GRACIAS, Mensajes del Alma

Había olvidado todo el trabajo que era producir estos encuentros, como los que antes realizábamos hace años para los cambios de estación. Había olvidado la aventura que también significan. Había olvidado el nervio… Pero creo que lo que más había olvidado era la emoción de palpar tanto Amor y Alegría circulando…

Lanzamiento8

El sábado 11 de junio realizamos la bienvenida oficial al mundo de «MENSAJES DEL ALMA, libro oráculo para transitar la incertidumbre«. El lanzamiento, que le llaman. Y podría decir muchas cosas, partiendo por todo lo que nos costó, junto a mi querida Paulina Beltrán, más conocida como AstroPauli, nuestra dedicada asistente de talleres y demases, como se suele decir, mi «mano derecha», aunque yo la siento como mano amiga, hombro, consejera, una atenta y conectada virginiana que sostiene y contiene esta danza de astrología, consciencia, alma, conexión, risas y aprendizajes, bautizada como Astroálmica, donde hacemos talleres, charlas, lecturas y más … Con Pauli, entonces, nos costó llegar a encontrar el lugar, fecha y coordinaciones varias que dieron Vida al encuentro… Pero ya el sábado por la tarde, al terminar, sentimos el feliz cansancio y satisfacción de todo el camino andado para llegar a este bello encuentro… Porque tuvo gran belleza.

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Fuimos unos 130 asistentes y otros tantos online, vía Instagram. Pero antes, decenas de amigos-hermanos de camino, el «team astroálmica» como se autodenominaron, llegaron temprano a ayudar y a poner su corazón para que todo saliera bien. En esos momentos previos, al verlos a todos reunidos, en una mini conexión que hicimos tomados de las manos, dejé caer unas lágrimas… Era mucho el Amor pulsando en nosotros y rodeándonos a todos. Es muy conmovedor palpar esa bondad tan pura que somos… Y es más que emocionante comprobar en ese momento, rodeada de tanto cariño genuino, que mi propio camino de Vida, con todas sus adversidades y triunfos, llegara a dar a luz un primer libro de la mano de tantos bellos seres, en una energía tan dulce y conectada…

Luego comenzarían a llegar amigos de toda la Vida y otros más recientes, familia, alumnos, antiguos pasajeros de este ilustre blog, consultantes de carta astral, compañeros de muchos momentos, el equipo de editorial Urano…Todos muy distintos en generaciones, miradas, vibraciones; tal como me gusta a mí: energía amplia, diversa y chispeante. Porque, como dice una de las cartas que –precisamente– sacamos para este encuentro: Nadie sobra

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También temprano llegaron quienes me acompañaron en la presentación de MENSAJES DEL ALMA, mis queridas Cote Junemann y Mariana Hales, canalizadora y periodista, respectivamente, quienes hicieron la mezcla perfecta entre la dimensión energética, espiritual, mezclada con lo literario y de consciencia que quise plasmar en este, mi primer libro.

Luego seguirían los abrazos apretados, las risas, la firma de libros, los reencuentros, las fotos y más tarde los brindis con los comentarios sabrososos!

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…Estoy aún conmovida y agradecida… Con un sabor de boca muy dulce y el corazón lleno, pulsando alegría… Sintiendo y observando todo. Comentando cada gesto divertido o amoroso que se dieron en un día donde, como dije en esta primera nota… Dimos a luz estos MENSAJES DEL ALMA

Con enorme agradecimiento les dejo acá al final este video del lanzamiento, no solo con la intención de compartir, sino además para que todos podamos seguir dando a luz nuestros propósitos. ¡Abrazos a todos y que lo disfruten! ¡A vivir con alegría estos tiempos inciertos y desafiantes, pero de incalculable belleza! Nuevamente, ¡Muchísimas gracias!

Mucho Amor en estos días

Aunque a ratos este año fue muy agobiante y, en mis conversaciones caminadas, varias veces le reclamé a mi alma e hice más de una pataleta, no hubo día en que no agradeciera… Todo. Esta experiencia tan desafiante en medio de tantos absurdos y abusos, la naturaleza sosteniendo todo, nuestro poder, los afectos, la risa (mi gran compañera), el talento de los memes que me hacían el día, nuestra creatividad, las señales, los sueños materializados, tanta ayuda y sincronías, el Amor, la Vida, nuestros oficios, todo el crecimiento personal y colectivo, la humanidad cada día despertando un poco más y cada uno de nosotros ocupando un lugar en este presente que tanta consciencia está pulsando. Gracias.

¡FELICES FIESTAS!

Y ahora que estamos en cierres de ciclos y estrenando la fuerza del reciente solsticio que nos reconecta con el poder del Sol, creador de Vida; volvemos a tomar energía para despedir este año con Amor y Humor.

Que sigamos sonriendo, que sigamos escuchando nuestra voz interior. Que nuestra alma y las estrellas nos guíen.

Que el gran espíritu que somos nos permita ver y sentir Amor en todos los seres. En cada paso. En cada experiencia que, como grandiosos seres humanos que somos, abramos para disfrutar y aprender en esta bellísima Tierra.

Y aunque ya pasó el 25 de diciembre, nunca es tarde… Desde un presente planetario inigualable donde lo nuevo puja puja frente a lo antiguo, que tanto nos está enseñando en distintas esferas de Vida, con muchas sonrisas, agradecimiento y Amor, les deseamos FELICES FIESTAS.

Que la mejor luz nos guíe: esa que está en nuestro poderoso corazón.

¡UN GRAN ABRAZO! ❤ De parte del equipo Astroálmica que conformamos con Paulina Beltrán, asistente oficial, más conocida como AstroPauli. Abrazos a todos los ilustres lectores de este blog, a los grandes amigos-familia colaboradores de nuestro trabajo y caminos, a nuestros bellos alumnos-amigos y a todos los que silenciosamente apoyan y hacen circular esta energía. Gracias.

PD: Y una invitación! Mañana lunes 27 de diciembre a las 21 hrs de Chile, estaremos conversando por Instagram sobre este cierre de 2021 y un poco de 2022. Aquí.

¿Qué te hace feliz?

