A raíz de los eclipses: Tiempo de valiosas Verdades

‘A pedido del público’ y antes que se me olvide, les cuento que desde el 21 de agosto haremos un Taller práctico sobre nuestros mejores amigos: El Ego y el Alma. Son tres sesiones y acá está la info: https://condestinoa.com/taller-del-ego-al-alma/. Y también, porque Viña tiene Festival,  desde fines del mismo mes estamos coordinando todo para dar el Primer Nivel del Taller de Astrología Álmica en Viña del Mar. Click aquí para todos los detalles!

Y a raíz del primer punto, nuestro querido ego, vaya que ha dado material en este tiempo eclipsado. Siempre es así alrededor de los eclipses. Lo que pasa es que ahora está más potente porque Don Satur el planeta de Capricornio, el señor de la sabiduría y la realidad está más que involucrado, junto al profundo sarcasmo de Plutón que apenas levanta una ceja para mostrarnos con un espejo en la mano todo lo que es compulsivo, apegado y rígido en nosotros. Mientras Júpiter desde Sagitario, echado en una sala de aeropuerto a la espera de su próximo vuelo y con un libro en la mano, después de comer unos bocadillos, dice: cuéntame más… Más de tus excusas para no crecer, para autoengañarte, para evadir, para no oír a la Vida y sus enseñanzas… Y también cuéntame de qué te has dado cuenta estos dos últimos meses, qué sabes que necesitas cambiar más allá de si estás de acuerdo o no, qué avances personales tuviste el primer semestre y qué experiencias nuevas te han apasionado… Quiero saber…

Y aquí estamos, en plenos efectos de los eclipses en el eje Cáncer/Capricornio (esta tarde tenemos uno parcial de Luna llena en Capri), que nos devuelven varias cosas: lo esencial, la autenticidad, las verdades de cada uno, ajustes de los caminos de vida personales y colectivos, mayor conexión con el cuerpo, mayor identificación con nuestros oficios, renovación de nuestros afectos para gozarlos y compartirlos, mayor integración -en vez de rechazo- de los padres que escogimos (gesto básico de crecimiento en esta existencia humana)… Estos eclipses nos regalan la posibilidad de nutrir más profundamente nuestra vida familiar/afectiva y nuestra vida laboral/material… Y para recibir esta bella posibilidad hace falta mirarnos más interiormente antes de mirar al resto, detenernos un poco cada día, sentir sin dramatizar, indagar en nuestros dones, crear prosperidad en vez de pegarnos en la escasez, dejar que la Vida sabia pulse e indique el camino…

Alrededor de los eclipses, además, las relaciones se mueven mucho. Hay gente que sale o se distancia de nosotros, hay gente nueva que llega y es clásico que algunos del pasado reaparecen… Se activa lo verdadero y los lazos que ya cumplieron su cometido tienen que retirarse por doloroso, incómodo o raro que nos parezca… El alma no entiende del qué dirán, ni de agradar ni de disimulos, y los eclipses, como dije en otra nota, activan lo genuino: los caminos verdaderos del alma, las razones por las cuales hemos vivido distintas cosas y que conforman propósitos de Vida ahora se despliegan para que comprendamos y tomemos esos caminos…

Y para esto último, los perfectos hilos que tejen nuestra trama colectiva se encargan de mostrarnos actitudes de los otros que ya no podemos pasar por alto, de hacer que no podamos encontrarnos pese a nuestros intentos, o de hacer que todo fluya, de que coincidamos en los momentos y espacios precisos; de que nos peleemos; de que nos reconectemos; de que hagamos gestos reparatorios si antes hicimos daño (no basta con pedir perdón u ofrecer disculpas, ojo!)… Ahora (desde fines de mayo realmente), y en especial por lo que queda de julio y hasta todo septiembre veremos nuestras verdades y las de los cercanos para tomar decisiones más honestas que provocarán cambios y activación de estos caminos álmicos…

Y por si a alguien le faltan ingredientes en esta poderosa sopa, el lindo de Mercurio está retrógrado y me da mucha risa que él sea el primero con quien me encuentro en una mañana por el jardín botánico de Buenos Aires, en un viaje breve e intenso por la ciudad y, nada más entrar, está él con sus zapatillas aladas y digo: ¡Miren quién está ahí! Jajaja. Nos reímos frente a uno de los dioses más divertidos del cielo y de la astrología, de espíritu siempre joven, adaptable, sociable, ingenioso, versátil, movedizo y cuentero. Bueno, él hasta el 1 de agosto estará retro en Leo y Cáncer y durante estas semanas nos permite -no casualmente- estar más ‘intro’, darnos más tiempo para procesar lo que sentimos y lo que queremos hacer, dejar en pausa -hasta elaborarlas mejor- acciones motivadas por el capricho, la vanidad, la melancolía, el orgullo; revisar mejor los acuerdos y desacuerdos…

Atravesamos meses muy enriquecedores interiormente, que nos piden ir con más cuidado de nosotros mismos y del ambiente. Y cuidado no es miedo sino amor. Más conexión con quienes somos tanto desde el cariño, como desde el tirarnos las orejas frente a los arranques de nuestro ego, como también desde el humor y desde el mirar con los ojos del alma qué se abre, qué se cierra y qué queda en pausa para nosotros… Enhorabuena. ¡Que podamos cambiar la mirada, disfrutar y agradecer!

Círculos de Invierno, la luz interior brilla

Después de un té de menta y un jugo en un café, decidimos cambiarnos a un bar con Mabel. «Pero antes acompáñame a la farmacia y a la librería, por fa» -le digo y partimos caminando. En la farmacia, un chico se sube a la pesa antigua y yo le copio y me deprimo; no eran los kilos que esperaba, es decir, son más de los que esperaba, jaja. Mientras mi amiga saluda a una chica que entra y la conoce. La chica también se pesa y sale decepcionada igual que yo. Lo único bueno es que la subida deprimente es gratis, al menos! Salimos y paramos en la librería donde Mabel le conversa a uno de los chicos que atiende y que está fumando en la calle, hacen bromas y ella me dice que entremos. «No, es la librería de lápices la que busco, no de libros» -le aclaro. Pero en eso la dueña, que está en el mesón, le hace señales con entusiasmo a Mabel para que entremos, mientras yo veo que tiene en su mano un aceite de hierbas de Just y entro y le digo: es muy bueno ese! -¿Lo conocés? -me dice y me lo pasa para que lo huela. Entonces, comenzamos a conversar de ese de naranja, del óleo 31 -es mi mejor amigo, le digo- y cómo se usa, y luego saca de su cartera gotas de Rescue (flores de Bach de rescate pa’ la angustia misma) y me río a carcajadas y le digo que tiene el kit completo, que está hiper preparada. Nos ponemos a charlar entre todos, incluido el chico que está mostrándole los aceites. En eso le digo a la dueña: ¿oye, pero esto es librería o herbolario?- Y ella se ríe: Y acá hacemos de todo, sabés? -ahora me río yo porque además me ofrece facturas dulces que tiene al lado del mate y encima me dan un vaso de agua para tomar el remedio que compré. Pero qué servicio más integral -le digo… Seguimos riendo y cuando nos vamos decimos al unísono con Mabel: ¡Mercedes!

Así es esta pequeña ciudad, todo el mundo se conoce, te paran en la calle para saludarte… Ahora mismo mientras preparo la carta astral de la persona que viene a su lectura a las 3 de la tarde, en un café de la plaza, se me acerca Ana Luz para saludarme y decirme que el ritual «estuvo muy lindo, realmente un momento para el alma»…

ALTARY sí, los rituales que hace un rato realizo tienen esa intención, son eso: momentos para el alma, para reconectarnos con nuestra esencia luminosa, frágil y poderosa a la vez… Esta vez, al igual que en Santiago, además de despedir a un otoño muy aleccionador, viajamos por los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire para abrir el invierno desde la conciencia, la conexión colectiva y personal, y desde el amor profundo por quienes somos, por la Tierra que habitamos y por la vida generosa y desafiante que con valentía escogimos transitar de determinadas formas antes de encarnar esta vez…

