Honramos al Otoño en Santiago: 20 de marzo, a las 20 hrs

Enriqueta sol de veranoEl Sol de verano comienza su despedida y se asoma el Equinoccio que, en el Sur del mundo, marca la llegada nada menos que del señor Otoño; un tiempo que a muchos los deprime, mientras que a otros los encanta. Como sea, en los países con estaciones marcadas, los colores cambian y el aire se siente más frío poco a poco, así como la luz de día disminuye…

Lo mágico y sincrónico es que nosotros, que sin duda somos parte de la naturaleza, también lo hacemos. Nuestros colores y ritmos interiores cambian. Entonces, este 20 de marzo, fecha en que se produce el Equinoccio de Otoño 2013, muchos decidimos hacer un alto y celebrar tanto la despedida al Sol de verano, como la llegada de un tiempo más interior y cambios casi obligados del Otoño. Es, además, el inicio del mes de Aries, tiempo de iniciativas, arrojo, fuerza y sorpresas.

Por todo esto y porque ya es tradición, realizamos en Santiago (y próximamente, el 6 de abril en Mercedes, Bs. Aires, ojo) un mágico Ritual para ponerle energía al año laboral y escolar 2013, de la mano de la vibración otoñal. Todos son muy bienvenidos y no hace falta saber nada previo ni adherir a nada en específico para asistir a un momento de conexión, sanación, energía y festejo, donde podemos limpiar pesos de este tiempo agitado y dejar espacio libre para lo que viene, junto con elevar nuestra conciencia en este especial año.

Para quienes vienen desde antes, les cuento que esta celebración de Otoño, trae más de una innovación. Primero porque ningún ritual es igual a otro y siempre son momentos de conexión con el alma y con la Tierra, que tanta falta nos hacen, por lo tanto surgen de acuerdo al momento previo y también al grupo que llega ese día. Segundo, antes, en el intermedio y después nos visitará un «stand» del emprendimiento amigo: Flor de Almacén (que pronto estrena facebook y página), que estarán con sus joyas de plata y tejidos a mano, vendiendo accesorios otoñales, así que traiga su billetera si quiere iniciar con glamour el otoño. Y lo último es que, dados algunos gastos logísticos (arriendo y otros), esta vez el Ritual tendrá costo, por la módica suma de $1000 (a luca el ritual!, jaja) + algo comestible y/o bebestible para compartir. Y si alguien no puede pagarlo, pero muere de ganas de venir, llame ya al directorio organizador, es decir a mí misma, y lo conversamos o viene a ayudar minutos antes y todo bien. Recuerde también traer su cojín o silla plegable, o banco de plaza si quiere. Hay sillas en el salón, pero no demasiadas.

Acá, entonces, les dejo toda la información y ante cualquier duda deje su comentario más abajo, o llame o escriba a los datos de contacto. ¡Abrazo de fin de verano y a confiar en nuestros caminos nuevos con la energía del otoño!

camino otoMIÉRCOLES 20 DE MARZO, RITUAL DE OTOÑO EN SANTIAGO

CUÁNDO: Miércoles 20 de marzo, a las 20 hrs (puntual). El ritual dura dos horas con un intermedio de 15 min. Si viene atrasado, llegue no más, pero la idea es respetar el tiempo por quienes trabajan-estudian temprano al día siguiente o se van en metro.

DÓNDE: Salón de eventos CARLOS ANTÚNEZ 1960, entre Marchant Pereira y Pedro de Valdivia. Metro Pedro de Valdivia, Providencia. Hay estacionamiento ahí mismo, o por Marchant Pereira y también en Barros Errázuriz.

CUÁNTO: $1000 + algo comestible y/o bebestible para compartir. Eso sí, evitar galletas, dulces y bebidas cola, porque la idea es elevar nuestra conciencia, no aturdirla con excesiva azúcar en este día. Y otra cosa: acá somos ecológicos, así que NO compramos vasos desechables, por lo tanto traiga su propio vaso de casa u oficina y todos somos felices. Si no puede, tendrá que usar su personalidad y pedir uno prestado entre los asistentes que, como son generosos, le dirán que sí con una sonrisa. Ah, y traiga su cojín, piso, silla plegable o lo que tenga a mano.

