Puro adaptarse

En el regreso de los mágicos ojos del Caburgua, la Divinidad me abre otra opción de camino vía el encuentro con Karina, una joven mapuche de 21 años y su hijita Constanza (Coni), una pequeñita de casi 3, que cruzan una parte más quieta del río por las piedras. De lejos las llamo y les pregunto que por dónde cruzaron. Ella deja a la niña y se devuelve a mostrarme; y yo cruzo perfecto. «Muchas gracias!! -le digo feliz. Entonces me cuenta que ella siempre ayuda a los turistas a pasar «pa’ que no se den la vuelta tan larga, nosotros pasamos por acá porque nos conocen» -me dice mientras conversamos de todo un poco y caminamos juntas. Vinieron a pasear y refrescarse porque andan visitando a unos tíos pero ellas viven más arriba. «Nosotros nos conocemos todos los pasos y pedimos permiso no más pa’ irnos por dentro y por la sombra» -me cuenta, mientras Coni me mira curiosa y algo tímida con sus mejillas rosadas y gorditas, en brazos de su madre que, además de sociable, es muy coqueta: lleva maquillaje bien moderno y una polera negra de un grupo de rock. Obvio que son hadas madrinas en mi camino porque sin ellas jamás habría dado con una ruta que nos llevó unos 10 minutos por los bosques, en vez de los 40 o más de los que hice al venir. Todo se sincroniza, ellas ya tienen que estar en casa y Karina me dice: justo va a pasar el bus para Pucón, porque son las 5, así que no vas a esperar nada. Nos despedimos en la garita y en pocos minutos efectivamente pasa el bus, que lleva en el espejo delantero una Virgen de Guadalupe (soy fan de Lupita -alias la Porfis- y es la patrona de este blog), así que me sigo riendo agradecida.

DSCN5644Las últimas horas en Pucón son de mucha contemplación, agrado y placer. En mi última noche cenamos comida peruana con Germán, un compañero de viaje de buen corazón (como dice mi médico chino) y muy especial con quien vinimos en el mismo vuelo desde Santiago, compartimos el bus desde Temuco además de historias de vida, y con quien miramos el presente como está siendo: mágico, loco, bello, desafiante… Consciente.  Este viaje nos juntó en un puñado de momentos sincrónicos, incluso la última mañana cuando yo paseo por un bosque que rodea la playa, acompañada por una amiga espontánea que me sigue todo el camino, una cachorra negra que, al igual que yo, le gusta meter las patas al agua cada vez que puede. La voy mirando con risa porque se pone a seguir unas moscas y luego a escarbar la tierra, le pregunto: bueno, ¿vienes o te quedas? Avísame porque yo sigo -y levanta la cabeza con cara de pregunta para seguirme después de unos minutos. En eso veo a alguien que viene trotando y nos reímos de lejos: ¡Otra vez! -decimos al unísono con Germán que pasa frente a mí, chocamos las manos y seguro ambos estamos pensando en las no casualidades…  Él parte un emprendimiento en este sur después de un vuelco de vida muy atemorizante y sanador a la vez, que lo llevó a entender que el empleo estable y bien pagado claramente no lo es todo y tampoco es una aspiración feliz ni real en estos tiempos, y yo vine acá a reconectarme… «Nos traen a lo mismo, pero de maneras e DSCN5752 2intensidades distintas, ¿sabes?» -le digo hablando de cómo llegamos acá. Conversamos mucho sobre esto de ir más lento y afirmar el ego pa’ que no comande todo, también de Chile y Santiago, de los espejismos del sistema, la idiosincracia chilena y sureña, la Vida, los miedos, el sentir… Él se queda por varios meses a probar una nueva vida que, intuyo, abrirá otros caminos mucho más allá de su proyecto…

-Es que en este tiempo si no te adaptas no pasa nada, te quedas pegado y te pierdes de todo lo bello, si la Vida es un sinfín de fluir, adaptarse, crecer… Todo el rato estamos en eso. Todo el rato nos cambian nuestros planes egocéntricos y nos dicen: mira, no, que por ahí no era, es por acá (y es por algo mucho mejor que tu mente no va a entender)-. Pero no es fácil ver esto y aceptarlo porque implica humildad, confianza plena en ella (la Vida), soltar, aterrizar… y eso es una pega (trabajo) diaria -era una de mis conversaciones con él frente a cosas que hemos vivido este último par de años…

Y el tema sigue. De regreso a Santiago me cambian la agenda un par de veces, lo cual me da espacio para almorzar un pic-nic con una buena amiga y ponernos al día (como siempre, todo es perfecto). Ella me pregunta: ¿Y pudiste escribir las predicciones, cómo te fue? -La verdad, Silvia, me pasan un par de cosas con esto y se me confirma por qué dejé de leer el tarot. Te acuerdas que puse en un post que el viaje estaba pisciano, que me sentía flotando los primeros días? -comienzo a contarle.

-Sí, me acuerdo y me reía porque en general tú no eres así, pero en estos tiempos ya no se sabe nada -me dice comiendo su cuscús bajo la sombra de los árboles.

-Bueno, anduve así unos dos días y cuando me senté a escribir, y que ya había mirado un poco la carta astral de 2014, encima como hago el horóscopo cada semana tengo idea de en qué anda cada signo, pero lo que me salía decir como presentación era: ¿Y qué vamos a predecir en este tiempo? ¿qué se puede decir de nuevo si estamos todos en la misma y todo está incierto y vertiginoso?

-Claaaro, es lo que yo pienso también -me dice con el poco acento argentino que le queda después de más de una década en Chile.

-Entonces yo jugaba con la idea de poner una página que dijera: Miren, en este tiempo o nos adaptamos a lo nuevo y/o a los imprevistos o moriremos en la rueda 2014; entonces la única predicción es que todos tenemos que: cambiar, crecer y soltar. Tan, tán. He dicho. No hay nada más que predecir -le cuento comiendo los últimos apios de la temporada.

-Jajajajajaj, tal cual -me dice y nos reímos juntas.

-¿Y qué más vas a decir? Si en eso está toda la humanidad. Crecer o crecer, esa la cuestión. Cada uno puede ir encontrando sus caminos y todo, pero eso es el centro del asunto y créeme que con esa pega nos basta, ¿no? Obvio que también tenemos que pasarlo bien, sin eso no se puede y es parte clave de la vida-. La conversa sigue entretenida y fresca con la brisa de la tarde.

Más tarde me encuentro en Plaza Las Lilas con otra amiga que trae en coche a su pequeño y bello Rafael de cinco meses, quien también le cambió los planes, pues ella no podrá volver a trabajar hasta que él supere una dificultad con la vista y el movimiento que hace poco le detectaron. -Igual es tremenda bendición, amiga, te están regalando seis meses más con tu hijo -le digo aunque sé (y lo hemos conversado) que no es fácil parar y asumir que no estarás en tu antiguo mundo de trabajo como lo tenías planeado. Pero ella ya lo aceptó y sabe que es un privilegio y una tarea al mismo tiempo.

Al día siguiente mi agenda vuelve a moldearse y eso hace que conozca un café mexicano muy encantador donde me instalo un rato a responder correos atrasados y me río con un par de personas me ponen a prueba con su impaciencia. Les agradezco lo que me muestran de mí, de ellas y de esa energía que tanto nos daña.

Luego, después de elaborar el calendario de temas para los lunes de diciembre a radio Cooperativa, la periodista encargada me devuelve el correo con todo cambiado, me dice que prefieren otro orden que me explicita. Me sigo riendo con lo de la adaptación y le respondo: sale y vale, como usted diga, jefa-. Y ella me manda: no hay de queso, no más de papa, jaja.- …Así las cosas, este lunes 2 de diciembre, aprontándonos a la Luna Nueva en Sagitario ( que nos invita a explorar y confiar en este último mes del año), alrededor de la 10:3o am revisaremos las cartas astrales de las candidatas a la Presidencia de Chile, dos mujeres aparentemente muy distintas, pero con más de una similitud astrológica y humana.

