CONOCE A TU LUNA E INTEGRA A TU EGO, Taller

¿Qué rige la Luna? ¿En qué aspectos de nuestra personalidad nos influye? ¿Qué tiene que ver con nuestro lado infantil y egocéntrico? ¿Es tan romántica y bonita o es un cuerpo celeste más bien pesado?

La Luna tiene todo que ver con nuestras reacciones, ritmos, inseguridades, mecanismos de defensa, necesidad de controlar para sentirnos a salvo. Conocerla nos ayuda a salir de conductas repetitivas que por más terapias y talleres que tomemos vuelven a aparecer opacando nuestro crecimiento y alegría en este viaje humano.

En tiempos de mayor desafío, donde todo podría agitarse aún más, tener mayor conocimiento de cómo se mueven nuestras emociones y patrones psíquicos puede traernos, además de poder personal, mayor calma, mejor capacidad de responder con consciencia a los retos de esta apasionante experiencia en la Tierra y gran capacidad de reírnos de nosotros mismos, lo cual es tan liberador.

Por eso en este taller teórico-práctico entraremos en las profundidades de los moldes que traemos de infancia, que nos entrampan y de los cuales PODEMOS DESPRENDERNOS poco a poco para salir de respuestas automáticas que nos llevan al drama, la baja autoestima, manipulaciones desde la víctima, el victimario o el rescatador que nos habitan, la ansiedad y demás pulsos que nos impiden crecer, que frenan el fluir y disfrutar de la Vida y de nuestras relaciones más cercanas.

Los esperamos para retomar poder y dirección en nuestros caminos. Para reconocernos, reírnos, profundizar y comenzar cambios concretos que nos hagan sonreír. Acá van los datos:

*CUÁNDO: Desde el martes 10 de octubre, 19 hrs de CHILE. Hasta martes 28 de noviembre. Dos meses, 8 sesiones. Queda grabado y visible por cuatro meses

*CÓMO: Inscripciones en WWW.ASTROALMICA.COM o escribiendo a ASTROALMICA@GMAIL.COM

*CUÁNTO: $150 mil en total ó 180 USD aprox. Con tarjetas (cuotas), transferencia (dos pagos) o Paypal. También se puede adquirir la grabación en video posterior al inicio del Taller.

*DÓNDE: Vía Zoom, desde cualquier lugar de este agitado planeta

*QUIÉN:  Jimena Zúñiga. Astróloga y autora del libro oráculo, Mensajes del alma. Asistente: PAULINA BELTRÁN.

DETENERSE… A SENTIR

Por fin para un poco la lluvia (que igual me encanta) acá en el sur de Chile, hay viento, sol y nubes que le dan otros colores a los últimos días del invierno, aunque el agua está lejos de terminar por acá.

¡Ay, qué cansancio! Muchos suspiramos esto, a mí ni siquiera me da pa’ quejarme, es simplemente una expresión, es un sentir ante la velocidad e intensidad de este año, donde pasan montón de cosas y el tiempo parece un ventarrón frente a nosotros, despeinándonos y muchos sin poder organizarnos del todo ante su velocidad.

Después de la Charla en Curicó donde compartimos con mucha conexión sobre renacer desde nuestro poder y no desde lo que el sistema quiere, que es básicamente que entremos en miedo (con todos sus derivados) y obediencia ante los cambios que se asoman, siento mucha necesidad de escucharme más, de detenerme a contemplar este momento, de sentir en qué estoy y hacia dónde quiero ir.

Quienes estamos en roles de contención de los demás, como terapeutas de todos los colores y formaciones, como astróloga en mi caso, solemos tener cantidad de respuestas y soluciones para nuestros consultantes y para nuestro círculo afectivo. Pero muchas veces olvidamos pedir ayuda para nosotros y tendemos a sobrepasarnos.

Entonces, después de haber pasado algunas pruebas (incluida una aguda disfonía), decido decirle al lado oscuro –que está pataleando mucho en estos años para que no hagamos nuestros caminos del alma y nos quedemos bien anclados en lo antiguo– que se deje de joder (hay que ser directo con éste), y también hacerle espacio al cansancio, a mi cuerpo y a mi energía que, como la de tantos, está exhausta. Por eso, me detengo unos días. Necesito mirar con más calma.

¿Para qué detenernos? Para descansar de nosotros mismos, de nuestro ‘personaje’ y hablar con él (con nuestros roles, en especial esos que son repetitivos). Para salir de lo automático. Para sentir. Sentir es uno de nuestros poderes. No es drama. Es conexión. Es dejar que el corazón pulse y hable. Es percibir desde el alma. Es dejar que la Vida se exprese ante nosotros. Es entrar nuestras verdades. Es escucharnos. Es conectar con la energía presente en todo. Sí, ahora es buen momento para detenernos a Sentir.
En mi caso, me detengo también para crear. Pronto abriremos de nuevo el taller para trascender la Luna astrológica –que es de lo que más nos infantiliza y opaca si no la conocemos– y otro para integrar la energía del Ascendente Astrológico. A veces nos pasa que en las mismas rutinas y ritmos la creatividad no viene, así que también hago un alto para abrir lo creativo y conectar más profundamente con lo que queremos entregar en estas clases donde tocamos el alma para soltar un poco a nuestro querido ego.

En esta mitad de septiembre, donde el 2023 parece una montaña rusa, respiro para sentir y apreciar. Respiro también para agradecer. Para valorar lo que muchos nos entregan y enseñan, incluso sin saberlo. Aprovecho los días feriados por el cumpleaños de Chile y descanso de la agenda laboral. También nos encontramos a celebraciones divertidas y paseos por la naturaleza de este sur que me permiten sentir más de este presente burbujeante que, intuyo, pronto puede terminar de hervir. Y cuando eso pase, claro que será valioso detenerse antes de creerse todo como una sola realidad.

