21 agosto: Eclipse para liberar, renovar… y sembrar!

Los cerezos ya están en flor por acá y me conmueven… Cada año me pasa lo mismo, siento que saludan y alegran el corazón a fines del invierno. Camino unas cuadras disfrutándolos, rumbo a trabajar en la preparación del curso de astrología que dicto estos meses. A lo lejos veo una señora mayor que camina lento, encorvada, con un buen bastón. Pienso: Ella me va a hablar -mientras la observo con gracia. Cuando nos acercamos efectivamente me dice: ¡No anda un alma hoy! -con una voz alegre. Le respondo que sí y le digo: ¿Y tú para dónde vas? -me cuenta que viene de misa, a unas seis cuadras, que todos los días camina más de veinte minutos y que tiene 96 años. Le digo: ¡Le pusiste color! ¡Tienes montón de años! -ambas reímos y nos quedamos conversando unos diez minutos en la vereda, me dice que la vaya a ver porque somos casi vecinas y que le encanta leer, que ella también escribe, que le gusta la música y conversar. Terminamos abrazándonos y luego continúo camino con mi nueva amiga en el corazón, feliz, hasta llegar al café de la plaza donde otros como yo trabajan en sus cosas.

Agradezco mucho este espacio de encontrarnos, de trabajar con placer, en medio de tiempos desafiantes, de gran limpieza como son las semanas de eclipses. Yo también tuve la mía, pero leve, hasta ahora: mi celular decidió nadar en una poza en la última lluvia, quedó mudo y pronto tendré que comprar otro seguramente, pero prefiero esperar a que termine Mercurio retrógrado (el 5 de septiembre) para que sea más eficiente la renovación. Los eclipses nos hacen soltar obligadamente desde cosas superfluas y prácticas como ésta hasta relaciones, actitudes, situaciones. La luz y la oscuridad hacen su alquimia para que podamos renacer y comenzar de nuevo.

Antes señalé que estos eclipses de agosto (acá los audioróscopos del mes por energía colectiva y luego por signo)  limpian el ego antiguo, esa forma de ser más densa que ya no va y que tanto daño nos hace a todos. Y si bien éste patalea en varios escenarios internacionales y locales por estos días (también en nuestras familias y ambientes laborales), igual es bello constatar cómo muchos elevan su vibración y se despegan de estos moldes para comenzar a moverse de otra forma, más amable consigo mismos, más armónica con el Todo que conformamos.

Pero los eclipses también sacan a relucir temas ocultos o pendientes. Hacen un giro energético. Ahora, el que viene, el del 21 -que no casualmente «atravesará» Estados Unidos, una de las fuentes actuales del ego más denso/antiguo en varios sentidos, como también de la vanguardia; semilla del despertar y la creatividad- traerá remezones en las cúpulas de poder de distintos niveles, como también tremenda oportunidad.

Repetí varias veces que este año es para jugar, para soltar rigideces, aventurarnos más, valorar el goce de la vida y usar nuestros talentos. También para sacarnos cuotas de «deber ser» y entrar en mayor autenticidad. Todo esto porque el eje que estamos soltando e incorporando es entre Leo y Acuario. El eclipse total de Sol del 21 es en Leo, casi llegando a Virgo. ¿Debemos asustarnos? Ja. No poh! Eso hace el ego antiguo: vibra en miedo, desconfía, se defiende, se separa, se blinda. El ego 2.0, nuestra energía mental/emocional de estos nuevos tiempos,  -entre otras cosas- se permite observar(se), acepta poco a poco, asume su miedo/rabia/pena y con ellos avanza; sin esconderlos ni posando de nada aunque le cueste…

Este eclipse nos da la oportunidad de soltar temas nuestros y también de vivir lo que sea que nos corresponda, de otra forma. Ese es el gran salto cuántico que puede transformar todo: Vivir situaciones incómodas o desafiantes, detenerse y elegir actuar de otra forma; avanzar desde otra mirada/actitud que a nosotros mismos nos sorprenda en vez de volver a apretar las teclas de siempre, llamadas: drama, victimizarse, amenazar, agredir, encerrarse, ofenderse, castigar, anestesiarse, echar la culpa a alguien, querer controlar, quejarse, etc.. Esto tiempos nos piden jugar a ser otros, ser creativos, divertirnos más con el proceso de cada uno porque podemos aprender mucho y salir renovados; compartir experiencias; también ampliar nuestros círculos para nutrirnos de nueva energía…

Por otro lado, este eclipse nos mostrará mucho de nuestra sombra: aquello que no reconocemos de nosotros ni nos gusta pero sí lo vemos en otros; ja, ja. Los humanos somos muy divertidos; como la mamá que viene a mi consulta porque su hijo no se interesa en nada ni hace caso y ella misma no escuchó el audio que le mandé, igual que a todos los que vienen a la lectura de carta astral para que sepan de qué se tratará y así ganemos claridad y tiempo. Como todos los que despotrican en contra de los políticos y a la menor oportunidad se aprovechan, son abusivos, egoístas, etc. La sombra sale a pasear estos días, por tanto tenemos gran posibilidad de mirarnos y soltar enganches con los demás y asumir cosas nuestras…

Esta segunda quincena de agosto sembrará energía por seis meses, así que es recomendable estar aún más conscientes de qué energía vibramos y provocamos porque nuestra cosecha dependerá de esto. Si siembras odio no esperes cosechar flores, ¿no? Jaja. Igual lo aclaro, por las dudas y por si algún ego fantasioso está leyendo esto, jajaja. Como sea, en especial del 17 al 24 de agosto, es bueno detenernos más, agradecer todo lo que tengamos y hacer el gesto energético de llevar el Sol a nuestro corazón para que ilumine lo que sea que tengamos que ver y nos dé la claridad para abordarlo.

Estamos en tiempos nacientes, donde cada día más comprendemos y vivenciamos lo que siempre fue una realidad: todo está conectado, no hay casualidades y conformamos un Todo bellísimo que cada día está brillando más para que cada uno se exprese y abra su propio camino… Mucha entrega con este eclipse, gracias por leerme, ¡Feliz eclipse!, y les dejo una simbólica peli, El planeta libre, que vi hace años y que nos sirve para mirar lo que estamos dejando colectiva y personalmente…

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