Y como si faltaran modificaciones, parece que el Ritual de Verano se correrá al sábado 28 de diciembre donde además de honrar al Sol despediremos este drástico y poderoso 2013… Ya pondré más detalles en los próximos post e igualmente están todos invitados a conectarnos con nuestra esencia pura.

Ahora, mientras ordeno y comienzo parte del trabajo semanal al atardecer del domingo, mi mirada se va a unas cuantas piedras volcánicas que traje del Caburgua y que me traen de regreso la naturaleza verde y húmeda del sur. Con esta energía aún presente me quedo quieta y confiada en que todo estará bien aunque a ratos me sienta un poco sobrepasada con tanta demanda y movimiento al fin del año. A respirar, adaptarse, confiar… Y agradecer por toda la belleza de este tiempo serpentino.

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Viaje compartido

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Llegada a Los Pozones, Huife, cerca de Pucón

Y de repente, después de un lluvioso y cálido paseo por Villarrica, aparezco con mis tres nuevas mejores amigas mexicanas en Los pozones, termas «nocturnas» a las que llegamos a las 9 de la noche con lluvia y frío luego de un bello camino montañoso. Vamos en una camioneta con otros viajeros y nos dejan ahí, sin mayor instrucción que bajar las largas escalinatas de piedra cuando ya está casi plenamente oscuro, así que nos lanzamos a la aventura de encontrar a tientas camerinos, guardarropas y la piscina más caliente pues tenemos frío y hacemos todo rápido para no congelarnos… Pero nada más meter los pies en los pozos de agua termal, cualquier inconveniente se olvida y somos más que felices entre bañistas de todos los acentos… Probamos distintas temperaturas del agua, con la lluvia en la cara y el cuerpo más que relajado… Puro placer y sanación…

Como dije antes, cuando pensaba este viaje a principios de la primavera, lo quería ya y por un mes al menos, pero mágicos cambios y señales indicaron otra cosa. E igualmente ha sido muy renovador y especial. Cada día es un ajuste de energía y puro fluir con lo que se da y lo que no… Me cambié de hostal a la segunda noche porque si bien era bueno, sentía una energía algo fría aunque entretenida muy ligada al deporte extremo o aventura del kayak, el rafting, ducky, hidrospeed, etc, y a mi esas cosas no me dicen nada, igual que el fútbol -lo siento-, es como que me

Hostal La nuez, Pucón

Hostal La nuez, Pucón

hablen de economía… no conecto. Pero di con otro, La Nuez, más cálido, en una casona antigua de dos pisos, con un jardín bello para escribir. En una habitación compartida y baño ídem, me encuentro al par de días de tener el espacio sólo para mí, con tres mexicanas alegres que pasean un fin de semana en medio de su intercambio en la Universidad de Concepción, Chile, como estudiantes de odontología, especialistas en endodoncia. Me hacen recordar mi segundo paso por Uruguay, con mis amigos mexicanos, con quienes viajamos por las ventosas playas del Atlántico. De hecho, me río a carcajadas, cuando una de ellas parece haber perdido los boletos del bus (aunque obvio que están por ahí entre las maletas) y exclama: ¡Nooo, madre santaaa, qué vamos a haceer! -le digo entre risas que me hace recordar las telenovelas mexicanas y agrego: amiga, respira, seguro están por ahí, sin drama, ¿viste que has visto mucha tele? -y nos seguimos riendo porque antes ellas estaban asustadas con una sirena de bomberos que sonó en la noche (yo ni me enteré) porque pensaron que era alarma de erupción del volcán y/o de tsunami, jaja-. Es que es comprensible porque en Concepción les han metido mucho susto con lo del terremoto y las vías de evacuación, y para quien no ha vivido estos movimientos de la naturaleza puede resultar mucho más amenazante que para aquellos que hemos pasado por esas cosas… En fin, igual me encantan la calidez mexicana, el acento y la sonrisa fácil.

Villarrica, la costanera

Villarrica, la costanera

Y he tenido más regalos. Cuando publiqué que estaría acá, Ingrid, una lectora de Villarrica,  me dice en los comentarios: «Estoy al lado de Pucón, en Villarrica ya que vivo acá. Descansa y llénate de energía en el maravilloso sur de nuestro país» -y yo le respondo que iré un día allá y que nos juntemos. Entonces el sábado nublado agarro la mochila, paseo por las calles con lluvia entre los puestos de artesanía, la costanera verde y las casas de madera hasta que doy con un buen café-restaurant donde me instalo a almorzar y escribir, pues ya quedamos de encontrarnos por la tarde. Ella da conmigo, ya que antes se le ocurrió mirar un video de radio Cooperativa para reconocerme y me lleva en su auto a pasear un poco para luego instalarnos en otro café-pizzería mientras afuera no para de llover. Me dice que no imaginó que yo le propondría encontrarnos y yo le digo: a mí me pareció tan lógico, además es lindo conocer a gente que te lee y que ya como que nos conocemos, ¿verdad?-.

Entonces nos contamos la vida, ella es de Santiago y motivada por una amiga y sin pensarlo mucho se vino a Villarrica hace años a estudiar pedagogía, acá conoció a su esposo y armó su familia en este rincón bello pero donde le es difícil soportar tanto tiempo de lluvia porque -supongo- la deprime un poco. Claro, yo estoy feliz con este día verde y húmedo, con estufas a leña por todas partes; nada que ver con el calor seco y encementado de Santiago, pero tener semanas completas de lluvia y en total unos siete meses al año no sé si me seguirían encantando… Luego Ingrid, cálida virginiana, sensible y generosa me lleva a su casa un rato para conocer a la familia y me invitan a almorzar al día siguiente. Yo fluyo y digo: bueno ya, jaja. Me gusta compartir, así que el domingo, con la piel suave y relajada luego de la noche termal me reciben en su casa para un sabroso almuerzo familiar donde conversamos de todo. Luego paseamos un poco por la ciudad bajo el sol aunque con viento frío e Ingrid con su hija Claudia me dicen que me vendrán a dejar porque yo les dije que no me quedaría tanto rato ya que la escritura me espera. De vuelta conversamos mucho de astrología, el camino del alma, las vidas pasadas, el karma… Nos despedimos en la puerta de mi hostal con abrazos muy cálidos y quedo más que invitada a Villarrica cuando necesite escapar de Santiago. Me da emoción la belleza del alma y cómo la vida nos regala encuentros y cruces de caminos…

Luego camino un poco por las calles de Pucón que están llenas de flores y en este tiempo con pocos turistas -un agrado- porque dicen que enero y febrero es una locura, hasta instalarme en un café todo de madera rústica a escribir, observar, agradecer, sentir… Un par de horas después, antes de volver al hostel me asomo a la playa con el embarcadero, donde un par de familias argentinas juegan fútbol con los hijos pequeños que gritan cada pase, mientras un viajero europeo improvisa un pic-nic y un par de parejas mayores miran el lago y encuentran que hace mucho frío, que ya es hora de irse; más allá unos puconinos pasean en bici… Y yo respiro agradecida frente al lago y el cielo colorido con una sonrisa constante. Parece que no tengo mucho, pero tengo demasiado en este instante de quietud frente a la naturaleza y la Vida. Gracias otra vez.

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En plena metamorfosis

-Jime, ¿es idea mía o estos días están terribles? -me pregunta una amiga que me encuentro «casualmente» en la calle.

