De su viaje al desierto de Chile, Felipe me trae de regalo una pequeña llamita que se puede poner en el refri pero que prefirió instalarse en mi altar, al lado de una mariposa turquesa thai. Del ritual de invierno pasado, Patricia me entrega una exquisita crema de manos de cereza y avellanas y me dice que olvidó entregármela y me la guardó con todo su cariño hasta ahora. Por mensaje, Pame, que tiene su pyme de decoración de eventos (desde cumpleaños infantiles hasta desfiles de moda), Ornamenta, me dice que me trae de regalo algunos carteles para indicar los espacios de comida y el sector del bazar, me da alegría y sé que es todo un esfuerzo porque ha estado muy exigida estos días. Casi comenzando el ritual, Silvia me entrega una pulsera azul con pequeñas hamsas o manos de Fátima porque sabe que me gusta este símbolo, las amé (a las dos) y la dejo como protectora en la mesa frente a mí… Todos me dan emoción y ternura… Qué bello es recibir! Y cuando ya tengo cuatro obsequios antes que empiece el Ritual de Primavera, al final me llega otro más: Rodrigo , me trae una sabrosa galleta integral de avena, naranja, jengibre que acompaña mi mate de esta tarde…. Cuando me la entrega, además de honor y cariño, siento: parece que este ciclo traerá muchos regalos para todos, qué bien… Sí porque estamos todos en una conexión y quienes vienen a estos encuentros o son pasajeros de este blog nos sintonizamos y hacemos el viaje juntos, lo que te pasa a ti me está pasando a mí también en alguna dimensión o intensidad… Nos acompañamos y sintonizamos… Y ahora es más tangible que nunca antes….
Cada Ritual que hacemos aunque tiene sus pasos un poco estructurados pues, por ejemplo, para mí es básico partir saludando a los ancestros y también a los protectores del lugar, también tiene su propio sello tanto porque lo que generamos entre todos y quienes asisten y que producen una energía especial, como porque el ciclo astrológico también provoca una vibración y contexto particular… Pero hay algo más… Cada vez que nosotros hacemos algo -cualquier cosa- podemos poner una intención de forma consciente, y al revisar lo que puse como intención de este encuentro en una de las imágenes, en que usé de fondo el desierto florido de Chile, no sólo la energía se materializa y me llega el regalito de Feli desde allá, también la música del norte se hace presente en este ritual y, por cierto, la frase que me llegó: «Es tiempo de aceptar, renacer y crear»…
Y sí, en este ritual se presentó esa energía y mucho más. A medida que fueron llegando y cuando ya comenzamos sentí nuestra pureza y también un poco de energía algo apretada, algunos miedos y angustias dando vueltas, nada raro. Somos así. Lo bello es sentir cómo ese miedo -o suspicacias- a medida que les das espacio van aflojándose y disolviéndose porque también en este ritual se palpaba la valentía de muchos de venir por primera vez y en algunos casos solos, consigo mismos, la mejor compañía que podemos tener: nuestro corazón y todo lo que somos… La energía, se va transformando y a los pocos minutos ya nos sintonizamos con el amor y la consciencia de forma muy potente y dulce a la vez… También porque el amor para cada ritual se presenta desde antes…
La semana pasada, después de ir a un festival de danzas circulares, en que la vecina Lily me avisa pero yo tengo otros compromisos por la mañana y de tarde ella, que sabe que amo la música y el baile, me insiste en que vaya porque me dice que está muy lindo, agarro un taxi y parto por la tarde en un sábado de nubes oscuras. Allá me encuentro con gente conocida además de Lily, la música me confirma lo que yo venía sintiendo para el ritual y lo que he vivido este invierno: conexión con nuestra tierra, la sanación del sur y la alegría más libre del norte. El salón está decorado con grullas de origami, que se ven muy bellas con la luz cayéndoles al centro del círculo… De vuelta regresamos un tramo caminando y Lily me ofrece algo: «Jime, si necesitas algo para el ritual, algo manual, yo estoy disponible, puedo hacer de estas grullas, demás que aprendo o lo que necesites, en serio» -le agradezco mucho y yo, que estaba sintiendo lo del florecer, al día siguiente le digo: Veci, te cobraré la palabra, de tus manualidades para el ritual, podrás? -Y ella, que es aplicada en seguida se pone practicar lo de las grullas, que desde la primera le queda bacán. Cada uno con sus dones, ¿verdad? Y le digo, jaja, pero yo tengo otra idea: necesito flores, porque vamos a florecer, entonces ¿puedo pasarte los papeles y los moldes? Y dice: Sí, Jime, yo las hago no te preocupes; y hasta me manda fotos de los avances de su ofrenda para este ritual… Le agradezco infinitamente y compruebo cómo se provoca una cadena de amor cuando nos atrevemos a pedir ayuda… Las flores de Lily