De nuevo en este ritual están muy presentes la alegría, la emoción y la limpieza… Y acá vivimos un momento muy emocionante con los ancestros, cuando honramos su experiencia, su vida y sabiduría… Cuatro mujeres con sensibilidad, sencillez y solidez entran al círculo del ritual para mostrarnos la belleza y la fuerza de los antepasados, de esos abuelos, padres, madres que llegaron antes, que son más grandes y que vivieron tiempos mucho más adversos que éstos en términos materiales y de conciencia… Estos años, especialmente desde el 2000  hacia acá, son de una revolución de conciencia y avance impresionantes, donde Internet además de mágica, une, pluraliza, expande, refresca… Metafórica y literalmente estamos todos dentro de la red circular y eso de todos somos uno hoy es más real que nunca antes… Desde que Urano pasó por Acuario y ayudó a dar a luz esta conexión planetaria, y luego pasó por Piscis revolucionando y despercudiendo la religión, la espiritualidad, las artes y el conocimiento sutil ligado a terapias complementarias, todo cambió y hoy tenemos un abanico de herramientas para crecer y sanar sin precedentes…

meditacion inviernoYa no hay excusas para quedarse en la víctima, en el dolor; la sanación y el despertar están a un click de distancia, y eso es un salto cuántico que nuestros ancestros y nosotros mismos en vidas anteriores jamás imaginamos… Este tiempo es el mega privilegio y oportunidad, encima estamos más acompañados que nunca pues somos muchos en la misma sintonía de «masa crítica» que ya mira la vida de otra forma y nos atrevemos a vivir desde otra vereda mucho más humana y consciente … Quizá por lo mismo (y por otros factores, obvio), a muchos a veces nos vienen esos «ataques de felicidad»  que mencioné en algún post anterior  (escrito también desde Mercedes) y que no tienen un motivo en particular… Parece como que no está pasando nada, pero en realidad está pasando Todo… Por lo mismo, la queja está pasada de moda. Son tiempos para agradecer, para valorar, para aceptar, para intentar ver la película completa y no la pequeña escena sacada de contexto… Son tiempos mágicos y muy circulares… Son años privilegiados que hay que vivir con el corazón profundo y desde la consciencia… Encima, como somos energía y la sincronía siempre está ahí, donde quiera que vayas te encuentras con lo similar a ti… Por eso no podemos vernos separados ni superiores o inferiores a los demás… Los demás te reflejan todo el rato, ya sea porque eres igual o porque eres muy complementario a ese que te hace ruido o te molesta… He aquí gran parte de la sanación de nuestra vida cotidiana y trascendente: aprender a vernos en los demás, a soltar la crítica y el rechazo y mirar con el alma y agradecimiento a los demás por todo lo que activan en nosotros…

La noche del 22 de junio en Santiago, y la del 29 en Mercedes, esa luz que llevamos dentro brilla y se palpa en el círculo a la luz de las velas, se siente en el silencio del invierno, en la respiración y cada gesto colectivo que vamos haciendo en los pasos de este ritual-meditación… Es conmovedor, es reconfortante, es sutil, poderoso y bello… La energía de todos emerge en profunda conexión y alegría de acompañarnos, de volver a disfrutar desde el baile hasta la quietud en sintonía y complicidad…

Y ahora, esta noche de martes, el viento sopla fuerte y se siente su sonido característico colándose por las ventanas, en esta ciudad pequeña que parece prepararse para otra lluvia purificadora… Seguimos limpiando y sanando en este invierno 2013 desde donde sea que estemos…

PD: acá un bonus track sobre este mes: http://angelesamor.org/energia/las-energas-de-julio-2013.html

En el «Primer Enjuague»

Hace casi dos meses escribí una nota llamada «En la lavadora», donde contaba que muchos estábamos en procesos intensos-doloros-aliviadores de limpieza personal… Mayo y junio -realmente todo esta mitad de año- están reveladores, inquietantes y llenos de oportunidades de sanar (para quien quiera verlas y tomarlas, por cierto).

Pero siento que ya pasamos una etapa dura que comprendió abril-mayo-junio y que ahora tenemos que actuar más decididamente, sanar con convicción, disfrutar más y agradecerlo todo -como siempre. Luego del Solsticio, del We-Tripantu (año nuevo mapuche), del Ritual de Invierno y cuando recibíamos la super Luna, en Santiago se mezcla el sol y la lluvia suave, gesto no tan común de la naturaleza local… Y me frustro porque estoy segura que habrá arcoiris pero no podré verlo porque dará pa’l otro lado de mis ventanas en casa. Llamo a mi hermana-vecina que mira hacia la montaña desde su departamento y me dice: no veo na’, pura cordillera nublá… Buu, qué lata -le digo. Igual el sol brilla más y se ve lindo todo. Al rato hablo por mensajes con una amiga que no pudo venir al ritual y me dice en medio: viste el arcoiris? -Nooo, hay?! lo ves?, fotooo!! -le digo con entusiasmo; sabía que iba a aparecer uno al menos! Y me manda esta imagen desde su piso 11, en Ñuñoa.

arcoiris en santiago23junio-Eeeeehhh! son bendiciones -le digo feliz.

-Me asomé de nuevo y ya no está 😦 -agrega ella.

-Pero ya lo viste. Bacánnnn.

-¿Las bendiciones son si uno lo ve?

-Siiii poh y pa la ciudad! Belloooo.

-Aahhh.

-Estai entera de (muy) bendita.

-Pucha, estaría weno (bueno) -me dice porque antes me contaba que estaba acostada, sin energía

-Cansá pero bendita, jaja.

….Y soltamos la conversación, mientras yo me quedo con un dulce sabor de boca por todo lo vivido el fin de semana y con esto todavía más. También -al igual que muchos- estoy muy cansada. Y el lunes apenas me levanto para ir a la radio al último lunes de este ciclo en Cooperativa (acá el video por si quiere verlo), pues me vino el cansancio con balde luego del Ritual y ahora me quedan todos los detalles del viaje a Mercedes, Buenos Aires, para el segundo Ritual de Invierno… Pero pasadas las 6.30 de la mañana recuerdo que hay «super Luna» y salgo a mirarla por el balcón, la tengo en frente y el cielo está de un color celeste-lila-azul brillante antes que amanezca del todo… Me quedo contemplando antes de ir a la ducha y tomo unas fotos (la de la imagen es foto de agencia porque se me quedó la tarjeta en otra cámara) y siento el aire de la ciudad con la quietud-inquieta de esa hora en que todo comienza a moverse…

superluna

Algo está cambiando, intuyo. Algo está distinto a las otras semanas… No es ni mejor ni peor, simplemente es.

Mi lunes y martes están llenos de actividades de cierre, terminar un ciclo en la radio y la despedida por un rato con el equipo, que son gente muy profesional, con mucha entrega y calidez; despachar el horóscopo de emol.com, hacer maletas, pagar cuentas, ordenar lo doméstico, responder correos pendientes, compartir aunque sea un poco con amigos que no vi en este tiempo, retirar ropa de la lavandería…. Cuando voy caminando hasta allá, a la lavandería, digo: Claro, ya estamos en el primer enjuage! Eso es! Algo se alivianó, salió parte de manchas y suciedad (desengaños, auto-engaños, rabias, heridas, miedos, etc.), que fueron sacudidas y limpiadas y ahora el agua (emociones, sueños, intuiciones, sanación) se las lleva… Qué bien…

Tampoco canto victoria y creo que ahora está todo bien. Primero porque incluso en el tormento más tormentoso está todo bien siempre. Separar bien y mal es no entender estos tiempos de consciencia, es no entender la vida. Segundo, porque creer que la felicidad tiene que ver con un estado externo donde «nos va bien» y donde no hay problemas, además de infantil es irreal. La vida tiene de todo y de dolor, bastante; de alegría muchísimo también, de crecimiento, todo el rato, y todo cuenta, todo es parte de un mandala donde no podemos excluir nada. Pero lo que sí podemos hacer es ver, aceptar, despertar, sanar poco a poco y cambiar. Cambiar desde nuestra mirada hasta nuestra vibración, pasando por nuestros hábitos egóticos y por los mandatos que hemos escogido tomar y repetir una y otra vez. Del tipo: yo soy así, no soy bueno en tal cosa, es que mi infancia fue de tal manera, es que no sé hacer eso, es que no me atrevo, es que tal experiencia me marcó, es que no tengo plata, es que no tengo tiempo, es que a mí me gusta hacer esto de esta forma, es que no sirvo pa’eso, es que eso me cuesta….. X, X, X… 

Ahora, este 2013-14 es el tiempo de ir a lo más profundo de nosotros, de ver -con los ojos del alma- lo que nos gusta y lo que no, de pedir ayuda para cambiar y transformar nuestra existencia en algo mucho más armónico y auténtico, con menos etiquetas, moldes, expectativas… Estamos todos en la misma, lo sepamos o no: creciendo, saliendo -o entrando en algunos casos- de un estado de crisálida que nos tiene revueltos porque está cambiando todo por dentro y por fuera, permitiendo que muuuuy lentamente nazcan nuestras alas delicadas que tendremos que cuidar y aprender a mover… Pero eso sólo sucederá si tenemos la voluntad de quedarnos más quietos interiormente, aguantar el lavado-remezón con alegría de nuestros temas pegados, pues es tremenda oportunidad y aceptar los cambios que nos propone -u obliga- este tiempo tan intenso y lleno de respuestas…

Desde un sol brillante en Buenos Aires, parto en un rato a Mercedes, a reunirnos con un bello grupo para honrar la fuerza del invierno este sábado 29 a las 19:30 hrs., y a constatar nuevamente que la naturaleza sí sabe de cambios y no se resiste, y que somos todos iguales: estamos remecidos, cansados, alegres, con miedos y confianzas que nos unen en un círculo de luz que desde muchos rincones sigue despertando, aunque cueste y duela, y aportando cada día más a una vida más poderosa, más tranqui, más verdadera… A disfrutar, entonces, del primer enjuague… Que sigamos liberando y creciendo de adentro hacia afuera, con arcoiris, lluvias, lunas, sol, viento, nieve… Todo lo que nos quieran regalar la vida y la naturaleza, que seguro será demasiado, como siempre.