Abrazos con detención y alegría, porque estos tiempos electrizantes nos recuerdan que somos poderosos y muchos estamos soltando antiguos trajes. Nos acompañamos. ❤

Noticias de octubre y noviembre

Si sobrevivimos a los eclipses que se asoman en 25 de octubre en Escorpio y el 8 de noviembre en Tauro, cuya tensión ya comenzó a sentirse, entonces estos avisos en la agenda de Astroálmica pueden servir de algo.

En este tiempo hay mucha agitación en lo cotidiano, como compartí en algunas conversaciones y en la Charla sobre este 2022, estos últimos meses traen una aceleración con Marte (acción, rabias, osadía, conflictos, uniformados, guerras, jóvenes, deporte) en Géminis (nuestra mente, medios de comunicación y de transporte, estudiantes, sistema educacional, comercio, temas limítrofes, ideas, mundo editorial). Y también los eclipses nos ponen frente a temas que soltar, por tanto a practicar el bendito desapego.

Por supuesto, lo económico puede desmoronarse y más de algún hecho explosivo (cuidado con las ya poco creativas cortinas de humo que teje el poder) en Europa, probablemente. También los volcanes seguirán purgando.

Pero en medio de todo esto lo humano despierta cada vez más y se activan colectivamente la valoración de lo simple, la belleza de este planeta y de nosotros mismos, el deseo de hacer un camino propio, la certeza de estar atravesando una gran crisis que nos lleva a una versión más pura y conectada de nosotros mismos, el desatender discursos de miedo que el sistema insiste en promover… Es muy poderoso este ciclo iniciado en 2018 y se pondrá más sabroso en los próximos dos años…

Jimena

De esto y más, conversaremos en este encuentro en el Festival de Autores de Santiago, este sábado 22 de octubre a las 15 hrs, en el Centro Cultural de Las Condes (Av. Apoquindo 6570). Es una Charla abierta, gratuita, a propósito de Mensajes del alma, libro oráculo para transitar la incertidumbre. Acá les dejamos más info: CHARLA. Y les recordamos que habrá firma de Libros; también nutritivos espacios durante esa tarde, con el libro de Silvia Selowsky y el del doctor Ricardo Soto.

Y porque este tiempo nos requiere mucho más conectados a nuestro corazón verdadero donde reside el alma, con más información y poder sobre eso que somos y aquello que no somos para que el Amor que portamos, que es nuestra esencia, brille… En noviembre comenzamos el Taller: CULTIVAR AUTOESTIMA, UNO DE NUESTROS PODERES. Desde el miércoles 2 de noviembre por cuatro semanas, online vía Zoom (igual se puede ver en diferido porque quedará grabado). Acá están los detalles para inscribirse: TALLER AUTOESTIMA. Es un viaje de reencuentro, sanación y activación del ser grandioso que somos, aunque no hayamos tenido un comienzo o desarrollo en esta Tierra tan amable o luminoso. Siempre es tiempo de transformarnos. ¡Los esperamos!

Y antes de despedir esta nota, les dejamos acá abajo esta conversación con Edgardo Vogel en su canal MCA, donde compartimos miradas de este presente, de la consciencia y de nuestra esencia… Entre otras cosas.

¡Un gran abrazo! ❤ Paciencia y disfrute de este tiempo, que nos requiere flexibles, observadores y alegres… 😉

CHARLA: Cómo activar nuestro poder y liberar miedos

CHARLA DOMINGO 28 AGOSTO, 11 HRS :

CÓMO ACTIVAR NUESTRO PODER Y LIBERAR MIEDOS

CUIDAR Y POTENCIAR NUESTRA ENERGÍA EN EL CICLO ACTUAL

Mientras los discursos públicos, los medios de comunicación, las redes sociales, las conversaciones cotidianas y los análisis económicos lo que más infunden es miedo, miedo y miedo, la humanidad sigue en su poderoso camino de evolución donde todos atravesamos tiempos de grandes finales e inicios.

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Y sí, no lo vamos a negar, alrededor del planeta pueden venir grandes remezones, pero más allá de esto estamos en un ciclo muy especial, de gran belleza y oportunidades únicas.

¿Cómo aprovecharlas?

De esto, de cómo liberar los miedos ancestrales, los propios, los colectivos y hasta los de otras vidas, conversaremos el último domingo de agosto, el 28 a las 11 am de Chile en nuestra Charla: CÓMO ACTIVAR NUESTRO PODER Y LIBERAR MIEDOS, Cuidar y potenciar nuestra energía en el ciclo actual.

Y ya que este proceso se extenderá hasta todo 2025 –respiremos– puede ser útil saber ¿cómo vivir mejor este ciclo?, ¿cómo cuidarnos en distintos ámbitos?, ¿cómo disfrutar en medio de la convulsión e incertidumbre?, ¿cuáles son las claves de lo que viviremos? Y… muy importante, ¿qué oportunidades tenemos de potenciar nuestras vidas, talentos y proyectos en un escenario mundial cruzado por el miedo y la precariedad?

De esto y más conversaremos el domingo 28 de agosto, a las 11 hrs de Chile.

La cita es online, vía Zoom, tiene dos horas de duración, vale $20 mil CLP (ó 23 USD) y para inscribirse entra a ASTROALMICA.COM, en la sección Charlas y Talleres.

Puedes hacer tus consultas a Paulina Beltrán en astroalmica@gmail.com , también al +56 9 3895 5301.

CUÁNDO: Domingo 28 de agosto, a las 11 am (dos horas de duración)

CÓMO: Desde ASTROALMICA.COM, en este ENLACE. Añade al carrito y realiza tu inscripción. Luego de eso, la semana previa recibirás el link de Zoom y las indicaciones.

DÓNDE: Online, Vía Zoom.

CUÁNTO: $20 mil CLP vía transferencia o tarjetas. 23 USD (Vía PayPal).