-Jajajja, todo el ratop… ¿pero qué sería terrible? -le pregunto.

-No sé, no me resulta nada, se me perdieron unos papeles y no logro acordarme dónde los dejé, pelié heavy (fuerte) con mi pololo (novio); todo mal poh, Jime.

-Bienvenida al fin del otoño, poh, amiga, en eso andamos todos! Revueltos, ¿no? Está rudo este tiempo.

-Ya, pero cuándo se acaba esta custión? (cosa) -me dice con voz de niña compungida.

-Mmm, no se acaba na’, se vive y seguro pronto viene otra, ¿no ves que todo está intenso y rápido?  Yo tampoco doy más, el domingo pasado después de ir a ver un salón para el Ritual donde me cobran el audio aparte y sale demasiado caro, y después del taller de meditación del sábado, que estuvo lindo con un grupo muy conectado y lo disfruto mucho, que igual esta vez me demandó gran trabajo porque se me juntó con el ritual y lo del espacio, y  luego de recibir una mala onda de alguien cercano y teniendo que preparar el material para la radio en medio de todo el cansancio, dije frente a mi altar: saben qué más, me cansé, no doy más, me quiero ir, ¿vámonos pa’ la casa? ya viví, ya crecí, ya lo pasé bien, ya, ya, ya… Vámonos, me quiero ir! … Y me senté rendida llorando de pena, angustia, cansancio… Es que ha sido demasiado; sientes eso? Demás que salió a pasear mi ego víctima y toda la energía contenida… Igual fue bacán (muy bueno) porque liberé y el lunes le pedí hora de urgencia a Angélica, mi terapeuta de flores porque me sentía superada…

-Sí, amiga, perdona el egoísmo, pero qué bueno saber que no soy la única. Yo anoche también lloré – y me toma el brazo con cariño mientras me río con los ojos vidriosos…

-Pero igual tuve una señal que nos da esperanzas -le digo, ya cuando estamos por despedirnos.

-¿¡Qué!? dime pa’sentirme mejor -me grita expectante.

-Después que lloré, me calmé, vi, medité, me reconcilié, agradecí… Me levanté y lo primero que miré fue un cuadro pequeño que me traje de Guatemala. Y arriba de él, en la pared estaba una mariposa nocturna, de esas que a la gente no le gustan y yo las encuentro de lo más dignas…

-….

DSCN5274-Eso poh. Que la mariposa es símbolo de transformación, de cambio. Así lo sentí yo, que esta sensación de estar al límite, de no dar más es parte de un cambio interno y colectivo, y pronto volaremos. ¿No ves que la mariposa antes era oruga y luego crisálida y de ahí le salen las alas y es entera de (muy) bacán y sutil?

-Ay, Jime. Sí cacho (entiendo) lo de la transformación, lo que pasa es que como yo soy práctica, tú cachai (entiendes), yo habría agarrado el insecticida… y me habría quedado sin cambio ni alas, poh, amiga.

-Jajajaja, nooo, qué mala, te pasaste, qué te hace una mariposa!? Y qué lesaaa! (tonta). Vas a reprobar esta encarnación, te aviso! Jajaja. Ya, pero igual por algo nos encontramos, así que si te encuentras con tu propia mariposa, salúdala y dile que ya cachaste la señal y que no se te va ocurrir agarrar el insecticida ni espantarla.

-Ah, qué bueno. Pucha, que me sirvió encontrarnos.

-Y a mí, no sabes cuánto. Gracias! Chauuu… Y ven al Ritual, ya pongo en el blog toda la info!

-Sí, lo necesito! Chauuu.

Otoño 2013: A confiar en nuestra Luz

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«Jime querida, no llegaré al Ritual, pero estoy ahí: gracias don verano, te recibo con cariño don otoño. Y a ti y a todos un abrazo!» -me escribe al celular una bella amiga que se suponía vendría la noche del Equinoccio a celebrar, y me encanta su frase porque resumen bien el espíritu de los rituales que hacemos en cada cambio de estación: despedir con agradecimiento por todo y abrir lo nuevo con ganas. Como ella, varios escriben y mandan buenos deseos aunque no vengan y otros tienen contratiempos del destino… Y así y todo pasamos los 120 participantes de una noche cálida, de encuentro, purificación, alegría y conciencia.

Son muchos los detalles previos en cada ritual y me encanta prepararlos, es toda una aventura. Además, la energía tanto del grupo como del ritual mismo se empieza a sentir los días previos. Y como todo en la vida, no controlamos qué sucederá ni cómo. Cuando ya son las 8 de la noche, regreso al patio donde estuvimos en la tarde preparando todo y veo a tanta gente alrededor del altar-mandala, ya sentados y expectantes, me da emoción y certeza. Y siguen llegando con sus cojines, cosas para compartir, los ojos vivaces y las sonrisas abundantes..

Recuerdo uno de los primeros rituales más «oficiales» que hice (antes eran esporádicos y entre amigos que se nos ocurría de pronto hacer algo). Fue en la casa de Su, en su departamento y éramos unos 10, celebrando el Año del Conejo, en pleno febrero con Santiago caluroso y vacío. Fue lindo y terminamos bailando frente a las miradas curiosas de los vecinos del edificio de enfrente.

Y ahora, con cada vez más gente, los detalles dan más trabajo (interno y externo), entretención y creatividad. La magia se produce, además. Porque desde mi mirada de la vida las casualidades no existen, las oportunidades sobran, las señales están, la ayuda hay que pedirla y las sincronías nos acompañan. Yo lo paso genial, antes, durante y después. Aunque a veces cuando estoy muy cansada, me pregunto: ¿ Jimena, en qué minuto se te ocurrió hacer todo esto, ah? Y me río desde la aceptación y la ironía también, porque si hay algo que me deprime y no me gusta es la rutina. Ella y yo nunca hemos tenido una buena relación y a veces hacemos las paces, pero cuando se le ocurre ser la protagonista por muchas semanas, nos peleamos y yo me alejo de ella porque me baja la energía; así que, además de darme una vuelta por otro lado, suspender cosas y parar, o ir a algún lugar nuevo a escribir o estar; siento que necesito otra cosa. Entonces, el trabajar para un Ritual se vuelve una delicia de vida, tanto en la forma como en el sentido, donde todo es una aventura: desde ir una semana antes por los cuarzos, amatistas y citrinos a la tienda de un peruano divertido, con quien nos reímos y conversamos porque él es bien «neura» (acelerado) y le digo: «amigo, respire, no ve que si se acelera mucho no me hará el mega descuento que estoy esperando?» -y él me sube las cejas y mueve la cabeza riéndose. Y al final de la compra, que también incluye inciensos, palo santo, agua Florida y más, algo conversamos, y me hace mi descuento, «mamita».

Lorena, parte de nuestro "elenco estable" termina de armar el altar-mandala

Lorena, parte de nuestro «elenco estable» termina de armar el altar-mandala

Luego de eso me junto con una gran amiga en un café del barrio Lastarria a contarnos nuestros veranos, y a la noche vienen Javier y Fran a dejar el equipo de audio… Y así siguen los detalles cada día, como la recolección de hojas de otoño el domingo previo por las calles de Providencia junto a Cocó, en medio de la risa y el encuentro con amigos-vecinos… Trabajo, pero con diversión, el sacrificio está pasado de moda…

Pero la información precisa del Ritual «baja» a veces el día anterior, a veces el mismo día. Y este 20 de marzo, después de bailar con tambores, sí vienen los qué y el cómo de la noche del Equinoccio. Ya sé, desde antes, que trabajaremos el desapego, palabra clave del Otoño, pero no sabía-sentía qué más. Y así se va dibujando cada paso, música, baile… Pero es el grupo el que lo hace, porque mi intención y planes están, la ayuda de muchos bellos seres humanos y divinos también, sin embargo cada grupo tiene su propia energía y belleza.

