Solsticio eclipsado para cerrar 2019

A fines de 2017 escribía este Test previo al 2018 y en las últimas líneas agregué que sería bueno leerlo en los tres años venideros. No sé por qué lo recordé ahora, volví a leerlo y tiene todo que ver con este tiempo, sigue muy vigente. Diría que solo tiene una diferencia: aunque no se note claramente, estamos más grandes… Este año 2019 hicimos dos ediciones del taller Del ego al Alma  (viene una tercera en enero para los interesados) y diría que la totalidad de los alumnos venían con algún tipo de trabajo interior y  que entre quienes lo cursaron muy pocos se quedaron en la teoría (en lo que llamo «vitrineo espiritual»), al contrario, casi la mayoría pudo poner en práctica cambios en sus formas, creencias, hábitos… Con lo cual se provocaron transformaciones en sus distintos ambientes, en especial con la familia donde se abrió mayor sanación… Estos tiempos agitados tienen muchas bondades, entre ellas que las comprensiones y los avances interiores son más rápidos y simples que antes, lo cual no quiere decir que no haya que recorrer un camino y que los movimientos no sean profundos; lo que pasa es que ya no se necesitan extensos meses (y hasta años) y tampoco tiene que ser desgarrador. Claro que siempre habrá –en todo– consciencias más antiguas y energías más bajas que requieran paradigmas anteriores. Cada uno con su cada cual.

Y mientras releo ese test,  figuro de nuevo en el verde y lluvioso sur de Chile… Me senté decenas de veces con el lago Llanquihue, las nubes y el sol de fondo a escribir las Predicciones 2020 (si es que llegamos a éste, jaja) que se publicarán después de Navidad en Emol.com (paciencia, que falta nada! Y acá las 2019 por si quiere recapitular lo vivido y chequear de qué hablábamos hace un año). Y ya están listas. Solo me quedan algunas ediciones… Este viaje de escritura estuvo muy sociable, ya tengo casi una «cofradía» de amigos por acá y compartimos más de un té, café, cenas, caminatas y hasta la inauguración de una muestra artística; donde el tema obligado cada tanto fue: Chile… En qué estamos, cómo seguiremos… Una de las cosas buenas (hay varias más) es que cuando estamos en medio de un gran dolor/conflicto/desafío la energía nos lleva mucho al presente, no hay espacio para ir muy lejos… Y en ese contexto, es bello conversar con gente muy distinta sobre cómo sentimos este tiempo aleccionador, cómo vivimos los distintos tonos de esta tierra tan precaria y poderosa a la vez, con tantos miedos y de infinita creatividad, tan primitiva y paradójicamente tan profunda, tan resguardada antes por la sabia cordillera y que ahora le (nos) corresponde caminar un poco más al desnudo porque estamos más grandes y llevaremos la posta de varias transformaciones planetarias, con todo el costo y la nobleza que implica…

Y en este 2019, en que muchos sentíamos que (hasta octubre) estaba intenso y pasaba de todo subterráneamente –se produjo mucha limpieza dolorosa y sanadora para varios– pero realmente no estaba pasando mucho, los hilos del destino y los efectos del último eclipse total de sol, aceleraron nuestros procesos de crecimiento y despedida de lo antiguo trayéndonos de lleno a tierra, a lo verdadero… A propósito de esto, creo que nunca subí este podcast con  mi querida alumna y actual colega/astróloga @Katybecker, donde miramos estos meses desde el último equinoccio (grabamos el mismo 23 de septiembre) que ahora despedimos. Se los dejo acá; perdón lo atrasado e igual varias cosas que hablamos están vigentes, como el test que mencioné al inicio.

Pero lo que nos ocupa ahora es cómo cerrar este año 2019 donde se nos pidió gran maduración y sentido del humor. Aunque no dimensionábamos exactamente para qué grandes temas colectivos tendríamos que usarlos, porque para los pequeños y personales lo teníamos más claro…  Ja. Como le dije a unos amigos en Puerto Varas, que me invitaron a tomar el té: Hace rato que muchos hablábamos de la caída del sistema, que esto que pasó en Chile (y súmale Colombia, Bolivia, el Brexit, Brasil, Estados Unidos; y pronto se unirán un puñado más, incluidos Irán, Grecia y Argentina) venía. En este mismo blog hablamos cantidad del tema; pero una cosa es verlo en la carta astral, estarlo viendo en muchos gestos poco a poco y saber que sucederá de forma más nítida… Y otra cosa es estarlo viviendo en vivo y en directo! Jajaja. Me sigo riendo de mi candor y el de tantos. Claro, otra cosa es ser protagonistas de este desplome y vivir el asombro, el miedo, la ira desatada, la destrucción, el fuego literal y metafórico, el aprovechamiento, la tristeza, la desolación, la oscuridad y la luz,  la inigualable creatividad, la esperanza, el caos, la poderosa incertidumbre, las verdades, la no autoridad... ¡Bienvenidos a la Vida!

Eso también nos dice este solsticio del 22 de diciembre, que tendrá una yapa. Estamos más vivos que antes. Apenas celebrado y luego de Navidad, el 26 de diciembre llegará el eclipse anular de Sol en Capricornio a acompañarlo, como una buena sinopsis del largometraje que tendremos en este signo de tierra por más de un año. Este solsticio y último eclipse 2019 nos permiten detenernos a valorar lo que sí tenemos, a ver si estamos muy trabajólicos o exigentes y desconectados de lo importante, a ver si nuestras posturas son viejas ya para este tiempo (como creer que existen «enemigos» o «buenos» y «malos»,  jajaja; eso sí que es antiguo!).

Nuestro solsticio eclipsado nos da la oportunidad de recomenzar. Para esto hay que hacer espacio: podemos deshacernos de creencias, hábitos de pensamiento y acción, cosas que ya no usemos, rencores, rechazos… Y luego de eso sembrar. Revisar en qué estamos para volver a dirigir nuestra atención a lo importante. Capricornio se forja metas y construye. En su versión más baja se pone muy ambicioso, frío y cerrado. En su versión alta se disciplina, logra objetivos y desarrolla sabiduría. Ahora podemos usar la luz capricorniana y decidir tomar compromiso en distintos ámbitos que nos importan. Podremos ver frutos a lo largo del próximo semestre. Y, mientras recapitulamos y despedimos este poderoso 2019, también es buen ritual hacer un listado de lo vivido, con las herramientas nuevas que nacieron en nosotros y con todos los regalos que, de una u otra forma, recibimos. Porque, sin duda, no caminamos solos. Si hacemos un poco de silencio y salimos de los carruseles de nuestro ego (mente/emociones) podremos sentir que en estos tiempos desafiantes, por más difícil que sea lo que atravesamos, estamos muy acompañados y guiados. Gracias ❤ … Ya vuelvo!

A raíz de los eclipses: Tiempo de valiosas Verdades

‘A pedido del público’ y antes que se me olvide, les cuento que desde el 21 de agosto haremos un Taller práctico sobre nuestros mejores amigos: El Ego y el Alma. Son tres sesiones y acá está la info: https://condestinoa.com/taller-del-ego-al-alma/. Y también, porque Viña tiene Festival,  desde fines del mismo mes estamos coordinando todo para dar el Primer Nivel del Taller de Astrología Álmica en Viña del Mar. Click aquí para todos los detalles!

