… ¿Cuántas vueltas las de enero, no? Parece que el segundo enjuague está con ganas sacándonos las últimas cosas pegadas y se asoma de a poco el centrifugado 2014… Aguante! … Marte (acción, fuerza, rabias) en Libra (relaciones, armonía, justicia) está que arde: nos tiene trabajando a varios en nuestros vínculos, en los límites -todo un arte- e intentando mantener un equilibrio interior que por estos días se desdibuja a ratos. También nos tiene muy activos mentalmente, a ratos con dudas y tomando decisiones repentinas frente a desafíos, que nos estimulan y nos recuerdan nuestra valentía. Y Venus (relaciones, expresión) asentada en Capricornio (energía material, esfuerzo) está en algo parecido: sorteando la aridez y la realidad pura y dura, aunque hoy ya se despeja un poco y vuelve a conectarnos con el disfrute, después de enseñarnos cómo relacionarnos mejor tanto con todo lo que consideramos valioso, incluido el dinero, como con aquellos vínculos que son parte de nuestra historia, y nos puso en frente el maravilloso ejercicio de hacernos cargo, situación luminosa que alivia y duele al mismo tiempo, como bien me lo recuerda un querido pasajero de este blog, Carlos, con su corazón y consciencia pulsando fuerte…
Y nuestra amiga sonriente, la Serpiente de agua se despide. Ella, que tanto nos obligó a mudar la piel, a despojarnos y a practicar el desapego, a renovarnos por dentro y por fuera, que tantos regalos nos dio para nuestra madurez y consciencia; bate su cola y su cascabel con alegría y nos pasa los últimos exámenes, a ver si realmente crecimos. Entonces nos pone temas ineludibles en frente, nos premia con sincronías inesperadas, manos que nos ayudan, respuestas a nuestras interrogantes… Ella deja su huella -o su piel- en la tierra para que el Caballo de Madera la olfatee y sepa en qué proceso estamos… Porque aquello pendiente aparecerá con relinches y todo…
…Este primer mes del 2014 y el último de la serpiente parece una buena fotografía de lo que serán los meses que vienen: hay tentaciones fuertes para que nuestro ego se quede pegado en conductas antiguas o evasivas en vez de crecer, cambiar de reacción, estrategia o actitud y así iluminar nuestras vidas… Hay un vértigo en el aire que pone muchas cosas por hacer y cuesta organizar los tiempos, junto a una impaciencia que nos jode y nos hace creer que tenemos que ir rápido… Hay señales poderosas y concretas de los temas que tenemos pendientes para que podamos trascenderlos (sanarlos)… Hay giros del destino que nos llevan a situaciones impensadas y estamos obligados a aceptar y flexibilizarnos… Y está -todo el rato- la consciencia colectiva creciendo de forma impresionante e irreversible, lo cual nos recuerda el tiempo mágico que protagonizamos, nuestro rol en éste y el privilegio de estar aquí y ahora, por doloroso o incómodo que resulte en ciertos momentos…

San Miguel de Allende
Órale
Aunque el destino me lo había propuesto varias veces antes, no había tomado su invitación hasta ahora… Sin pensarlo mucho le hice caso a la energía serpentina y aparecí en el DF, México, por unos días de enero… Sin ninguna expectativa me dejé sorprender y encantar por la palabra que más define -a mi juicio, desde la mirada en unos pocos días- a este país: intensidad; en estas tierras con tanta historia, sabor, color, tradición y extremos. Pero no me da para estar mucho en la agitación de la capital, así que después de subir las pirámides de Teotihuacán y visitar el Zócalo, Chapultepec y la basílica de Lupita (patrona de América y de este blog), alias -con todo respeto- «La Porfis», nos vamos al encantador San Miguel de Allende para recorrer las calles coloniales empedradas y empinadas, y bajar el ritmo de este tiempo que a muchos nos tiene cansados, pues no hemos podido parar… Una noche fría, después de ver el atardecer desde lo alto y bajar por el parque Juárez, entro de curiosa, y animada por un vecino amable que me dice: «pásele no más, señorita, si está abierta la parroquia», a una pequeña iglesia de piedra encumbrada en un rincón del cerro con una plazuela dura rodeándola… Yo me quedé escuchando unas voces, por eso el vecino me dice de entrar… Entonces avanzo y, además de ver a la omnipresente Lupita en el altar aún adornado con motivos de Navidad, me quedo admirando la belleza del alma de tres personas (una en la puerta) que rezan y cantan el rosario con dedicación, mientras mis ojos se ponen vidriosos de emoción -y liberación de recientes dolores- al ver la escena colorida y oír el canto vibrante que eriza la piel…