«El miedo es maravilloso»

portaluz2Esto de atravesar portales agota, ¿eh? Pero, bueno, lo elegí, se me confirmó con señales, me gusta, lo disfruto, creo, confío… Y a ratos dudo, lo admito. Pero no me quejo porque es algo que elegí, sólo constato. Me refiero a nuestras decisiones -guiadas, casi siempre, aunque no lo sepamos- de hacer algo que nos da sentido. A mí hacer rituales y el resto de mis trabajos (unos más que otros, a ratos) me lo dan: el sentido, la dirección de vida, el significado, la profundidad, el para qué… y la satisfacción; la alegría en realidad. Pero parece -muchas veces es así- que ciertas decisiones que implican un compromiso mayor significan trabajo extra y pruebas ídem. Parece que nuestros guías (la Divinidad) prueban nuestra convicción  e intención en aquello importante que hacemos y que involucra tanto el camino personal como a más gente…

Creo que esto es lo que pasa con los cambios de vida que hacemos, con los giros y decisiones más potentes. Lo del primer viaje y ritual en Mercedes se me había mostrado y anunciado hace un par de años por más de una señal, es decir,  el hecho, el viaje a trabajar con gente en rituales y otros temas espirituales fuera de Chile otra vez (antes hice algunas cosas en Uruguay), lo que no sabía era el lugar ni el cómo ni el cuándo… Es más, hasta lo había olvidado (el anuncio). Lo de partir con rituales en Santiago y reunir gente, también, como una manera de expandir la energía y conectarla… El tema es que una vez que dices sí, vienen las partes más desafiantes del camino, y las más reconfortantes como telón de fondo y acto final también están ahí.

Y en esas partes desafiantes, mi viaje a Buenos Aires ocurre cuando el país se encuentra en duelo nacional porque una gran tormenta inundó varias zonas, murieron muchos seres, faltan servicios básicos y se asoma con fuerza el dolor, la impotencia, la rabia, la precariedad latinoamericana de siempre, el poder de la naturaleza versus nuestra soberbia de tapar todo con cemento,   los cambios inesperados desconcertantes… y crudos. Desde el avión puedo mirar parte de las zonas aún bajo el agua y recuerdo la misma imagen tantas veces repetida en Chile y otros países donde volvemos a levantarnos como sea… El agua con su fuerza, -«limpieza», me recuerda Fer desde Uruguay, quien también vivió la tormenta que cayó con tremenda fuerza alrededor del río de La Plata-.  Esto es sólo una parte del desafío, porque las aguas provocaron que nuestra logística con mi amiga Su se entorpeciera dada la falta de internet, electricidad y comunicación en general…

Casi tengo que cambiar de día el viaje porque nada de lo previsto para mi llegada parece funcionar y mi vuelo es muy tarde para alcanzar el último combi o bus hasta Mercedes,  encima puede que me bajen del avión por la alta demanda… Pero a último momento -un par de horas antes de tomar el avión- Juan, amigo de Su, ex profesor de educación física, ex inmigrante argentino en España, ex trovador aficionado y actual taxista libre y esperanzado, da señales de vida y puede ir a buscarme al aeropuerto de Ezeiza para cruzar hasta Palermo. Así lo hacemos y nos contamos la vida arriba del taxi con carcajadas incluidas y cruzando decenas de calles sin semáforo y manifestaciones varias de porteños indignados por la falta de luz y agua… Dos horas más tarde, me deja con Humberto, amigo de infancia de Su, abogado y cantante de tangos, quien me impulsó a venirme ese día pues él se encuentra en pleno ensayo para su concierto del sábado en La Plata con los excelentes músicos de Amores Tangos y luego de eso tiene que venir a Mercedes por trabajo… Entonces, me sorprenden-emocionan cuando al llegar tocan la última canción y me retumba el corazón y la piel, especialmente con el bandoneón… Guau! qué llegada, después de tanto stress, de dudar, de creer que no podría, de encontrarme con mis miedos y angustias, de pedir señales y recibirlas, llego con estos dos guardianes-músicos-creativos… Alcancé a grabar este video, todo un privilegio:

Con Humberto, después de esta música potente, partimos viaje a Mercedes, me cuenta parte no menor de su vida y milagros, conversamos también de las inundaciones, pues parte de su familia está afectada, escuchamos más tangos y candombe, que me recuerda tanto a Uruguay, hasta bailamos en el auto con la música bien fuerte; también conversamos de mi historia con el periodismo, el tarot, la astrología… Otras dos horas después llegamos a casa de Su y salimos a una buena cena… De vuelta en casa ponemos música y bailamos conectando con la alegría y liberando cansancio y stress acumulados…

En el silencio de la noche me siento al borde de la cama, respiro profundo, muevo los pies en el suelo frío y agradezco…  Todo, hasta mis fantasmas pasan por el agradecimiento. Algunos de ellos vienen de otras vidas y tienen que ver con pérdidas, abandonos, rechazo, desarraigo, y sé que frente a la incertidumbre en los viajes éstos aparecen y empañan lo real… Respiro y suelto viendo toda la película…

Al día siguiente nos levantamos temprano y con Su trabajamos en los últimos detalles del Ritual de Otoño, vamos a ver el lugar: el gimnasio Equilibrio, que lo ofreció su dueña, Patricia, vía Carla ya en febrero, el lugar es amplio, con techo alto y con piso de madera, está muy bien. Más tarde vienen los amigos a casa a saludar, conversamos y seguimos trabajando. El sábado vamos con Carla y Su a energizar el espacio con flores, palo santo, velas, incienso  música y otras hierbas… Pero antes de ir me quedo pegada en una entrevista de radio Cooperativa de Chile. Por esas sincronías de la vida, puse la señal online mientras revisaba correos y otros detalles y aparece una voz mexicana que me cautiva y me quedo escuchando. Es la atleta Verónica Ruiz Moreno, quien se prepara para correr la maratón de Santiago. Ella tiene una enfermedad neurológica degenerativa, el mal de Huntington, y su lema para correr es: diagnóstico no es destino. Lo amé, porque es lo que creo absolutamente y siento que muchas veces es el diagnóstico lo que nos liquida antes de cerciorarnos de lo que tenemos, dónde y cómo estamos, y cambiar por dentro para provocar la sanación. Cuando escucho eso al comienzo de la entrevista, me quedo atenta y con el corazón feliz.

miedos2En una parte de la conversación, la periodista Cecilia Rovaretti le pregunta por los miedos y ella le responde: El miedo es maravilloso  -se me eriza la piel y la aplaudo. Guau! Así es! -digo en voz alta. Y debe argumentarle a Cecilia, que me imagino la cara de sorpresa que le pone por su respuesta: ¡Claro, por supuesto que sí! El miedo es lo que te impulsa, lo que te dice dónde tienes que trabajar, es lo que te indica en qué te tienes que fijar. Mis temores son estos: qué va a pasar conmigo si mi marido se muere y yo tengo avanzada la enfermedad, ese es mi mayor temor,  entonces lo que puedes hacer es hacer algo al respecto, yo creé una fundación y puedo vivir de ahí, (…) porque el miedo está en el futuro, en una posibilidad que no ha sucedido y yo estoy muy enfocada en mi presente, entonces no le das chance- afirma con certeza. Verónica le habla también de las terapias alternativas, del ejercicio, la espiritualidad y del agradecimiento… Tremenda inspiración y lección. Contagia alegría y sabiduría. Pueden escucharla aquí o verla acá… Yo desde el otro lado de la cordillera y la pantalla  honro su convicción, su temple. También agradezco la oportunidad de escucharla justo en este momento, cuando me siento muy cansada después de ciertas pruebas, agradecida y feliz de hacer lo que hago, pero a ratos dudando cuando las pruebas aparecen. Entonces Verónica afirma: tomen conciencia que un diagnóstico no hace destino, que uno puede tener una vida maravillosa, no te esperes a tener nada para vivir  una vida sensacional, no te esperes a que tu circunstancia cambie, no hay tiempo…. Guau, otra vez!… Eso es: nuestra oportunidad de ser felices es ahora, no mañana; como lo he dicho en varios rituales y lecturas…

Tener el regalo de esta sincrónica entrevista, me da más señales y aliento para confiar, aceptar, agradecer y actuar en pos de lo que me mueve. Por eso lo comparto en este espacio por donde muchos pasan y sintonizamos con nuestras fragilidades, fortalezas, sonrisas, conciencia, alma y corazones, entre tantas otras cosas… Estamos todos creciendo juntos, con nuestros miedos como motor y nuestras confianzas como árboles frondosos que dan respaldo y sombra en el camino… Hasta la próxima!

camino arboles

Bellos círculos de Luz

circulo velas blancas¿Ritual de qué? -me pregunta un chico. De otoño- le respondo con cara de ¿qué te parece y qué más quieres saber? -¿Y qué hacen ahí? -me sigue preguntando.

