Dolor&Amor unidos jamás serán vencidos

Lloramos bastante con las amigas. Nos encontramos las tres después de unos meses y cada una está en sus procesos de «muerte» literales y metafóricos. Una abandonó voluntariamente el éxito en Estados Unidos para venir a sanar física y emocionalmente acá, a Chile, desde el poderoso norte, donde se refugia hace unos meses alejada de la urbe, entre las montañas, donde ahora está dejando morir a la intelectual inquieta e independiente para permitir que nazca una mujer nueva que ya tiene otro brillo en los ojos y que no sabemos cómo llegará a ser porque está en plena metamorfosis. La otra amiga está en proceso de ser madre adoptiva por opción, no porque físicamente no pueda, sino desde la certeza de querer hacer una familia desde ese gesto; camino en el cual no sólo se encuentra con la burocracia y los requisitos algo absurdos pero necesarios del sistema, sino con sus propios miedos también. Recuerdo que lo decidió hace un tiempo cuando su padre enfermó grave y ella viajó urgente a verlo; y, en medio de la angustia por la muerte rondando, nos contó por mensaje de teléfono mientras la conteníamos, que quería adoptar a un niño. Fue muy emocionante y mi respuesta fue (además de felicitarla y sentir gran alegría por ella) : Qué bello es el dolor… Y tanto que huimos de él… Fue esa experiencia límite la que dio paso a su nuevo camino y activó mayor sentido a su trabajo y a otras decisiones… Y en mi caso, estoy acompañando a mi padre con una  enfermedad muy avanzada, desde las distintas dimensiones que esto implica: la de hija asustada, preocupada y frágil, la de mujer que sabe lo que viene y lo acepta, la del alma que también sabe qué rol le corresponderá tomar en este capítulo porque hace rato que los sueños, las señales y los guías avisan…

chocolate dessert fabric food

Photo by Pexels.com

Figuramos en un bar de chocolate, en una tarde fría precisa para esto, en medio del rico aroma y de las exquisiteces que probamos y que circulan por todas las mesas con el local lleno. Por suerte no amo tanto el chocolate -aunque me encanta que me lo regalen y saber que siempre hay alguno guardado en la despensa por si se asoma algún caprichito por la tarde- porque este bar está muy cerca de mi consulta y podría venir muy seguido; ja… Sentadas en unos sillones, conversamos varias horas y  cada una bota sus lágrimas al contar en qué estamos, espontáneamente nos tomamos las manos, nos abrazamos y compartimos eso que somos: el Amor puro y vibrante que nos habita, que sostiene lo que sea y que no duda en estar sin condiciones…  No casualmente las tres estamos en temas con nuestros padres y hemos hecho cambios importantes en los últimos meses.

Pareciera que cuando el dolor ronda este Amor se asoma con más fuerza. Claro, si te permites verlo, brindarlo y recibirlo. Aunque realmente siempre ambos están. En cada paso que damos. Suben y bajan su volumen, pero siempre están. La experiencia humana que transitamos viene con ambos como generosos acompañantes que nos guiñan un ojo, nos enseñan y abren numerosas oportunidades.

Es una tarde/noche entrañable, muy bella, que nos deja en una energía ídem en medio de las angustias… Vuelvo a casa muy plena y al mismo tiempo permitiendo que la fragilidad esté, porque ella quiere estar y no pienso -no se me ocurre- resistirme… Al día siguiente almuerzo con mi madre y nos acompañamos a cosas tan simples como pagar unas cuentas, comprar pilas, ir por una linterna, pasar por unos dulces para el té. Al almorzar hablamos de la muerte sin nombrarla. Vuelven a rodar lágrimas; después también vienen las risas porque nos gusta comentar qué comen en las mesas alrededor y cómo son los comensales… Unos minutos después cruzamos una avenida con mucha gente y una ciclista grita «¡Me robó el celular!», varios miramos hacia un tipo que corre y en medio del tumulto otra chica con ojos muy alegres y hablando por celular se asoma con otro teléfono en la mano y grita ¡Aquí, aquí, lo tengo! Nos detenemos en medio de la calle a ver la escena: le trae de vuelta a la ciclista el celular robado mientras ésta última la abraza y le dice «¡Te amo, muchas gracias, te amo en verdad, te pasaste!», y todos sonreímos emocionados en los segundos que dura el semáforo, al tiempo que ella nos cuenta a todos: «es que hace poco me robaron el mío igual, así que seguí al tipo y lo soltó». Todos estamos muy contentos. ¡Qué bello! ¿Verdad? Una vez al otro lado de la calle nuestra heroína continúa hablando con su madre al teléfono y le cuenta la historia… Sonreímos. Del brazo de mi madre, siento gran emoción y ternura; agradezco muy feliz estar en medio de este gesto de Amor, protección, conexión, sincronía, sanación y magia…

No casualmente -de nuevo- estos días en que casi terminamos el Taller de Astrología de segundo nivel, profundizamos en los tránsitos de Plutón (transformación, despojo, muerte, renacer, poder, psiquismo) y de Quirón (autoestima, fragilidad, sanación, rememorar, dedicación, terapeuta interior, comprensión), también hablamos de los niveles de consciencia y cuán distinto es vivir un desafío desde un ego sin trabajo alguno (desbordado, una personalidad básica o baja) a vivirlo desde mayor trabajo interior (conociendo a nuestro querido ego en gloria y majestad; en mayor conexión con el alma), en un mundo donde ambas posturas tienen que estar y convivir porque -lo he dicho ya- aquí nadie sobra y no todos vinieron a despertar, hay quienes vienen a estar dormidos y a permanecer en eso, lo cual es preciso y digno también…