Últimamente (hace varios meses, la verdad) me despierto con una mezcla de risa y curiosidad: «¿Seguimos aquí?,  ¿aún estamos vivos?, ¿se habrá acabado todo ya?, ¿esto habrá reventado?». Después de abrir los ojos, respirar profundo, agradecer y sentir, me hago estas preguntas. Luego me río y digo «ok, aquí vamos de nuevo, planeta Tierra, jajaja», mientras me dispongo a levantarme y comenzar el día…

Y como -al igual que muchos- me paro desde otra realidad, lejos de discursos mediáticos que aturden, distorsionan, dividen, generan miedo y masa de población que deja de discernir y cree todo lo que se publica o se dice oficialmente; lo cual no me hace mejor ni peor que nadie, simplemente es una práctica instintiva de mucho tiempo, capaz de siempre; dejé de enterarme de todo lo relativo al famoso bicho y demás oscuridades que tanto nos han servido –entre otras cosas– para potenciar procesos de despertar y para reconectar con lo verdadero e importante para cada uno. Bueno, esto último igual es una decisión. Además de ser algo con lo cual no contaban los creadores de todo este tinglado disfrazado de bicho. No hay mal que por bien no venga, dice la sabiduría popular.  Muchas veces las peores condiciones, el dolor y la opresión, son el mejor terreno para abrirnos al lenguaje del alma, bajar el ego y comenzar a vivir de otra forma. Aunque, por supuesto, no tiene que ser el único factor para comenzar una Vida más conectada. La alegría y el agradecimiento también pueden serlo.

Y en medio de todo este plan para infundir miedo a los humanos, cuyo afán es el control y otras cosas, al cual confío, dado los tránsitos astrológicos (donde la potencia en Capricornio, signo de tierra, material, que rige la ambición, los temores a que vean nuestras fragilidades, la exigencia, el logro, las grandes corporaciones políticas, sociales y económicas, el patriarcado, el afán de hacer cosas importantes), le queda poco, pues este signo dejará de ser el protagonista hegemónico para abrirnos paso a energía más creativa poco a poco, con Acuario, Géminis y Tauro como vibraciones más presentes en 2021 (si es que llegamos allá, ja); se abre ante nosotros lo simple y lo circular. La base.

Tuve unas cuantas lecturas de carta astral las últimas semanas donde recordamos esto. Volver al origen, al goce de SER HUMANO. A la VIDA con su infinita generosidad y belleza puesta en cada detalle que, dados múltiples factores dejamos de apreciar. Parte intrínseca de este viaje de ser humanos es el goce de los sentidos, de la Vida en sí. Y si bien el practicar consciencia (lo que llaman camino espiritual) lo activa, no pocos se quedan en lo que defino como «vitrineo espiritual», es decir, quedarse en la mente, en la idea, en «qué lindo», pero sin practicar, sin hacerlo propio, hacerlo carne.

Ahora, en meses de mucho absurdo dando vueltas, de cambios planetarios notables, en un tiempo único para toda la humanidad para el cual nos preparamos por mucho tiempo y encarnaciones; en momentos donde la oscuridad de nuestro ego personal y colectivo tironea para que permanezcamos en el mundo antiguo… La nueva humanidad, como lo dije en estas Predicciones del 2020 puja por nacer y nos devuelve la conexión con la belleza que somos, presente en toda esta experiencia humana.

Por eso, mi pregunta ahora es: ¿Qué nos hace felices? Porque eso es una gran clave en este momento. Esa es la semilla para el nuevo tiempo. Eso es lo que ayudará a que, pese los dolores de parto en los que estamos, podamos sentir y saber que la Vida con todo su poder, amor infinito y belleza inconmensurable nos habita, nos atraviesa y nos acompaña incondicionalmente para ser lo que vinimos a ser: Seres poderosos en una Tierra prodigiosa.

Imagen de Beth Thomas en Pixabay

En estos momentos me hace feliz sentir y contemplar los árboles de verde vibrante, las nubes y el sol, la brisa, la lluvia, los arcoiris, el aroma del café, la risas de los niños jugando libres, la energía pura de la señora que me vende una mata de orégano y otra de hierba buena en la feria, caminar sin tiempo, sentir el silencio, ver la telenovela turca que tiene muy buen guión, reírme a carcajadas con el chat familiar, conversar con la chica de la tienda que igual que yo no cree nada de la ‘actualidad’ mundial, compartir con don Arístides que vende quesos de campo y que sí cree todo lo de la TV, cortar cilantro fresco para el almuerzo y la cena, el color turquesa en todas sus manifestaciones, la música,  escribir, iniciativas valientes como las de Virginia desde el sur de Chile y que se replican en todo el mundo, leer un libro de canalizaciones que está muy bueno, conversar de otros temas y reírnos de este presente con varios a quienes quiero, sentir el sol en la piel, un trozo de kuchen en el jardín, la risa de un chico en la tienda a quien asusto porque está con audífonos y no me vio entrar, el desayuno con café turco a media mañana, los colores y el aroma de la fruta de primavera, los abrazos, los gestos de amor, el éxito y la sanación de algunos cercanos, el atardecer, el guardia del supermercado a quien no le resulta tomarme la temperatura y le digo: es que soy extraterrestre, no marco nada –mientras me mira con ojos extrañados cuando sigue no resultándole la medición y ambos nos reímos mientras él mueve la cabeza y me deja pasar en medio de bromas…

Muchas veces respiro, cierro los ojos ante estos tesoros y me siento más que feliz. Porque esto somos: Amor, naturaleza, risa, sabores, aromas, colores, gestos, ingenio, conversaciones, instantes, dulzura, miedos, preguntas, vibración, juego, sencillez, compartir, creatividad, poder… Luz. Apreciarlo nos ayudará a sembrar y cosechar el Nuevo Tiempo en vez de perpetuar el antiguo que –enhorabuena– despedimos, con todo lo que nos regaló y enseñó… Y a ti, ¿Qué te hace feliz?

 

CHARLA para lo que queda del 2020

¡ADIÓS, MUNDO CRUEL!

… Y ahora… ¿Qué hacemos? (Primera Parte)

Sábado 15 agosto, 11 am de Chile, vía Zoom

Porque vivimos tiempos extraordinarios donde el GPS se extravió y ya casi ni sirve;  porque estamos en plena despedida del mundo voraz que conocíamos; porque estamos dando a luz a una nueva humanidad, al planeta y a nosotros mismos; porque más vale reírnos un poco de todo esto, junto con saber dónde estamos parados y de qué se trata este segundo tiempo del inigualable 2020; y porque este profundo proceso de transformación no se detendrá, pero también está lleno de activaciones y oportunidades… El sábado 15 de agosto, a las 11 am de Chile  los invitamos a una Charla online para saber más de esto, del rol que a cada uno le corresponde y de la mirada que la astrología nos abre sobre nuestro presente y de los meses que quedan de este año inolvidable.

Compartiremos una explicación basada en la voz de la Consciencia y de la Astrología para que todos comprendamos mejor estos meses que se asoman más que intensos y así lleguemos al fin del año (amén) con nuevas herramientas que nos permitan vivir este ciclo –que abarca hasta 2022– con mayor alegría y autenticidad.