Entonces le voy explicando un poco de lo explicable, porque ni yo tengo tanta claridad de qué son y cómo definirlos (los rituales), pero sí tengo la certeza del para qué de éstos: son encuentros para conectar con la vibración actual de la Tierra o lo que esté sucediendo con ella, lo cual es tanto más sano que sintonizar con el ritmo de nuestro ego y del sistema que se nos ocurrió crear para vivir en las ciudades; son espacios de conexión con nuestra divinidad interior, son momentos de celebración para liberar lo viejo y abrir lo nuevo; son encuentros para recordar quiénes somos, lograr detenernos, integrar lo vivido y comenzar lo venidero con más consciencia y energía; son viajes colectivos del alma, son círculos de luz…

¿Y hay que ir vestido de alguna manera especial? -continúa mi amigo curioso. Nooop -le digo tajante y le explico que ya no son los tiempos de la forma: de vestirse, sentarse o meditar de tal manera…. Lo más importante es tu intención… Ya con eso estamos -agrego. Estos tiempos abiertos y mágicos que estamos viviendo son para la espontaneidad, la libertad, la creación,  el recordar el verdadero sentido de nuestro paso por acá, la conexión directa -y sin escalas- con la Divinidad, donde ya las religiones caen e importan poco porque no necesitamos como humanidad normar el contacto con la espiritualidad que está siempre presente en todo. Por lo mismo, son también tiempos más desconcertantes y alocados, porque el desafío de encontrar nuestro centro es personal y más trabajoso dada la falta de referentes, la cantidad de estímulos externos y de información… Pero es también una tarea más satisfactoria porque encontrar el rumbo, la conexión y el sentido es una labor diaria inacabable y con tremendos regalos…

Parte de esta tarea, en mi caso, es hacer rituales, donde yo misma crezco antes, durante y después, ya que la energía del grupo y del asunto que nos convoca se presenta sincrónicamente y pone a prueba no sólo mi voluntad, también a mi ego; al tiempo que me conecta con mi alma y parte de las misiones que he elegido «recordar-transitar», mientras mi energía se entretiene, se cansa, se empodera, se estresa, disfruta, resplandece, vive… Sí, porque como siempre lo digo, la vida tiene de todo…

Y obvio que en estos rituales de otoño el desapego anduvo merodeando por mi vida y diciéndome: hasta aquí llegaste con esto y con aquello, suelta porque estas cosas-situaciones se tienen que ir…. O, «bueno, ¿no querías hacer ritual de otoño, tiempo de soltar?, bien, entonces confía en medio de la incertidumbre»…. Así siento la voz sabia de la vida a ratos susurrando cuando he(mos) estado en meses arrebatados y de mucha limpieza, como marzo y abril…

CIRCULO MERCEDES

Círculo de Luz en Mercedes: Ritual de Otoño; en Gimnasio Equilibrio

Pero la magia también está tan presente que me emociona y me hace agradecer infinitamente. Y el 6 de abril fue mágico, circular, sanador, conectado, sincronizado, bello… En Mercedes celebramos con mi amiga-hermana Susana Arley, más conocida como Su, nuestro Ritual de Otoño entre gente muy bella que ya me había recibido en febrero para el año serpentino (que vaya que se está moviendo, ¿no?) y varios nuevos participantes que vienen curiosos y entregados a algo que no saben del todo de qué se trata, igual que yo, jaja… Y cuando comenzamos, además de honrar a todos los seres que partieron debido a las crudas tormentas e inundaciones en Buenos Aires, me corresponde presentarme, cosa que siempre me hace gracia porque -ya lo he dicho- no tengo una definición para mí misma y no sé por dónde comenzar… También porque las etiquetas no me agradan y encuentro que nos limitan, encima no le tengo mucho aprecio a los títulos, me dan un poco lo mismo: en esta vida uno de los míos dice «periodista», pero me queda grande para algunas cosas y chico para tantas otras, y en cambio valoro mucho más la sabiduría que el conocimiento teórico, entonces me da igual si yo o el del lado somos super letrados o aparentemente ignorantes porque acá estamos todos aprendiendo eternamente y somos todos iguales: todos lo pasamos mal en distintos momentos, todos tenemos la capacidad de cambiar, de gozar la vida y de despertar… A mí -volviendo a las clasificaciones- me gustan los oficios, entonces en esta vida -lo digo así porque quién sabe en las otras, aunque tengo información de algunas- también soy escritora -¿o acaso no escribo?-, astróloga, tarotista, ritualera (lo acabo de inventar), comunicadora, aprendiz intuitiva de chamana, bloguera, productora, horoscopera y quizá qué más puede venir…

… El Ritual de Otoño de Mercedes no comenzó la noche del 6 de abril, sino bastante antes ya sólo con gestar la idea a fines de febrero en que comenzamos a mover la energía y también las últimas semanas de marzo cuando muchos colaboran de distintas maneras y conformamos otro círculo aparentemente invisible pero poderoso… Y es una de las cosas que más me emociona de los Rituales: la ayuda, las manos e intención de muchos ofreciendo cosas logísticas o mandando luz desde donde estén, y conectándose con el grupo y su energía aunque no puedan venir. Me conmueve con lagrimita y todo a ratos, cuando veo-siento este círculo moviéndose… Entonces, Carla consigue el lugar que ya había ofrecido Patricia: el gimnasio Equilibrio, y nos lleva a verlo y arreglarlo temprano; Flory se encarga de cobrar; Carolina manda mails ofreciendo ayuda, llega con un rico té de menta y después nos llevará en su auto de regreso a casa cargados de cojines (almohadones) y más; Estefanía me ayuda a contar y a entregar hojitas; Fran se encarga del audio, las fotos y luces; Fer y Mónica llegan con hojas de otoño de sus jardines para el altar; Mabel pone su mesa para la comida y una chica vecina que ni siquiera puede venir cuando nos ve ordenando ofrece también la de ella y a los minutos aparece con su mesa redonda; Armando ofrece su equipo de sonido y manda un mensaje al celular enviándonos luz pues no podrá estar; Silvia desde Santiago me regala una vela naranja para ponerla en el altar de Mercedes; mi querido Fer desde Uruguay manda luz y está desde allá con nosotros; dos amigas que llegan temprano se ponen con nosotras a ordenar los cojines, las cartas de ángeles y más; muchos que estuvieron en el ritual de Santiago -incluidos mis padres- mandan luz, piensan en nosotros y conectan con la energía para estar unidos… Y cada participante llega con su energía y trae cosas para compartir, muchas hechos por ellos mismos… Es muy potente y conmovedor formar este círculo de luz, esta comunidad… Todo un honor y privilegio…

Además, este círculo es espontáneo y libre, como tiene que ser, siento yo… Y así hacemos un viaje en Mercedes para despedir al verano con toda su luminosidad y expansión, de modo que nos permita entrar al frío del otoño con sus tonos ocres y la potente -aunque a ratos dolorosa- experiencia de soltar: control, expectativas, cosas-emociones estancadas, comodidades, fijaciones, lo que ya no sirve, lo que atesoramos… Soltar sin distinción, pues a lo único que podemos aferrarnos es a la luz que tenemos dentro, al alma, al corazón puro, a la divinidad que nos habita poderosa y maravillosamente…

Altar-Mandala OtoñoEsa luz es la que se presenta en los rituales con tal poder que algunos que ven y otros que canalizan -como mi amiga Su- nos cuentan que además del Buda, Kwan Yin,  Lupita (patrona de América y de este ilustre blog, no podía ser menos) que comandan el altar otoñal, también se presentan los arcángeles Miguel (soy fan del alado azul junto con varios más que vienen al ritual y/o leen este blog, así que obvio que estuvo), Uriel y Zadkiel, además del maestro Jesús; mientras cada uno de los presentes convoca a sus propios guías y maestros, quienes todo el rato nos han acompañado aunque no lo sepamos ni imaginemos… Una mano invisible siempre está ahí para ayudar, empujar, mostrar, guiar, soplar…

El espíritu del Otoño también baja y asciende hasta nosotros, para regalarnos el despojo, la liberación de lo que nos pesa, la capacidad de soltar y confiar… La Tierra generosa nos da este regalo de sincronizarnos con sus ciclos, ritmos y colores, y todo está ahí para quienes quieran tomarlo…

Y entonces la energía se palpa en el aire, el alma colectiva se hace presente y esos instantes me hacen decir sí, sigamos, esto Es; con todo el trabajo que significa y los portales que atravesamos (esta vez volvieron a presentarse, no se puede cantar victoria con el crecimiento personal, siempre hay una vuelta más y algo que te pone a prueba)… Por eso cuando miro el círculo de luz de Santiago y ahora en Mercedes me conmueve y les decía anoche que al mirar a los más de 120 que estuvimos en Santiago algo en mí tenía risa de decir: a mí se me ocurre hacer rituales, pero a ustedes se les ocurre seguirme, y me río sola; pero cuando digo seguirme, no me refiero a mí, pues -enhorabuena- ya no son los tiempos para seguir a nadie, para estar en dependencias de supuestos maestros, gurúes y etc., de turno, además ni yo me siento en eso ni quiero serlo;  ahora son los tiempos de encontrar por nosotros mismos nuestras verdades; me refiero a seguirme en la idea de reunirnos y juntar nuestra energía en un ritual lleno de símbolos visibles e invisibles, a tomarnos el tiempo y el espacio en algo que a veces nos suena que puede ser bueno pero no lo sabemos del todo… Y sin embargo sucede, «funciona», es, nos une y nos conecta… Vaya!

