a su mente alemana, y agrego: la crisis es un espejismo y le conviene mucho al sistema porque genera miedo y eso nos hace consumir más… No te enteres de la crisis, dale- y me mira sonriente-incrédulo… Creo que mandaré a este trío al restaurant de Lucy para que les dé unas clases de cómo lograr sueños en una sola cena. Buenas noches.

18 comentarios en “Logrando sueños

  1. «Es que si uno QUIERE y se SACRIFICA un poco y tiene PACIENCIA, los sueños se cumplen, en serio, yo he ido poco a poco logrando todo”
    eso es todo……todo el resto es ilusión…….ojala muchos crean esto…… y vivir cumpliendo nuestros sueños, no los sueños del otro..ese es el ego que aun mete la cola entre tanto cambio!!! sigue disfrutando tu viaje al lugar mas lindo que existe!!!!

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  2. Jajaja! ¡Qué buena, Jimena! A más de uno mandaba directo al restaurante de Lucy… Estoy totalmente de acuerdo con lo que decís ambas. Estaremos en crisis, pero ¡béndita crisis si nos hace crecer y evolucionar! ¡Lo q nos está enseñando! Si, hay recortes importantes y es duro lo q está pasando. Pero si sobrevivimos a todo esto (y pasamos por todas estas lecciones), podremos con lo que sea.
    😉
    ¡Qué sigas disfrutando del viajecito y los chapoteos!
    Un abrazo! 😀

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    • Es que las crisis son parte de la vida, inevitables, enriquecedoras, pasajes hacia otro mundo… Qué hace la oruga sino entrar en su propia crisis para poder convertirse en mariposa? ah? Sí, España y otros están en un aprendizaje valiosísimo! Te mando un abrazo con la espalda al sol sureño! 😉

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  3. Qué lindo todo! Lindo el lago, lindos tus pies (y zapatillas) mojadas, linda Lucy, lindos los sueños! A seguir soñando, que tarde o temprano esos sueños de corazón se harán realidad! Que disfrutes mucho Ji!

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  4. Ji, qué importante es internalizar que todo es posible si nos lo proponemos, aunque a veces el camino se vea complejo o nuestro ego nos nuble la vista. Yo que soy hija de Neptuno ando en las mismas que tú por estos días…disfruta del hermoso sur.

    Un abrazo! Seguiré confiando… 🙂

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    • sí, me acordé de tii con esta energía!! Aquí estoy viviendo cada momento desde el asombro y la aceptación… Hoy caminé entre el sol y los árboles por un camino de ripio gozando los aromas, colores y hasta las gallinas y ovejas que salieron a saludar a la afuerina 🙂 Abrazooo y que se abra la abundancia y realización para tiii!

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