Y la noche del 20 de marzo en Santiago el numeroso grupo que somos viajamos por un ritual que recorre lo vivido en los últimos meses, aterriza nuestra energía, sacude la mente para calmarla, acaricia al cuerpo y el espíritu con baile; nos hace cantar, meditar, compartir, reír, imaginar, soltar, intencionar, aceptar, confiar… La mayoría viene por primera vez y eso es aún más emocionante y valioso: verificar que cada vez somos más los inquietos caminantes en un mundo que se abre con fuerza a otras miradas, sentir que somos muchos los que nos atrevemos y entendemos que este tiempo agitado, revuelto, desafiante y bello a la vez, necesita de otra energía nuestra para vivirlo y aprovecharlo; somos más en el planeta entero quienes nos reconocernos como seres luminosos, poderosos y frágiles a la vez en una vida que es nueva, por tanto podemos llenarla de colores pero con la energía de la nueva conciencia: disfrute, unión, amor, aceptación, armonía, creatividad, conexión con quienes realmente somos, con el pulso de la Tierra y del Universo, y no con lo que el sistema dice -o quiere- que seamos: cifras, seres humanos productivos en lo material pero vacíos en lo interno y llenos de la misma frustración de miles de años pese a todos los adelantos de la actualidad … Las culpas, los dogmas, la solemnidad, la separación entre espiritualidad y mundo cotidiano, y tantas otras cosas que fabricó nuestro ego colectivo y nos dañaron, por fin están en retirada…

Por eso es el tremendo ni que privilegio haber encarnado en este tiempo y en países donde el despertar espiritual es cada vez más fuerte, como en casi toda América, en España y en tantos rincones donde la conciencia se eleva por sobre lo establecido y revela tantas cosas insanas que dábamos por verdades y que ahora se derrumban: desde la alimentación, hasta la  economía, pasando por la salud, la educación y más… Qué bien.

Este tiempo es alucinante. Desde el 2010 para acá, en que todo se aceleró es reconfortante -y motivador- ver cómo cada vez más gente se atreve a probar otras miradas, otras verdades y herramientas. Cómo la meditación, reiki, yoga, medicina antroposófica, flores de Bach, alimentación más sana, danza y terapias varias son cada vez más populares y ya no suenan a brujería o volada hippie como antes. Y tampoco son moda; esto es conciencia. Ya muchos entienden el lenguaje, aceptan que la racionalidad no explica todo, que hay mucho más allá de lo científico, que estamos acompañados por distintas manifestaciones de la Divinidad, que somos seres de luz habitando un cuerpo y planeta físicos que tienen una energía también… Y que somos iguales. En los rituales se puede palpar esto último tan nítidamente: el círculo de luz que conformamos cobra vida propia, se mueve, se siente, se sintoniza, se abraza  y somos uno, se manifiesta el Todo, el Gran Espíritu en nosotros, la Divinidad, la conciencia colectiva, la Fuente, Dios Padre-Madre, el alma, la chispa divina que nos habita… Es muuuy bello y conmovedor: mirar y sentir al grupo en una sola energía es tremendamente poderoso.

DSCN4284Y en la noche del 20 de marzo 2013, además del emprendimiento amigo Flor de Almacén y todos los bellos seres que ayudan a hacer posible la celebración, nos visitan  nada menos que Kevin Johansen, Jorge Drexler, Mercedes Sosa y los ancestros africanos y mapuches con sus sonidos (¿ve lo que se perdió por no venir?, ah?). Encima y como siempre, el ritual es internacional: hay amigos uruguayos, argentinos, españoles, brasileros, colombianos. Con todos ellos elevamos el espíritu y agarramos fuerza para el Otoño, que por estos días refresca las mañanas y tardes santiaguinas, mientras el paisaje comienza a ponerse cada vez más deliciosamente ocre-anaranjado.

Con cada otoño recuerdo a Pablo, un gran amigo que hace varios años me sostuvo como un padre en un momento de enorme dolor y liberación. A él le encanta el otoño y yo me preguntaba ¿qué le ve, si a mí puro me deprime que se acabe el verano?… Mucho tiempo después vine a entenderlo, después de pasar unos días otoñales en cama y de aceptar que debía parar, me acordé de mi querido Pablo mirando desde mi ventana la luz del Sol en las copas amarillas de los árboles y sólo en esa quietud pude disfrutar el cambio, la lentitud, la introspección que da el alejamiento de los rayos solares…

Y así, la noche del ritual le damos la bienvenida a esta energía de desapego que nos ofrece el otoño, un tiempo de despojo de nuestras hojas secas, de todo lo que nos pesa, de limpieza y conexión con lo realmente importante: nosotros y nuestra luz interior.  La celebración termina en un solo abrazo colectivo cantado, aplausos, alegría, emociones …Y luego la ayuda espontánea de muchos para ordenar y recoger las cosas… Qué bello círculo. Sólo puedo desde acá agradecer, mientras mis pies están bajo el sol tibio otoñal en el balcón y mi corazón está pleno. Ahora -sépanlo- todos los que participamos y que le dijimos Sí a la fuerza del Otoño con todas sus oportunidades este 20 de marzo, viajaremos con nuestra energía hasta Mercedes, Buenos Aires, a compartir con otros bellos seres una nueva experiencia ritual para celebrar y honrar la nueva luz del Sol el sábado 6 de abril desde esa acogedora ciudad. Gracias, allá vamos, desde Chile con amor y confianza!!!

PD: Ojo, por acá se quedó un MP3 (ó 4, no sé bien) Sony, y se perdió un anillo. Si alguien sabe algo, hable ahora o calle hasta el 21 de junio, pa’l Ritual de Invierno! 😉

Regalos de un 8 de marzo

mano magia luzAdemás de otros detalles, hasta esta tarde, el Día Internacional de la Mujer me brinda ocho regalos….

El primero, mañana con día nublado y tibio, terminando en casa con calma y con buen desayuno una carta astral para el mediodía…

El segundo, una entrevista a la gran antropóloga chilena Patricia May, en radio Cooperativa, sobre espiritualidad, la mujer, la conciencia, el sistema, los cambios profundos, la incertidumbre, el control, la confianza… Acá.

El tercero, un mate preciso y sabroso.

El cuarto, en la misma radio, una entrevista cantada (un lujo!) al colombiano Carlos Vives, con baile cadencioso. Aquí.

El quinto, mails y mensajes de saludo por distintos medios.

El sexto, un chocolate dejado en la conserjería para mí, de una amiga-hermana-vecina, argentina-chilena, bella; con una nota: ¡Feliz Día de la Mujer, Jime! Abrazo grande!

El séptimo, una agradable lectura de carta astral a una mujer en plena búsqueda personal-espiritual y reencuentro con ella misma.

El octavo, el chocolate es el postre que necesitaba de acompañamiento a mi segundo mate del día.

Gracias!!!

Con la Luz de Lakshmi

-¿A ti te pasa algo con Oriente? Porque vos no sos de acá -me dijo Ágata en una lectura de Registros Akáshicos hace unos cinco años o más.