CÓMO: Si puede confirme asistencia a nuevaji@gmail.com. Si se decide a última hora venga sin aviso ninguno, el destino no se equivoca. Si quiere más info escriba también o llame al 9. 084 20 67.

PD: Venga un poco abrigado porque es al aire libre y el señor Otoño se las trae!

¡El otoño nos espera y nos anima a soltar pesos,

así que venga el 20 a las 20, con su corazón dispuesto para recibir la nueva energía del Sol, el Cielo y la Tierra!

En marzo, se asoman los Rituales de Otoño

DSCN0651Lectores de aquí y allá, seguidores todos de este blog, les escribo rápido pero con certeza desde la energía del primer día de marzo 2013 para contarles que ya se asoma, poco a poco, el equinoccio de Otoño, a este lado del planeta.

Entonces, para recibir la energía de dicha estación y conectar con la fuerza del Sol en Aries, que tanto la necesitamos al retomar nuestras labores, los invito al RITUAL DE OTOÑO 2013, esta vez por partida doble. El primero, el miércoles 20 de marzo a las 20 hrs, en Santiago de Chile, Providencia (desde donde fue tomada la foto de esta nota). Pero, como la vida regala sorpresas, habrá otro más. El segundo Ritual será en… Mercedes, provincia de Buenos Aires, probablemente el sábado 6 de abril a las 18 hrs (ya les confirmaremos vía Susana Arley y por esta misma página los detalles).

Así que si quieren participar  vayan reservando su agenda, mientras entre todos juntamos ganas, abrimos nuestras mentes y corazones para hacer de estas dos fechas bellos espacios de sanación, unión, conexión y alegría! Ahora, a respirar cada día de marzo y sentir la fuerza del Sol, que despide el verano lentamente. Un abrazo y ya publicaré más detalles de cada Ritual!

Chau, Otoño. Adelante, señor Invierno

RITUAL PARA EL SOLSTICIO DE INVIERNO: 20 de junio 2012

… Todavía hacía calor y andábamos en sandalias cuando hicimos el Ritual de Otoño. Nos juntamos alrededor de 40 personas a celebrar entre hojas amarillas caídas de los árboles, velas y comida la llegada del Otoño, el 20 de marzo pasado… La palabra central de ese ritual fue…. Desapego… Y vaya que lo hemos vivido, ¿no?

Hoy, en medio de este 2012 intenso, miro los últimos tres meses y además de cansarme un poco recordando todo lo hecho y vivido, de sentirme bendecida por tantos regalos, de arrepentirme de más de un par de cosas hechas (más en la forma que en el fondo), de valorar lo aprendido; de agradecer por tantas oportunidades, lecciones, protecciones; de tener ciertas convicciones más claras para el tiempo que viene… Me siento más conectada con la Tierra, con su energía y sus ciclos…

Para muchos que vivimos el ritual o que saben de qué se trata este ciclo y este año, e incluso para los más desconectados, efectivamente el otoño 2012 ha sido un tiempo de desapego obligado o voluntario de nuestra comodidad, de ciertas relaciones, de situaciones… Este año se vive intensamente, todo pasa rápido, todo se nos muestra fuertemente y no podemos evadir las limpiezas (quiebres, duelos, desengaños, revelaciones) que impone la fuerza de la vida en pro de nuestra evolución personal y colectiva. No hay medias tintas con el 2012, no te puedes auto-mentir, no puedes desobedecer las señales porque vendrán con más fuerza a recordarnos lo que está bien y lo que está mal en nuestro presente…

Y ahora escribo esta nota con la lluvia matinal de fondo, mientras tengo el privilegio de estar abrigada en mi cama desayunando fruta, sopaipillas (tradicional masa frita salada hecha con harina y zapallo naranjo) de La Totó (hasta ahora mis favoritas en Santiago después de las de mi madre) y café guatemalteco León, el que más me gustó en la visita por Guate, puesto que no es ácido, una de las razones por las que no tomaba café hace meses… Entonces miro por la ventana y me viene paz, alegría; no por nada magnífico ni ultra especial, simplemente vienen…

…¿Por qué celebrar la llegada de una estación oscura, fría, húmeda, gris?