Y a raíz del primer punto, nuestro querido ego, vaya que ha dado material en este tiempo eclipsado. Siempre es así alrededor de los eclipses. Lo que pasa es que ahora está más potente porque Don Satur el planeta de Capricornio, el señor de la sabiduría y la realidad está más que involucrado, junto al profundo sarcasmo de Plutón que apenas levanta una ceja para mostrarnos con un espejo en la mano todo lo que es compulsivo, apegado y rígido en nosotros. Mientras Júpiter desde Sagitario, echado en una sala de aeropuerto a la espera de su próximo vuelo y con un libro en la mano, después de comer unos bocadillos, dice: cuéntame más… Más de tus excusas para no crecer, para autoengañarte, para evadir, para no oír a la Vida y sus enseñanzas… Y también cuéntame de qué te has dado cuenta estos dos últimos meses, qué sabes que necesitas cambiar más allá de si estás de acuerdo o no, qué avances personales tuviste el primer semestre y qué experiencias nuevas te han apasionado… Quiero saber…

Y aquí estamos, en plenos efectos de los eclipses en el eje Cáncer/Capricornio (esta tarde tenemos uno parcial de Luna llena en Capri), que nos devuelven varias cosas: lo esencial, la autenticidad, las verdades de cada uno, ajustes de los caminos de vida personales y colectivos, mayor conexión con el cuerpo, mayor identificación con nuestros oficios, renovación de nuestros afectos para gozarlos y compartirlos, mayor integración -en vez de rechazo- de los padres que escogimos (gesto básico de crecimiento en esta existencia humana)… Estos eclipses nos regalan la posibilidad de nutrir más profundamente nuestra vida familiar/afectiva y nuestra vida laboral/material… Y para recibir esta bella posibilidad hace falta mirarnos más interiormente antes de mirar al resto, detenernos un poco cada día, sentir sin dramatizar, indagar en nuestros dones, crear prosperidad en vez de pegarnos en la escasez, dejar que la Vida sabia pulse e indique el camino…

Alrededor de los eclipses, además, las relaciones se mueven mucho. Hay gente que sale o se distancia de nosotros, hay gente nueva que llega y es clásico que algunos del pasado reaparecen… Se activa lo verdadero y los lazos que ya cumplieron su cometido tienen que retirarse por doloroso, incómodo o raro que nos parezca… El alma no entiende del qué dirán, ni de agradar ni de disimulos, y los eclipses, como dije en otra nota, activan lo genuino: los caminos verdaderos del alma, las razones por las cuales hemos vivido distintas cosas y que conforman propósitos de Vida ahora se despliegan para que comprendamos y tomemos esos caminos…

Y para esto último, los perfectos hilos que tejen nuestra trama colectiva se encargan de mostrarnos actitudes de los otros que ya no podemos pasar por alto, de hacer que no podamos encontrarnos pese a nuestros intentos, o de hacer que todo fluya, de que coincidamos en los momentos y espacios precisos; de que nos peleemos; de que nos reconectemos; de que hagamos gestos reparatorios si antes hicimos daño (no basta con pedir perdón u ofrecer disculpas, ojo!)… Ahora (desde fines de mayo realmente), y en especial por lo que queda de julio y hasta todo septiembre veremos nuestras verdades y las de los cercanos para tomar decisiones más honestas que provocarán cambios y activación de estos caminos álmicos…

Y por si a alguien le faltan ingredientes en esta poderosa sopa, el lindo de Mercurio está retrógrado y me da mucha risa que él sea el primero con quien me encuentro en una mañana por el jardín botánico de Buenos Aires, en un viaje breve e intenso por la ciudad y, nada más entrar, está él con sus zapatillas aladas y digo: ¡Miren quién está ahí! Jajaja. Nos reímos frente a uno de los dioses más divertidos del cielo y de la astrología, de espíritu siempre joven, adaptable, sociable, ingenioso, versátil, movedizo y cuentero. Bueno, él hasta el 1 de agosto estará retro en Leo y Cáncer y durante estas semanas nos permite -no casualmente- estar más ‘intro’, darnos más tiempo para procesar lo que sentimos y lo que queremos hacer, dejar en pausa -hasta elaborarlas mejor- acciones motivadas por el capricho, la vanidad, la melancolía, el orgullo; revisar mejor los acuerdos y desacuerdos…

Atravesamos meses muy enriquecedores interiormente, que nos piden ir con más cuidado de nosotros mismos y del ambiente. Y cuidado no es miedo sino amor. Más conexión con quienes somos tanto desde el cariño, como desde el tirarnos las orejas frente a los arranques de nuestro ego, como también desde el humor y desde el mirar con los ojos del alma qué se abre, qué se cierra y qué queda en pausa para nosotros… Enhorabuena. ¡Que podamos cambiar la mirada, disfrutar y agradecer!

¿Eclipsados o luminosos? …De nosotros depende!

No sé si el eclipse que se verá en Chile este 2 de julio me pone alegre o alerta. Quizá ambas cosas.  Y también sensible. Para nada siento miedo; porque será una liberación/confirmación… Hace un rato que lo siento -al eclipse- entre nosotros y en el ambiente. Ya está acá; hace unas tres semanas, por lo menos.  La verdad, a lo que sí le temo es a nuestro ego frente a él. ¡Uufff! A los medios, en especial a la TV y autoridades locales (aguante, televidente!); prefiero no imaginar los desbordes que pueden producirse en pantalla y en opiniones, en las vías y localidades -algunas de gran pureza vibratoria en las montañas- donde se verá; además del marketing desmedido (ya veo hasta ofertas del retail en torno al ‘fenómeno’; ¡Auxilio!), el negocio que para muchos significa, el sobre análisis, la expectativa, los espectáculos -quizá de qué tipo- asociados… En fin. Así somos los humanos y los eclipses de Sol si para algo sirven -aunque muchos no se enteren- es para limpiar el ego personal y colectivo

Lo señalé en las Predicciones 2019 de Emol.com, este eclipse total de Sol en Cáncer está lejos de ser una anécdota del cielo y mediática, en especial para Uruguay, Argentina y Chile, donde se verá… Es tremenda oportunidad. Y es un desafío también. Ante los eclipses la oscuridad nuestra sale a pasear, lo cual sucede todo el año -ja-, sólo que ahora  intensifica para poder verla, integrarla y liberarla. No se trata de un castigo ni de algo caótico, sino de una limpieza necesaria que armoniza, que provoca ajuste y completitud. Sol y Luna, masculino y femenino, luz y sombra, día y noche se unen para liberarnos de lo que ya no nos corresponde como humanidad , junto con permitir que confirmemos -en los seis meses venideros- nuestro camino, lo que de verdad es para nosotros; y lo que  no… ‘Muchas gracias, te suelto’.