QUIÉN: Astróloga Jimena Zúñiga. Autora de “Mensajes del alma”, libro oráculo para transitar la incertidumbre, Ediciones Urano.

¡Un gran abrazo y los esperamos! 

ESCUCHAR AL ALMA, Encuentro abierto, domingo 31

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Porque siempre es bueno conversar, detenerse, conectar y encontrarnos… Este domingo 31 de julio, a las 11 am de Chile, los invitamos a una cita por Zoom para darle espacio a nuestra voz interna, compartir algo del trasfondo y del sentido del libro «Mensajes del alma» y activar nueva energía para los desafíos que vienen…

El encuentro es gratuito, dura una hora y cuarto, por supuesto pueden compartirlo y, si lo desean, dejarnos preguntas en los comentarios de este post.

A continuación van las coordenadas para asistir. Les dejamos un gran abrazo y nos vemos el domingo! ❤ (Recuerden revisar nuestro Instagram @astroalmica, estos días tenemos entrevistas y novedades. Aquí).

Tema: CONVERSAR, MEDITAR Y ACTIVAR, Encuentro 31 de julio
Hora: 31 jul 2022, 11:00 Santiago

Unirse a la reunión Zoom
https://us02web.zoom.us/j/85654001786?pwd=ckEyaUdHWXBJVDYzbDMvM0Q3T1kyQT09

ID de reunión: 856 5400 1786
Código de acceso: 700822

¿QUÉ HACEMOS CON LA INCERTIDUMBRE?, Taller

Los martes, del 10 al 31 de mayo, cuatro sesiones vía Zoom 

¿SONREIR EN LA INCERTIDUMBRE?

Comprender estos tiempos para vivirlos con más aceptación

Esta chica inquieta y traviesa, la incertidumbre, volvió hace un tiempo (desde 2018) por estos rincones de la galaxia, con mucha fuerza. Y con su mirada directa, avisa que se quedará por buen rato entre nosotros, porque está de lo más cómoda y entretenida paseando por el planeta, moviéndonos el piso, cambiando escenarios, agitando lo estancado, removiendo escombros de toda índole y poniendo en nuestra cabeza, pecho o panza a una de las emociones más fieles que tenemos nosotros los humanos: el miedo.

La incertidumbre está muerta de risa. No le preocupa el futuro, no le puede importar menos el pasado, le encanta mantener la expectativa y el misterio, suelta carcajadas frente a nuestro afán –tan tierno– de control, adora el viento intenso y las marejadas, las tormentas eléctricas, los terremotos. Le divierten las caídas de bolsas internacionales y de cualquier entidad económica o política que se crea sólida, ama los puntos suspensivos, las esperas tensas y la falta de datos para tener un análisis preciso. No conoce las estadísticas ni las planillas excel, dice que el tiempo es una ilusión, le gusta todo tipo de música, de paisajes, de sabores y aromas, mientras más amplia sea la variedad, mejor.

Y ya que ella llegó para quedarse por buen rato, es mejor hacerse a la idea, conocerla mejor y permitir que nos enseñe todo lo que nos trae e, incluso, pedirle ayuda para saber cómo acompañarla, cómo vivirla.

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Por todo esto y porque más vale surfear estas olas intensas e inciertas con más humor, acompañados y con herramientas prácticas que nos permitan fluir en estos años desafiantes y extraordinarios, en vez de paralizarnos o restarnos de las oportunidades que también nos dan, realizamos el taller ¿SONREÍR EN LA INCERTIDUMBRE? durante cuatro semanas, de manera online, a contar del martes 10 de mayo.

Para vivir este ciclo con una sonrisa antes que solo desde el temor, la ansiedad o la frustración, compartiremos explicaciones del porqué y para qué estamos como estamos, con el propósito de abrirnos a cultivar mayor calma y goce, más allá de la agitación que nos corresponde como habitantes de esta poderosa Tierra. Si bien estamos todos cansados en medio de la tensión planetaria, este tiempo también presenta ante nosotros mucha belleza, además de grandes verdades y oportunidades. 

El taller dura un mes y revisaremos de qué se trata este tiempo, qué actitudes nos corresponde soltar, cuáles es preciso activar junto a nuevos hábitos y miradas de la Vida. Identificaremos aspectos de nuestro ego que frenan nuestro crecimiento y que esta nueva etapa nos convoca a transformar. Cómo vincularnos, desde dónde movernos en lo laboral, qué hacer frente al sistema y cómo activar alegría día a día serán parte de los temas que revisaremos. 

A continuación les dejamos la información práctica. También un gran abrazo ❤ y un Audio sobre las oportunidades que nos da Júpiter y Neptuno en Piscis . Gracias por leer y compartir entre quienes se interesen. 

+PARA QUIÉNES: Para TOD@S. (No se requieren conocimientos de Astrología). Temerosos, valientes, alegres, decaídos, desconfiados, optimistas, dudosos…  

+CUÁNDO: Desde el martes 10 de mayo. Son cuatro sesiones que terminan el 31 de mayo De 19 a 21 hrs Chile. Por Zoom, online. (La sala se abre a las 18:45). Se puede tomar en diferido, grabado. 

+CÓMO: Por nuestra página, https://www.astroalmica.com/ añadiendo al carrito y completando el proceso de inscripción. Por cualquier consulta, dudas: +569 3895 5301 

+CUÁNTO: El taller completo vale $70.000 CLP, 88 USD aprox. Crédito (cuotas), Débito, Transferencia, PayPal.

+QUIÉNES: Astróloga Jimena Zúñiga. Chile. INSTAGRAM: @astroalmica. Asistente de Talleres: Paulina Beltrán. 

Acá el audio sobre Júpiter y Neptuno en Piscis:

Eclipse total de Sol: Poderoso Cierre

Hola… Acá les dejo un audio sobre el eclipse total de Sol que viviremos este lunes 14 de diciembre. Quedó un poco extenso, sagitariano, pero así salió. La semana que abre este eclipse es muy importante, ahí lo explico.