Todo el rato, pensé, pero apenas pude balbucear un sí, porque estaba en un momento de tal fragilidad, que con las primeras frases de ella, cayeron mis lágrimas sin control y sólo me limité a escuchar y secarme con pañuelos desechables en la primera media hora de lectura. Luego volvió a preguntarme: ¿qué te pasa con Oriente? Es que vos sos de allá… Cuando me calmé un poco le dije que practicaba meditación budista tibetana y que había tomado refugio en esa línea espiritual. -Aaahh! por eso me hablan de tanto de la compasión y me muestran esas imágenes. Vos ya fuiste budista y también estuviste en India -agregó con alivio al poder descifrar los mensajes que canalizaba. Demás, pensé; de otra forma no me explico tanto mi conexión estética desde niña (los colores, decoración, ropajes, música) con esas culturas, como el enorme sentido y certeza que siento con muchos aspectos de las miradas espirituales de oriente.

Años después, otra canalizadora me habló de un par de vidas en India y cuando me relataba las imágenes fue como teletransportarme a ese espacio-tiempo, y podía sentir la escena, con el dolor que ella describía, en este caso, y me dio más de una respuesta a temas de esta vida…. Y hace varios años en ciertas tiendas indias en Santiago buscaba imágenes de Lakshmi y no tenían; el dueño de una me regaló un calendario de bolsillo una vez, después de verme escarbar en unos canastos hasta encontrar un par de llaveros, y otros vendedores me regalaron un poster que decoraba la caja de la tienda porque no tenían nada más y yo pregunté si me vendían esa imagen, la cual hasta ahora está en la puerta de mi cocina, a la entrada de casa. Ahora ella, la diosa de la buena suerte, abundancia y belleza, está en muchas tiendas, en fotos, lienzos, cuadros, etc. Mi amiga-maestra Silvia Selowsky dice esto (y  más) en su libro El Oráculo de las diosas:

lakshmi silvia

Con Lakshmi siempre tuvimos buena onda, amor a primera vista, mejores amigas. Por eso está en otro cuadro en la entrada de casa con un altar exclusivo para ella y en tonos turquesa, con su arroz, joyas, dulces, monedas, flores; ocupa también un rincón de mi consulta en Santiago; la he regalado muchas veces enmarcada y ahora está a cargo de las llaves de mi maleta, mientras que el calendario regalado desde 2006 está en mi billetera, aunque a veces se pasea por mi escritorio y otras veces se posa en mi altar. Lo mismo hace hoy, en que la meditación de la Esquina de Luz de Su, que se realiza en su casa cada noche de miércoles, honra al Arcángel Uriel con su luz oro rubí y a él lo acompaña nada menos que «mi» Lakshmi, a la izquierda del altar, actualmente comandado por Lupita (igual que este blog).DSCN4143

DSCN4148Y aquí ando, tomando rico mate, conversando, encontrando amigos en la calle y compartiendo espontáneos cafés, bajando música india, bailando, recordando y acomodando los detalles para movernos y meditar al ritmo de esta poderosa deidad femenina del panteón hindú…  Son mis últimos días de este bello, mágico y conmovedor viaje por Mercedes, Buenos Aires; entonces me conecto con la luz de Lakshmi y de Uriel para agradecer desde el corazón, aterrizar nuestra energía de modo de elevarla, abrirnos a la abundancia y disfrutar lo bella que es la vida con todos sus capítulos, ¿verdad?… 😉

Un domingo en Mercedes

DSCN4089Cada vez que salgo de casa y en especial por la mañana, lo primero que miro es el cielo y me maravillo con su inmensidad, los colores, la energía, las nubes, el Sol; todo. Y cuando salgo lejos de mi territorio habitual (Providencia y Ñuñoa, en Santiago) lo miro con más curiosidad y detenimiento aún. Ahora, en Mercedes, lo disfruto mucho: la amplitud, las nubes, la luminosidad después de una noche de tormenta o las nubes previas a ésta… La mañana del domingo está diáfana y casi encandila; la noche anterior llovió y amanece con viento y algo de nubes dibujadas… Me quedo mirando un rato por la ventana con agrado, respiro… A veces -lo he dicho en este blog, actualmente protegido nada menos que por Lupita (si quiere verla mire al costado derecho un poco más abajo)- me vienen como «ataques» de felicidad y/o agradecimiento y esta mañana de domingo me viene eso, una sensación de plenitud que no está ligada a algo en particular o a algo muy reciente, ni a la obtención de alguna cosa-situación (de hecho podría llenar este blog con todo lo que, a ojos del sistema, me falta), sino que viene del corazón-panza y es como una sonrisa en el pecho que no es eufórica, es tranquilamente feliz… y digo: Gracias…

De hecho, la noche del sábado no salimos, todo se dio para quedarnos en casa: Su estaba muy cansada, no quedamos en nada en especial con nadie, Mabel no sabía si podía salir con nosotras; yo era materia dispuesta, pero no muero por salir un sábado y menos si estoy en otro lugar, simplemente tomo lo que el viaje quiera darme y si es quedarnos en casa lo disfruto. Encima, ya habíamos almorzado y merendado en buena compañía, con ravioles, caminata, helado y mate incluidos… Cuando estábamos pensando en salir o no en la noche, cae sin previo aviso una lluvia fuerte y ya está: no hay que salir. Pedimos unas empanadas y cerveza, nos quedamos conversando con Fran, Betty y Su, y luego a dormir… «Nada» especial, pero mucho a la vez…

Entonces, a raíz de «nada» me brota el Gracias a la mañana siguiente… Después escribo algunas cosas, conversamos un poco de Argentina, España y Chile, con un amigo de Su que anda de paso por su nostálgica tierra natal y que vivió un año en Santiago; inventamos un almuerzo con los restos -sabrosos- de días previos y se asoma la tarde en que ya Mabel me anunció que iremos a una pulpería: dícese de tienda antigua, donde además de mercadería se sirve comida y bebida a los concurrentes. Viene a ser un almacén con barra y mesas. Está en las afueras de la ciudad y es un clásico que figura en guías de turismo, es la Pulpería de Cacho Di Catarina. Todo un espectáculo congelado en el tiempo; reflejo de otras épocas, de tradición, floklore, amistad, cofradía y embriaguez.

Pulpería de Cacho Di Catarina

Pulpería de Cacho Di Catarina

Yo, como últimamente no tengo mayor expectativa de nada (lo cual no es fácil de explicar ni de entender para muchos), simplemente voy (me dejo llevar, esta vez por Mabel y Tito, junto a Su). Para mí todo es nuevo y sólo pienso en compartir una tarde de domingo con gente de lindo corazón y humor contagioso. De la pulpería no esperaba nada, o esperaba menos. Pensé: será un negocio antiguo pintoresco. Pero al llegar, además de recordar la onda de La piojera de Santiago, me sorprende más que el lugar, que está intacto (con telarañas incluidas en las botellas de las repisas altas) y casi en el campo, la gente. Es domingo de tarde, casi las 5, creo, y hay unas seis mesas con gente. Algunos son  parroquianos clásicos, otros turistas como yo y otros conocidos como Tito, que llega saludando y por rebote nos toca saludo con beso a nosotras del percusionista que toca el bombo con pasión. Sí, porque en medio hay un grupo de experimentados cantantes que improvisan con payas y otros ritmos tradicionales argentinos bastante sentidos, a ratos.