Y para este noble cometido, esta vez la visceralidad y rigidez canceriana&capricorniana -que ya se palpan- puede mostrarse mucho provocando conflictos, juicios errados, ansiedad, defensa, apego, codependencia, inseguridad, tensión física… Pero al mismo tiempo nos hará ver esto en nosotros y he ahí la oportunidad: es tiempo de despedir todo esto, en especial el drama, el victimismo, el miedo, la desconfianza ante los demás, el cerrar nuestra energía frente a lo desconocido… 

Justo estoy escribiendo esto y al día siguiente, el del solsticio, quedamos con una de mis alumnas aventajadas y actual astróloga Katy Becker, muy talentosa y divertida (@katybecker), de tener esta conversación en su podcast Las Nuevas Claves del Éxito y resulta una hora de conversación chistosa y profunda a la vez, con sopaipillas pasadas (típica preparación chilena para las tardes de invierno) como sabrosa antesala de la grabación, en el ultra clásico café de Providencia, el Villa Real. Aquí pueden escucharlo:

 

Estos días son de bastante actividad astrológica para mí. Acá les dejo este Video de invitación a la conversación que tendremos el lunes por la tarde con Daniel del Zentro- Profelicidad, donde estaré además este sábado 29 de junio (antes del eclipse) a las 11 am, en Peñalolén, Santiago, con una charla sobre este ciclo actual, el segundo semestre y el aporte de la astrología.  También se puede asistir por video conferencia. Acá la info.  Pueden escribir a contacto@profelicidad.com

Pasados los avisos (pronto vienen más, con talleres!) sigo con estos días. Parece que no está pasando nada pero está pasando mucho. Y uno de los cambios energéticos de este tiempo -muy emocionante por lo demás- es que como muchos ya despertaron y estamos viviendo desde mayor consciencia, las transformaciones/comprensiones son más internas y son… Sin desgarro. Sin drama (se escuchan ovaciones del cielo y de otras dimensiones ante esto último!).

Como conversaba con Katy, este tiempo es intenso pero sin vorágine. Se nos pide gran autenticidad, coherencia y dejar de maquillar situaciones. Este tiempo requiere escucha interna para ser cada vez más genuinos y fieles al llamado de nuestra alma. Por eso es doloroso ver, asumir, dejar actitudes, dejar situaciones o relaciones. Porque ya no podemos mentirnos como hasta hace unos años. Ahora no. Encima  -con Júpiter en Sagitario- en cualquier momento se ventila la verdad con megáfono y se paga muy caro la deslealtad hacia nosotros mismos… Ya no podemos pasar por alto señales, sensaciones, insatisfacciones. Como humanidad -además- atravesamos una revalorización y ‘recomprensión’ del verdadero disfrute, que es sin gula (sin acumular), que nos pertenece, es simple, que podemos crearlo cada vez más y para eso tenemos que soltar pesos, oscuridades y distorsiones… Porque el goce de la Vida es luminoso, no está apegado a lo material aunque sí implica el placer de toda la materia pero sin neurosis, e incluye la aceptación del dolor… Sí, no lo excluye. Porque es parte valiosa de la experiencia humana, pero no es una constante ni algo que haya que agrandar ni por lo cual sufrir, no son sinónimos…

Los nodos en Cáncer y Capri abren un valioso canal de limpieza de nuestras rigideces, creencias obsoletas sobre el trabajo, el dinero, la familia, los afectos en general, el hogar, la alimentación, el esfuerzo, el éxito, la prisa, lo masculino y femenino… Todo esto está en poderoso proceso de purga para que comencemos ya a andar más livianos y abiertos…

Y en esto último el humor es clave! Si algo están limpiando en Capricornio los nodos con Don Satur y Plutón acompañando y que ahora con el eclipse tomará aún mayor fuerza es dejar de pensar/sentir que todo es serio e importante. Ahí entramos en drama por un tubo! …Que se convierte -muchas veces- en un túnel del cual nos puede costar salir… Nuestro ego está muy a prueba en estos meses y tenemos varias tentaciones para creerle toda la película porque él se resiste a dejar sus pautas. Pero también nuestra alma pulsa con toda su energía para que la escuchemos, nos riamos de nuestra cabeza y de las emociones pegadas, miremos la realidad con más humor, lo mismo a nuestras estructuras locales e internacionales, a nuestras autoridades (que tanto nos reflejan y enseñan) y les demos menos fuerza porque lo realmente importante ahora es dejar partir lo que nos opaca y eclipsa, todo lo que nos quita luz y sonrisas… No es necesario hacer actos heroicos o rimbombantes (eso también es ego), sino comenzar con gestos concretos el valioso camino de soltar…

Desde ahí, podemos prepararnos para este eclipse. Yo además suspendo varias actividades desde el domingo previo a éste, porque es sano entrar en mayor quietud estos días, alimentarnos mejor, estar con quienes queremos de verdad y conservar nuestro centro, que es lo mismo que escuchar al alma… Durante los seis meses que vienen podremos soltar/limpiar y es probable que estas tierras, aguas, fuegos y cielos de nuestro bello sur del continente americano también lo hagan… Nos acompañamos todos, sin duda. Y tenemos la poderosa decisión de pararnos desde la luz o desde la sombra… Vaya Poder! Gracias, Feliz Solsticio, Feliz eclipse y mucha claridad álmica para estos meses del segundo semestre, donde sentiremos sus efectos y recogeremos valiosos frutos…

21 agosto: Eclipse para liberar, renovar… y sembrar!

Los cerezos ya están en flor por acá y me conmueven… Cada año me pasa lo mismo, siento que saludan y alegran el corazón a fines del invierno. Camino unas cuadras disfrutándolos, rumbo a trabajar en la preparación del curso de astrología que dicto estos meses. A lo lejos veo una señora mayor que camina lento, encorvada, con un buen bastón. Pienso: Ella me va a hablar -mientras la observo con gracia. Cuando nos acercamos efectivamente me dice: ¡No anda un alma hoy! -con una voz alegre. Le respondo que sí y le digo: ¿Y tú para dónde vas? -me cuenta que viene de misa, a unas seis cuadras, que todos los días camina más de veinte minutos y que tiene 96 años. Le digo: ¡Le pusiste color! ¡Tienes montón de años! -ambas reímos y nos quedamos conversando unos diez minutos en la vereda, me dice que la vaya a ver porque somos casi vecinas y que le encanta leer, que ella también escribe, que le gusta la música y conversar. Terminamos abrazándonos y luego continúo camino con mi nueva amiga en el corazón, feliz, hasta llegar al café de la plaza donde otros como yo trabajan en sus cosas.

Agradezco mucho este espacio de encontrarnos, de trabajar con placer, en medio de tiempos desafiantes, de gran limpieza como son las semanas de eclipses. Yo también tuve la mía, pero leve, hasta ahora: mi celular decidió nadar en una poza en la última lluvia, quedó mudo y pronto tendré que comprar otro seguramente, pero prefiero esperar a que termine Mercurio retrógrado (el 5 de septiembre) para que sea más eficiente la renovación. Los eclipses nos hacen soltar obligadamente desde cosas superfluas y prácticas como ésta hasta relaciones, actitudes, situaciones. La luz y la oscuridad hacen su alquimia para que podamos renacer y comenzar de nuevo.

Antes señalé que estos eclipses de agosto (acá los audioróscopos del mes por energía colectiva y luego por signo)  limpian el ego antiguo, esa forma de ser más densa que ya no va y que tanto daño nos hace a todos. Y si bien éste patalea en varios escenarios internacionales y locales por estos días (también en nuestras familias y ambientes laborales), igual es bello constatar cómo muchos elevan su vibración y se despegan de estos moldes para comenzar a moverse de otra forma, más amable consigo mismos, más armónica con el Todo que conformamos.

Pero los eclipses también sacan a relucir temas ocultos o pendientes. Hacen un giro energético. Ahora, el que viene, el del 21 -que no casualmente «atravesará» Estados Unidos, una de las fuentes actuales del ego más denso/antiguo en varios sentidos, como también de la vanguardia; semilla del despertar y la creatividad- traerá remezones en las cúpulas de poder de distintos niveles, como también tremenda oportunidad.