La charla durará dos horas, será online vía Zoom, vale $10 mil CLP por transferencia electrónica, ó 18 dólares por PayPal (también hay cupos rebajados o liberados para quienes están sin ingresos) y en ella explicaremos el para qué de estos tiempos tan agitados que, aunque no podamos verlo del todo, son de un gran despertar que abre valiosos caminos. Cerraremos con una breve meditación para honrar y despedir lo vivido, junto con activar nuestro poder para lo que viene. Los dejamos  muy invitados y acá al final van las indicaciones. Gracias por asistir y compartir. (También estaremos dando más info por Instagram en la cuenta @astroalmica). Es probable que realicemos una segunda parte en enero 2021 (si es que llegamos allá, jaja).

CUÁNDO: Sábado 15 de agosto a las 11 am de Santiago de Chile. Dos horas de duración con un intermedio de 10 min.

CÓMO: Escribir al correo eventosastroalmica@gmail.com para recibir los datos de transferencia o de Paypal. 

CUÁNTO: $10 mil chilenos. $18 dólares por Paypal. (NOTA: Si alguien está sin ingresos pero quiere asistir igual, puede escribirnos; tenemos algunos cupos liberados/rebajados).

DÓNDE: Vía Zoom. Una vez hecha la transferencia les enviaremos link y clave.

QUIÉN: Jimena Zúñiga. Astróloga y periodista. Creadora de Astroálmica: Consciencia, Alma y Astrología; clases y charlas. 

Un abrazo. Nos encontramos y acompañamos.

Chile: Gracias por estos tiempos extraordinarios

Chile revuelto. Chile despierto. Chile, tan bello, se satura -por fin- de décadas de profanación de lo importante, de lo humano y de nuestra poderosa naturaleza de nobleza y vibración inigualables. Chile con rabia, con miedo y sin él; con tristeza. Chile activo. Chile sacudido. Chile creativo. Chile sensible. Chile violento. Chile movilizado. Chile abusado y abusando. Chile conmovido…

Letrero en Ñuñoa, Santiago. En medio de gente tocando cacerolas como protesta

No tengo mucho que analizar -ya no es tiempo- frente a este sacudido despertar que protagonizamos. Hace rato que muchos sabemos y vivimos la caída de este sistema que nosotros mismos creamos, pero no imaginábamos que por estos rincones, en Chile, vendría con esta fuerza furiosa, alegre, esperanzada, consciente, violenta, inusitada…

Entonces, les comparto aquí abajo dos historias y luego un audio (algo largo; 26 min; también quedó colgado en @astroalmica) que grabé el sábado por la noche para mis alumnos y amigos; es una conexión que, por si no tienen tiempo de escucharla, es una invitación a ampliar la mirada, a mirar desde el alma este proceso de despertar chileno que también es mundial; hay varios rincones sacudiéndose el peso de lo antiguo. Esa es hoy mi invitación desde mi propio camino de Vida(s). Acá voy:

… Hace un par de semanas perdí uno de mis teléfonos móviles (tengo uno de trabajo y uno personal; algo muy geminiano, ja). Al bajarme del colectivo (autos compartidos, en Chile) toco mis bolsillos y tengo solo uno. No casualmente antes de subirme a ese auto le pregunté al chofer (nunca antes lo hice; he tomado decenas de veces esos autos porque me dejan muy cerca de la casa de mis padres) qué número de recorrido era. Al comprobar que no tengo el celular comienzo a ‘autollamarme’ y al menos sigue encendido. Entonces cruzo y justo viene (en el otro sentido) uno de la misma línea y lo hago parar. Le cuento al chofer -que va con un solo pasajero sentado de copiloto- lo que me pasó y si puede llamar por radio o si tiene un número al cual yo pueda llamar. Algo molesto me dice si acaso tomé la patente (placa). –No, no alcancé porque me di cuenta después –le respondo con calma, mientras él sube el tono enojado. –¡Ah, entonces qué quiere que haga! –exclama subiendo los hombros y las manos. Frente a esto, el copiloto, un señor mayor, de alrededor de unos 80 años, le dice: Pero llame, pues –ante lo cual el gruñón chofer me dice que mejor me suba porque le tocarán la bocina y avanzamos un poco. En eso le ofrezco disculpas al copiloto por retrasarlo y me dice que no  me preocupe. Bueno, el chofer lo intenta y no pasa mucho, solo me da como solución que vaya hasta el paradero, donde termina el recorrido. Como su mente y energía no solo es gruñona sino además cerrada, le digo que dónde queda el paradero  (no lo conozco, yo siempre llego a la mitad del recorrido)  y apenas me dice la calle sin ninguna referencia. Entonces mi -amado- copiloto me dice: ¿sabe qué? Yo voy a comprar acá no más y me devuelvo. Y yo vivo al frente del paradero. Si quiere vamos y nos devolvemos juntos y le indico dónde es –me ofrece con determinación. Yo me conmuevo y le digo que bueno ya, con esperanza! Chofer gruñón enmudece. Pasadas unas pocas cuadras nos bajamos con mi nuevo mejor amigo guardián y me doy cuenta que tiene una dificultad para caminar. Se llama Guillermo y viene a comprar  pan de pascua (pan de navidad) a la famosa pastelería Mozart, uno de los lugares dulces de mi mamá. Conversamos y además de enterarme que ahí venden este pan todo el año, juntos reclamamos contra el chofer, que si tuvo mala voluntad, que qué le costaba, que ni siquiera me decía la dirección, etc. Don Guillermo figura enojado y amable a la vez. Mientras hacemos ‘nuestra’ compra yo sigo llamando a ver si resulta y en eso alguien contesta mi teléfono. –Hola, habla la dueña de este celular –le digo expectante. –Y usted habla con el chofer del colectivo, su teléfono me lo pasó un pasajero y no le podía contestar porque voy manejando –dice con seriedad. –¡¡¡Eeehh, graciaaas!! Qué bueno que usted lo tiene. Por fa, me lo puede guardar. Yo estoy en la ruta suya aún…