Un gran abrazo, mucha tranquilidad y conexión interior para vivirlo. Es tremenda oportunidad y puerta de cierre. ¡Feliz eclipse! ¡Feliz cierre de Era! ¡Feliz amanecer galáctico! ❤

No sé de qué escribir…

Imagen de Arek Socha en Pixabay

¿De qué escribo? ¿De que le creo la mitad –o menos– a toda la información de los medios masivos y de ciertas autoridades mundiales y locales sobre esta «pandemia», que para mí tiene más tinte de plandemia? ¿De que decir esto me ha significado varios rechazos o miradas despectivas y más; energía que conozco de toda la vida, por lo tanto le doy la bienvenida; qué le vamos a hacer; son tiempos de autenticidad? ¿De que no me interesa tener la razón, solo me gustaría (capaz soy muy ingenua o idealista), como dije aquí y acá que cada uno busque su verdad en vez de comprarse los discursos oficiales y entrar en la rueda del miedo porque somos seres poderosos y no cifras infladas o tergiversadas como explica con claridad acá Pablo Goldschmidt, virólogo y especialista en enfermedades infecciosas que, por supuesto, nadie lo entrevista; al menos no lo censuran como a Andreas Kalcker o a canales como la Caja de Pandora o MindaliaTV, que Youtube cerró solo por dar otra mirada del bicho y no la oficial? ¿De que igual me encanta que cada uno viva esto –que es tremendo e inédito capítulo en nuestras vidas– como se le cante, como quiera –dormido o despierto, como sea–, en vez de ver o escuchar a ciertas personas que parecen policías frustrados normando o vigilando al resto e infundiendo culpa y terror; ante lo cual mi ego les dice: búsquense una vida, chiquillos; e igual entiendo sus miedos y rigideces; así somos los humanos y todos tenemos que estar presentes, porque como siempre digo: aquí no sobra nadie?

¿De todo lo que no he podido hacer en esta pausa planetaria, mientras otros me sacan pica con sus series vistas, sus recetas saboreadas, sus libros leídos, sus manualidades hechas; que igual me alegran y sorprenden porque me encanta la creatividad y el goce? ¿De lo que sí fluye, disfruto y agradezco profundamente? ¿De que quiero que los planes de salud después de esto incluyan a los quiroprácticos como medicina básica para nuestra espalda, hombros, lumbares y demás debido al teletrabajo? ¿De la tristeza que me da ver cuántos pequeños comerciantes, emprendedores, restaurantes, cafés, librerías y decenas de servicios y oficios se pierden por el miedo y las pésimas –pero sospechosas– decisiones de muchas autoridades en varios países (algunos muy precarios como Chile, donde no pocos ciudadanos –incluso gente que pensé era más consciente– pedían desde el principio, y bajo la comodidad de sus hogares o de su sueldo fijo: cuarentena total; ja: medida de país rico o de país con garantías, pero que ya sabemos resulta cruel en Latinoamérica; doble ja)?  ¿De que agradezco que al menos las cuarentenas totales estén solo en algunos lugares de Chile y que nunca fui partidaria de éstas precisamente por nuestra pobreza, pero también porque creo en nuestro poderoso sistema inmune que ya ha traspasado mucho, y además conozco la manipulación de los medios y del poder? ¿De que estoy que le pido una indemnización a los medios masivos –en especial a la TV– por tenernos ‘secuestrados’ en un solo tema y aturdirnos las 24 horas con miedo, miedo y más miedo, además de cifras sin interpretar e investigaciones que brillan por su ausencia? ¿De que no me olvido que esto tiene todo que ver con Plutón, Saturno, Júpiter, Neptuno y Urano, que en sus manifestaciones más bajas representan manipulación, control, miedo, exageración, confusión, engaños, cortinas de humo, locura… Pero que también pueden elevarse a poder, transformación, sabiduría, verdades, compasión, unión, creatividad, despertar?

¿De que una parte mía acepta todo esto, mantiene su conexión, sabe el sentido, lo agradece y se entrega a este flujo de detención –y elevación, aunque no lo parezca– planetaria y es la misma parte que no tiene ni una gota de miedo al virus, es más, ni se entera de éste, no piensa usar guantes ni ponerse ninguna vacuna y solo usa la famosa mascarilla para que otros estén tranquilos, aunque no tiene efectividad; pero qué más da? ¿De que me hace pleno sentido ese ‘meme’ que dice sobre las mismas mascarillas: Si no sirve por qué nos obligan a usarla y si sí sirve por qué no abren los negocios; piensa, usa la lógica? ¿De otra parte mía que sí teme a las consecuencias sociales, políticas, económicas y de control producto de todo esto porque siente –o imagina– que quizá todo se vuelva más gris (aunque lo opaco y lo oscuro siempre son buen terreno de práctica de consciencia, de crecimiento y despertar, porque la luz y la creatividad se elevan con más fuerza; lo sé por experiencia desde muy pequeña; el contraste nos hace crecer)?

¿De las lágrimas que rodaron por nuestras mejillas en esta meditación bastante improvisada pero conectada que hicimos hace poco por el popular Zoom con 80 y algo personas; lágrimas que brotaron al sentir nuestra infinita belleza humana, que hoy atraviesa pruebas, incertidumbre, dolor, muerte en varios sentidos, renacimiento, despedida y bienvenida de un nuevo ciclo… Y que en medio de todo sigue pulsando Vida? ¿De que lo que más valoro de esta –supuesta– «pandemia» es la Conexión que evidencia entre nosotros y la comprobación del Amor que nos une, además de la valiosa posibilidad de Parar a replantearnos? ¿De que atesoro que el Sol siguió brillando en Santiago en este otoño, hasta hace poco, bastante cálido? ¿De todo lo que extraño caminar libre, saludar a mis vecinos, conversar con mis vecinas mayores que hoy figuran encerradas, disfrutar los árboles, la brisa, la gente, juntarnos a compartir en vivo y no por pantallas? ¿De que me río a carcajadas con algunos memes de exquisito ingenio?  ¿De que nos podrán quitar la libertad y hacernos creer que esto es tremendo pero millones sabemos que no –ahí están las cifras mundiales que indican que No hay más fallecidos que en un año cualquiera– y muchos confiamos en nuestro poder interior y qué decir en nuestro cuerpo, como también en que la verdad emerja? ¿De que si ésta no emerge igual la masa crítica es cada vez más y estamos en tiempos de mayor consciencia, por lo tanto algo más luminoso saldrá de todo esto? ¿De que al menos hay gestos en Italia, Argentina, Alemania, Estados Unidos y España de verdades y despertar?