Aunque puede ser una escena recurrente en América y otras tierras, no todos los días se palpa la devoción, la pureza y la entrega con esta simpleza que sobrecoge en el silencio de la noche… El paseo continúa con regalos, como una fiesta en el pueblo que pasa de música docta a los clásicos mariachis cantando en el zócalo de San Miguel, al costado de la imponente catedral: «Si nos dejan», «México lindo y querido» y otras, que pese al frío, cientos de personas corean y aplauden. Y muchos nos quedamos hasta el final porque el espectáculo cierra con fuegos artificiales muy abundantes, al estilo charro, mientras me río y disfruto todo lo nuevo, junto a más turistas (mucho gringo de viaje y avecindado) que le tememos a las «chispas pirotécnicas», mientras los mexicanos ni se inmutan y sólo gozan el espectáculo bien de cerca y con mucho ruido…

El zócalo de Taxco se llena de música y colores
La aventura seguirá un par de días después por Taxco, ciudad blanca y platera, que de nuevo nos sorprende con una fiesta local en que eligen reinas y la ciudad se llena de colores y procesiones que mezclan influencias españolas y otras originarias y aparecen hasta vaqueros en el zócalo que se revoluciona con el movimiento. Antes tuve una buena charla con un señor que vende cuarzos y con quien echamos bromas pues me toca regatear el precio y cada uno va por lo suyo, hasta me ofrece almuerzo si quiero, jaja, y no me cree que vengo de Chile porque no me encuentra acento, mientras saboreo un jugo de naranja-mango recién hecho en el mercado municipal… Al día siguiente regreso al DF y disfruto el museo-casa de Frida Khalo y un par de mercados de comidas y artesanías vibrantes de identidad…
En medio de todo recorro el año de la serpiente y todos sus movimientos, sus regalos y dolores… Sus giros. Su rapidez, su intensidad y energía implacable y me pregunto si aún quedará algún coletazo serpentino… Al llegar a Chile el gran tema es un fallo sobre límites marítimos de Chile y Perú que se decide en La Haya. Lo siento pero no puede interesarme menos el tema, no me da ni para eZzzcucharlo, me parece demasiado antiguo y puro ego pegado… Creo que puede servirnos para aprender lo que no hay que hacer, menos en estos tiempos…
Cabalgar con equilibrio
En Santiago la agenda se llena entre cartas astrales, encuentros con los amigos en tardes de verano en distintas terrazas de Providencia, los últimos e imperdibles capítulos de mi fanatismo televisivo del año: la telenovela Avenida Brasil, que le pone hasta su cuota de consciencia al final entre la victimaria (I love Carmina) y la víctima; sesiones de canalización y terapia… Recién puedo sentarme un poco el último viernes de enero al final de la tarde, antes de ir a encontrarme con otra amiga a otra terraza…
Siento que más allá de a dónde nos lleve el galope del caballo de madera 2014, lo importante será mantener la armonía, el equilibrio interior, pues estarán pasando cosas importantes y desafiantes. Por eso -como la vida- habrá momentos para cabalgar, otros para bajar el ritmo y otros para detenerse a pastar y eso habrá que respetarlo si queremos salir airosos. Miro la carta de ingreso del año, la tarde de la Luna Nueva en Acuario y me parece que es un año de mucha sanación; que nos propondrá -quizá nos obligue a- generar giros en nuestros caminos de vida y carrera laboral que nos contacten tanto con la libertad como con la autenticidad; que nos instará a aprender a relacionarnos con más profundidad y gozo; que nos regalará la decisión de conectarnos con la abundancia y la fe en la Vida; y, como me lo señalan hace rato, tendremos que iluminar nuestras emociones dañinas que nos tironean y nuestros hábitos evavisos tan seductores para que aterricen y se vuelvan prácticos y no nos saquen del centro donde está el bendito equilibrio y la conexión con lo sagrado…
A ratos el caballo nos pedirá domar actitudes, y en otros liberarnos del ensillado para volver a nuestra esencia pura y libre… Y frente a explosiones, derrumbes y movimientos de tierra, tendremos que estar muy despiertos para saber qué hacer en vez de huir despavoridos…
Ahora comenzamos los nuevos senderos de un año apasionante, que viene a ser el cuarto de un bellísimo ciclo de crecimiento que está sacando lo mejor de nosotros. Con cabalgata o trote podemos comenzar a cosechar, explorar otros caminos, disfrutar del pasto y de la sombra, y encontrar buenos compañeros de aventuras. Depende de nosotros, de nuestra constante conexión con el corazón, qué lograremos conquistar, cómo y para qué… Estaremos muy guiados y acompañados si abrimos los ojos del alma, y tendremos que recordar sacudirnos los pesos o las moscas del lomo, además de reírnos mucho de y con nosotros…. Aquí vamos otra vez… ¡Partieron!

Tomada el verano 2012, al bajar del Morado, zona central de Chile
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