La conversación sigue y nos ponemos de acuerdo con el chofer/ángel de nombre Manuel y quedamos de encontrarnos en unos cuarenta minutos, cuando él venga de vuelta en una esquina. Estoy feliz y don Guillermo también. Me siento bendecida, acompañada, protegida. Agradezco inmediatamente a mis guías y a mi corazón con los que me conecté apenas me di cuenta que no tenía el celular y pedí que me asistieran. Agradezco al chofer pesado que gracias a su mal genio me hizo vivir todo esto… Salimos felices de la pastelería y don Guillermo me dice que él tomará el colectivo de vuelta y que le explique al chofer lo que me pasó y que me lleve gratis hasta donde quedé con el otro chofer. Le digo, bueno, probemos. Y efectivamente acepta que me suba y  unas cuadras más allá me despido con mucho honor y alegría de mi guardián Guillermo, nos miramos a los ojos, le doy la mano con fuerza; le agradezco todo y deseo que llegue muy bien y disfrute mucho su pan. Nos sonreímos y despedimos con el nuevo chofer también. Luego cruzo feliz a esperar por don Manuel y mi celular. Le compro un chocolate a modo de agradecimiento y lo espero sentada en un banco. No casualmente -de nuevo- por la mañana puse un libro en mi bolso por si tenía un espacio y ahora se transforma en la mejor compañía. Pasada una media hora miro y de un auto me tocan la bocina, es el ángel/chofer Manuel, los dos sonreímos contentos. Hacemos nuestro intercambio: celular para mi, chocolate para él. Me despido muy agradecida mientras él hace una venia y sonríe… Quedo muy emocionada, con los ojos llorosos. Muy conmovida. Además de agradecer digo: Esto es Chile. Así es nuestro corazón. Gruñón, noble, generoso, abierto  y cerrado a la vez, alegre, sensible, justiciero… Todavía me emociona toda la escena y todos los participantes.

Y este sábado por la tarde, después de un taller de activación del corazón diamante, cuando ya Santiago está muy movilizado y la violencia se deja ver con ganas, pasamos al super con Clau -quien tuvo que quedarse en mi casa porque no podía llegar a la suya en plena Plaza Italia, centro de las protestas- porque seguro cerrarán y en efecto una vez dentro avisan que cerrarán luego (son casi las 4 de la tarde) y todos los clientes y el personal entramos en una sintonía muy empática, sin prisa ni a la defensiva. Luego de eso vamos a almorzar hasta encontrar uno de los pocos lugares abiertos (en mi segundo hogar, Lomits, están cerrando y el administrador duda de recibirme o no pero no insistimos porque entendemos que ellos quieren irse también; antes el chico de una pizzería se disculpa por estar cerrando y nos dice con mucha ternura: cuídense, chicas, que está peligroso). Finalmente logramos comer en Pipiolos que siempre es bueno y donde varios llegan como nosotras, incluidos un puñado de turistas que no entienden mucho qué pasa en Santiago. Disfrutamos; nos vamos y nos despedimos agradecidas. Unas cuadras más allá hay grupos de todas las edades tocando las cacerolas en el semáforo y nos quedamos aplaudiendo, hay mucha alegría. En medio de eso me doy cuenta que no tengo los lentes de sol. Seguro los dejé en el restaurante. Pienso: bueno, desapego. Si los tengo que recuperar pasaré el lunes a ver si están; si no, gracias también… Hoy lunes, después de ir a saludar a mis amigos donde imprimo las cartas astrales, paso a ver si estuvieran mis lentes. Saludo a los chicos y creen que vengo a comer. Les digo que el sábado se me quedaron los lentes ahí. Y el chico que me recibe salta y me dice: ¡Sí! acá están –me los pasa con alegría y yo los recibo ídem. –¡Eeeeh! ¡Graaaacias; qué bueno! –digo de nuevo y recuerdo el episodio de mi teléfono hace unas semanas. Le agradezco y le digo en broma: ¿viste que no estamos en guerra como dijo el Presidente ayer? Qué lindo gesto. Muuuchas gracias y que lleguen muy bien a sus casas –concluyo, mientras él me sonríe y me dice que sí. De nuevo me voy muy feliz sintiendo que esto es Chile: la mente cerrada y enfrascada en ideas antiguas, versus la generosidad, la honestidad, las sonrisas, la ayuda…

Por estos días tengo a Chile en mi corazón. Los invito a todos a hacer ese gesto energético. Poner a Chile, a América y al Planeta en el centro de nuestro pecho para desde ahí resguardarlo con dulzura, sin miedo; desde ahí limpiar oscuridad sin rechazo, armonizar y darle Amor. Esto que está pasando por incómodo, doloroso, atemorizante y enojoso que sea, tenía que suceder, tiene que ser inicialmente de esta forma y es el comienzo de un gran cambio del que TODOS (aquí nadie sobra y nadie «está mal»; todo sirve) somos preciados protagonistas… Y que nos obliga a todos a salir de nuestra -incluso injusta en muchos casos- comodidad, de lo que conocíamos como tal. Enhorabuena.

Con Chile en nuestros corazones: Gracias por permitirnos vivir estos tiempos extraordinarios tan desafiantes y de conmovedora belleza en medio de la violencia -tan nuestra- levantada. Les dejo este audio acá abajo y también una invitación esta noche de lunes, a las 20:30 a escuchar la transmisión en vivo de Claudia Orellana, de Caminar en Consciencia, quien también dará información (seguro quedará grabada después) como aporte a este sacudido y emocionante despertar planetario. Gracias, Chile, es mucho tu poder, tu belleza y tu generosidad. ❤

Agosto: Menos drama, más risa y disfrute

(Antes de comenzar esta nota, a todos los interesados en el Taller de Astrología 1 en Viña del Mar, va info ACÁ para inscribirse y al final de estas líneas también. ¡Gracias!)

Nuestro altar para cerrar el Taller de Astrología 1, en Santiago

A varios nos caen lágrimas en la meditación de cierre del Taller de Astrología 1; fueron cuatro meses de viaje no sólo por el conocimiento de los planetas, las casas, los nodos y demás, sino también por la Vida en sí, por los caminos del alma de cada uno, que a ratos son tan paradójicos e incómodos y llenos de belleza también, por nuestros talentos que, mientras estemos en este planeta, seguirán brotando… Nunca terminamos de conocernos y de aprender… El grupo de alumnos -juntos a los de segundo nivel, con quienes cerramos hace un mes- me ha enseñado mucho, aprendimos juntos y es emocionante ver su transformación, como también la posibilidad de que gente muy distinta, en una ciudad más bien rígida y segmentada, se encuentre y hagan lazos porque estamos todos en lo mismo: despertando cada día más y eso implica que lo establecido y lo estándar que el sistema propone e impone ya no nos basta -algunos desde muy pequeños lo encontramos absurdo- ni nos identifica porque el alma es tanto más que el -antiguo ya–  «sueño americano» y ella (em)puja porque la escuchemos y así construyamos una vida más genuina (no exenta de dolores y ‘baches’, obvio), con otras herramientas, donde lo pasemos mejor día a día…

Y al día siguiente de nuestra meditación, hoy, las cosas se sincronizan para mí -muchas veces nos pasa, ¿verdad?- porque es el cumpleaños de mi padre, e iremos con parte de la familia a celebrarlo y recordarlo con sopaipillas y más al clásico café Villa Real. El mismo lugar donde grabamos con mi querida y talentosa ex alumna Katy Becker este serpenteante y chistoso podcast.