Este viaje-ritual que pasa por meditación, música, baile, introspección, compartir, reflexión y agradecimiento, eleva nuestra energía y tiene unos luminosos silencios de gran poder donde el alma colectiva puede palparse con bella emoción; termina en un gran abrazo circular formado casi por 50 seres (más nuestros respectivos guías que se quedan hasta el final, porque trabajan 24 horas) que nos da conexión de vida pura junto a la luz de las  velas, la fuerza de los cristales y  la despedida de las  hojas de otoño, en sintonía con dos voces sudamericanas que nos regalan un buen lema para este otoño, con profundidad, talento y sentido… GRACIAS otra vez!…. Ya les contaré del portal que volvimos a atravesar en la previa y luego subo las fotos otoñales mercedinas…. 😉

Marzo 2013: empuje y agitación para crecer

Estimados pasajeros de este blog, les cuento que la autora del mismo = yo, está muy atareada y algo extenuada, pero bien… La respiración, meditación y el agradecimiento son tres prácticas que me mantienen vital y más menos centrada en medio de la gran actividad de marzo que ya había detallado en una nota para Guioteca.com, gracias al auspicio de Marte en conjunción a otoñocaminoUrano nada menos que en Aries + Luna Llena en Libra y Plutón en Capricornio, lo cual «está siendo» -para todos- como un pie en el acelerador en una pista llena de curvas, montes y cruces donde pareciera que vamos contra el tiempo aunque no sepamos por qué y hay que parar en varias estaciones a resolver cosas mientras los de atrás te apuran si te paras mucho o equivocas poniendo a prueba tu lado oscuro y/o auto-destructivo; pero que igual si estás confiado y más despierto te deja un buen sabor de boca, ya que este tiempo nos enseña a manejar la intensidad externa con calma interna… Ahora esa agitación termina poco a poco, pero la electricidad -y a ratos locura- de estos días se siente en el aire y en nuestros cuerpos… Como también andan sueltas la rabia, la ansiedad, la creatividad y la no menor posibilidad de equilibrar nuestras vidas…

Y desde este remolino de marzo ya nos preparamos varios para el Ritual de Otoño en Mercedes, este 6 de abril… Ayer lo recordé cuando fuimos al cerro San Cristóbal a estar, hacer pic-nic, caminar descalzos por el pasto y mirar el follaje otoñal por fin con el aire más frío que los últimos días… Recién ahora, desde mediados de semana y más con los feriados me quedó algo de espacio para cosas mías, como juntarme con gente que no veía hace mucho y contarnos la vida, ver pelis, ir al cerro (mientras una perrita callejera-cerrera se nos une y le toca pollo porque la zanahoria por más que le insistí no le gustó nada), subir las fotos del reciente Ritual de Otoño en Santiago, comprar y reunir las últimas cosas para Mercedes…

El viernes, Deborah (amiga-maestra-alumna-compañera de otra vida) vino a casa a compartir cómo estuvieron nuestros veranos, y también temas de astrología, entre otras cosas profundas, visionarias  y divertidas que siempre afloran en las conversaciones con ella, además de parte de sus aventuras en un poderoso viaje de trabajo que hizo al Sudeste Asiático… Ahora, luego de ver algunas de sus fotos quiero puro ir allá… Ya llegará el momento…

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Cerro San Cristóbal, Santiago

Más tarde veo la peli «Ajustes del destino», con Matt Damon, que apareció mencionada en un muy buen taller de conexión interior al que fui el finde pasado… Y está buena, me gusta y me confirma ciertas cosas, como la perseverancia, los vuelcos de la vida y el que siempre estamos acompañados… Ya, es ficción, pero Hollywood es especialista en tocar temas que algunas élites manejan…

Recién, entonces, viene la calma después de un mes muy intenso… Igual tengo cantidad de tareas por hacer, pero el silencio de la ciudad, el verde-amarillo del cerro, echarme a ver una peli; en fin, ese no-hacer, o el hacer sin correr se transforma en un tesoro… Después del cerro, viene la siesta y la conversación con Su por los detalles del Ritual en Mercedes donde, otra vez, hay ciertos obstáculos para llegar, pero ambas confiamos y creo que tengo mareados a mis guías pidiéndoles que me den señales sobre el mejor camino y que liberen cualquier impedimento… Será como tenga que ser y de la mejor manera para nuestro crecimiento, como siempre ¿no? Con aceptación todo fluye, así que acepto que ya se presentan pequeños contratiempos, pero confío en que ir y compartir el Ritual es algo que está en mi camino y que ya lo confirmé en febrero cuando celebramos el Año de la Serpiente de Agua, en un bello y poderoso encuentro que me conmovió y me dio aún más certezas de mi trabajo…

Un trabajo que a ratos ni yo entiendo mucho (por eso me hace gracia cuando debo presentarme en los «eventos» que hago), porque no es nada convencional -qué agrado igual- y encima es muy diverso: que la consulta (por estos días sólo con carta astral), que el horóscopo de emol.com, que la radio Cooperativa, que los rituales, que los talleres de meditación (ya vienen!), que las notas en distintos sitios, que este -ilustre y a ratos ecléctico- blog… Lo digo porque el otro día conversando con alguien sobre su indefinición -o falta de etiqueta- laboral frente a una reunión que tenía, le dije: si quieres voy yo y les explico cómo es esto de ser un verdadero mandala laboral, o un abanico profesional, que no sabemos cómo se llama ni cómo funciona, pero lo hace, y encima te hace feliz, te da para vivir y tienes horario libre, lo cual no siempre es tan ideal (trabajas todos los días muchas veces), y encima tiene que ver con el espíritu -tremendo honor y faena personal- y no somos ningunos hippies rancios ni vegetarianos fanáticos, ni andamos vestidos de blanco con «cara de Om», ¿qué tal?; mientras ambos nos reíamos. Y puedes partir por esto, le agregué: ¿usted me ve triste, amargado, estresado, con la piel opaca, pendiente de cosas del sistema, ah? Nop, lo que pasa es que por karma (historia de vida anterior), llamado divino, elección guiada; a mí no me correspondió en esta vida estar en un trabajo tradicional… Ahí lo dejas loco al que te va a entrevistar… Y seguimos riendo, porque igual Chile es muy rígido aún el tema laboral, aunque cada vez se abre más nuestra mente y emociones, enhorabuena…

E igualmente, ambos recordamos que al principio no fue nada fácil: tuvimos que lidiar con las dudas, el miedo, el rechazo, la envidia -todavía esta chica aparece de vez en cuando, es humana y persistente-  y la burla de muchos (a mí me llegaron hasta anónimos de compañeros de universidad, hace varios años); aprender a surfear la ola de la inestabilidad y la incertidumbre muchas veces, la soledad que implica estar en algo diferente, como muchos otros oficios, y tantos otros costos que tienen todas las elecciones de camino que hacemos todos en distintos momentos de la vida… Sin embargo, al menos para mí, la certeza de hacer algo que me gusta, que me da sentido de vida y en libertad, siempre fue más grande que los obstáculos y lograba vencer a mis propios cuestionamientos. Como también la aceptación y el mirar mi participación en los hechos, fueron un bastión, pues la realidad que vivimos es un reflejo de nosotros, y esta mirada siempre me llevó a mí como centro. No desde el egocentrismo, sino desde el mirar cómo yo -tanto mi ego como mi divinidad interior- soy responsable de todo lo que vivo y construyo, ver cuál es mi parte en lo que me gusta y lo que no de mi vida, porque además -como lo he dicho varias veces en este blog- nada malo nos pasa, no somos víctimas, sólo seres luminosos aprendiendo, recordando y creciendo…

mandalaflorAsí, desde este mandala personal-laboral que muchos vivimos y estamos formando poco a poco en todo el planeta, pues cada vez son más los que están tomando caminos nuevos, variados y más integrales; mandala que para mí se transformó en uno de los grandes regalos que hasta ahora vivo y cultivo en esta encarnación, que ahora tiene como telón de fondo la agitación de marzo y la apertura de un abril de portales, cosechas y pruebas, agradezco a muchos seres humanos y divinos que siguen dándome señales de seguir, de crecer y ahora también de viajar a compartir un ritual que nos da la oportunidad de conectarnos con la Tierra, con el alma y con nosotros mismos, que somos verdaderas semillas de luz que vida tras vida tenemos la oportunidad de germinar, transformarnos, crecer, dar frutos y esparcir nuestros dones… Sí, es una oportunidad y depende de nosotros tomarla o quedarnos dormidos o pegados… Así que este tiempo tan movido, raro y bello al mismo tiempo, nos empuja a estos procesos y lo hace colectivamente, pues más que nunca antes podemos ver que somos muchos y sentirnos acompañados en cada paso de este espiral luminoso llamado vida… Ahí vamos! Gracias!

Despedida al Sol: Celebramos el Otoño en Mercedes, 6 abril

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Representación del espíritu del Otoño

Me dicen que el Otoño se siente ya con fuerza en Mercedes, con lluvias y tormentas incluidas. Por acá en Santiago el calor sigue por  los 30º, aunque la brisa fría por las mañanas es más protagonista también.

¿Por qué celebrar el Otoño?, ¿por qué juntarnos? Porque somos uno con la naturaleza aunque lo olvidemos, y ella nos ofrece tremendas oportunidades: cambiar, renovarnos, conectarnos con su fuerza. Y en este caso, como lo vivimos en el Ritual de Santiago, descubrimos que podemos ser como los árboles que cambian su color y que sueltan sus hojas secas. Estos meses, entonces, nos abren la oportunidad de soltar pesos, de liberar lo que ya no sirve o está estancado en nosotros y así caminar más livianos.

Pero celebramos también porque ancestralmente todas las culturas han honrado al Sol, el cielo y sus ciclos, y ese rito que hoy hemos desterrado es mágico y nos potencia. Detenernos a reconocer dónde y cómo estamos nos da fuerza. Y ahora la luz del Sol se aleja, pero se acercan otras energías que, si sabemos darles espacio, pueden provocar cambios en nuestra vida. Además, el detenernos en grupo provoca una energía luminosa que nos contagia y hace bien al alma.

