Regresamos… a nosotros mismos

Este abril y mayo, además de traer sacudidas internacionales, terráqueas e interiores tienen un bello gesto que podemos practicar y para el cual estuvimos abonando el terreno los últimos seis años…

Sí, afuera está todo agitado y es producto -en parte- de la gran limpieza que hicimos (cada uno en su camino y a su forma, algunos por voluntad y otros obligados) entre 2011 y 2016, donde los últimos tres años fueron de arduo trabajo interno, de gran práctica de desapego y de activación de nuestra sabiduría. A su forma y a su ritmo, muchos avanzamos con nueva energía y hay quienes decidieron quedarse en otras frecuencias más pegadas o bajas y está bien.  Aquí nadie sobra y nadie lo está haciendo «mal»; el camino es personal y alma acompaña todo.

Y ahora 2017 nos propone, como seguramente dije antes, practicar todo lo aprendido en este último ciclo. Sin mirar al lado, sin compararnos ni enjuiciar, ahora nos toca usar los talentos que aparecieron en medio de angustias o dolores, seguir activando la chispa que emergió con las comprensiones de cada uno y con los regalos que, sin duda, recibimos. También, como nos anuncian los nodos que pasan al eje Leo/Acuario: jugar. Divertirnos con lo que nos propone la vida, sacarnos el «deber ser», acompañar nuestros miedos, entregarnos al descubrimiento… Disfrutar lo simple, los logros, lo que somos…

Ahora, es tiempo de acallar la mente, las teorías, filosofías, todos los «ismos», las culpas, los dogmas, las creencias antiguas y Vivir más desde el goce, las sonrisas, la curiosidad, el asombro… Y no sólo eso, también vivir desde la comprensión del Todo que somos… Claro, porque es lindo leer y conversar sobre «espiritualidad», «crecimiento personal», etc., ver videos, compartir frases… Pero otra cosa es practicar. Y -enhorabuena- es tiempo de hacerlo. Por tanto, tenemos que acompañarnos y dejarnos sorprender, sacar nuestras propias lecciones, seguir la pista a las señales que constantemente nuestra alma -y nuestros guías- nos mandan para que vivenciemos que estamos siempre acompañados y conectados desde la luz que todos -sí, todos- llevamos dentro…

Jopi, Ilustradora argentina.

Y estos meses nos traen también eso: Compañía. La mejor, la de nosotros mismos. Podemos entregarnos a la bella aventura de regresar a lo que realmente somos, no a lo que se espera que seamos, a los cuentos que nos contamos y nos contaron, a lo que nos gustaría o «deberíamos»… El cielo de estos meses con mucho fuego nos abre al  entusiasmo, la osadía, las ganas de renovarnos y de ser más auténticos… Sin prisa pero con pasión podemos retomar situaciones, acciones, gestos que dejamos botados por meternos en las obligaciones; podemos iniciar actividades nuevas, eventualmente creativas, que nos entretengan… Desde cosas tan simples como pasear, descansar, ir al cine, cocinar o juntarnos con quienes nos contagian alegría; hasta realizar proyectos que requieren más «producción» donde podemos disfrutar cada etapa…  Ahora volvemos a nosotros, a escucharnos, acompañarnos, cuidarnos para hacer brillar nuestra energía y así compartirla sin expectativas, sólo por el placer de ser nosotros mismos y redescubrirnos cada día, porque mientras estemos aquí, en este planeta, seguimos aprendiendo, podemos cambiar y maravillarnos.

… Por mi parte, decidí ir al cine casi todos los martes, volví a disfrutar las tardes del sol en casa, sigo una teleserie argentina de muy buena factura que me tiene intrigada y ahora salgo unos días de viaje, a ver qué descubro de mí, de otras tierras y energías… Hasta la vuelta y buen encuentro con nosotros, con todo lo que somos!