En medio de cierres e inicios, como el que nos trae esta Luna nueva en Leo en la noche de este 31 de julio, también aprovecho de agradecer a todos los que me han sostenido y acompañado este tiempo, de muchas maneras, incluidos mis alumnos  y equipo de trabajo que, quizá no lo saben del todo, pero han sido una gran compañía e inyección de energía sanadora. En momentos desafiantes, el alma se encarga siempre de abrirnos puertas y tendernos manos que nos recuerdan la belleza humana, que está ahí invariablemente, lista para brillar en cualquier momento…

Y en este último día del mes, me da risa  cuando veo que muchos quieren que se vaya julio porque tuvo mucha intensidad emocional con todo lo de los eclipses y lo que nos obligaron a mirar y limpiar (entiéndase soltar aunque no quisiéramos). Encima con Mercurio retro (concluye mañana, pero realmente se activará más desde el 5 de agosto) hubo cantidad de bromas a nuestra paciencia y flexibilidad (lloré de la risa con sus enredos, que estuvieron notables esta vez)… Y yo me imagino la cara de julio toda humilde e incomprendida… Sí, julio, con todos sus movimientos ni se inmutó porque sabe que le correspondió una noble tarea: recordarnos lo valioso de soltar y también que hay espacio para todo, porque de eso se trata en parte esta experiencia humana: de vivir todas las situaciones sin rechazar las que nos desagradan… Simplemente vivirlas. Pero a nuestro ego le encanta etiquetar y excluir cosas.

Este 2019 que con tanta energía de signos de tierra nos sigue dando oportunidades de mirar nuestros miedos para desprendernos de ellos un poco más cada día  y de dar pasos más concretos&prácticos, en su octavo mes (re)enciende nuestra chispa, gracias a más planetas en Leo; lo cual nos muestra el juego como una salida a lo que nos aprobleme. Agosto es un mes para activar mayor creatividad, acción entretenida, sello propio, luminosidad, pasión. 

Ya que este mes abre otra energía, estos días podemos hacer nuestros propios rituales de cierre y agradecimiento por lo vivido para después de esto tomar compromiso con nuestra diversión, con permitirnos más espacios chispeantes y menos enrollados, con activar la risa antes del drama, con darnos más gustos en vez de exigirnos tanto, con conectarnos a nuestro corazón verdadero y sabio antes que sólo con nuestra mente neurótica… Agosto abre una puerta a esto, a ver si ahora lo convertimos en un hábito y no sólo en una anécdota de este aleccionador 2019…

Por lo mismo yo, además de ir a celebrar con sopaipillas, figuro entretenida diseñando una edición distinta del Taller de Astrología 1 , esta vez en Viña del Mar, así que si usted lector es de por allá o alrededores haga click aquí y entérese de todo, partimos el 30 de agosto. También me entretengo cantidad al bajar la info del Taller Del ego al Alma (se completaron los cupos!), que compartiremos desde la tercera semana de agosto. Y como una parte de mi está cansada y necesita tiempo para no hacer, leer algunas buenas cosas con más tiempo y tomar algunas decisiones para el fin del año, no haré lecturas de carta astral en septiembre. Ya la agenda de agosto está completa y decidí pausar antes de somatizar más, también para replantearme algunas formas y -algo que mi alma siempre pide- salir de la rutina… Así que lo invito, querido lector, a que el empuje de agosto quizá le dé también a usted la forma de generar una pausa (por breve que sea) porque después de tanto movimiento emocional/interno es preciso decantar y darle espacio también al cuerpo y a la mente para que estén en una frecuencia más sana… Y a quienes quieran su lectura luego (sin ansiedad, eso sí, desde ahí puro atraemos y generamos interferencia&drama, ojo!), tengo algunos datos de ex alumnos del segundo nivel que ya están leyendo cartas por si quiere conocer más del talento astrológico local. Si ellos me autorizan dejaré sus datos en los comentarios de este post, más abajo.

Por último, para todos, este tiempo es bueno para retomar algo que nos hacía felices de niños y que como adultos ahora olvidamos o postergamos demasiado… Lo que sea: dibujar, pasear por el parque, el aroma del pan por la tarde, leer historietas, ver la tele, quedarnos en pijama todo un día, armar puzzles, sentir la lluvia, ir a la playa, tomar chocolate caliente o un helado, bailar o sentir la música, hacer galletas, subir a los árboles o al columpio, echarse en el pasto, hacer pic-nic, saltar la cuerda, jugar a la pelota… Esa energía ahora nos propone recobrarla como un juego sanador que nos reconecta con la fluidez y el fuego de la conmovedora Vida que hemos elegido transitar… ¡Feliz agosto!

Círculos de Amor para cerrar 2018

Estoy muy lenta en relación a mi ritmo normal. Poco a poco, recupero el sueño; también el apetito… Me siento casi pisciana, poco aterrizada y sintiendo todo… Figuro en el  bello sur de Chile, en un viaje muy distinto a otros aunque el paisaje es el mismo: el verde intenso, los lagos azules, los volcanes guardianes.  Una vez instalada en el hostal de siempre, camino a uno de mis lugares de poder en un rincón del turístico y apacible Puerto Varas. Al llegar, después de ser saludada por un par de libélulas y además de pedir permiso al lugar y agradecer, por fin pongo mi espalda en uno de los árboles del pequeño pero poderoso bosque y reconecto conmigo, con la Tierra, con los ciclos, con la Vida. Descanso. Disfruto. Siento. Boto. Recibo.