¿De los colibríes que vienen a saludar al balcón cuando trabajo y que ya tres cercanos me han contado que éstos entraron a su casa y me alegro mucho porque son símbolo del coraje de hacer el viaje que significa esta Vida, de Amor universal, de vuelo liviano y, como agregó una amiga, su aleteo es el movimiento del infinito? ¿De que muchas noches disfruto el silencio de la ciudad, miro el cielo y converso con él, a veces le reclamo, le pido explicaciones; otras veces solo lo escucho, lo recibo, lo siento, me da pistas y en ocasiones dejo caer lágrimas de cansancio y otras de la emoción que significa estar presentes –Todos– en este momento de la humanidad, porque pese a las condiciones incómodas para mí, extremas para otros, este es un momento/espacio único, bello, y tenemos no solo el privilegio de estar aquí y ahora, de Renacer, sino además de Partir de Nuevo con talentos que aún no estrenamos?

¿De que le pedí a mi vecino que me ‘arriende’ a su perrita para poder salir a caminar y que encima ella, blanca y muy cariñosa, se llama Alma; pero él solo se rió porque obvio que no se lo digo en serio, aunque igual me la podría encargar, digo yo? ¿De que cuando estoy muy saturada pongo esta música, bailo y retomo alegría? ¿De que cuando quiero conectar con la belleza de Chile, tierra tan profunda, bella, montañosa, precaria, poderosa, llena de paradojas; por la que siempre siento mucho Amor aunque hay cantidad de cosas que no me gustan pero sigo amándola y añoro su bellísimo sur; escucho esto y ahora en este encierro a veces hasta necesito oírla? ¿De que me caen lágrimas de nuevo al escribir todo esto…? ¿De que en medio de este episodio planetario que a ratos ni sé cómo calificar igual estoy muy agradecida, me siento muy conectada y sostenida, y puedo palpar el Amor de la sabia Vida muy presente? ¿De que siento que viene algo más alrededor de los eclipses, entre junio y agosto y quizá eso destraba este episodio actual nada liviano pero de tanto crecimiento interior? ¿De que los volcanes y la bella Tierra pueden hacer lo suyo también… Pa’ que al menos haya otro tema en la agenda; ja? ¿De que soy muy feliz enseñando astrología por las tardes aunque sea por la pantalla, lo cual activa aún más mi creatividad para hacer ciertos ejercicios que antes realizábamos en sala? ¿De que le sigo diciendo sí a la Vida, con virus incluido, confinamiento y todo lo absurdo de esto porque tengo certeza de su perfección aunque mi ego a ratos se rebele y patalee? ¿De que pese a todo el aplastamiento y densificación de la mente colectiva y a la pérdida de libertad, algo en mí siente alegría, se ríe, aprecia cada detalle y dice ‘Gracias’ varias veces al día?… En fin… No sé. No sé de qué escribir. Veré si luego lo decido. Ya vuelvo. ❤ Gracias de nuevo.

Que nada nos distraiga de lo que Realmente Somos

¿Alguien cree que somos lo que dicen las noticias (en especial las de TV), las conversaciones desde la queja y la alarma, las estadísticas, las redes sociales, la OMS, el FMI y todo lo parecido a éste, los bancos, los estados, los gobiernos, las escuelas, las universidades, las religiones, las farmacéuticas, la industria alimentaria y demás….?

Todo esto, creado por nosotros (está bueno recordarlo porque no somos víctimas de nada), que conforma el sistema actual y milenario está lejos de ser lo que de verdad somos… El sistema se sirve de creencias –en especial las de Miedo y de Rechazo, las adora porque le encanta dividir, igual que a nuestro ego, y en la división No hay consciencia–, de hábitos pegados, de estructuras y formas que van quedando obsoletas porque la Consciencia se eleva siempre antes de éstas aunque no lo vocifere (ahí están los horarios y dinámicas ya caducas de trabajo que rayan en la esclavitud e impiden la creatividad, de la cual muchos ya se salieron pero que aún se sustentan y otros ni se cuestionan; por dar un pequeño ejemplo), del consumo constante y sonante, de la competencia rival, de distanciarnos del alma lo más posible para que estemos lo más desconectados de nuestras verdades y seamos serviles a éste… ¡Y qué más da! ¡Da lo mismo!

Ahora es muy importante recordarlo y mantenerlo: No importa demasiado lo que esté pasando afuera. Si vives en la perfecta Suiza o en nuestra Sudamérica precaria y bella, o en Italia actualmente «suspendida». Lo que importa es el Foco. Es nuestra labor diaria –¡Y nuestra Gran Facultad Humana!– Despertar (pero de verdad, sin slogans sino interiormente): reconectar con nuestro poderoso corazón, reírnos de todo, disfrutar esta vida tan mágica, escucharnos y hacernos caso, trascender nuestros pensamientos repetitivos de miedo/pena/rabia para soltarlos cada vez más, agradecer, ir más lento, hacer lo que de verdad nos gusta, respirar más profundo, dejar de reparar y reparar en los ‘defectos’ –ja, ja– de la «realidad» o de los demás (todo lo que rechazamos lo llevamos dentro, ¡ojito!), comprender –vivenciar– que aquí no sobra nadie, que estamos todos conectados y somos Uno, reconocer que este momento es perfecto –sí–, por lo tanto desde la aceptación es que avanzamos y, muy importante ahora, potenciar lo que sí sentimos –o reconocemos– como elevado, como «esto es muy bello», «esto me inspira», «me hace bien», «amo esto»… Ese es nuestro Gran Trabajo. Y más allá de las condiciones de cada uno, Todos podemos hacerlo.