bridge photography during daytime

Photo by Pixabay on Pexels.com

En estas semanas de cierre del otoño por acá y de primavera por el norte, donde nos preparamos para un Solsticio muy emocional y más conectado gracias al gran trino de agua entre Mercurio (mente), Júpiter (sentido) y Neptuno (empatía) en Cáncer, Escorpión y Piscis respectivamente, constatamos también la nueva energía uraniana taurina. Todo está más drástico e intenso, pero la vorágine se ha calmado un poco, ya el fuego alocado de Aries no nos tiene sobre estimulados ni tan impacientes ni tan yoístas (amén). La tierra de Capricornio y Tauro ahora nos tienen resolviendo, mientras Júpiter desde Escorpión y Don Satur desde la casa 10 nos ponen importantes temas enfrente para limpiar, asumir y construir ya no desde la prisa; ahora el paso a paso es vital; o lo aprendes o te frenan con ganas… Por mi parte, iré un par de días a la cordillera y aguas termales del centro sur de Chile para tomar fuerzas en lo personal y en lo profesional; porque el 7 de julio haremos esta Charla de Urano en Tauro en Curicó y luego me corresponderá preparar el Taller de Primer Nivel de Astrología que irá de agosto a noviembre de este año…

En esta semana pre Solsticio, mi cuerpo está tenso y cansado a la vez, como también mi alma está dulce y llena de Vida, la siento vibrante y muy agradecida… Recibo mucho Amor de distintos círculos y gestos, de bellísimos seres que me permiten dejar caer lágrimas, que me abrazan o me toman las manos, que me preparan un té, que me cuentan historias divertidas para reírnos un rato, que me dan sus mejores recetas para la pena y para el cuerpo, que me regalan chocolates con maracuyá y aromaterapia, que nos mandan luz y mensajes de los guías, que nos sostienen en su corazón, que preguntan de verdad ¿Cómo estás?, que aceptan que suspenda lecturas porque la Vida con todo su Amor y su Dolor unidos me requiere en otras cosas… Entonces me digo la misma frase que le dije hace un año a mi amiga: Qué bello es el dolor… Y tanto que huimos de él… Muchas gracias.

Desmalezar creencias para sembrar Vida

Estos días de estreno de Urano en Tauro no bajaron la intensidad pero sí la asentaron… Me cuesta escribir porque atravieso fragilidades de distinto tipo y mi energía está en otras cosas. E igualmente estoy muy agradecida de todo. Del amor y del dolor. De la fragilidad y de la certeza interior en que la Vida es como es y tiene de todo. No sólo colores rosas. Y fluye como tiene que ser, más allá de nuestras expectativas.

Y en medio de esto, comprobamos la nueva energía de tierra con la que contamos ahora, que nos insta a resolver, a soltar rollos y pataletas del ego para, en vez de esto, resolver. Lo hemos dicho: este tiempo es práctico. Y desde aquí, las cosas no son tan difíciles, pero es nuestro ego (mente, emociones, creencias, hábitos) el que tiene que comprender y sintonizar con lo nuevo para transitar el camino de cada uno y el camino colectivo del cual formamos parte. A los egos más dramáticos, fantasiosos, rígidos, controladores, ayudadores, puede costarles un poco más. Pero como sea, todos estamos estrenando un tiempo distinto que nos dice: menos es más, anda de a poco, cuida de ti, usa tu inspiración, conecta con tu alma y  con tu cuerpo, sé creativo, disciplínate, pide ayuda, sé auténtico, siente la naturaleza con sus latidos y colores, crece, acompáñate, juega, ama todas las experiencias, ama este Viaje.

Estos tiempos son un regalo. Todo pasa de forma más rápida y precisa que antes. Las respuestas y encuentros están a la vuelta de la esquina. Los perfectos desencuentros también, mostrándonos todo lo que ya no nos corresponde. Las soluciones en nuestro corazón y en los hilos de la Vida que aparecen cada día. La necesidad de quietud aflora más que antes como «mágica» solución a más de un tema…

Dejo esta nota en pausa y ahora que la retomo en un café cercano, en la mesa del lado hablan con muy buen análisis un hombre y una mujer sobre el fin del patriarcado. Qué bien. Y pese a que no practico ningún ‘ismo’ (feminismo, machismo, animalismo, ambientalismo, futbolismo, esoterismo, anarquismo, partidismo, vegetarianismo, higienismo, veganismo, etc.), porque siento que son nuevas religiones y de eso -de etiquetar, dividirnos y de creernos mejores, distintos o superiores- ya tuvimos bastante y no las necesitamos, le pese a quien le pese; igual es bello ver que lo femenino ocupe nuevos lugares y -como leí por ahí- que no busque venganza sino igualdad, sino respeto básico… Así es lo femenino en todos nosotros…  Que, entre otras cosas, tiene que ver con lo profundo, con la quietud, con lo intuitivo, con recibir, con gestar, con observar, con crear, con acoger…

man planting plant

Photo by Binyamin Mellish on Pexels.com

Estos tiempos nacientes, que por estos días nos tiene con varios planetas importantes y asteroides en signos de tierra (Capricornio, Tauro) nos propone desmalezar viejas creencias que se vuelven un muro en nuestras vidas (algunas son religiosas y ancestrales, muchas vienen del miedo, varias desde la fantasía, desde el deber ser y las envidias); es tiempo de revisarlas y ver cuánto nos ayudan y cuánto nos cierran la conexión verdadera y el encuentro con la alegría. Así podremos mirar el camino con más apertura y neutralidad, también andar con pasos más livianos y presentes para cada día sembrar con mayor calma&consciencia nuevos capítulos de esta colorida Vida pulsante que nos sostiene con tanto Amor más allá de lo que a cada uno le toque experimentar… Ahí está ella, la Vida vibrante y sabia, acompañándonos… Hasta la próxima…