Diez días antes, el último domingo de noviembre por la tarde/noche, la casa de mis padres se llena de amigos y familia que llegan espontáneamente; por todos lados hay gente, conversación, emoción y algunas cosas para comer. De afuera podría parecer una celebración. Y en cierta forma lo es… Hay muchos abrazos y se puede palpar el Amor en el aire…

Mi padre murió cerca de las dos de la tarde de ese domingo, nos correspondió a sus hijos estar presentes en esos últimos minutos de Vida, como nos correspondió junto a mi madre, familia y a varios de sus amigos acompañarlo en especial desde el verano pasado, aunque su transitar por el cáncer venía de 2011 . Y ya por la noche la casa figura llena de gente que viene -lo tenga consciente o no- a dar Amor. Lo escribo y me caen lágrimas. No de tristeza. Sino de sentir la belleza humana; me conmueve el Amor tan puro presente todos estos meses a través de incontables gestos. Siento emoción por recordar todo el cariño, el sostén y contención que tantos nos dieron en especial todo este 2018. Como dije en su responso: Ha sido una muerte bellísima… Y me conmueven en especial el gran círculo de Amor que formaron sus camaradas y amigos -algunos que venían cada domingo a verlo o que constantemente pasaban a preguntar por él; y aquellos que con palabras y gestos muy bellos se hicieron presentes para despedirlo en sus funerales-, también su doctora y enfermeras que nos contuvieron con gran corazón, y nuestra familia y amigos -que finalmente son parte del clan- todos estos meses con distintos gestos, desde llamadas, mensajes, cadenas de oración, conexiones con el sagrado corazón espiritual, reiki a distancia y presencial, chocolates, llegando como fuese a su despedida, hasta invitaciones  a salir para despejarnos de lo que significaba esto de «acompañar al padre a morir»… A morir consciente, como una parte de él sin pensarlo demasiado lo decidió…

A la mayoría no le gusta hablar de la muerte y es natural que así sea en nuestra dinámica humana tan presa del tiempo y del hedonismo. En enero pasado, en medio de una conversación muy directa sobre la vida y la muerte, sobre el deseo de seguir, supe que mi padre partiría pronto. Pronto, 2018 y a más tardar inicios de 2019. Conversamos con él sobre querer seguir en esta Vida y él dijo que no. Ya lo sabía. Pero necesitaba escucharlo. Decidí entonces acompañarlo, no lo pensé realmente, surgió de forma instintiva, aunque no dimensioné todo lo que implicaría. Todo el dar y el recibir tanto mágicos y sanadores como desgastantes en lo que su pasaje significaría.

Sin ponernos de acuerdo, ambos decidimos no quedarnos con temas pendientes. Aunque casi no los teníamos y no porque la relación fuese ideal -ja-, sino porque tras varios episodios de dolor e ‘injusticias’ ya nos habíamos dicho varias cosas… En estos meses previos a la muerte conversamos, preguntamos, sanamos, él enmendó -como pudo- temas de mi infancia, nos escuchamos sin prisa ni presiones, lloramos, rezamos, tomamos té (él negro con leche, yo verde), caminamos por la cuadra muy lento sintiendo el sol y mirando las plantas de los vecinos, vimos la nueva telenovela de suspenso cuando él podía, conversamos sobre su infancia, mis tíos y abuelos; nos dijimos qué nos habría gustado como hija y él como hijo, papá y hombre, nos acompañamos, reímos a carcajadas con nuestro humor negro incluso frente a su estado físico, hablamos del proceso energético y espiritual de la muerte, nos contamos sueños y secretos, nos dijimos «te quiero», nos reencontramos profundamente… Un día en que su paciencia se esfumó ante su cuerpo y ánimo muy desgastados, y no daba más porque la muerte se lo llevara, le dije tomando su mano que pataleara, que gritara, se enojara, le dijera a sus guías y a Dios: ¡devuelvan la plata, estoy harto!, que llorara, que respirara con fuerza y botara… Y también le dije: igual, papá, lo siento, pero la muerte vendrá cuando quiera venir, no controlamos eso -nada, realmente- y, por otro lado, estos meses han servido para que cada uno ocupe su lugar en la familia, para que recibas, y también para encontrarnos; si igual ahora te he visto más que en los últimos veinte años, poh… Me miró, asintió y le dijo a Bárbara, su enfermera en casa durante su último mes de vida: ¿y usted qué opina? -con lo cual los tres conversamos y su energía se calmó en medio del agobio físico y emocional…

Estos días en el sur me siguen llegando mensajes y llamadas preguntando cómo me siento, diciéndome que tome la energía de estos lugares. Me siento honrada y muy acompañada, no triste, sí sensible y tranquila… Muchos atravesamos cierres, también bastante desafío a la flexibilidad y a la confianza estos días, y los fines de año mueven nuestra sensibilidad en torno a éstos; hay en el aire la necesidad de recapitular y evaluar lo vivido. También los cierres nos ayudan a mirar con quiénes contamos; cada uno -por pequeño que sea- seguro tiene un círculo de Amor que lo sostiene y contiene en momentos difíciles; es tiempo de honrarlos y cultivarlos…  No casualmente el miércoles posterior a la muerte de mi padre cerramos el Taller de astrología; con el grupo de veinte queridos alumnos y el equipo, en otro círculo de Amor que conformamos de agosto hasta acá. Y obvio que lo hacemos con un ritual-meditación en que botamos lágrimas y cansancio del año, valoramos el crecimiento y compartimos eso que somos: seres muy humanos y divinos al mismo tiempo… Detenerse a cerrar siempre nos permite tocar el alma humana…

Altar para cerrar el Taller de Astrología. Noviembre 2018

Desde este sur sanador, cuando me toca escribir las Predicciones 2019 para Emol, (aquí las de este año que cerramos por si alguien quiere revisarlas antes que termine) voy -al igual que muchos en este último trimestre 2018- reencontrándome y rearmando mis piezas con calma, con gran agradecimiento, sintiendo el cierre y el inicio potenciarse al mismo tiempo, dando espacio a la fragilidad, al cansancio, a la fortaleza y al renacer; recibiendo también la energía de esta naturaleza generosa y de tanto poder; sintiendo también que se avecina un despeje de energía antigua para todos y para este sur de mundo… Desde este rincón verdeazul me detengo a sentir la Vida con todo lo que tiene,  vuelvo a agradecerle y la siento pulsar junto a la muerte -nuestros cierres en el camino- porque van de la mano y bajo ellos se extiende el Amor infinito de esta experiencia humana extraordinaria que decidimos habitar. Gracias, con todo lo que implica.

Venus retro en Escorpión, gozar desde el alma

Por primera vez en meses puedo quedarme en casa una tarde de sábado sintiendo el sol en la terraza, viendo programas de tv que me gustan, comiendo un poco de helado de piña que no sé desde cuándo estaba en el freezer, tomando té verde sin tiempo… Cuando vives momentos exigentes y extraordinarios valoras mucho lo simple y lo cotidiano que antes estaba y no lo veías del todo…

Además, esta semana vinieron un par de amigas «nuevas» (coincidimos hace poco en un taller) a casa a tomar té turco, conversar de todo un poco, reírnos mucho y compartir algunas angustias e interrogantes también… Y puede parecer nada, pero siento gran felicidad, de simplemente estar, hablar el mismo idioma, compartir el cariño y el humor… Siento que revivo con este momento tan genuino, tan simple. Lo mismo me pasa con las clases de astrología en que todos experimentamos el cambio de energía tanto en el viaje completo de los cuatro meses que dura, como en cada miércoles en que nos encontramos a descubrir el ego y el alma propios y colectivos, con todo lo que nos entregan.