Repetí varias veces que este año es para jugar, para soltar rigideces, aventurarnos más, valorar el goce de la vida y usar nuestros talentos. También para sacarnos cuotas de «deber ser» y entrar en mayor autenticidad. Todo esto porque el eje que estamos soltando e incorporando es entre Leo y Acuario. El eclipse total de Sol del 21 es en Leo, casi llegando a Virgo. ¿Debemos asustarnos? Ja. No poh! Eso hace el ego antiguo: vibra en miedo, desconfía, se defiende, se separa, se blinda. El ego 2.0, nuestra energía mental/emocional de estos nuevos tiempos,  -entre otras cosas- se permite observar(se), acepta poco a poco, asume su miedo/rabia/pena y con ellos avanza; sin esconderlos ni posando de nada aunque le cueste…

Este eclipse nos da la oportunidad de soltar temas nuestros y también de vivir lo que sea que nos corresponda, de otra forma. Ese es el gran salto cuántico que puede transformar todo: Vivir situaciones incómodas o desafiantes, detenerse y elegir actuar de otra forma; avanzar desde otra mirada/actitud que a nosotros mismos nos sorprenda en vez de volver a apretar las teclas de siempre, llamadas: drama, victimizarse, amenazar, agredir, encerrarse, ofenderse, castigar, anestesiarse, echar la culpa a alguien, querer controlar, quejarse, etc.. Esto tiempos nos piden jugar a ser otros, ser creativos, divertirnos más con el proceso de cada uno porque podemos aprender mucho y salir renovados; compartir experiencias; también ampliar nuestros círculos para nutrirnos de nueva energía…

Por otro lado, este eclipse nos mostrará mucho de nuestra sombra: aquello que no reconocemos de nosotros ni nos gusta pero sí lo vemos en otros; ja, ja. Los humanos somos muy divertidos; como la mamá que viene a mi consulta porque su hijo no se interesa en nada ni hace caso y ella misma no escuchó el audio que le mandé, igual que a todos los que vienen a la lectura de carta astral para que sepan de qué se tratará y así ganemos claridad y tiempo. Como todos los que despotrican en contra de los políticos y a la menor oportunidad se aprovechan, son abusivos, egoístas, etc. La sombra sale a pasear estos días, por tanto tenemos gran posibilidad de mirarnos y soltar enganches con los demás y asumir cosas nuestras…

Esta segunda quincena de agosto sembrará energía por seis meses, así que es recomendable estar aún más conscientes de qué energía vibramos y provocamos porque nuestra cosecha dependerá de esto. Si siembras odio no esperes cosechar flores, ¿no? Jaja. Igual lo aclaro, por las dudas y por si algún ego fantasioso está leyendo esto, jajaja. Como sea, en especial del 17 al 24 de agosto, es bueno detenernos más, agradecer todo lo que tengamos y hacer el gesto energético de llevar el Sol a nuestro corazón para que ilumine lo que sea que tengamos que ver y nos dé la claridad para abordarlo.

Estamos en tiempos nacientes, donde cada día más comprendemos y vivenciamos lo que siempre fue una realidad: todo está conectado, no hay casualidades y conformamos un Todo bellísimo que cada día está brillando más para que cada uno se exprese y abra su propio camino… Mucha entrega con este eclipse, gracias por leerme, ¡Feliz eclipse!, y les dejo una simbólica peli, El planeta libre, que vi hace años y que nos sirve para mirar lo que estamos dejando colectiva y personalmente…

Agosto, mes eclipsado y delicado para el ego antiguo

Desde principios de este 2017, cuando en un par de entrevistas me preguntaron por el clima electoral en Chile, donde este año elegimos Presidente y parlamento, yo dije que lo veía triste. Que, desde la carta astral, no se veía nada entretenido ni sabroso, como a veces son los dimes y diretes propios de la carrera presidencial. Agregué que veía fragilidad.

Cuando hace algunos meses –para decepción de un sector- salió de escena una de las cartas fuertes, un ex Presidente; y tiempo después a él mismo se le enferma un hijo, mientras otro candidato –también ex Presidente- vive el fallecimiento de su hermana mayor; dije: ah, esto era la fragilidad que yo veía-. Pero sentí que faltaba algo más…. Y creo que agosto e inicios de septiembre puede traer sorpresas y dolores en la esfera política… No sólo porque los eclipses –y encima suceden en Leo/Acuario, fieles representantes de nuestro ego personal y colectivo cuando no están ‘trabajados’- movilizan a quienes detentan poder (atención jefes, profesores, figuras públicas, padres, guardias, líderes), sino porque lo que va de este 2017 (en especial en junio) trajo una activación planetaria ya definitiva de mayor consciencia… Por eso decía hace poco que hay más luz. El cambio de Era ya se instaló y también el paso de muchos lugares y de personas que ya elevaron vibración y comienzan a vivir de otra forma aunque aparentemente nada está sucediendo. Pero está pasando mucho.

Estos tiempos nacientes, además de inciertos y agitados, nos llenan de estímulo, de terreno donde practicar lo que hemos aprendido los últimos años. También nos regalan tremenda fluidez; intuición certera; conexiones precisas con gente, con información, con proyectos que se abren y –cada vez más evidente- con nuestros guías; nexos que no vuelven aunque presionemos, porque estamos en vibraciones muy distintas y ya no nos corresponden; espacios que tenemos que soltar…

En esto último, agosto nos da una gran ayuda. Por eso también puede ser un tiempo incómodo que nos haga practicar vulnerabilidad y limpieza para esa parte antigua de nuestro ego. Porque esta energía, el ego, es parte de la condición humana y -cuando está domesticado, por tanto lo conocemos con mayor profundidad y se nos arranca menos- es un gran aliado en nuestra evolución, que nos permite ablandarlo para que nos acompañe en nuestro camino, en vez de permitir que se opaque, se oscurezca o se densifique porque creemos que él tiene la verdad de nosotros y de cómo es el mundo. Y las clases dirigentes en distintas esferas de la vida pública –incluida la política, obvio- representan –a veces garrafalmente- ese tipo de ego antiguo: más rígido, controlador, defendido, manipulador, miedoso, agresivo, autoengañado, pendiente de la imagen, de batalla pequeña, víctima/victimario, que no quiere perder nada, que ve al otro como enemigo, desconectado de la realidad –y de su corazón verdadero-, que quiere tener la razón y que lo aplaudan, etc., etc.

Y no porque ellos sean ‘malos’ o ‘peores’ (esa mirada también es antigua!) sino porque –supongo que ya lo he dicho acá- siempre la estructura -el sistema- y sus representantes van atrás (más bien, en otra frecuencia paralela). Como la medicina –junto a sus organismos y profesionales- que aún prescribe sólo remedios para una parte del cuerpo en vez de ver al ser humano completo que somos y recetar cambios emocionales/mentales; de hábitos, y hacer tratamientos más integrales junto a otras disciplinas porque obvio que no basta ya con la pastilla ‘X’, y mucha gente -hace rato-está haciéndose cargo de su salud física/emocional/mental/energética de otra forma que ellos aún no integran ni practican… Entonces, como van ‘atrás’, son excelentes modelos de todo lo que ya no hay que hacer. Por eso, me encanta –sí- tener a Donald Trump en el poder. Es de lo mejor que nos pasó (para qué vamos a agregar a Maduro -vaya sarcasmo del destino su apellido-, Kim Jong-un, y un largo etc.). Todos los días nos enseña un montón de cosas que ya no van. Igual que decenas de personajes locales que ocupan espacios de poder y en los medios de comunicación: Gracias por dejarnos claro todo lo antiguo, todo lo que ya hay que dejar atrás para habitar este bellísimo mundo actual; gracias por mostrarnos partes nuestras a las que les falta crecer; gracias por recordarnos que estamos muy distintos y que sí podemos construir una Vida más autónoma desde la armonía y la conexión con el Todo, donde disfrutar desde la consciencia, no desde el apego… Gracias por recordarnos –con su presencia en distintos poderes- cómo se movían las cosas antes y que ahora ya podemos hacerlas de forma mucho más luminosa aunque no sea noticia