Ahora, el lugar no es luminoso. Después lo comentamos con Su. De hecho el arcángel Miguel con su protección pasó por mi mente a los minutos de entrar. No es luminoso como cualquier espacio antiguo o nuevo ligado a alcohol, la melancolía, o el esfuerzo. Pero tiene poderosa identidad y un aire de campo cálido que cobija al forastero. En la pulpería somos todos iguales: hay viejos, niños, jóvenes, familias, gente de toda la vida, turistas como yo, los dueños, los garzones. Al llegar salen las bromas en seguida porque acá hace rato está de moda el Fernet (licor amargo de hierbas) con Coca-Cola, y yo esta última no la tomo hace años ni tampoco ninguna gaseosa. Entonces, pido fernet solo, que para mí es un bajativo. Y salen las miradas sorprendidas en la mesa y del garzón, las risas y bromas, porque es como pedir pisco solo con hielo en Chile, y se creen que soy ruda, cuando en realidad no quiero la gaseosa (para mí es más tóxica que el alcohol) y prefiero el bajativo como tal. En fin. El tema es que entre canto y canto, además de que Tito ya es un artista reconocido acá, es músico folklorista, Tito Sanguinetti, nos sale…. baile! Y qué me dicen a mí, que me encanta bailar y a veces da lo mismo el ritmo, lo importante es moverse y pasarlo bien… Ah, y mover la cadera, obvio, porque sin cadera no tiene mucha gracia, quizá por eso el tango nunca me convenció tanto y sólo tomé algunas clases hace unos años… Así que, sin proponérmelo ni imaginarlo, termino bailando chacarera, zamba y hasta una cueca lenta que no recuerdo cómo se llama… Lo mismo Mabel, quien con gracia le da estilo a la chacarera y ahí aprendo más cómo se baila…

DSCN4026Un borracho -pero digno- de caricatura: mayor, panzón, canoso medio pelado, mejillas rojas y con cara de chiste, le hace bromas a Tito conmigo y ella, mientras que los músicos hasta me dedican un par de canciones, entre ellas «Si vas para Chile», ¿qué tal? … Al rato, cuando los músicos DSCN4056terminan se acercan a la mesa y le piden a Tito que cante una y viene el amigo del bombo a entonar una chacarera más que termina en aplausos… El domingo pasa a ser una noche de sábado (la vida es perfecta todo el rato, recuérdelo, querido lector) con baile, picada, fernet, amistad y un lugar que te transporta en el tiempo… Nos tomamos fotos, saludamos a los dueños y al salir de nuevo me encanto con el cielo amplio y algo nuboso… De ahí partimos a un café nuevo, nos sentamos en la calle y siguen las carcajadas, les digo: me siento con Roberto Carlos-. Mercedes es pueblo chico y desde que subimos al auto y más en la terraza del café, Mabel no para de saludar o más de alguien va y la saluda, lo mismo sucede con Tito… Entre ambos deben andar por el medio millón de amigos…

La tarde de domingo termina plena, con la Luna casi llena asomándose y un buen tiramisú que hace rato buscaba; también con risas,  amistad,  generosidad y sorpresas de una ciudad que aún conserva sabor y tradiciones propias, gracias a gente muy especial. Salud y Gracias!

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Cerrando el 2012: GRACIAS

espiralfractalMmm, no sé exactamente cómo describir el 2012 que hoy cerramos y que ahora recapitulo bajo el sol tibio de la playa Las Cruces, en la costa central chilena, mientras se adelantan los preparativos para la noche y cena de Año Nuevo…

… A ratos me quedo maravillada con los regalos que recibimos. En otros momentos se me aprieta la garganta de tristeza por ciertas cosas que muchos como yo estamos viviendo. En medio de todo me siento privilegiada. En ocasiones me saltaría un par de capítulos del año que preferiría no haber experimentado. Me arrepiento de más de una cosa. Me quedé con ganas de otras… Pero al final de las cuentas personales, grupales y universales, sólo me sale uno de mis mantras favoritos de este tiempo: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS…

Volviendo a la descripción del año, se me cruzan las palabras crecimiento, conexión, camino, limpieza, calma, vértigo, dulzura, recibir, amor, unión, separación, lecciones, despertar, risa, aprendizaje infinito y constante, gracias, creatividad, logros, ayuda, soltar, duelos, vida, reencuentros…

Desde este espacio, te digo que si nos reímos juntos y compartimos momentos de amor, amistad y colaboración, lo agradezco. Que si nos enojamos o distanciamos, lo agradezco. Que si nos hicimos daño y ya no tenemos nada que ver, lo agradezco. Que si me ayudaste, lo agradezco. Que si pude serte útil, lo agradezco…. Todo estuvo bien. Todo es perfecto. Todo me(nos) sirvió para seguir creciendo. Todo me enseñó. Todo es como tiene que ser. GRACIAS. Y si aún queda algo opaco entre nosotros, que se limpie definitivamente, e igualmente, sigo dando gracias por la experiencia. La vida es demasiado sabia, no dejo de sorprenderme y de confiar aún en medio de cosas poco agradables…

No sé lo que viene en este 2013. Tampoco siento necesidad de saberlo. No iría a la consulta de tarot ni carta astral en este momento. Necesito estar presente sin información adicional, (re)descubriendo mis propias certezas en un camino nada fácil pero bellísimo. Sólo intuyo que tendré que seguir soltando ciertas situaciones que ya no son placenteras aunque aparentemente son muy seguras, y que eso además del miedo puede doler y provocar rechazo; la vida, como siempre.

Lo que sí sé del 2013 es que podemos hacer más magia que antes: podemos generar notables cambios internos que se traduzcan –pronto- en liberación, crecimiento, alegría, conciencia y tantas otros beneficios.

Y mientras escribo la última nota del 2012, el sol tibio cae en mis pies descalzos y los pájaros en los eucaliptos al atardecer parecen anunciar alegres la venida de lo nuevo, un tiempo inédito donde mis únicas expectativas –por ahora- son seguir creciendo y aportando… Todo está bien. Todo es perfecto. GRACIAS… Y ¡Bienvenida la luz del 2013 disponible para el corazón y la conciencia de todos! … Como me lo recordó recién un amigo: a Crear, Confiar y Compartir. A ver cómo nos va en nuestras aventuras del nuevo año… Al menos desde este blog supongo que compartiré unas cuantas… Nos seguimos encontrando. Un gran abrazo agradecido… Y, de regalo, una imagen-amuleto para los desafíos de los meses que se asoman:

mata

Señales de los nuevos tiempos (Primera parte)

«Buen día, amiga. Te llamaba para decirte que en Mucho Gusto estarán unos monjes tibetanos. Un abrazooo» -me dice la bella y sabia Camila por mensaje de texto al celular. Pa’ variar no alcancé a contestar (últimamente me pasa bastante), figuro a media mañana entre el mate, tostadas de pan integral con aceite de oliva y orégano, el compu con varios correos pendientes. Luego de eso me sentaré a mirar los últimos detalles de la carta astral de un pequeñito de meses, cuya mamá quiere conocer qué dicen los astros sobre el camino de su tierno primogénito.

El mensaje se refiere a un programa matinal que no veo de un canal que no miro. Por vibra, por onda. Porque originalmente estaba (acaba de cambiar de dueños) orientado a los estratos bajos de Chile en manos de gente del Opus Dei (con sólo escribir esto siento energía arcaica y rígida) -grupo religioso lamentablemente con mucho poder en el país, pero, bueno, para algo y por algo será- que desde que lo crearon se dedicaron -seré tajante en el juicio- a aturdir a su público con «pan y circo», con tal que nadie tome conciencia sobre las cosas importantes e injustas. Encima este programa del que me habla mi amiga estaba conducido por un ser con una risa nada agradable y una energía que, al menos para mí, está lejos de ser simpática e interesante… Pero hace un rato en este canal hay una periodista que hace buenas cosas sobre estos tiempos nuevos potenciados ahora en 2012.

Entonces, luego de tomar mi mitad de desayuno (la primera parte fue fruta), pongo la tele y nada. La cambio, hay una aguda psiquiatra que me cae bien hablando de las burlas de un comediante chileno, de su agresividad y de los riesgos de este gesto tan común por estas tierras. De hecho, en el último programa en radio Cooperativa hablamos sobre cómo manejamos la rabia los chilenos, a raíz de repetidos actos de matonaje de una «modelo» en un reality. (Ya retomaré esto en otra nota, pero el programa de radio se puede ver aquí).