Un señor y su perro juegan en el lago Llanquihue por la mañana. Ellos inspirados y yo también gracias a ellos. Belleza pura en  Frutillar, sur de Chile. Esto somos.

No hay excusas para no cambiar el foco interior. No hay excusas para no provocarnos a nosotros mismos alegría interior con pequeños pensamientos, sensaciones, recuerdos, espacios, o actividades simples: como caminar tranquilos; sentir la brisa o el sol; mirar el cielo; comer una fruta fresca o un café caliente en el momento justo; descansar en una silla después de mucho rato de pie; cantar; bailar; escuchar la música que adoras, incluida la de la lluvia; gozar la energía de los hijos, nietos o sobrinos; sentir el aroma de la tierra húmeda; comer un pan recién horneado o tu plato favorito… Si no lo podemos hacer, por lo menos mantengamos la sensación en nuestro corazón y la idea en nuestras cabezas… Ante la adversidad podemos siempre Refugiarnos en la Plenitud de eso que se siente bien para nosotros… No es egoísmo ni fantasía. Es Reenfocarnos y Elevar Vibración para Contribuir desde ahí. Es hacernos cargo de nuestra parte. No del mundo ni de los demás (ahí se esconde un gran ego salvador, por si acaso). Es entrar en nuestro Poder Interior.

Sí, vivimos tiempos desafiantes. En las Predicciones 2020, aquí, (y hace rato en este blog) hablamos de recesión y la caída del sistema. Esto nos Corresponde. Pero también en esas mismas Predicciones hablamos de una «Nueva humanidad en proceso»; lo cual es un honor. Por tanto, no vamos a huir de aquí. A esto vinimos.  Pero no a sufrir estos tiempos desafiantes ni a entrar en pánico ni menos a contagiar negatividad (dejémosle ese trabajo duro a algunos medios de comunicación, a las «autoridades» y a las redes sociales, a los grupos de poder; que se entretengan; es parte de su función; ya está; soltemos eso). Estamos acá –en gran medida– para Usar ese Poder Interno que cambia realidades, que logra desde Dentro Enfocarse (y puede elegir hacerlo en cosas distintas más allá de las condiciones adversas) y así se sintoniza con la Vida, ante lo cual ella nos trae de vuelta eso que somos –y en lo que estamos– interiormente. ¿Se entiende? Es decir:  Si te sintonizas con el miedo u odio traerás de vuelta más experiencias que responden a tu miedo u odio interiores. La Vida nos hace caso. Lo mismo pasará si sintonizas con agradecimiento, alegría o placer; traerá más de esto. Haz la prueba por una semana y te sorprenderás. 

Entonces, no somos el orquestado coronavirus (esto va a pasar, como pasaron otros) y todo el miedo provocado que tantos dividendos económicos les está dando a algunos y seguirá. No somos la caída de las bolsas, del turismo y de las transacciones; ni somos los grupos poderosos de todas partes –incluso los de tu vecindario– aprovechando la menor oportunidad; ni la rabia ni la violencia explosiva que a tantos –en especial a quienes sustentan el sistema– les conviene porque nos distrae de lo importante y nos deja en batallas del ego, en «buenos» y «malos», ja; en vez , de entrar en Consciencia –despertar– de verdad y cambiar profundamente, lo cual es tanto más trasgresor y valiente;  no somos el caos, no somos el odio,  tampoco el narco impregnado en muchos ambientes (que hará más noticia pronto),  ni la escasez económica, no somos la depredación de la naturaleza, no somos ninguna guerra, no somos –de nuevo– víctimas ni opresores… Todo esto es una parte del ego personal y colectivo. Y PODEMOS ELEGIR DEJAR DE ‘SER’ ESO, DE ESTAR EN ESO, DE VIBRAR EN ESO, DE ENFOCARNOS EN ESO, DE PARARNOS DESDE AHÍ… Podemos ELEGIR, este es nuestro Gran Poder. 

Los seres humanos somos, realmente, de tanta belleza que a veces siento que quizá no la resistimos y por eso preferimos olvidarla, distraernos y quedarnos pegados en lo oscuro y opaco…

Sí. Es momento de recordarlo y sentirlo.  Somos infinitamente bellos y no permitas que tu mente juzgadora y despectiva se ría de esto porque te desprecias a ti mismo al hacerlo y te pierdes tremenda oportunidad.  Somos pureza. Somos naturaleza vibrante. Somos el cielo estrellado, nublado, despejado, lluvioso, soleado. Somos ese Sol y esa Luna. Somos esta noble Tierra. Somos el canto de los pájaros por más que las ciudades saquen los árboles. Somos esas flores de infinitos colores, fuerza y delicadeza a la vez. Somos las montañas, ríos, lagos, desiertos, hielos, mares, valles, pampa, acantilados. Somos amaneceres y puestas de sol. Somos silencio. Somos el llegar a casa con placer. Somos la risa y el asombro de los niños descubriendo el mundo. Somos la mirada más tranquila de los ancianos y su ritmo pausado. Somos el corazón de los adultos y jóvenes conquistando logros. Somos comida casera hecha con amor por generaciones. Somos el ingenio, el poder y la dedicación que ya pusimos para sobrevivir a tantos desafíos desde nuestra llegada hasta acá. Somos energía creativa. Somos bondad. Somos el chiste en el momento justo con carcajada incluida. Somos la ayuda desinteresada que todos en esta vida hemos dado y recibido de alguna forma. Somos alegría. Somos Poder. Somos Amor. Eso somos. Con todo lo que implica. Llevémonos en nuestro Corazón a todas partes y ante todas las experiencias. Enfoquémonos ahí. Ahora más que antes. Gracias. 