Algunas veces en la consulta, en la lectura de carta astral, lo que le corresponde a la persona que viene -el mensaje de sus tránsitos en el cielo- es eso: volver a lo simple, retomar (o descubrirlo; hay muchos que no saben) aquello que la hace feliz y le da calma e inspiración, darse gustos, hacer menos, dejarse ayudar… Y ahora varios tenemos que aplicar esto en nosotros; más aún con Venus retro en Escorpión, que ha estado tan reveladora y sabrosa durante octubre y nos dará material hasta inicios de diciembre…

Este movimiento de Venus es una profundización de temas oscuros, profundos, muy íntimos o no expresados en nosotros mismos y en nuestros vínculos más cercanos. También es volver a valorar lo que tenemos y conectar con mayor aceptación lo que perdimos o que por ahora no está. Es redefinir relaciones que ya traían temas en el último año y mirar con los ojos sanos -y a veces dolorosos- de la verdad del alma. Es sentarnos a sentir qué nos gusta, qué nos hace bien y si acaso estamos dándole espacio a aquello. Son reencuentros que provocan limpieza. Es un tiempo/espacio para estar con nosotros de forma más auténtica: escuchándonos, dejando que lo que tenga que ser sea sin reprimirlo y así permitir que afloren penas, miedos, alegrías, rabias, incomprensiones, hastío, envidias, agradecimientos, claridad, oscuridad… Venus retro en las aguas escorpionas nos permite drenar emociones intensas para después caminar más livianos y con un notorio cambio interior que se traduzca en alivio y mayor dirección de Vida, mayor sentido….

Y si bien ella, Venus, se pone directa el 16 de noviembre, no será hasta la primera semana de diciembre cuando retomemos mayor fuerza e integremos aquello que por estos días dejamos atrás, aquello que revalorizamos, aquello que vimos en nosotros y no nos gustó pero que luego de darle espacio -de asumirlo- podemos permitir que se suavice, aquello que se levanta como una verdad que ya no queremos, aquello que realmente gozamos desde el alma… Son buenas semanas para seguir sumergiéndonos en todo esto…

Mientras escribo esta nota, una tarde nublada de domingo, en que paso -sin escalas- del intenso y dulce cumpleaños matinal de la bella Coni -mi nueva amiga personal de seis años- en el parque Quinta Normal, a asistir y acompañar a mi papá, quien apenas despierta por su fiebre, pero que una vez -pasadas unas horas- en que se incorpora, en medio de los cuidados, le pregunto: ¿Qué te gustaría?, ¿Ver tele, silencio, escuchar música, seguir durmiendo, tomar té?… ¿Ninguna de las anteriores, todas juntas; me doy?  -concluyo tomando su mano con una sonrisa. Después de unos largos segundos, me dice con los ojos cerrados: escuchar música-. Y yo me alegro porque ya sé qué pondré… Lo mismo que de pequeña cada domingo por la mañana se escuchaba en casa, además de tangos, milongas, Violeta Parra, Piazzolla, Inti Illimani, María Elena Walsh, Mercedes Sosa; una de las pocas «pertenencias» que tengo de tiempos nada fáciles para mí en esta sagrada y perfecta Vida que cada uno ha escogido transitar sin casualidades, y que ahora de grande cuando lo escucho me da entre nostalgia/emoción/alegría… Al sentir los primeros acordes él asiente con la cabeza y yo canto al principio con la garganta apretada pero después muy feliz, muy agradecida de este espacio tan simple y profundo donde el alma pulsa con todo su poder y el amor puro se deja sentir en su bellísimo esplendor…

Dolor&Amor unidos jamás serán vencidos

Lloramos bastante con las amigas. Nos encontramos las tres después de unos meses y cada una está en sus procesos de «muerte» literales y metafóricos. Una abandonó voluntariamente el éxito en Estados Unidos para venir a sanar física y emocionalmente acá, a Chile, desde el poderoso norte, donde se refugia hace unos meses alejada de la urbe, entre las montañas, donde ahora está dejando morir a la intelectual inquieta e independiente para permitir que nazca una mujer nueva que ya tiene otro brillo en los ojos y que no sabemos cómo llegará a ser porque está en plena metamorfosis. La otra amiga está en proceso de ser madre adoptiva por opción, no porque físicamente no pueda, sino desde la certeza de querer hacer una familia desde ese gesto; camino en el cual no sólo se encuentra con la burocracia y los requisitos algo absurdos pero necesarios del sistema, sino con sus propios miedos también. Recuerdo que lo decidió hace un tiempo cuando su padre enfermó grave y ella viajó urgente a verlo; y, en medio de la angustia por la muerte rondando, nos contó por mensaje de teléfono mientras la conteníamos, que quería adoptar a un niño. Fue muy emocionante y mi respuesta fue (además de felicitarla y sentir gran alegría por ella) : Qué bello es el dolor… Y tanto que huimos de él… Fue esa experiencia límite la que dio paso a su nuevo camino y activó mayor sentido a su trabajo y a otras decisiones… Y en mi caso, estoy acompañando a mi padre con una  enfermedad muy avanzada, desde las distintas dimensiones que esto implica: la de hija asustada, preocupada y frágil, la de mujer que sabe lo que viene y lo acepta, la del alma que también sabe qué rol le corresponderá tomar en este capítulo porque hace rato que los sueños, las señales y los guías avisan…

chocolate dessert fabric food

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Figuramos en un bar de chocolate, en una tarde fría precisa para esto, en medio del rico aroma y de las exquisiteces que probamos y que circulan por todas las mesas con el local lleno. Por suerte no amo tanto el chocolate -aunque me encanta que me lo regalen y saber que siempre hay alguno guardado en la despensa por si se asoma algún caprichito por la tarde- porque este bar está muy cerca de mi consulta y podría venir muy seguido; ja… Sentadas en unos sillones, conversamos varias horas y  cada una bota sus lágrimas al contar en qué estamos, espontáneamente nos tomamos las manos, nos abrazamos y compartimos eso que somos: el Amor puro y vibrante que nos habita, que sostiene lo que sea y que no duda en estar sin condiciones…  No casualmente las tres estamos en temas con nuestros padres y hemos hecho cambios importantes en los últimos meses.