Lo que sea que esté antiguo en nosotros, estos eclipses lo sacudirá y podremos alivianar nuestros pasos. Por eso es bueno incluso hacer un listado personal de lo que ya no va en nosotros (formas de pensar, ser y movernos que nos dificultan el camino además de las relaciones; todos las tenemos, ¿no?) y todo este mes realizar meditaciones cortas donde nos despidamos con amor de todo esto, sintiendo que dejamos un espacio en nuestra energía para lo nuevo… En Chile creo que, además de la política, el propio periodismo puede hacer noticia (profesionales, columnistas), además de los uniformados, deportistas, mundo del espectáculo y de la sanación (desde terapeutas, autores, hasta médicos).

Los efectos de este par de eclipses se sentirán por los tres meses que vienen. El primero será el 7 de agosto, es eclipse parcial de Luna llena en Acuario, en el grado 15 de este signo, (por si quieren mirar en su carta natal en qué área ocurre) y el segundo, es total de Sol, será visible en parte de América y Europa, sucederá en el grado 28 de Leo el día 21 de agosto (atención los que cumplen años al final de Leo e inicios de Virgo, aprovechen la purificación), con la segunda Luna nueva en este signo, que –como dije en el post anterior– nos anima a brillar a cada uno en sus dones… En este tiempo nuevo se hace patente que cada uno brilla, hay luz para todos (nosotros somos eso, Luz, por si se nos había olvidado; ja), sin la necesidad de opacar a nadie ni de mirar al lado porque todos somos iguales y a todos nos corresponden distintos pasos, porque –lo notemos o no- todos estamos en gran crecimiento, porque somos protagonistas de un ciclo humano poderoso donde la magia personal y colectiva se hacen cada día más evidentes para que recordemos sonreír más y resistirnos menos… ¡Gracias a la Luz y a la sombra, y a atesorar este mes, que nos dará lecciones y renovaciones!

Disfrutar: «Hazlo todos los días» (propuesta 2017)

Lejos la mejor frase que escuché en el pasado Día de la mujer fue la del taxista (un hombre mayor, gordo, con ojos miopes) que me llevó a la hora de almuerzo y que en un semáforo cuando vio a vendedores de rosas me preguntó: «¿Hoy es el día de la Mamá?»…. Mi respuesta: jajajajajajajjajajajajjajaja…. No poh, chófer, enchúfese; hoy es el día de la mujer, de la muuujer, de su esposa, de su hija, de su hermana. -Aahhh -dijo mirándome impávido por el retrovisor y le compró una rosa a su esposa, mientras yo seguía riéndome y adorando su ‘voladura’. Después me dijo: a las mujeres que trabajan en la casa deberían darles sueldo, ¿verdad? -Claro -le respondí y comenzamos una buena conversación que gira hacia la política hasta que llegué a destino y le dije: ya, chao chófer, que le vaya bien y ya sabe que tiene que saludar a su mujer! -entonces, se sonríe un poco como en cámara lenta y cada uno sigue su viaje… Aunque llevo unos días en Santiago de vuelta de vacaciones, recién comienzo a llegar y a sentir la ciudad, y el paseo en este taxi me hace palparla más… 

… Días antes la escena era muy distinta… Figuramos disfrutando el cielo repleto de estrellas, que se ven muy nítidas, sumergidas en lo que Maca bautizó como «nuestra terma personal» (un jacuzzi instalado al aire libre en medio del campo), en Caburgua (zona de lagos y volcanes), sur de Chile, con una copa de espumante en mano, donde brindamos y Claudia afirma: ‘esta es la vida que merecemos’; mientras los hombres del grupo preparan el asado respectivo, en nuestras vacaciones de febrero, un día antes del eclipse pisciano, que cierra el poderoso ciclo de dos años para acá…

Entre risas, anécdotas, amor, amistad, comida típica, celebraciones, conexión, caminatas, poderosas señales, sincronías, lecciones, sanadora naturaleza pura y buenas conversaciones, avanzan unos días de descanso en el verano chileno, donde cada uno vive su propio viaje tanto en lo externo como en lo intro… El mío tiene dos instancias, o tres, más bien: el goce de despertar en el sur, con un poco de frío en medio del silencio en las horas del eclipse y disfrutar los sorbos de café recostada en la terraza, tapada hasta la nariz mirando extasiada las nubes y cerros verdes (en la foto) mientras la casa duerme; el compartir con el grupo y los almas&egos de cada uno que nos sacan grandes carcajadas; y, por último, el mágico viaje a Pucatrihue en la primera semana de marzo…

A Claudia y a mí nos quedan más días de vacaciones y, dadas ciertas señales que recibimos por separado y decidimos ver/oír, seguimos viaje a la costa de Osorno (el resto del grupo regresa a Santiago). Vamos a Pucatrihue, zona huilliche, con el encanto de ríos, playas, bosques y mar muy imponente… Yo voy con poca expectativa; creo que

Primer atardecer en Pucatrihue. Al fondo, la Roca y altar del Abuelito Huentellao.

Claudia también. Sólo quiero seguir de viaje con una buena amiga de alma curiosa igual que yo y conocer un lugar nuevo; de hecho, lo único que sé es el nombre y que esa zona, San Juan de la Costa, tiene al menos tres balnearios/localidades y que el hostal donde quedarnos nos pareció muy bien. Igual el sur siempre puede encantarme porque el verde me pone feliz sólo por estar ahí, en su sagrada presencia…

Inalcar Hostal y parte de su terraza. Pucatrihue, Chile

Todo fluye en esta segunda etapa del viaje: la micro temprano de Caburgua a Pucón; el desayuno con tostadas de pan casero y café con canela; Cindy, la chica osornina que conocemos antes de tomar el bus a Osorno y que nos promete orientarnos para tomar el colectivo hacia la feria de Rahue, de donde salen los buses rurales a la costa; la peli chistosa que dan en el bus y que nos acorta el viaje; la efectiva y amable ayuda de Cindy, quien incluso conoce a Alis, la dueña del hostal Inalcar, donde nos quedaremos, pues trabajó el año pasado en el jardín infantil del pueblo; el buen humor del auxiliar del bus a Pucatrihue quien carga la sandía gigante que una señora le pide que se la traiga porque ella -una mujer mayor muy divertida- no se la puede; la tarde con sol al llegar a destino, el restaurante de la playa que nos prepara merluza a la plancha ‘sólo por esta vez’ porque en el menú va frita…

Los días en este rincón sureño son muy especiales, tanto porque Pucatrihue conserva mucha pureza y no está aún demasiado explotado en lo turístico, con lo cual la naturaleza habla con fuerza y la vibración es muy alta (a excepción de la caleta que, como todos los lugares de comercio, incluidos casi todos los puertos y varios mercados; tienen energía baja), aunque mucha gente -y eso es típico de algunos lugares alejados con geografías escarpadas y climas fríos- es algo hosca al principio pero luego sacan sus sonrisas y ojos chispeantes al tiempo que te guían con generosidad, como porque el hostal donde nos quedamos es de mucha calidez y belleza, junto a que nuestra energía está muy abierta, en flujo a lo que la Vida quiera… Esto último es clave para conectar con el Amor y con la perfección del Todo que somos/habitamos: estar abiertos, dispuestos, flexibles, curiosos, sin juicios, sin defensas; pulsando con la Vida para que ella nos muestre qué hacer y disfrutemos más allá de nuestra idea inicial o habitual… No es ni fácil ni tan difícil pero claro que las vacaciones ayudan a estar en esa vibración, ¿no?