Sigo con lo mío con la tele de fondo y de repente me acuerdo y cambio el canal. Me quedo pegada: ahí están cuatro monjes sentados con un traductor y los conductores de atentos. Conversan un poco, y luego hacen una «bendición-purificación» con las luces del estudio más bajas y quienes trabajan tras las cámaras se acercan al ritual…. Me transporto a mis años en el budismo, los retiros y enseñanzas con lamas, los sonidos, los mantras, los mudras, la meditación, la energía y la típica sonrisa tibetana de los lamas, mezcla de inocencia y sabiduría… Me vibra el corazón y se me asoma la lagrimita no sólo por los recuerdos, también por constatar el poder de estos tiempos… Cuándo iba a pensar que esta mirada tan despierta de la vida, con énfasis en bajar el ego, llegaría sin más a la TV local (paraíso del ego nuestro de cada día) a dar un mensaje y a abrir nuestra energía… La ceremonia termina en un silencio -gesto casi desconocido en TV- y luego con el hablar profundo y gracioso de uno de los lamas: «Paz y felicidad es lo más importante, pero no pueden comprarlas. Acá tienen muchos comercios (y nombra dos supermercados entre cierta incomodidad de los conductores por la mención) pero ninguno vende paz y felicidad, para eso necesitan practicar dentro de la mente y para eso nosotros ayudamos con enseñanzas»… Bello. Luego de eso, me quedo en silencio y retomo la carta astral que comencé la tarde anterior.

El día sigue con el placer del viento de primavera en la cara, el encuentro inesperado con dos amigas en la calle, dos lecturas de tarot, y la «carta astral infantil»… Le hablo a la madre sobre su pequeño, le digo que ambos compartirán un mundo espiritual o muy sutil, que están conectados desde ahí y de otras vidas… En medio de la interpretación ella me dice: es que yo practico meditación budista tibetana…. ¡Las sincronías! -justo lo de la mañana, se me cruza por la mente aunque no se lo digo a ella porque seguimos con otros temas, pero ella lee este blog así que se enterará igual, e igual le comento que yo también pasé por el budismo como práctica espiritual y de meditación; y de lo que se trata ahora es de espiritualizar la vida: la comida, las relaciones, el trabajo, el cuerpo, la mente, las emociones, los placeres, las compras… todo lo cotidiano. Ya no hay que irse lejos o hacer algo en específico, la conexión espiritual está «en la calle», en el día a día y la forma ya no importa y podemos aportar desde donde estemos sin separarnos del mundo… Lo importante es la intención, la constancia y el observar tanto nuestro ego como nuestros regalos o ámbitos luminosos para entender que forman parte de las experiencias de nuestro mágico mandala llamado Vida en esta Tierra.

De tarde paso a un oasis en Santiago, el Centro Cultural de Las Condes, con sus añosos árboles, sus jazmines que me transportan y el ruido de los niños jugando en los prados. Otro regalo del día. Antes de irme a la cafetería a escribir me siento bajo un árbol con la espalda apoyada en él y le pido que, por fa, me purifique, que se lleve el cansancio y el agobio y que lo transforme en luz en el centro de la tierra… Me quedo tranquila, riéndome con los chicos que juegan y se mojan con una de las regaderas que gira… ¡Qué buen día, este!

En el patio de la cafetería escribo, sigo respondiendo mails y llamadas, con un sandwich con queso de cabra y un té verde… Después de un buen rato llegan Patricia May y Sergio Sagüez, mis «profes» en un seminario estos días: «Transformación personal para un mundo nuevo», nos saludamos y compartimos el patio con brisa y sol… Cuando se acerca la hora del inicio me voy a la clase y aparece una amiga que conocí el 2011 acá mismo en un taller de interpretación de sueños con otra gran profesora. A la clase hasta se suma mi hermana pese a sus dificultades para llegar a tiempo dado su trabajo.

El día termina entre risas, con noche de Luna Llena en Tauro, caminata y buena compañía… De camino a casa retrocedo y recorro no sólo los regalos y sincronías de este día que para mí son tremendo tesoro, sino también el buen sabor de boca que dejan las señales de estos tiempos nuevos, «tiempos integrales», como revisamos en la clase de esta tarde… Tiempos finales también, pues al fin está terminando poco a poco el predominio exclusivo del ego y la racionalidad para darle también espacio -merecido e imprescindible- a la intuición, la sabiduría, el cuerpo, lo ancestral… Al fin!! Qué privilegio que seamos testigos y protagonistas de esta transición planetaria que cruza todos los aspectos de nuestra vida…

Hasta la próxima, porque las señales no paran… Qué bien!

Noche de Luna en Tauro desde Santiago de Chile

El Año de Cambios en las Relaciones

Me llegó esta nota y la comparto porque muchos lo estamos viviendo, en distintas intensidades este 2012… 

Por Jim Self,  25 de Agosto de 2012

¿Cómo experimentas las relaciones?

¿Has notado que el mundo que te rodea parece ser diferente?

¿Te estás dando cuenta de que la gente se está relacionando contigo de otra manera? ¿O que al comunicarte con ellos u ofrecer tu ayuda, ellos no parecen poder escucharte ni aceptar lo que tienes que decir?

¿Has notado que tu relación con tus amigos y otras personas ya no es tan interesante como alguna vez lo fue?

Muchas personas están percibiendo enormes cambios en sus relaciones, algunos de los cuales no son nada fáciles de enfrentar. Aunque somos conscientes del “Cambio” y se nos está preparando para las transformaciones, estamos, no obstante, teniendo estos mismos desafíos.

Muchos de nosotros también nos encontramos preguntándonos cómo podemos cumplir con nuestro rol de sanadores, maestros y líderes, cómo podemos ayudar mejor a quienes nos rodean, y cómo podemos poner un límite conscientemente (y amablemente) cuando quienes nos rodean están eligiendo quedarse atascados y dormidos.

El Cambio que todos hemos estado esperando ya ha llegado y se está expandiendo rápidamente dentro, a través y alrededor de cada uno de nosotros. Está en proceso de cambiar todo lo que conocemos y, muy particularmente, cómo conocemos y cómoexperimentamos lo que conocemos.

Los aspectos más fundamentales de este Cambio van a ser muy personales. El enfoque principal de estos aspectos es redefinir y transformar la forma en que percibimos, comprendemos y nos relacionamos  con cada aspecto de lo que es externo a nuestra percepción consciente. Tu sentido de las relaciones nunca volverá a ser el mismo a medida que el Cambio progrese a través del 2012. Cuando pensamos en la palabra relación, pensamos en amantes, marido-y-mujer, hijo y padre/madre. “Yo en relación contigo, yo en relación con mis amigos, compañeros de trabajo y aquellos a quienes amo, así como aquellos que no me gustan”. Pero hay mucho más en la forma en que hemos llegado a percibir y entender nuestra relación con los demás.

Cuando el Creador dijo: “Vayan al extremo más lejano del extremo más lejano para que yo me conozca en mi plenitud”, tú corriste al frente de la fila diciendo: “¡Envíame a mí!” Lo que el Creador en realidad estaba diciendo era: “Yo deseo conocerme a mí mismo en relación a todo lo que me rodea.” Pero a través del tiempo tal como lo conocemos, nuestra comprensión y demostración de esa relación ha cambiado a algo considerablemente diferente. Hemos llegado a conocernos a nosotros mismos no por cómo nos percibimos nosotros mismos en relación a lo que nos rodea, sino que hemos aprendido a percibir nuestra relación con todo lo que nos rodea basados en lo que quienes nos rodean piensan de nosotros.