¿Por qué alegrarse por la llegada de un tiempo al que muchos temen o rechazan?

¿Por qué reunirse a sentir la energía invernal?

… En muchos países del sur del planeta hace frío y bastante. Recuerdo un inicio de invierno que viví en Montevideo, donde nada te salva del viento helado y los amigos extranjeros que se quedaron a vivirlo completo (yo me vine a Chile y regresé en Primavera) me contaban que apenas sobrevivieron… Claro, es que el invierno es más crudo sin calor de hogar y, en ese tiempo, vivíamos en un hostal re buena onda, que ofició de casa, con su chimenea y gente bella, pero el hogar es el hogar… Digo, ese espacio cálido que te auto-construyes o que te permites vivir, en el cual está tu sello, tu energía, donde hay espacio para el alma y el silencio y, sobre todo, para ser tú mismo…  Ese nido donde estamos protegidos… Ese espacio íntimo que a veces tiene forma física pero que llevas dentro una vez que creces y aceptas que lo material está en permanente cambio…

El hornero, ave del sur de América, de canto intenso, se toma su tiempo para construir su especial nido

Bueno, creo que esta paz y alegría por la llegada del invierno es, precisamente, por la oportunidad de estar más conectada con mi hogar… Hace unos días, en el avión desde Panamá de vuelta a Chile luego de la aventura maya, mi vecina de asiento, una guapa señora mayor, nos  dice –no hay casualidades- que es uruguaya –yo abro mi sonrisa y mi energía con entusiasmo-, pero que ya se siente chilena, pues lleva más de 30 años en Chile… En el vuelo, a ratos conversamos de su país –que ya le aclaré me encanta-, de sus viajes y de su nueva vida, ya que hace poco se cambió a una casa más cerca de la cordillera y está feliz de sentir más la naturaleza; también hablamos de Panamá y me cuenta que el calor es tremendo y que está muy contenta de regresar al frío santiaguino. “Es que a mí me encanta el invierno” –me dice. “¡A mí también!, aunque  no es muy popular nuestro gusto porque toda la gente prefiere el verano” –le respondo. “No, a mí me encanta el frío, la lluvia, usar cosas de lana, abrigarme, cocinar; hago sopaipillas, sopas…” -agrega.

Sip, pienso, eso es el invierno: abrigo, cuidado, búsqueda de calor, recogimiento…

Por eso lo celebraremos como se merece. Por eso le damos la bienvenida a un tiempo un tanto incómodo pero sanador, un muy buen espacio para profundizar en nuestra vida y el año que estamos construyendo. Por eso organizo un Ritual para este 20 de junio por la tarde, aunque llueva o truene, pues para el señor Invierno eso del “mal tiempo” no es tal… Encima cuando él llega se nota y no se puede desoír su llamado…

Así que si usted es pasajero habitual de este blog o si venía pasando por aquí y se interesa, lo invito al Ritual de Invierno que celebramos este miércoles 20 a las 20 hrs, en el salón de eventos de CARLOS ANTÚNEZ 1960, Providencia. Se piden, eso sí, algunos requisitos:

    • Buena energía
    • Flexibilidad
    • Introspección
    • Mente amplia y espíritu abierto
    • Puntualidad: llegue antes, se toma un té, come algo y comparte con gente invernal
    • Un cojín, un lápiz y su propia taza o vaso (este invierno es ecológico)
    • Algo bebestible/comestible para compartir que no sea Coca-Cola (que baja la conciencia) ni galletas dulces, ojalá (atrévase a innovar).

Y si no puede venir, celebre desde donde esté y a su forma, eso es lo bueno de estos tiempos: todo es bienvenido para conectarse con la divinidad propia, de la Tierra y del Universo, sólo hace falta la buena intención.

Desde acá, entonces, le damos las gracias al señor Otoño que comienza a dejarnos y que tantas hojas nos desprendió, y abrimos nuestras puertas para que don Invierno se instale en nuestras vidas… A ver cuánto aprendemos en estos meses fríos en medio del 2012. ¡Feliz Invierno para todos!