Por eso el primer día en que despertamos allá y llueve con ganas, además de reírnos de la parte nuestra que quería ir a la playa para bañarnos en una ribera de arenas blancas que está a un costado, disfrutamos mucho el desayuno con pan casero marcado por el cielo oscuro, las olas grandes, el aroma y sonido de lluvia… Más tarde, sentados en la sala con una panorámica del mar acompañados del calor de la estufa a leña, compartimos unos mates con Matías, un argentino que en palabras de él «está buscando qué hacer con su vida», que está en proceso de descubrirlo y que lee el ya clásico e iniciático libro de Louise Hay, Tú puedes sanar tu vida, y que nos cuenta que vio el eclipse en la bella Villa La angostura y nos enseña algunos secretos del mate porque él oficia de cebador… La vida nos junta; justo en el hostal nos quedamos los tres que estamos en una similar mirada, mientras el resto salió a pasear en auto o siguen viaje…

La lluvia no da tregua y alrededor del almuerzo aparece Alis con su tono sureño que nos dice: chiquillas, yo a la tarde tengo que ir a Bahía Mansa, ¿quieren ir a dar una vuelta en la camioneta y les muestro la zona? -ante lo cual Claudia y yo saltamos al unísono con un «¡¡¡sííí!!!» … Además de venirnos felicidad súbita, comentamos sobre la perfección de la Vida… Más tarde, en nuestro paseo entre lluvia y sol, que además incluye al balneario Maicolpué con empanadas de queso/camarón, Alis con su bello corazón nos comparte leyendas y secretos de la zona y de su vida, también nos muestra el camino antiguo, de ripio… Ahí recién aterrizo completamente en esta parte del viaje… Me enamoro de ese espacio sagrado -el «camino viejo»-, al cual obvio que volveremos en un par de días para recorrerlo completo a pie desde el hostal, paseo que nos lleva poco más de dos horas de caminata de ida, que parte bordeando el mar en una mañana de sol y nubes y luego pasa a verdes intensos, algunas casas, vacas, perros chistosos y dulces, moras que nos sirven de aperitivo y el río muy puro y cadencioso que refleja todo y resguarda ese espacio…

Vivimos un día bellísimo con las cuatro estaciones acompañándonos, además de los guardianes del lugar; un día de una conexión poderosa y que sólo ahora, de vuelta a Santiago, termino de comprender e integrar aunque ya allá -por lo mismo- me quedo sin aliento y con los ojos vidriosos: recibimos una activación para comenzar este nuevo ciclo, porque el 2017 quiere que todos aprendamos en la práctica a disfrutar más todo -no sólo lo que nos gusta-, a elevar vibración y para esto, salir tanto de la queja como de patrones antiguos/estancados de cada uno, junto con aceptar, estar más presentes y ser coherentes es base…

En un momento cuando ya llevamos rato por estos verdes bellos, le digo a Clau: sentémonos aquí -ahí en la berma del camino, frente al río y a la montaña llena de árboles y helechos nos quedamos contemplando todo y sintiendo el silencio sanador que sólo se acompaña con algunos pájaros que saludan cada tanto-. Guau… Respiro… No paro de disfrutar, agradecer y conmoverme con esta energía sureña a la cual, enhorabuena, le construyeron un camino nuevo paralelo pavimentado, por lo cual pasan pocos autos por acá y sigue intacta… Me quedaría horas o días ahí, hablando con el espacio, recibiendo y anclando energía; riéndome con todo y buscando alguna copa de árbol más tupida para capear la lluvia intermitente…

Y aunque ese nivel de conexión y placer tuvo un corte abrupto, que se transformó en una gratificante prueba -que capaz que lo relato en el próximo post-, corroboro algo que, nuevamente y obvio que con sincronía Jeff Foster me recuerda en mi regreso a Santiago, con uno de sus poderosos textos (aquí): hemos venido a disfrutar… Como lo recalca este año 2017, la experiencia de ser humanos -más allá de las condiciones de cada uno- para brillar y estar en completitud requiere de nuestra voluntad de hacer lo que de verdad nos gusta, aquello que nos llena el corazón y exalta la luz de nuestra alma… Para mí, entre otras cosas, viajar, conocer nuevos lugares, escribir, mirar el cielo y los atardeceres, tomar el aroma de la fruta fresca, recibir el sol suave en la piel, caminar con calma en espacios verdes, sentir el pulso de la naturaleza, compartir con otros de lo humano y lo divino, guiar y ser guiada, bailar, reírme e improvisar a ver qué pasa, están entre los gestos que más gozo y valoro… Como dice Foster: «Encuentra algo que te encante hacer y hazlo todos los días»; ahí tenemos una gran clave de nuestra plenitud y prosperidad… Sí, estos gestos/acciones -algunos muy cotidianos, otros cada tanto- me traen amor y felicidad puros e infinito agradecimiento por la posibilidad de estar hoy aquí, en este planeta bello y desafiante, que es parte de un Universo misterioso, mágico, generoso y perfecto a la vez, y  que, ahora más que nunca, nos pide movernos por aquello que nos hace brillar y nos identifica… Sin prisa, sin afán ni apego; al contrario, como un camino diario de descubrimiento y encuentro con lo que de verdad somos…

Último atardecer en Pucatrihue

Eclipses liberadores

Afuera, en la terraza del café,  una chica canta canciones de Violeta Parra, mientras muchos compartimos conversaciones, desayunos, trabajo; en una mañana por fin más fresca después de una ola de calor agobiante y aleccionadora en el centro sur de Chile que, poco a poco, calma su poderoso fuego y arrasadores incendios…  Estos días sólo me dediqué -además de trabajar en la consulta antes de hacer mi pausa de anheladas vacaciones- a observar, sentir, a no comentar nada ni menos a ver imágenes del fuego y sus dolorosos efectos por la TV, a compartir. Recién hace una semana, en un divertido cumpleaños, en medio de la cena conversamos un poco de lo sucedido con la gente, los animales, la ayuda, los bomberos, los voluntarios. Y una chica comenta que en un vuelo al norte de Chile, el capitán del avión rindió honores a una cuadrilla de bomberos que volvía a su ciudad natal después de haber ayudado sin descanso por varios días, mientras todos los pasajeros aplaudieron con gran emoción a estos héroes que aún llevan impregnado el olor a humo…

La Luna nueva en Acuario que dio inicio al nuevo año chino del Gallo de fuego, el 28 de enero reciente, giró la energía y ahora estamos en otra frecuencia que muchos podemos experimentar como reveladora y algo más suave… Y aunque realmente -según yo- comenzamos este 2017 a fines de febrero con el eclipse en Piscis, que cerrará lo vivido en 2016, ya se siente la nueva vibración y el trabajo no menor que nos propone este ciclo: cómo construir relaciones más armónicas y no morir en el intento! En las Predicciones 2017 de Emol.com ya expliqué algo de esto, como también -sin dimensionar que sería de esta forma– mencioné que el fuego, la electricidad y las altas temperaturas serían tema este año.