Por ejemplo, puede que a mí no me interesen para nada las camisas rojas, pero todos mis amigos llevan camisas rojas porque es lo que está ‘de moda’. Así que renuncio a miseñorío, y niego mi propia alineación con lo que es mi verdad para poder encajar, para hacerme uno con y ser aceptado por aquellos que están fuera de mí que están expresando lo que es correcto e incorrecto, bueno y malo, y lo que yo debo y no debo hacer, y me pongo mi camisa roja.

Desde el momento en que tomamos nuestro primer aliento hasta el momento en que exhalamos el último, estamos condicionados para definirnos y medirnos a nosotros mismos por una sola cosa: nuestra relación con todo lo que está fuera de nosotros. Somos sistemáticamente entrenados y condicionados por aquellos que nos crían y atienden, para entrar en una “realidad de consenso”, o “acuerdo grupal”, que muchas veces no tiene nada que ver con quienes somos, y todo que ver con las costumbres y sistemas de creencias que condicionaron a nuestros padres y abuelos, que a su vez fueron influenciados por la sociedad en que ellos se criaron.

La realidad de consenso es una influencia muy poderosa. Ella estructura nuestra relación hacia y con todas las cosas fuera de nosotros. Más importante aún, condiciona y limita severamente nuestra comprensión de la relación que tenemos con nosotros mismos.

Desde la primera infancia, aprendemos que lo que el mundo externo piensa de nosotros es más importante que lo que cada uno individualmente pensamos de nosotros mismos. A medida que crecemos, lo que pensamos y creemos, y cómo actuamos, respondemos y nos comportamos en nuestra realidad de tercera dimensión, es influenciado, formado y moldeado por lo que está fuera de nosotros. De ahí que casi todo acerca de nosotros, desde nuestras actitudes y hábitos, gustos y aversiones, hasta nuestras elecciones de carrera y aspiraciones, tiene su fundamento en este acuerdo grupal: “Así es como se hace; esto es lo que es aceptable e inaceptable”.

Imagen de Libra, el regente de las relaciones en Astrología

Hemos aprendido a sentir los pensamientos y sentimientos de otros y buscar la aprobación de quienes nos rodean antes de actuar. Hemos aprendido a “probar las aguas”, sin expresar plenamente nuestros propios pensamientos sin antes verificar para determinar la aceptabilidad de lo que otros tienen que decir. Hemos aprendido a leer el lenguaje corporal de los demás para discernir si es seguro expresar nuestros propios deseos, esperanzas y sueños, antes de poder proceder sin miedo. Sin darnos cuenta, prácticamente hemos construido nuestro sentido de identidad basados en las opiniones y aprobación de los demás: “¿Estoy bien? ¿Me apruebas? ¿Soy aceptable a los ojos de la realidad de consenso?”

¡Todo esto está a punto de cambiar!

Contrariamente a todo lo que se te ha enseñado a creer, las relaciones NO tienen que ver con lo que otros piensan de ti. Aunque ésta es una Verdad fundamental que intelectualmente conoces, estás a punto de percibir esto desde una perspectiva significativamente expandida. A través de esta comprensión, vas a descubrir que tu relación interna contigo mismo es la relación más poderosa que puedes tener. Desde esta ventajosa posición, todo lo que está fuera de ti se convierte en un regalo con el cual relacionarte en tus propios términos.

Como muchos de nosotros nos estamos dando cuenta, hay dos grandes olas de Luz dentro del Cambio que están propiciando una transformación dentro de cada uno de nosotros. La Primera Ola de Luz está despejando nuestros viejos patrones de memoria y los sistemas de creencias de la realidad de consenso que no son compatibles con nuestro bienestar. Esta Ola está desestabilizando y disolviendo todo lo que no está alineado con nuestros patrones internos de bienestar y nuestra relación con nuestras propias verdades. Está aumentando nuestra capacidad de mantener un alto cociente de Luz, proporcionándonos la oportunidad de acceder a más información, mayor sabiduría e iluminación de lo que ya sabemos, pero hemos olvidado.

La Segunda Ola es una vibración de Luz de mayor dimensión que nos está proporcionando la oportunidad de adentrarnos en la certezapoder personal y mando, y lograr unequilibrio. Esta ola también está propiciando opciones y oportunidades para co-crear, coexistir y cooperar sin los juicios y opiniones de correcto e incorrecto, bueno y malo y lo que debes o no debes hacer.

Este Cambio de conciencia está activando un Despertar. Y en el proceso, incontables millones están experimentando cambios importantes en sus relaciones. Muchos están empezando a darse cuenta de que ya no pueden relacionarse unos con otros en la misma forma de siempre. Se nos está dando la oportunidad de percibir las “relaciones” con ojos diferentes y, al hacerlo, estamos ganando las llaves para liberar muchas vidas de condicionamiento que nos han impedido poder distinguir entre “QUIEN SOY” y “QUIEN NO SOY”.

Mientras se desarrolla esta transición, sin embargo, muchas personas se están sintiendo confundidas ya que todos sus puntos de referencia, todas las cosas que les habían enseñado a confiar, admirar y sobre las cuales construir los cimientos de sus vidas y creencias se están desestabilizando ante sus ojos.

Las instituciones establecidas de la tercera dimensión se están desmoronando. Las estructuras de la vida que nos alimentan, albergan y nos mantienen seguros están colapsando. De repente, estamos viendo que las mismas autoridades en quienes más creíamos, desde los sanadores que decían: “Ven a mí”, los maestros que han proclamado tener la Verdad, hasta los líderes que dicen: “Confía en mí”, y todos aquellos a quienes hemos acudido en busca de una guía, han construido sus casas sobre arenas movedizas.

Por difíciles que puedan ser tales cambios para muchos, es importante saber que HAY un propósito en todo lo que está ocurriendo. Ese propósito es cambiar tu relación con lo que está fuera de ti para alinearse con lo que está dentro de ti, pasar de depender de las verdades de otros a descubrir y fijar tu brújula con tu propia verdad. La primera Ola de Luz no está desestabilizando “lo que Tú Eres”, más bien, está permitiéndote eliminar “lo que Tú No Eres”.

Mientras esto ocurre, una segunda ola de Luz muy poderosa nos está proporcionando la oportunidad de re-cablear, reconstruir y recordar quiénes somos y de dónde hemos venido. La segunda ola está proporcionando la oportunidad de volver a llenar la copa, por así decirlo. Es dentro de la segunda ola que el reajuste de nuestro cuerpo emocional está siendo alterado durante el espacio del sueño de cada noche. Es a través de esta segunda ola que se está labrando tu nuevo yo más suave y gentil. A medida que se va eliminando “lo que no eres”, hay una relación renovada que se está recordando. Estás empezando a recordar la relación que tienes con el Corazón y el Alma; una relación que te permite pensar desde el Corazón y actuar a partir de la sabiduría del Alma. Es a través de esta relación que comenzarás a “conocerte a ti mismo”, y a realinearte con el Amor que eres dentro del Corazón.

Pero el amor es un concepto que es tan vasto que la mente racional no es capaz de percibirlo en su totalidad. Sin embargo, cuando empiezas a vivir el Amor en sus aspectos únicos, Aprecio, Gratitud, Bienestar, Belleza, Bondad, Gracia y Certeza se convierten literalmente en palabras vivas. Al internalizarse estas palabras vivas, comienza un cambio mágico, iniciando la activación del cuerpo de luz etérico vivo en el interior.

Éstos son los peldaños que construirán el marco para nuestro próximo nivel de ascensión.

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Traducción: MARGARITA LÓPEZ. ¡GRACIAS!