(Acá unas fotos de lo que de verdad Somos)

Alma y Naturaleza: Dos grandes refugios (en este 2020)

Siento mucha emoción y se me humedecen los ojos al partir a Pucatrihue (la costa de Osorno, en el sur de Chile), también al hablar con Judith. Voy en viaje hace unos días por los sures argentinos y chilenos. La primera parte la hice acompañada; fue sanadora y chistosa; con el ‘saludo’ de bosques de arrayanes que hicieron su limpieza y noches repletas de estrellas que nos maravillaron y reconectaron en medio de las montañas verdes guardianas… Ahora me embarco en un microbús que sale desde la feria Rahue, en Osorno, donde gente del campo viene a vender sus productos: frutas, verduras, quesos, miel, huevos, granos, especias (el ají merkén real, entre otros), pescados, mariscos, flores, bebidas. Y antes de partir –como tengo unos minutos porque aún no sale el bus– compro algo de fruta, limones y tomates que una señora me explica que no tienen nada agregado, que son de su «tierra no más»; intuyo que quiere decirme que son ‘orgánicos’ (como ahora el marketing en las ciudades los clasifica y encarece), y le digo que sí, que la entiendo perfecto porque se nota que sus tomates cherry son de verdad, ¿no ves que tienen aroma? –agrego con placer. Por mientras, una familia -de tres generaciones: padres, hijos, nieto- que va por el día a esta playa/campo con su perrita fox terrier incluida, cuida mi bolso en el bus. Yo sigo con mi compra rápida. En medio hay un carro que ofrece Muday, una bebida mapuche que hace rato tengo curiosidad por saber qué es. Le pregunto a la chica que lo vende eso mismo: qué es. Me explica que es una bebida que se hace del trigo y que al principio no tiene alcohol, es dulce pero que se puede dejar fermentar también, como la chicha de manzana, que es más popular. Me da a probar en un vaso pequeño «para que no se quede con las ganas poh, casera». Me encantó, no está muy dulce y sacia la sed. Ya me tengo que ir así que me despido agradecida de la degustación.

Cuando voy camino a subirme, otro chofer me conversa sobre Pucatrihue y los arreglos que hay en la ruta, lo que demora el viaje y demás. Es muy amable con todos. Él va a Maicolpué, un balneario que está al lado de Pucatrihue. En medio de esto una señora huilliche, muy menuda, pequeña como yo, de cabello largo y labios pintados fucsia, muy vital, se lamenta que tendrá que esperar el otro bus porque ya está lleno. Le digo: no, al lado mío hay un puesto, puedes subirte–. Ella va a mirar, le avisa al chofer para poner todos sus bolsos atrás y se sube. Es Judith, de energía tan pura, que siento cómo se conecta mi alma, cómo se expande mi corazón en ese momento y casi lloro al tiempo que agradezco esta poderosa sensación. Conversamos todo el camino animada y fluidamente. Hablamos de los choferes de las micros, que a veces tienen buena voluntad, otras no, cuando alguien lleva muchos bolsos como ella; me dice que ese con el que yo conversé es muy buena persona. Más allá, ella se compra un milcao (pan en base a papa) porque en la ruta hay arreglos, nos detenemos y suben vendedores; me dice que ese es bueno porque ella conoce a la chica que los prepara. Se lo come feliz.  Me cuenta su vida, que llegó a cuarto básico no más (con 9 años de edad) porque la profesora era muy estricta (les pegaban con varillas para imponer orden; como pasaba hace unas décadas) y «antes los papás no sabían que la educación era importante, poh» y ella era rebelde -nos reímos juntas con sus anécdotas de la escuela-, también me habla de sus hijos; y que ella tiene un puesto en la ruta con comidas y muday, que da pensión para los trabajadores de la zona y que a todos les gusta su comida. Luego comentamos la agitada actualidad nacional y cómo le afecta a ella todo esto. Después de más de una hora de camino ella se dispone a bajar en su casa, que está en unas lomas al costado de la carretera. Me dice que ahí está ella, que la pase a ver cuando quiera y que me puedo quedar. –Chao, hijita, un gusto de conocerla, se me hizo corto el viaje; que lo pase bien– me dice con su sonrisa y ojos chispeantes; nos abrazamos con mucho cariño y me quedo viendo cómo baja todos sus bolsos, mientras sigo muy emocionada y agradecida por este bello encuentro. Aún no llego a mi destino y ya estoy más que feliz… Poco más allá,  la chica que va detrás mío con su hijita de alrededor de un año, se acerca al chofer para que le llegue más aire a la pequeña que viene mareada. Entonces él, unos metros después, detiene el bus y madre e hija bajan unos minutos para que se pase el mareo. Todos comentamos que la niña se siente mal. Nadie reclama ni se estresa; parece muy natural todo. Al rato ambas se suben y ya se siente mejor. Todo el bus figura aliviado y contento…

Entrada a Pucatrihue (foto desde el bus)

De las ‘cosas’ que más me conmueven en esta Vida están la belleza del alma humana y el noble poder de la naturaleza con toda su bondad… Sin saberlo desde la mente, sino dejándome guiar por sensaciones e intuiciones  y por un viaje sin mucho itinerario ni referencias, ni expectativas, en estos días de vacaciones uno ambas cosas y resulta una aventura tanto sanadora, como alegre, revitalizante y de gran conexión…