Es que este es un año de inicios. Tal como el efecto del fuego -y en otros lados la nieve-, nos toca a todos limpiar energética y físicamente nuestro terreno personal para crear otra forma de vivir, pero sobre todo de interactuar. Para quienes evitaron el trabajo interior de limpiar durante los últimos cuatro años, ahora se les está dando de una la posibilidad a través de fuertes decepciones, conversaciones aclaratorias, uniones, separaciones, proyectos inesperados, cambios súbitos… A muchos les toca abrir los ojos para que el corazón -siempre abierto- pueda hacer su trabajo y no sólo comenzar una vida más auténtica, sino también a disfrutar relaciones más armónicas… A quienes llevamos más rato trabajando en nuestra alma&ego unidos -jamás serán vencidos-también nos tocan tareas en torno a realmente hacer cambios y no sólo maquillaje, tomar las riendas y renacer para practicar lo aprendido de 2011 hasta acá junto con llevar una vida más coherente…

eclipses-febrero2017Pero estos días, hay un par de empujones: Los eclipses que llegan este fin de semana de 10/11 de febrero, en Leo, junto al que viene el 26/27 (en Piscis) de este mes, moverán nuestras circunstancias tanto para tomar algo, el primero, como para soltar, el segundo. Los eclipses no proponen sino que muestran y hasta obligan. Recuerdo unos del 2015 en el eje Aries/Libra donde amigos se separaron de un momento a otro, algunos se enteraron de verdades, un par de consultantes por fin se enteraron de la llegada de un hijo, yo recibí un mail que me obligaba a conversar una situación no resuelta…

Este eclipse en Leo nos llama a recuperar diversión, brillo interior, juego, creatividad, expresión, generosidad… Por tanto febrero es un tiempo para (en este orden) observar/sentir/discernir qué está estancado en nuestra vida y tenemos que movilizar porque ya está opaco -obvio-, no nos representa, nos aburrió, no es sano aunque sea cómodo -ojo- pero probablemente no hemos querido hacerlo hace rato por las razones que sean (el cielo no escucha las excusas, puro se ríe de eso)… Cuando yo hago este ejercicio digo: ay! no sé por dónde empiezo porque tengo al menos tres situaciones, si es que no cuatro… Pero esta tarde/noche eclipsada, antes de una invitación al cine, me espera un mini rito que todos podemos hacer: me sentaré en el jardín con los pies bien anclados a la tierra, mientras respiro y converso con ella -con la tierra, los árboles, las flores, el aire, el agua; los que sea que estén por allí- para que me ayude a tomar acciones creativas para mis cambios… Seguro a la noche o mañana encenderé una vela y al hacerlo le diré al fuego que me ayude primero a limpiar todo lo que esté opaco  y también a iluminar mi mente y corazón para comenzar por dos áreas al menos y darles prioridad este primer semestre 2017 con creatividad, sin peso…

Estos días eclipsados, en silencio y con entusiasmo, podemos hacer nuestros ritos de conexión, liberación y manifestación para permitir que la energía decante y nos muestre qué acciones iniciales tomar de modo de comenzar caminos más verdaderos en cuanto a quiénes somos hoy.

Lo inevitable

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Calle de Mercedes, una mañana de sábado

¡Todos con computadora y yo sentado con un libro, parezco del paleolítico, yo! -nos dice un señor muy divertido en el café Bonafide de Mercedes, a los tres que figuramos escribiendo.

-Te vas a tener que comprar una -le dice la chica de enfrente-. Y nos cuenta que él tiene pero en casa porque no se acostumbra a andarla trayendo y que ya rompió una porque se le cayó del maletín.

Yo me río y le digo que él es posmoderno, mientras seguimos comentando.

Para mí Mercedes es una ciudad pequeña, antigua, donde casi todos se conocen -lo cual puede ser agradable y asfixiante a la vez- con gente cálida, expresiva, cariñosa, tradicional, con humor, bastante anclada en el pasado y en la familia, gozadores, creativos, curiosos, algunos muy intelectuales por tanto racionales y otros muy conectados con lo espiritual y lo intangible y con mucha profundidad… Digo para mí porque puede haber tantas otras percepciones de una ciudad y su gente.

Y desde acá he vivido estas semanas un poco de todo: desapego, regalos, conexión, desafíos, alegrías, encuentros del alma, cansancio, entusiasmo, miedos, dulzura, trabajo interno y externo… Sobre este último, uno de los que más disfruto son las cartas astrales para niños, donde los padres piden la lectura a veces por dificultades puntuales en las que están entrampados con sus pequeños, y otras para tener más herramientas en la crianza que están disfrutando y descubriendo… La niñez es quizá la más poderosa escuela para el resto de nuestra vida y que los padres puedan tener una mirada más integral de sus hijos con su energía en todos los aspectos, de cómo ellos -los chicos- ven a sus padres y de cómo se desenvuelven y hacia dónde pueden ir, es -a mi parecer- una gran oportunidad de tener una vida más sana, más armónica y más placentera… Carolina, que viene por segunda vez (antes vino por su hijo del medio y ahora por el mayor) me cuenta con ojos vidriosos que también ellos, los padres, se liberan de ciertas culpas, además de poder hacer cambios en la relación familiar…

Sí, las culpas son todo un tema, especialmente en países católicos donde esa energía de «deber ser» es más fuerte; no es que en el resto no esté, pero esta doctrina religiosa le puso «más color» al concepto culpa y con eso controló y manipuló muchos aspectos hasta hoy… Pero, como tantas cosas, probablemente esto era inevitable, además de ser un agente de aprendizaje para nosotros como humanidad… Ahora son los tiempos de la espontaneidad y la búsqueda tanto personal como colectiva de verdades espirituales mucho más profundas que no están en la forma sino en el fondo y sin instituciones  ni dogmas de por medio…

vida en TierraCarolina se refiere también a que la carta astral muestra aspectos de la vida de cada uno que escapan a la buena voluntad de un papá, a los esfuerzos del propio niño y a todos los «arreglos» que nos propongamos hacer; hay temas que podemos suavizar y transformar poco a poco en nuestra personalidad y contexto de vida, pero hay muchos que son inevitables… ¿Por qué? Porque el alma no viene a esta vida a estar echada, ausente; al contrario, viene a reconectarse, a crecer, a evolucionar, a sanar, a brillar; y para estas nobles misiones hay que experimentar de todo… Porque -lo he comprobado con niños y sus dibujos- nosotros escogemos a los padres y muchas otras situaciones antes de encarnar y éstos forman parte de los dolores y alegrías necesarios para que el alma y la consciencia emerjan en nosotros y evolucionemos, de lo contrario seríamos como un disco rayado… Porque muchas veces podemos estar en medio de una situación «buena» o feliz y a la vuelta de la esquina nos espera todo lo contrario… Porque -como le repetido- Hollywood no existe y ha impregnado en la mente colectiva unas expectativas fantasiosas e insanas…

Síp, hace poco en un taller de Caminar en Consciencia conversábamos de cuando todo fluye en una decisión y sentimos que está todo bien y que será «ideal» a nuestros ojos humanos y desde el ego, entonces nos entusiasmamos y nos sentimos bendecidos. Pero ese concepto es muy distinto para la Divinidad, para el alma: lo «ideal» y benéfico también puede ser un accidente, un robo, una enfermedad, una ruptura, un quiebre, un «fracaso», una agresión, una decepción…