Entre música, meditación, reflexión y compartir, este sábado 6 de abril, a las 19.30 hrs, nos encontraremos en Mercedes, Bs. Aires, a celebrar las energías otoñales para que entren con fluidez en nuestro 2013 y nos abramos al nuevo ciclo con alegría y conexión interior.

Susana Arley y yo, Jimena Zúñiga, junto a otros bellos mercedinos que ayudan en cada detalle con mucha generosidad y entrega, los convocamos para que difundan e inviten y vengan a vivir esta fiesta de otoño que nos recuerda quiénes somos realmente: seres luminosos viviendo una experiencia humana llena de oportunidades para crecer. Acá van todos los datos, un abrazo desde Santiago y Mercedes. Gracias  y los esperamos!!!

CUÁNDO: Sábado 6 abril, 19:30 hrs.

DÓNDE: Gimnasio Equilibrio, en calle 40 nº 876 (entre 35 y 37). 

VALOR: $30 + algo comestible y/o bebestible para compartir (evitar cosas muy dulces y bebidas cola). Si puede traer su propio vaso de casa para contaminar menos, la naturaleza se lo agradecerá. Si no puede, nosotros igual tendremos algunos.

TRAER: almohadón o silla plegable, o algo cómodo para sentarse… También su mejor sonrisa, el corazón abierto, la mente despierta y pocas expectativas (la vida se disfruta más sin ellas). Y si tiene penas, también tráigalas, que acá las purificamos! Y, como el otoño nos quiere a gusto y relajados,  venga con ropa cómoda.

PREGUNTAS, RESERVA DE CUPOS, OFRECIMIENTO DE AYUDA ‘HUMANA O TÉCNICA’: Puede dejar su comentario más abajo, o contactar a Susana Arley a suarley@gmail.com, o al celular: 02324  1564 5074. 😉

 

Otoño 2013: A confiar en nuestra Luz

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«Jime querida, no llegaré al Ritual, pero estoy ahí: gracias don verano, te recibo con cariño don otoño. Y a ti y a todos un abrazo!» -me escribe al celular una bella amiga que se suponía vendría la noche del Equinoccio a celebrar, y me encanta su frase porque resumen bien el espíritu de los rituales que hacemos en cada cambio de estación: despedir con agradecimiento por todo y abrir lo nuevo con ganas. Como ella, varios escriben y mandan buenos deseos aunque no vengan y otros tienen contratiempos del destino… Y así y todo pasamos los 120 participantes de una noche cálida, de encuentro, purificación, alegría y conciencia.

Son muchos los detalles previos en cada ritual y me encanta prepararlos, es toda una aventura. Además, la energía tanto del grupo como del ritual mismo se empieza a sentir los días previos. Y como todo en la vida, no controlamos qué sucederá ni cómo. Cuando ya son las 8 de la noche, regreso al patio donde estuvimos en la tarde preparando todo y veo a tanta gente alrededor del altar-mandala, ya sentados y expectantes, me da emoción y certeza. Y siguen llegando con sus cojines, cosas para compartir, los ojos vivaces y las sonrisas abundantes..

Recuerdo uno de los primeros rituales más «oficiales» que hice (antes eran esporádicos y entre amigos que se nos ocurría de pronto hacer algo). Fue en la casa de Su, en su departamento y éramos unos 10, celebrando el Año del Conejo, en pleno febrero con Santiago caluroso y vacío. Fue lindo y terminamos bailando frente a las miradas curiosas de los vecinos del edificio de enfrente.

Y ahora, con cada vez más gente, los detalles dan más trabajo (interno y externo), entretención y creatividad. La magia se produce, además. Porque desde mi mirada de la vida las casualidades no existen, las oportunidades sobran, las señales están, la ayuda hay que pedirla y las sincronías nos acompañan. Yo lo paso genial, antes, durante y después. Aunque a veces cuando estoy muy cansada, me pregunto: ¿ Jimena, en qué minuto se te ocurrió hacer todo esto, ah? Y me río desde la aceptación y la ironía también, porque si hay algo que me deprime y no me gusta es la rutina. Ella y yo nunca hemos tenido una buena relación y a veces hacemos las paces, pero cuando se le ocurre ser la protagonista por muchas semanas, nos peleamos y yo me alejo de ella porque me baja la energía; así que, además de darme una vuelta por otro lado, suspender cosas y parar, o ir a algún lugar nuevo a escribir o estar; siento que necesito otra cosa. Entonces, el trabajar para un Ritual se vuelve una delicia de vida, tanto en la forma como en el sentido, donde todo es una aventura: desde ir una semana antes por los cuarzos, amatistas y citrinos a la tienda de un peruano divertido, con quien nos reímos y conversamos porque él es bien «neura» (acelerado) y le digo: «amigo, respire, no ve que si se acelera mucho no me hará el mega descuento que estoy esperando?» -y él me sube las cejas y mueve la cabeza riéndose. Y al final de la compra, que también incluye inciensos, palo santo, agua Florida y más, algo conversamos, y me hace mi descuento, «mamita».

Lorena, parte de nuestro "elenco estable" termina de armar el altar-mandala

Lorena, parte de nuestro «elenco estable» termina de armar el altar-mandala

Luego de eso me junto con una gran amiga en un café del barrio Lastarria a contarnos nuestros veranos, y a la noche vienen Javier y Fran a dejar el equipo de audio… Y así siguen los detalles cada día, como la recolección de hojas de otoño el domingo previo por las calles de Providencia junto a Cocó, en medio de la risa y el encuentro con amigos-vecinos… Trabajo, pero con diversión, el sacrificio está pasado de moda…

Pero la información precisa del Ritual «baja» a veces el día anterior, a veces el mismo día. Y este 20 de marzo, después de bailar con tambores, sí vienen los qué y el cómo de la noche del Equinoccio. Ya sé, desde antes, que trabajaremos el desapego, palabra clave del Otoño, pero no sabía-sentía qué más. Y así se va dibujando cada paso, música, baile… Pero es el grupo el que lo hace, porque mi intención y planes están, la ayuda de muchos bellos seres humanos y divinos también, sin embargo cada grupo tiene su propia energía y belleza.

Y la noche del 20 de marzo en Santiago el numeroso grupo que somos viajamos por un ritual que recorre lo vivido en los últimos meses, aterriza nuestra energía, sacude la mente para calmarla, acaricia al cuerpo y el espíritu con baile; nos hace cantar, meditar, compartir, reír, imaginar, soltar, intencionar, aceptar, confiar… La mayoría viene por primera vez y eso es aún más emocionante y valioso: verificar que cada vez somos más los inquietos caminantes en un mundo que se abre con fuerza a otras miradas, sentir que somos muchos los que nos atrevemos y entendemos que este tiempo agitado, revuelto, desafiante y bello a la vez, necesita de otra energía nuestra para vivirlo y aprovecharlo; somos más en el planeta entero quienes nos reconocernos como seres luminosos, poderosos y frágiles a la vez en una vida que es nueva, por tanto podemos llenarla de colores pero con la energía de la nueva conciencia: disfrute, unión, amor, aceptación, armonía, creatividad, conexión con quienes realmente somos, con el pulso de la Tierra y del Universo, y no con lo que el sistema dice -o quiere- que seamos: cifras, seres humanos productivos en lo material pero vacíos en lo interno y llenos de la misma frustración de miles de años pese a todos los adelantos de la actualidad … Las culpas, los dogmas, la solemnidad, la separación entre espiritualidad y mundo cotidiano, y tantas otras cosas que fabricó nuestro ego colectivo y nos dañaron, por fin están en retirada…

Por eso es el tremendo ni que privilegio haber encarnado en este tiempo y en países donde el despertar espiritual es cada vez más fuerte, como en casi toda América, en España y en tantos rincones donde la conciencia se eleva por sobre lo establecido y revela tantas cosas insanas que dábamos por verdades y que ahora se derrumban: desde la alimentación, hasta la  economía, pasando por la salud, la educación y más… Qué bien.

Este tiempo es alucinante. Desde el 2010 para acá, en que todo se aceleró es reconfortante -y motivador- ver cómo cada vez más gente se atreve a probar otras miradas, otras verdades y herramientas. Cómo la meditación, reiki, yoga, medicina antroposófica, flores de Bach, alimentación más sana, danza y terapias varias son cada vez más populares y ya no suenan a brujería o volada hippie como antes. Y tampoco son moda; esto es conciencia. Ya muchos entienden el lenguaje, aceptan que la racionalidad no explica todo, que hay mucho más allá de lo científico, que estamos acompañados por distintas manifestaciones de la Divinidad, que somos seres de luz habitando un cuerpo y planeta físicos que tienen una energía también… Y que somos iguales. En los rituales se puede palpar esto último tan nítidamente: el círculo de luz que conformamos cobra vida propia, se mueve, se siente, se sintoniza, se abraza  y somos uno, se manifiesta el Todo, el Gran Espíritu en nosotros, la Divinidad, la conciencia colectiva, la Fuente, Dios Padre-Madre, el alma, la chispa divina que nos habita… Es muuuy bello y conmovedor: mirar y sentir al grupo en una sola energía es tremendamente poderoso.

DSCN4284Y en la noche del 20 de marzo 2013, además del emprendimiento amigo Flor de Almacén y todos los bellos seres que ayudan a hacer posible la celebración, nos visitan  nada menos que Kevin Johansen, Jorge Drexler, Mercedes Sosa y los ancestros africanos y mapuches con sus sonidos (¿ve lo que se perdió por no venir?, ah?). Encima y como siempre, el ritual es internacional: hay amigos uruguayos, argentinos, españoles, brasileros, colombianos. Con todos ellos elevamos el espíritu y agarramos fuerza para el Otoño, que por estos días refresca las mañanas y tardes santiaguinas, mientras el paisaje comienza a ponerse cada vez más deliciosamente ocre-anaranjado.