ahora viajan con gran amor y creatividad por cientos de corazones… Lo mismo sucedió cuando pedí ayuda en el post anterior porque varios de quienes siempre trabajan en cada ritual esta vez no podían y en cuanto publico la nota me responde una fiel pasajera de este blog, Patricia, quien queda encargada junto a Cote del altar, y luego escribe Erika, que recién se a une a este viaje porque escucha la sección de astrología en radio Cooperativa y viene feliz con su marido Víctor y ayudan en cada detalle desde temprano… Y como ellos, varios se unen con su trabajo y presencia desde simplemente estar disponibles para lo que sea hasta irnos a buscar en auto para traer todo lo necesario. También se une Marilyn que unos días antes me pregunta si podría venir con su nuevo arte y práctica: pinta budas a mano, lo que además de ser su propia meditación, la tiene reconectada con sus talentos, la belleza y el arte… Y le digo que sí puede venir porque este tiempo es para atreverse y también para unirnos y hacer que la energía circule… Cuando recapitulo todo esto siento cuánto amor y poder reside en cada uno de nosotros… Así, la ayuda llega y todo fluye para que esto sea lo que es: un encuentro con nosotros mismos, un rito para honrar lo vivido y abrir lo que viene, un espacio de conexión, una fiesta para el corazón…
Somos muchos, alrededor de 240 entre todos, y hay desde varias guagüitas -bebés- de meses hasta los abuelos con sus cabellos más blancos y la mirada más reposada… El círculo pulsa, vibra: pura vida, unión… Amor… Son muchas las emociones que limpiamos del invierno intenso y el aprendizaje que poco a poco logramos atesorar también es creciente… Nuestro despertar está circulando y empoderándose cada vez más… En el ritual nos detuvimos, recordamos, recapitulamos, ofrendamos con nuestro baile y energía, compartimos, saludamos a la señora Primavera e hicimos un ejercicio que tiene un gran sentido: salimos de la víctima…Cuando logramos aceptar lo vivido y comprender -aunque sea por unos minutos- el sentido de los dolores que hemos vivido, damos un paso que puede parecer pequeño pero que es un gran salto que nos transforma. Sin víctima no hay victimarios, no hay personas o situaciones que nos dañen, sino que hay seres y espacios que aportan a nuestro crecimiento aunque a veces no lo entendamos ni nos gusten… Hay experiencias que creamos y que podemos transformar…
En este Ritual y durante estos meses impulsamos la energía de aceptar profundamente el dolor como parte de la experiencia humana y lograr ver y sentir que cada hecho incómodo, doloroso, frustrante, es también una semilla de amor a nosotros mismos, una partícula de polen, una fuente de vida, que puede viajar y hacer florecer el desierto más seco del mundo… No es una tarea fácil, pero es bella y cada día somos más viviendo de otra forma y comprendiendo que no hay casualidades, que cada hecho forma parte de la malla energética de la que somos parte, que cada pasaje de este viaje es preciso y mágico, que la crisis es sólo una aventura más y que a cada rato hay regalos… De hecho, al centro de nuestro altar pusimos -porque es así- a nuestro corazón, representado en otro regalo: un corazón de cristal murano que Moni me trajo de Italia de regalo durante el invierno y que ahora se sintonizó con el ritual desde esas tierras donde está realizando un sueño: estudiar arte en vez de seguir la vida rutinaria y segura de ingeniera… Sí, son tiempos para atreverse y el cielo con todo su movimiento nos dice Sí, dale, todo es posible en tu vida ahora…
Así es, todo lo que somos y todo lo que importa está en nuestro corazón y los movimientos astrológicos bendicen este proceso y los planetas celebran porque saben que ya nos estamos atreviendo y contagiando a muchos… Recibiremos muchos regalos estos últimos meses del 2014 que, aunque nos ha machucado y mareado un poco dentro de la centrífuga, también nos da la mano en medio del vértigo y nos ayuda a encontrarnos con quienes tenemos que encontrarnos, a sentir la protección de nuestra corazón a través de la presencia incondicional de guías y maestros que nos dan señales y nos muestran el camino… Un 2014 que en su último tramo nos anima a florecer, a darle vida a nuestra semilla con toda su originalidad y pureza, a reconectarnos con la «simple profundidad» de nuestro Yo Soy… Un tiempo luminoso que nos invita a renacer desde el soltar pesos y ponernos más livianos y que, desde ya, está dándonos múltiples regalos cuando menos lo imaginamos! A recibir, aceptar, renacer, crear y florecer con todo lo que somos… Todo. ¡Feliz Primavera 2014!
Y acá unas fotos de nuestro ritual, aunque varios no hayan podido venir, les enviamos con estas imágenes toda la energía de conexión y amor para que florezca en todos los rincones y corazones! Graciaaas!