Desde esta mirada la vida se vuelve perfecta. Desde la mirada que divide en «bueno» y «malo» -la mirada de nuestro ego- sufrimos más. La primera tampoco excluye el dolor, somos humanos, pero le da sentido y confianza a la corriente de la vida, al hilo de luz que la sigue, entonces el dolor está, lo observas, lo vives, lo asumes… Y pasa más rápido (o menos lento)… no te pegas en él… Pero es todo un arte cotidiano mirar con los ojos del alma y no con los del ego, porque a cada rato alguien puede tratarte mal en la calle o en la familia, te pueden exasperar los cercanos, puedes vivir obstáculos o injusticias, tratar con gente densa, recibir negativas, etc., etc.,  No juzgar ni criticar en ese momento es tremenda tarea, pero se puede, poco a poco. Creo que lo primero es respirar y observar el cuerpo… Si está tenso, contraído, nervioso, decaído, rabioso, eléctrico, rígido, acalorado, frío… El cuerpo no miente. Luego de eso, al menos yo, me pregunto y me converso: qué te está pasando, en qué estás, esto ya lo conoces, estás de nuevo reaccionando desde tal herida, estás con miedo, rabia?, respira, todo está bien aunque no lo sepas …. Además pido ayuda: maestros, seres de luz, Miguel, Gabri (siempre corto las palabras, hasta los nombres de ángeles),  ya poh, ayúdenme a entender esto y a aceptarlo… No sean pesados, se supone que están ahí o no?... Entonces comienzas a recibir señales, te aquietas poco a poco, ves distinto, lo asumes y así puedes vivirlo de otra forma: con consciencia.  Y eso cambia drásticamente tu vida… Ya no eres víctima, eres protagonista guiado por la Divinidad que te habita y por tus maestros… Pero como dije, es todo un arte, así que más de una vez se me arrancan la rabia, los miedos, la crítica, la víctima… Pero otras tantas, estos shiquillos se quedan a un costado y hasta se disuelven, incluso después de acompañarme por horas en que siento la panza apretada o el cuello tenso…

Hablo de todo esto porque hemos vivido un marzo y abril tremendamente desafiantes, confusos, dolorosos, turbios, luminosos, abiertos, pasionales, activos, intensos, rabiosos… Y muchos estamos muy cansados cuando recién comienza el año… Hace unos días una amiga me escribe para preguntarme si pasa algo planetario porque ella (que ve y siente la energía) está captando una energía baja y resbaladiza cargada al abuso, violencia, rabia, robos… Le cuento que hay mucho Piscis y Aries en el cielo actual, y el lado oscuro de estos signos tiene bastante que ver con esto; me refiero a la vibración, a la energía pisciana colectiva (evasión, camuflaje, engaño) y ariana (agresión, prisa, brusquedad), bueno, además del eclipse en Escorpión que volverá a mover nuestros aspectos oscuros, como también potencia nuestra intuición, mientras que lo luminoso de Piscis nos abre el corazón a la compasión y Aries nos lleva a la conquista de lo queremos… Y en medio de todo hay -supuestos- atentados (con EE.UU., lo siento, pero me creo la mitad o menos), amenazas de guerra, inundaciones, agresiones, incendios, protestas, explosiones, movimientos de rescate de mascotas, grandes grupos que proponen meditar, revelaciones de verdades…

Y como lo pequeño refleja lo grande y nuestros mundos están en sincronía con lo que pasa a nivel colectivo, a pocos días de mi llegada a Mercedes le roban -poco dinero y sin violencia, pero robo al fin- al almacén de enfrente, una pasajera fiel de este blog me cuenta de su experiencia intuitiva horas antes de la sorpresiva y dolorosa muerte del padre de su mejor amiga, una mujer pierde a su madre y se siente suspendida en el tiempo con el dolor a flor de piel, una tía de Su a sus 90 y tantos pierde a su único hijo y a las semanas se quebra la cadera, mi hermana viaja a Guayaquil por trabajo y la asaltan llevándose su cartera completa, un chico que viene a su carta astral está en profunda etapa de confusión y tentaciones, una amiga me cuenta que se fracturó el brazo y que se siente muy triste y perdida, un amigo me cuenta que su hija tiene mucha angustia y  él no sabe qué hacer porque parece que está con lo que ahora se llama «ataques de pánico»… ¿Todo esto era inevitable? Probablemente sí. Y son vivencias necesarias para generar un cambio… Son «bendiciones» disfrazadas de dolor, desazón, perplejidad…. Está todo bien y tiene un sentido, aunque no se revele de inmediato. Obvio, si el alma tiene otro ritmo… Aunque cuando me comunico con mi hermana y después de saber si está bien, si necesita algo, si puedo hacer algo desde acá y de mandarle luz junto a Su,  le digo: perdiste el carnet (cédula de identidad)… -Sí, se llevó todo: tarjetas, celular, cámara, todo -me dice por chat desde un cyber después de bloquear documentos y más. -Ah, pero eso es bueno, porque entonces ahora tendrás nueva identidad, comienzas una nueva etapa, nueva vida; confía-. -Sí, si estoy tranquila en medio de todo -me dice y siento que ya está entendiendo la señal, la oportunidad, el sentido… y me alegro en medio de la tensión.

Pero al mismo tiempo, pasamos un domingo en la naturaleza bajo un bello eucaliptus con las risas de Su, Mabel y las mías comiendo un exquisito tiramisú; me encuentro con Claudia que está radiante con la llegada de sus nietos mellizos; Carolina me regala un lindo mala con una figura de un monje budista panzón muy tierno; Marta me trae una tela para que me haga un pañuelo como mi favorito que perdí antes de venir; Manuel abre su corazón triste frente a mi en un cruce de palabras; una chica chilena-argentina se pone feliz de escuchar mi acento chileno y me cuenta que va a la boda de su prima en Santiago y que está ansiosa de ir; Jorge puede retomar la meditación después de algunos inconvenientes; Dani me escribe desde Estados Unidos que por fin está contenta después de vivir mucha angustia en España por la crisis y falta de casa y trabajo; pasamos una bella velada con Mabel y más de un amigo que se acerca a saludar, en La Vieja Esquina con vino, fernet y picada; y el miércoles en las meditaciones de la Esquina de Luz que convoca Su conectamos con el niño interior, reconocemos nuestro cansancio, dolores y alegrías, y terminamos con una foto llena de sonrisas y puros buenos deseos para mi viaje y mi corazón se llena de agradecimiento y amor… Y ayer mi padre va a buscar de sorpresa a mi hermana a su llegada al aeropuerto aunque ella había pedido un taxi, y el alma familiar brilla y los corazones de muchos se emocionan porque saben todo lo que hemos recorrido juntos, que no ha sido fácil, pero que hoy nos lleva demostrarnos el amor profunda y concretamente como no lo hubiésemos imaginado en nuestros primeros años… Lo inevitable está ahí, esperándonos para hacernos grandes, felices y llenos de luz, aunque no lo sepamos inmediata ni certeramente, pero es así…

Gracias al Todo y a todos: incluidos chilenos, argentinos (especialmente mercedinos, obvio!), uruguayos y tooodos los seres y pasajeros de este blog con quienes caminamos juntos desde distintos rincones, lo cual también es inevitable! 😉

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Bella parte del grupo de meditadores de la Esquina de Luz y «ritualeros» de Mercedes