Con cada otoño recuerdo a Pablo, un gran amigo que hace varios años me sostuvo como un padre en un momento de enorme dolor y liberación. A él le encanta el otoño y yo me preguntaba ¿qué le ve, si a mí puro me deprime que se acabe el verano?… Mucho tiempo después vine a entenderlo, después de pasar unos días otoñales en cama y de aceptar que debía parar, me acordé de mi querido Pablo mirando desde mi ventana la luz del Sol en las copas amarillas de los árboles y sólo en esa quietud pude disfrutar el cambio, la lentitud, la introspección que da el alejamiento de los rayos solares…

Y así, la noche del ritual le damos la bienvenida a esta energía de desapego que nos ofrece el otoño, un tiempo de despojo de nuestras hojas secas, de todo lo que nos pesa, de limpieza y conexión con lo realmente importante: nosotros y nuestra luz interior.  La celebración termina en un solo abrazo colectivo cantado, aplausos, alegría, emociones …Y luego la ayuda espontánea de muchos para ordenar y recoger las cosas… Qué bello círculo. Sólo puedo desde acá agradecer, mientras mis pies están bajo el sol tibio otoñal en el balcón y mi corazón está pleno. Ahora -sépanlo- todos los que participamos y que le dijimos Sí a la fuerza del Otoño con todas sus oportunidades este 20 de marzo, viajaremos con nuestra energía hasta Mercedes, Buenos Aires, a compartir con otros bellos seres una nueva experiencia ritual para celebrar y honrar la nueva luz del Sol el sábado 6 de abril desde esa acogedora ciudad. Gracias, allá vamos, desde Chile con amor y confianza!!!

PD: Ojo, por acá se quedó un MP3 (ó 4, no sé bien) Sony, y se perdió un anillo. Si alguien sabe algo, hable ahora o calle hasta el 21 de junio, pa’l Ritual de Invierno! 😉

La vida es perfecta: continúan las sincronías 2013

(Esta viene a ser la segunda parte del post: Pide y se te dará: Cadena de sincronías 2013, publicada en enero)

Calles y cielo de Mercedes

Calles y cielo de Mercedes

Es mi último día completo en Mercedes. Casi a las 12, después de una agradable lectura de carta astral para un pequeñito de siete años, en realidad para su madre, quien la pidió para tener más herramientas para entenderlo y conectarse con su energía; arreglo mi mochila con la compu y otras cosas, ayudo a Su con unas fotocopias del Gayatri Mantra que cantaremos en la meditación de la tarde y salgo rauda hasta un café del centro para instalarme a escribir. Mientras camino, recuerdo que Armando dijo que pasaría a casa para que conversáramos de mi ida al aeropuerto porque él -hombre de bello corazón, gran asador y amante del vino como otras turistas chilenas que conozco por ahí- se ofreció para llevarme en auto junto a su hijo José -quien deja la tranquilidad y naturaleza de la quinta en la que viven, en las afueras de Mercedes, pues ya comienzan las clases en la universidad-, y por supuesto vamos también en compañía de mi amiga-hermana-anfitriona Su… Entonces, al salir de casa me voy por otro camino, pues pienso que podría encontrarme en la calle con Armando, ya que su madre vive en el centro y él va mucho a verla… Y al cambiar de cuadra, precisamente veo en la esquina a Armando subiendo a su auto y le grito, me queda mirando. -Justo iba para allá -me dice moviendo la cabeza. -Sí, pero yo terminé hace poco una lectura y Su comenzó recién un ‘kiwi’ (dícese de reiki en jerga armandil, quien se ríe de varias cosas y, por ejemplo, al Buda le dice «el gordito ese»). Yo voy a Bonafide a tomar un café, te invito- le digo a ver si acepta porque para Mercedes es casi hora de almuerzo. –Dale, vamos a tomar café- y cierra el auto y caminamos conversando de todo un poco.

Pero una vez en el café hablamos más profundo. También nos reímos de cosas de Mercedes, hacemos bromas de nuestra amiga Su, quien no es tan amante de  la cocina (aunque tiene buena mano, debo decirlo) y yo le digo al pedir mi tostado con café: este es mi aperitivo porque viste que en la mansión Su nunca se sabe ni a qué hora será el menú ni en qué consistirá, así que con esto me aseguro pa’ no desmayarme, jajaja -nos reímos juntos. –Ah, por eso vas tanto a los cafés, si no estarías a pura fruta y ensaladas -responde con ojos divertidos-. Con Su, Florencia y otros, son amigos de infancia y es bello ver cómo continúa la amistad, el cariño, la lealtad y la confianza de toda una vida… Recordamos también pasajes de mi viaje, como el par de asados en su casa (creo que me salió ‘vale otro’ y cobraré un tercero), el ritual, tardes de mate,  y yo le cuento otras andanzas. En medio conversamos de la vida y advierto que al final mis planes cambiaron: nada de escribir, sólo de compartir y parte de lo que hablamos me sirve y me da algunas pistas para asuntos míos. Luego vamos  hasta el super y sigue la conversa de temas como la frustración o el no realizar los sueños. Nos despedimos en la esquina entre bromas y quedamos de vernos a la noche para afinar los detalles con «la jefa», Su.

Nuestros océanos agitados interiores se calman al meditar

Nuestros agitadas aguas interiores se calman al meditar (Foto tomada este verano 2013 en el Estrecho de Magallanes, Punta Arenas, Chile)

Al llegar a casa, escribo un rato y luego me trago todas mis palabras, pues cerca de las 14.30 hrs. comemos exquisitas milanesas de berenjena y ensalada, pero igual le cuento a Su las bromas compartidas. Después sigo escribiendo, aunque siento un poco de cansancio en la vista. Han sido vacaciones, pero con trabajo también y siempre durmiéndonos tarde por una cosa u otra, donde nos pilla la 1 am o más conversando de la vida y al otro día nos levantamos temprano igual… Luego del almuerzo nos tendemos un rato, quizá dormiré un poco, pienso; pero Fran, el hijo de Su, se pone a tocar guitarra eléctrica algo fuerte y la verdad no me molesta especialmente, digo: parece que no tengo que dormir… Ella le dice que queremos descansar y que baje el volumen…  Y ya que sé que no dormiré, aprovecho, entonces, para meditar tendida en la cama, con un poco de brisa y de guitarra de fondo… Siento cómo se calma mi energía y la tensión de los ojos, respiro y siento también cierta electricidad propia de cuando estoy en cierre o frente a viajes, mi mente se pone a mil con los detalles… Y así logro soltar un poco… Me alegro y me doy cuenta también del segundo cambio del destino del día.

Al terminar la meditación, finalmente sí publico la nota de Lakshmi y pienso que me quedará tiempo para ir hasta la librería por un libro relativamente nuevo de Eckart Tolle  que me gustó, aunque últimamente leo tan poco, pero me sirve de oráculo cuando ando perdida (porque sepa usted, estimado lector, que quien escribe no se auto-ve ni la carta astral ni el tarot, entonces tiene sus «artesanales» métodos orientadores). Cuando estoy casi lista para ir llega Flory a preparar con nosotras la meditación grupal de la tarde. De nuevo: cambio de planes, y me quedo en casa sintiendo, observando, recibiendo, dando  y resolviendo las últimas cosas para el encuentro, que ese día congrega a más gente y la sala se llena de linda energía, con baile, abrazos, sonrisas y buenos deseos. Hasta regalos me traen y me da emoción…

La noche termina más tarde con una mirada al Festival de Viña y el show de «31 minutos»  (programa infantil-musical chileno de títeres, muy creativo, irónico y crítico de la TV y de la sociedad actual), del cual Fran, Su y yo somos fans; luego la visita de Armando con champagne en mano, quien me cuenta que nuestra conversación cafetera le sirvió para algunos temas y le digo que a mí también; después hacemos brindis de despedida, saboreamos empanadas de todo un poco y un postre improvisado con queso y mermelada casera de frambuesa (amo esa combinación), todo con buena conversación de la vida e historias memorables… De nuevo, son casi las 2 am y nos vamos a dormir.

La mañana siguiente comienza temprano, con música y comentarios desde Chile vía radio Cooperativa online en mi habitación y me alegra oír además la voz de Cecilia Rovaretti y los comentarios del festival, mientras empaco mis cosas. Esto es una tradición, la de poner música que te guste o alegre cuando haces maletas o una mudanza; es un consejo -lo comparto porque sirve- de la maestra budista Khadro, a quien antes he mencionado en este blog; y siempre lo hago porque igual empacar revuelve tus emociones, entonces la música te levanta el ánimo y el ego con sus rollos baja un poco su volumen. En medio, voy por un té de menta y frutas, luego conversamos y nos seguimos riendo cuando Su se integra. Pero tenemos algo pendiente: un trueque. Ella tiene quiere hacer una única pregunta al tarot y yo no me iré sin mi reiki canalizado por sus especiales manos que dan mensajes. El trueque resulta poderoso y emocionante. Se presentan distintos seres de luz en ambas sesiones y tenemos los ojos vidriosos. Cerramos con un abrazo y -todo es perfecto- llega Armando. Partimos rumbo a Retiro, Buenos Aires. Por suerte el viaje, además del cariño, la risa y la conversación, incluye mate y galletas: esto está mejor que el menú del avión -le digo a José. Una vez en Baires, pa’ variar, hay manifestación de algo y el tránsito está desviado, pasamos un poco de stress, pero estoy segura que esta vez habrá menos obstáculos que en mi partida desde Santiago hace ya tres semanas. En silencio, mirando el cielo y las calles desde el auto recorro un poco de lo vivido.