Río y mar se unen

Esta costa de Osorno es zona huilliche, uno de los pueblos originarios de esta América sureña, más ligados al mar y la pesca. Un día converso con Inés, que trabaja en el hostal (Inalcar, con mucha identidad; es la segunda vez que vengo) donde me quedo. Le pregunto que cómo llega desde su casa; me cuenta que viene en lancha, «es que yo soy del agua, pura agua yo no más» –dice con orgullo y no sé si ella dimensiona el poder de esa frase que me quedo saboreando en medio de sus anécdotas. También me dice que cuando quiera puedo ir, que ella me muestra cómo llegar. Yo vuelvo a conmoverme. Este espacio, Pucatrihue (‘lugar escarpado’, en mapudungún), no es un sitio con lujos a ojos del sistema pero sí con otras riquezas más preciadas. Hay casas lindas y otras muy precarias. Una caleta de baja energía –como la mayoría lo es, al igual que los puertos de cualquier lugar–. Se nota que una cuota de alcoholismo, como suele haberlo en las zonas alejadas de distintos países –y en algunas capitales de clima frío también–, ronda en el ambiente de ciertos sectores… Pero de lo que más hay aquí es una naturaleza bellísima y majestuosa, que te deja en profunda conexión con la Vida y en un valioso silencio acompañado por el sonido del oleaje intenso; donde el río se une al mar abierto, donde zonas de campo y de las colinas están intactas y sueltan agua de vertientes, donde los colibríes y otros pájaros tienen su constante fiesta entre flores y frutos, donde las vacas aparecen cuando menos te lo esperas, donde la gente al verte caminando te ofrece llevarte (como me pasó tres veces y acepté aunque tenía pensado caminar), donde los lugareños sonríen amablemente, saludan, en una de esas te dicen ‘hola, vecina’ y están abiertos a compartir y ayudar, porque en ‘Puca’ como ellos la llaman, dado todo este contexto y su vibración, el alma colectiva tiene menos barreras del ego para emerger y brillar…

Espacio sagrado en Pucatrihue

Y todos los días en que estuve ahí voy a ‘mi rincón sagrado’.  Alis, la dueña del hostal, coincide en que lo es. Voy a hacer conexiones y canalizaciones. Es un camino antiguo, de ripio, que va al lado del río, donde la vibración es tan alta que te hace respirar profundamente, sanar toda interferencia y te sobrecoge. Siento felicidad pura de solo estar ahí. Una de las mañanas en que voy camino hacia allá (es como una hora hasta llegar al inicio y luego otra por el camino mismo, aunque creo que yo me demoro más porque me detengo mucho a sentir, observar, reírme, tomar fotos y agradecer), una familia me ofrece llevarme en su jeep, mientras voy por la ruta al lado del mar. Son lugareños, muy dulces; les digo que voy al camino viejo, pensando en que me dejarán en la entrada; me dicen que ellos también, entonces lo recorremos en auto mientras conversamos  y ya cuando termina, después del puente, les digo que me bajo ahí. –¿Aquí no más? –me dice la esposa. –Sí, es que vengo a hacer unas… ‘meditaciones’ –le respondo para que me entienda. –Ah, ¡¿eso es como el yoga?! –me dice con entusiasmo. –Sí, eso mismo, parecido al yoga –le respondo sonriente. Nos despedimos contentos, yo muy agradecida, y una vez que se pierde el ruido del auto me quedo en pleno silencio con el río, los pájaros y las mariposas. Nuevamente mis ojos se humedecen y el corazón se expande. Es mucha la plenitud y la belleza. Avanzo conmovida y liviana hasta una parte en la ribera donde me siento a hacer mis conexiones,  no sin antes pedir permiso al lugar, saludar y solo estar ahí, disfrutando y sintiendo ese espacio. Los árboles guardianes y el río tranquilo sostienen con mucha nobleza la poderosa energía de este lugar. Después de llevar un rato escribiendo en mi cuaderno, de repente siento ruido tras de mí, miro y me asusto. Veo dos bultos negros. Y luego los saludo con risa, son dos perros que vienen a instalarse conmigo y a pedir cariño; a una de ellas ya me la encontré el día anterior y me siguió un trecho, ahora con su compañero me invaden completamente y entiendo que ya terminó la canalización, que es hora de jugar con ellos, de quedarme ahí. Rato después parto de vuelta y caminamos juntos un buen tramo hasta que naturalmente se detienen porque seguro ya saben que voy más lejos y ellos tendrán que volver a su casa. Nos despedimos y me quedan mirando hasta que los pierdo en el camino. Sigo de vuelta llena de vida.

… Días después me toca volver a Santiago. Hay mucho que preparar y coordinar con los Talleres de Astrología.  Por mí me quedaría un par de semanas más en este sur sanador. Pero ya ando por acá en la ciudad, con sus bocinas y su vibración tan eléctrica. No la rechazo; solo me cuesta el ajuste, así que veo que saldré unos días más antes de retomar oficialmente todo… Pero les dejo este relato con la energía de Pucatrihue y algunas fotos más abajo, porque en este ciclo tan concreto e incierto a la vez, donde –por si nos faltaran estímulos– Marte (energía muy activa, individualista e impulsiva) se unió al coro de planetas que tenemos en Capricornio y traerá más desafíos, sorpresas y otras cortinas de humo (además de los supuestos «virus»), en especial (si miramos a corto plazo, porque todo 2020 será un camino transformador, con todo lo que esta palabra implica) hasta la primera quincena de abril, siento que el contacto profundo con la naturaleza y el ser capaces de conectar con el alma humana en vez de quedarnos pegados en el ego ajeno y propio –que dará material para dar y regalar, en especial en torno a los miedos personales y colectivos, los cuales siempre provocan violencia– serán dos GESTOS CLAVES  para atesorar, para mantenernos centrados, conectados; para cuidar de nosotros mismos, ver lo realmente importante y sentirnos –pese a los golpes o machucones– honrados de atravesar estos tiempos extraordinarios donde la Consciencia está, sin duda, elevándose e irradiándose cada vez con más fuerza y donde el Amor -en medio del desconcierto– se puede palpar. Gracias una vez más ❤ Ya vuelvo.