Pareciera que cuando el dolor ronda este Amor se asoma con más fuerza. Claro, si te permites verlo, brindarlo y recibirlo. Aunque realmente siempre ambos están. En cada paso que damos. Suben y bajan su volumen, pero siempre están. La experiencia humana que transitamos viene con ambos como generosos acompañantes que nos guiñan un ojo, nos enseñan y abren numerosas oportunidades.

Es una tarde/noche entrañable, muy bella, que nos deja en una energía ídem en medio de las angustias… Vuelvo a casa muy plena y al mismo tiempo permitiendo que la fragilidad esté, porque ella quiere estar y no pienso -no se me ocurre- resistirme… Al día siguiente almuerzo con mi madre y nos acompañamos a cosas tan simples como pagar unas cuentas, comprar pilas, ir por una linterna, pasar por unos dulces para el té. Al almorzar hablamos de la muerte sin nombrarla. Vuelven a rodar lágrimas; después también vienen las risas porque nos gusta comentar qué comen en las mesas alrededor y cómo son los comensales… Unos minutos después cruzamos una avenida con mucha gente y una ciclista grita «¡Me robó el celular!», varios miramos hacia un tipo que corre y en medio del tumulto otra chica con ojos muy alegres y hablando por celular se asoma con otro teléfono en la mano y grita ¡Aquí, aquí, lo tengo! Nos detenemos en medio de la calle a ver la escena: le trae de vuelta a la ciclista el celular robado mientras ésta última la abraza y le dice «¡Te amo, muchas gracias, te amo en verdad, te pasaste!», y todos sonreímos emocionados en los segundos que dura el semáforo, al tiempo que ella nos cuenta a todos: «es que hace poco me robaron el mío igual, así que seguí al tipo y lo soltó». Todos estamos muy contentos. ¡Qué bello! ¿Verdad? Una vez al otro lado de la calle nuestra heroína continúa hablando con su madre al teléfono y le cuenta la historia… Sonreímos. Del brazo de mi madre, siento gran emoción y ternura; agradezco muy feliz estar en medio de este gesto de Amor, protección, conexión, sincronía, sanación y magia…

No casualmente -de nuevo- estos días en que casi terminamos el Taller de Astrología de segundo nivel, profundizamos en los tránsitos de Plutón (transformación, despojo, muerte, renacer, poder, psiquismo) y de Quirón (autoestima, fragilidad, sanación, rememorar, dedicación, terapeuta interior, comprensión), también hablamos de los niveles de consciencia y cuán distinto es vivir un desafío desde un ego sin trabajo alguno (desbordado, una personalidad básica o baja) a vivirlo desde mayor trabajo interior (conociendo a nuestro querido ego en gloria y majestad; en mayor conexión con el alma), en un mundo donde ambas posturas tienen que estar y convivir porque -lo he dicho ya- aquí nadie sobra y no todos vinieron a despertar, hay quienes vienen a estar dormidos y a permanecer en eso, lo cual es preciso y digno también…

bridge photography during daytime

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En estas semanas de cierre del otoño por acá y de primavera por el norte, donde nos preparamos para un Solsticio muy emocional y más conectado gracias al gran trino de agua entre Mercurio (mente), Júpiter (sentido) y Neptuno (empatía) en Cáncer, Escorpión y Piscis respectivamente, constatamos también la nueva energía uraniana taurina. Todo está más drástico e intenso, pero la vorágine se ha calmado un poco, ya el fuego alocado de Aries no nos tiene sobre estimulados ni tan impacientes ni tan yoístas (amén). La tierra de Capricornio y Tauro ahora nos tienen resolviendo, mientras Júpiter desde Escorpión y Don Satur desde la casa 10 nos ponen importantes temas enfrente para limpiar, asumir y construir ya no desde la prisa; ahora el paso a paso es vital; o lo aprendes o te frenan con ganas… Por mi parte, iré un par de días a la cordillera y aguas termales del centro sur de Chile para tomar fuerzas en lo personal y en lo profesional; porque el 7 de julio haremos esta Charla de Urano en Tauro en Curicó y luego me corresponderá preparar el Taller de Primer Nivel de Astrología que irá de agosto a noviembre de este año…

En esta semana pre Solsticio, mi cuerpo está tenso y cansado a la vez, como también mi alma está dulce y llena de Vida, la siento vibrante y muy agradecida… Recibo mucho Amor de distintos círculos y gestos, de bellísimos seres que me permiten dejar caer lágrimas, que me abrazan o me toman las manos, que me preparan un té, que me cuentan historias divertidas para reírnos un rato, que me dan sus mejores recetas para la pena y para el cuerpo, que me regalan chocolates con maracuyá y aromaterapia, que nos mandan luz y mensajes de los guías, que nos sostienen en su corazón, que preguntan de verdad ¿Cómo estás?, que aceptan que suspenda lecturas porque la Vida con todo su Amor y su Dolor unidos me requiere en otras cosas… Entonces me digo la misma frase que le dije hace un año a mi amiga: Qué bello es el dolor… Y tanto que huimos de él… Muchas gracias.

Honramos al Fuego… Y a nuestro presente

En momentos desafiantes, lo primero es calmarse y… Aceptar…  Sin esconder la pena, la rabia ni el miedo, podemos lentamente aceptar antes de seguir y resolver.

«La profunda aceptación de las cosas tal y como son es la fuente de todo cambio creativo. La perfecta paradoja.» Jeff Foster.  …Adoro a este inglés de tanta sencillez e infinita profundidad a la vez. Y justo aparece su frase cuando decido grabar este audio (al final; que salió como salió!) para compartir sobre la fuerza de este fuego natural e intencional que quema y purifica nuestro bello Chile, tierra tan precaria y poderosa a la vez… Se los dejo acá, como una mirada y sugerencia, por si la quieren tomar… Hay muchas formas de servir en momentos de dolor y emergencias, por supuesto desde lo material: trabajo en terreno con lo que cada uno sabe hacer y con fuerza física, ayuda material tanto en bienes como en dinero, compañía… Y también contribuimos con nuestro estado mental/emocional, con mantener pensamientos y actitudes más armónicos y menos «incendiarios»…

Desde este caluroso Santiago, honramos y acompañamos a todos los que están practicando este doloroso desapego y limpieza que produce el fuego, a quienes están en tristeza, urgencias, terror, escasez, impacto y crisis en cualquier rincón de este noble planeta… Un gran abrazo a nosotros mismos y a todos desde el amor, la empatía y la aceptación de esta bella -y desconcertante a ratos- experiencia humana que decidimos transitar con todo lo que trae e implica… ❤

Acá el audio: