El alma tarda en llegar

-¿Cómo está el desarme de la maleta? Toma energía eso también, ah? -me dice por chat Judi, que sabe de ir y volver, armar y desarmar tanto equipaje como casas…

-Sii, la maleta no se quiere mover!! -le digo y pienso en que está ahí de lo más instalada sin querer ni hablar y sacar los trapos sucios, aunque los recuerdos ya comenzaron a salir…

-Yo opino que desarmar la maleta de a poco, es parte del volver. «El alma se tarda en llegar», me dijo una amiga esposa de embajador. Ella sabe! jajaja -agrega.

-Siii, eso sientoooo: mi alma no ha llega’o… anda en Turquía. 😀

-En una semana vuelve 🙂 Si la dejas volver, claro; jajaja.

-La esperaré entonces 😉

… Estoy en pleno aterrizaje después de poco más de un mes de viaje por España, Portugal, Turquía y Grecia… Una bellísima aventura que, como dije en el post anterior, surgió de repente: giros/regalos del destino, y que Sole-Sol  la noche del viernes pasado, sentada en la terraza de un restobar del barrio me recuerda con risa que a mediados de diciembre cuando me preguntaban por las vacaciones, onda ¿qué vas a hacer?, yo decía: no sé, no alcanzo ni a mirar pa’llá, no tengo nada planeado, nunca planeo mucho tampoco, supongo que algo saldrá y si no, realmente no me importa mucho, ya con «no hacer» me basta… Esa respuesta le di a varios que me preguntaban… Venía tan exhausta del año de la serpiente y en pleno levante del Ritual de cierre del 2013 y entrega de las Predicciones 2014 para Emol, que no veía nada ni me daba pa’ mirar. E igualmente me da curiosidad la gente que planifica con varios meses de antelación las vacaciones, por un lado lo admiro y en lo práctico (tiempos, dinero) sirve mucho, y por otro lado siento que eso a mí -hasta ahora- no me va, que siento que todo puede cambiar tanto del invierno al verano, por ejemplo, que prefiero hacer lo que vaya sintiendo… En fin.

Los primeros días de febrero, antes de irme, Deborah con su videncia me dice que es un viaje de sanación y reencuentro con lugares y sensaciones de vidas pasadas… Recordé y viví esto en varios pasajes del viaje, como en Barcelona cuando más allá de su belleza y aires sofisticados, me sentía en algo ya conocido… Lo mismo en partes de Porto, Lisboa, Toledo y Madrid… Pero donde más sentí esa energía fue en Turquía: tierra intensa y sonriente, llena de colores, sabores, aromas, culturas, nacionalidades, devoción, arte, antigüedad y presente pujante… Me habría quedado feliz allá en esa vibración intensa y armónica a la vez, de respeto y alegría, de tradición y modernidad; no tenía ninguna gana de empacar hacia Grecia… Pero, como siempre digo, los ciclos se terminan, así que puse música alegre para hacer la maleta y partir hacia tierras parecidas a las turcas por su pasado, pero con otra energía actualmente…

Desde el puente Galata, Estambul, Turquía

Desde el puente Galata, Estambul, Turquía

… En mi segundo día en tierras turcas, al entrar a la Hagia Sofia, la mezquita Santa Sofía, en Estambul, en una tarde gris, avanzo lento sintiendo el aire, dejándome sorprender por los pasillos y escaleras hasta ingresar a la galería principal del segundo piso con cúpulas, mandalas, vitrales. En medio de decenas de turistas inquietos y maravillados me asomo en cámara lenta a uno de los balcones que dan al espacio principal, miro todo y se me caen las lágrimas… No es pena, es emoción pura, es recuerdo del alma…  Después, en medio del gentío, mi mirada se cruza con la de un guardia que me saluda con la vista, cerrando los ojos e inclinando la cabeza en silencio, como si supiera de la emoción que siento…

Hagia Sofia, mezquita y museo, Estambul

Hagia Sofia, mezquita y museo, Estambul

En eso, mi hermana Consuelo, internacionalmente conocida como Cocó, me toca el hombro con ternura, mientras contemplamos y al rato me dice con su picardía característica: «¿estai emocioná porque ya anduviste por acá con los habibis?, si querís te quedai no más, está bien bonito» -y nos reímos al unísono, mientras juntamos las cabezas abrazadas y continuamos mirando todo, sorprendiéndonos, tomando fotos, sintiendo la energía; riéndonos de algunos turistas orientales adictos a la fotografía, y de un par de gatos siempre presentes en Turquía -y en Grecia también- y que parecen perros porque no se arrancan y te piden cariño o comida… Para referirnos a los turcos les pusimos habibis (amados, queridos), pero luego le dije a Cocó que nos podían escuchar y mal interpretar. -Les podríamos decir: cúrcuma… Curcu, más corto -se me ocurrió-. Pero nos duró un día porque igual se me salía el habibi y a Cocó le pareció que habibi se parecía a Javier y les podíamos decir Javieros. Así que quedaron con ese nombre para nosotras: el Javier me dijo esto, qué lindo el vestido de la Javiera, qué guapo ese Javier, mira las javieras chicas, qué tierno el Javier, etc… Sí porque los portugueses eran los «portu»; los españoles los «peta» (de peta-zeta, los dulces que saltaban en la lengua); los griegos, «grecios» y/o «Gregorios»; los asiáticos «orien» o «chainos», los chilenos, chili… Como muchos saben, adoro el humor y para viajar -tanto afuera como en la vida misma- a mi juicio hay que tenerlo, si no, lo pasas peor y tu mirada se estrecha, por tanto se estrecha tu realidad…

Plaza de la Mezquita Azul, Estambul

Plaza de la Mezquita Azul, Estambul

Es mucho lo que podría decir de Turquía, de la intensa y apasionante Estambul, de la dulzura de Goreme y la sorprendente Capadocia… Iré contando de a poco algunas aventuras, ahora estoy reencontrándome con mi alma que llega de a poco, muy agradecida, emocionada, sensible, contenta, sin ganas de trabajar, contemplando muchas cosas cotidianas, sintiendo que se avecinan más cambios, en bienvenidas y despedidas…

Parece que el inicio del año laboral-escolar provoca lo mismo, ¿no? Tenemos que ingresar al sistema frío que hemos creado pero el alma llega después porque tiene otra vibración, otra frecuencia, ritmo y energía; parece estar en la playa o donde sea que haya paseado, o en los días de relajo, en el sol de los atardeceres, en el compartir de otra forma… Y de pronto suena la campana y hay que hacer fila para ingresar a otra vibración no tan sana pero que depende de nosotros humanizar cada vez más, y el alma tiene que hacer su proceso para ingresar… Por estos lados, parece que el alma chilena -y la de otras latitudes también- se está acomodando con más de un temblor que empuja la tierra y nos hace despertar y recordar no sólo lo frágiles que somos, sino que además vivimos en permanente cambio…

Muchos estamos en eso. Acomodándonos, alistándonos, sacudiéndonos la energía anterior para seguir cabalgando con nuevas ganas en este año del caballo y dejando que el alma se asiente en el nuevo tiempo-espacio. Por eso, ahora no logro ver ni sentir la energía para hacer el Ritual de Otoño, simplemente no me da. Decidí no hacerlo y quizá hacer algo en abril, ya veremos. Lo siento por todos quienes lo esperan y participan, por el equipo y hasta por mí que lo disfruto, pero decido respetar mi energía y no forzar(me).  Le estoy haciendo espacio a mi alma para que llegue, aterrice bien y comience el nuevo ciclo con tranquilidad. E igualmente por acá -en el blog- podremos unirnos a celebrar el ingreso del Sol a Aries con el equinoccio del 20 de marzo. Por ahora, al menos yo, intento respirar más e ir paso a paso con la agenda que ya la veo bastante llena. Gracias y que tengamos un buen cierre del verano/invierno 2014!

32 comentarios en “El alma tarda en llegar

  1. Jija!!!
    Que bueno es saberte viajera y contenta, tranquila y respetuosa de tu energía, tu tiempo y espacio…así debe ser ( es lo que aprendí de la serpiente y me funciona)
    Un abrazo + relinchos,
    Poli

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  2. ¡Qué bueno volver a leerte! Ya te echábamos de menos. Me alegra saber de tu ritmo pausado y de tu viaje sanador tan lleno de energias. 🙂 Un abrazo enorme y muchos muxux.

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    • no sabes cuánto nos reímos, y eso que no conté que los griegos también se llamaban Gregorios (ahora los agregué) y que cuando volví a ver musulmanas en Barcelona las dos dijimos: Javieras! y Cocó: estai feliz porque hay amigas tuyas acá?! 😀
      Aguante Aries y su renovador otoño 2014!

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  3. Hola ji!!!! Q rico q ya volvistee extrañaba ver en mi mail alguna entrada de tu blog.
    Maravilloso tu ciaje y me calza eso de a el alma se keda en alguna parte pk ahora q lo pienso a mi me pasoooo y fue terrible volver a la pega si hasta me enferme y al tercer dia tire licencia ycfui tan feliz jajaja

    Como me puedo comunicar contigo por interno?
    Un abrazo y buen retorno a este sistema frio 😉

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    • sabes que este sistema se está poniendo cada vez más humano con nuestro cambio de consciencia? es un privilegio habitar este tiempo-espacio! Y síp, una amiga tuvo fiebre y amigdalitis nada más regresar a Santiago y otro cayó con virus el segundo día de trabajo… Por eso estoy conversando con mi cuerpo pa que nos acompañemos y vayamos entrando de a poco. Escríbeme a nuevaji@gmail.com 😉 Abrazo!

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  4. Hola Ji te felicito por el viaje de tu alma, quizás no sería del todo malo ir dejando pequeños gramos de ella en cada lugar que nos conmueve, así tendríamos «reservas espirituales» para regresar cada vez que queramos o lo necesitemos.
    También te felicito por tu decisión sobre el ritual. Ya está bueno que los seguidores de este blog nos hagamos cargo de nuestros propios rituales , no te parece? sería una muy buena señal que tus lectores estamos creciendo (al menos mientras la autora le vuelve el alma al cuerpo…jajaja)
    abrazos y besos
    Pau

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    • Muy buenas ideas!! las miguitas de alma y el ritual propio!! Viste cómo crecemos!!? … Ya me va volviendo el alma al cuerpo, pero mi cuerpo quiere pasear y escribir 😀
      Abrazo y gracias por la buena onda y creatividad despierta!

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    • sii, bello círculo personal-colectivo! … En el altar hojas de otoño, vela de color cálido ojalá, agua y cristal… con las hojas puedes armar un camino de otoño o disponerlo todo el altar así, como un camino que se abre…. ya me cuentas, si?abrazo!

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  5. Te felicito por tu viaje, creo que todos tomamos uno hace un tiempo, yo personalmente como buen tauro (reacio al cambio) sin muchas ganas, pero ahora estoy mejor que nunca, el adaptarme a esta nueva realidad dejo de ser «adaptacion» ahora es emocion, felicidad, estoy contento a pesar de que esta todo revolucionado, pero poco a poco se ha ido asentando la energia y estoy disfrutanto cada dia de este nuevo viaje, que me ha traido sorpresas y fluides como nunca la he tenido. Ojala que este año sea genial para ti y que no te de lata volver a la rutina diaria porque la que volvio no eres tu, es la nueva Jimena, o la Jimena 2.0.

    Suerte.

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    • Esooo!!! sí, siento el 2.0!! esta vez no estoy con lata, sino dejándome sorprender y ayer en la primera lectura a un bello libriano de corazón noble sentí la nueva energía en mí; la luz de fin del verano, el aire más ventoso y la gente que me recibe y se alegra del regreso… voy poco a poco y emocionada como dices. Gracias, me ayudas mucho! Abrazo de marzo en paz!

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  6. Que bueno que llegaste Jimena!! aunque sea dividida en dos (primero tu cuerpo y después tu alma) … felicidades por tu viaje y regreso… ahora hay que conectarse poco a poco. Cariños.

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  7. Increíble esto! que todo se vaya dando para ir cerrando etapas, procesos o como se llamen y así dar paso a que el alma descanse para volver a empezar! Hermoso relato y que viaje!!!… hasta pronto verano y bienvenido bello otoño!

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  8. Jijimenita querida: tus escritos cada día me impresionan; descanso y ánimo para que te encuentres con tu alma llena de pensamientos y comentarios que nos hacen bien. El viaje tan intenso con pocos momentos para acurrucarte, abrigarte y ahora ver » Las Mil y una noches» te será relajante!!!!!!!! jajajá. Mañana 20 estaré alerta al inicio de otoño, cariños

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  9. linda!, maravilloso que respetes el ritmo de tu alma…. gracias por compartir tu viaje, de echo mi alma se fue hacer maletas para irse a Estambul jejejejej).
    Mucho cariño para ti

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  10. Es como bien dijo Antonin Artaud: «La realidad es demasiado grande».

    Ay, la vida…. ojalá nos pillemos por el barrio 🙂

    Me alegran tus aventuras

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