La noche del Solsticio de Invierno 2012 desde Santiago. Déle click si quiere verla más grande

Resfrío otoñal, ¡qué regalo!

Creo que disfruté tanto del inusual viento en Santiago el lunes pasado, que dejé que el frío me atrapara. El martes mi garganta ardía y mi nariz comenzó poco a poco a convertirse en gotera.

Entonces, después de almorzar ese día con una amiga en Bellavista, corrí a mi doctor favorito. El doctor Lee, médico tradicional chino, taiwanés en realidad. Lo único malo de su consulta es que queda en pleno centro y creo que ir hasta allá agravó mis síntomas. En fin.

Una vez ahí, con su habitual sonrisa, toma mi pulso y me dice en su «espachiñol»: «gadganta infamada, fiedbe… moco? tiene moco?».… Yo a todo respondo que sí. Lo único que aún no siento es «dolod de cuedpo». Muy resuelto me dice: «Aguja pala más dápido».

Me tiende en la camilla como siempre y examina mis manos, mientras aprieta mis dedos, y dice: «lespile», entonces pincha algunas de mis yemas y yo grito más de susto que de dolor. Él se ríe y me dice: «sacad sangue pala más lápido bajar fiebe y gadganta». Aprieta algunos dedos y supongo que saca sangre porque yo no puedo ver.

Luego me deja en la camilla con algunas agujas en las manos y en las piernas. Cuando las acomoda se siente una electricidad algo dolorosa y yo le digo: «¡Maloo!». Él sonríe sin inmutarse y me responde: «no, yo bueno» . Con sabiduría me recuerda que el dolor es bueno, porque está sanando; me dice que cambie la palabra, que ahora cuando ponga las agujas yo diga: «¡Bueno!». Lo hago, nos reímos y me felicita.

Mientras sigo tendida en la camilla, hablamos (tratamos de) un poco del karma, de budismo, del Tao y de no comer carne por «mala enegía: pollo, calne; menos», me dice. Efectivamente la fiebre y el dolor de garganta bajan; me relajo y siento el cambio de energía. Luego me da hierbas y me dice que coma cosas frescas, nada cálido ni picante.

Me voy con mis medicinas y llego a casa llena de síntomas de resfrío, pero feliz. Soy muy afortunada de poder ir a verlo, de que me espera una cama y comida,  y de poder quedarme acostada al día siguiente para recuperarme.

Qué sabio es el cuerpo. Él si sabe parar. No como yo (mi ego y el de muchos) que anda enchufado todo el día y con la agenda llena y paséandose con frío en vez de regresar a casa cuando pude hacerlo. Entonces, como yo no lo hice en mucho tiempo, él me dio la orden y dijo: «a descansar, a botar las toxinas y emociones acumuladas; no queda otra» … Y aquí estoy en cama, meditando a ratos, tomando litros de  té de hierbas, mirando por mi ventana si llega la lluvia, poniéndome al día con algunos correos, viendo las celebraciones de Chile y de Uruguay con el Mundial, comiendo frutas frescas y sopa, dejándome cuidar… Y de repente levanto la vista y el cielo del atardecer es un espectáculo alucinante: dorado, lila, naranja, rosa. Luego la luz comienza a irse, las nubes se vuelven más oscuras y avanzan hacia el sur. Lo disfruto, lo agradezco, lo dedico… Y, obvio, me levanto para tomar un par de fotos.

Aquí van algunas de las que tomé desde mi ventana sin siquiera levantarme. Gracias por tantos regalos!

Atardecer en Santiago

El cielo dorado y revuelto

Panorámica de un bello atardecer en Santiago

Se va el sol

Se va el otoño en Santiago

Es otoño en el Sur del mundo… Tiempo para soltar, dejar que se nos caigan las hojas viejas, permitirnos dejar aquello que está seco en nuestras vidas … Aquí hay un buen texto de la gran antropóloga Patricia May sobre esto y abajo un par de fotos que tomé estos días.

Mediados de mayo 2010

Mediados de junio 2010