Pide y se te dará

Desde la noche anterior no he parado de agradecer la gran cantidad de regalos y sorpresas de esta primera gran aventura en Mercedes. Son muchos e inesperados, lo cual los vuelve aún más valiosos. Ha sido un viaje de sanación en muchos sentidos… E igual estoy inquieta.

Desde principios de febrero y hasta ahora tengo decenas de llamadas y correos -muchos cargados de ansiedad, la puedo olfatear a kilómetros a esa chica– pidiendo lecturas de tarot, muchos sin ni siquiera preguntar si acaso estoy de vacaciones, como la gran mayoría de los chilenos, ¿no?  Y eso, la ansiedad y la supuesta urgencia, es lo que ya he dicho que no va más, es a lo cual no puedo ni quiero seguir conectada porque aunque siento que, como otros sanadores, puedo aportar mostrándole a mucha gente en la lectura lo dañinas que son estas emociones, muchas veces el ego ansioso se cierra y no escucha y, al mismo tiempo, estoy cansada del tema… Si quiere saber más razones están publicadas dos notas: una y dos.

Desde esa percepción, mezcla de hastío y replanteamiento, decidí hace unos días y lo puse en la sección de Astrología y Tarot de este blog, que al menos en Santiago durante marzo sólo haré cartas astrales, porque necesito «hacer dieta» del Tarot. Necesito parar, dejarlo, para ver-sentir cómo sigo, pues por mucho que mi lectura esté orientada al hacerse cargo del destino y a tener más herramientas para vivir mejor antes que a lo predictivo en exclusiva, vibración -la mera predicción- que ya no corresponde a este tiempo de mayor conciencia; el ego santiaguino -que vaya que lo conozco bien- tiene obsesión con el futuro, porque vive en éste (como si existiera) y en el miedo a lo que viene, en vez de disfrutar el presente y dejarse sorprender e ir caminando con las señales de la vida, lo cual es todo un arte y requiere de trabajo personal, pero se puede, tampoco hay que volverse zen, pero teniendo la voluntad podemos cambiar esto que nos daña tanto; entonces mucha gente va al tarot con el afán de controlar todo. Ja. Como si pudiéramos controlar algo. Ja.

Igual creo que esto del control y la ansiedad, que todo el rato tiene que ver con nuestra incapacidad de aceptar el presente, sucede más en las capitales, en las ciudades grandes. Una vibración parecida, aunque con más caos sentí en 2009 en Buenos Aires y ahora, lo mismo hace años en Lima y en un olfateo por Panamá hace poco, es como una energía acelerada-plástica-ansiosa-desconectada… Puede ser interesante y hasta buena onda, pero la neurosis se siente. El tema es que hace rato que le doy la vuelta al asunto, hasta puse mi tienda de ropa y accesorios para cambiar de rubro, jajajaja, como muchos supieron 😀 Estoy -como tantos otros- en fase de “reformateo” con mi trabajo, de cómo seguir llevando las lecturas de tarot para profundizar, orientar y aportar, sin sentirme cómplice de la ansiedad de cierta gente que viene y no quiere hacer su pega (trabajo) interna para que su vida tenga otro color….

Cuando mi maleta está casi lista, me llama Mabel para despedirse. Con ella es imposible no reírse, posee un humor exquisito y profundidad también y de hecho se lo digo al teléfono. Su llamada me da aún más material para mi replanteamiento.cl, me dice: yo sé que vos querés dejar el tarot, pero tenés que seguir… y me dice algunas bellas cosas que me emocionan de mi lectura y le agradezco: me sirve mucho lo que me dices, porque siento que es un cambio, pero no dejarlo completamente -le cuento con la garganta apretada-… Y colgamos con un ‘hasta pronto’; además me debe un buen tiramisú que no olvidaré cobrar y con intereses!

release… Y, bueno, todo resulta bien en mi vuelo de regreso. Cenamos con la familia en casa, nos ponemos un poco al día, nos reímos con varias cosas y conversamos del viaje. Cerca de la 1 am abro la compu para contarle a Su que llegué bien y ella ya me tiene un mensaje por chat: «Jime, son las 10.10, recién acabo de entrar a mi casa y a mi lugar de reiki…. Y si pensabas descansar del Tarot, Jime….. ¡¡¡¡Aquí quedaron todas tus cartas…no lo puedo creer!! tu inconsciente las dejo aquí!!! …. Imagino que tendrás otras.  -Leo el mensaje entre perpleja, tranquila, divertida; con la mano en la boca… Me sale de inmediato la palabra: desapego…. Ella está en línea y le digo: Oooohh!!!, qué impresionante!! -mientras observo mi reacción y me da risa la vida y sus juegos, comprobar una vez más la perfección de ésta y sus sincronías infinitas…

-Qué loco, Jime!!! viajaste bien? -sigue Su.

-Sííí, dormí, miré la cordillera…. Qué loco! no puedo leer tarot! jajajaja. Favores del destino: pide y se te dará!

-Es loquísimo, te das cuenta? Ni bien entré vi las cartas…

-Sabes que me vine parte del vuelo pensando cómo explicar que no haré tarot este mes, que incluso ya lo puse en el blog, en la sección de astrología.

-Será que tenés que leerlo en Mercedes…? jajajjaja

-Lo único que «siento» son las cartas de ángeles, pero tengo otras…

-Dales descanso a estas y listo.

-Me da risa la Divinidad y la vida, son perfectas! jajaja. Ya veré qué hago, pero ahora tengo el argumento dado por el Universo: no tengo mis cartas, no puedo hacer lecturas… Es que encima tengo cero ganas de comenzar a trabajar, parece que el Universo me está dando vacaciones de tarot… Y me están empujando al cambio… Qué tal la serpiente y su nueva piel? ah? jajaja.

-Descansa unos días y vendrán más respuestas.

-Gracias! Sí. Y si quieres te pones a leer tarot! Te dejé el paño y todo, jajaja… -Y terminamos la conversación con buenos deseos y agradecimientos.

… Así es. Esta vez no es una broma como mi tiendita Lo de Jime, sino que es una sincronía, una prueba, una señal… Desapego obligado, cambio del destino, poder de creación, regalos del Universo, oportunidad, mandato de la vida, favores del inconsciente, desafío a la confianza, empujón del alma… Todo junto. Mientras estos días en Santiago, mi celular no para de sonar y ya acumulo una decena de correos pidiendo tarot, aunque también crecen poco a poco los pedidos de carta astral, disciplina que hasta ahora era secundaria en mi agenda, ya que la gente en  Santiago me busca mucho más por tarot; pero que ahora con agrado y sentido veo crecer, tal como está siendo mi intención… Podría ir y hasta comprar los mismos mazos que quedaron en Mercedes, pero siento claramente que ese no es para nada el camino que la Divinidad me está mostrando y que mi alma quiere… No es fácil decir que no a un oficio en que eres «exitoso» y que se presenta abundante y «seguro», pero por algo y para algo pasó este «olvido» sincronizado con mi proceso interno… De nuevo compruebo en carne propia la perfección de la vida con lo que nos gusta, lo que no, lo que nos da miedo o dolor, lo que nos sorprende… Todo está bien. Todo es perfecto… Respiro, acepto, me inquieto y confío… Seguimos viajando por este serpentino 2013. 😉

Con la Luz de Lakshmi

-¿A ti te pasa algo con Oriente? Porque vos no sos de acá -me dijo Ágata en una lectura de Registros Akáshicos hace unos cinco años o más.

Todo el rato, pensé, pero apenas pude balbucear un sí, porque estaba en un momento de tal fragilidad, que con las primeras frases de ella, cayeron mis lágrimas sin control y sólo me limité a escuchar y secarme con pañuelos desechables en la primera media hora de lectura. Luego volvió a preguntarme: ¿qué te pasa con Oriente? Es que vos sos de allá… Cuando me calmé un poco le dije que practicaba meditación budista tibetana y que había tomado refugio en esa línea espiritual. -Aaahh! por eso me hablan de tanto de la compasión y me muestran esas imágenes. Vos ya fuiste budista y también estuviste en India -agregó con alivio al poder descifrar los mensajes que canalizaba. Demás, pensé; de otra forma no me explico tanto mi conexión estética desde niña (los colores, decoración, ropajes, música) con esas culturas, como el enorme sentido y certeza que siento con muchos aspectos de las miradas espirituales de oriente.

Años después, otra canalizadora me habló de un par de vidas en India y cuando me relataba las imágenes fue como teletransportarme a ese espacio-tiempo, y podía sentir la escena, con el dolor que ella describía, en este caso, y me dio más de una respuesta a temas de esta vida…. Y hace varios años en ciertas tiendas indias en Santiago buscaba imágenes de Lakshmi y no tenían; el dueño de una me regaló un calendario de bolsillo una vez, después de verme escarbar en unos canastos hasta encontrar un par de llaveros, y otros vendedores me regalaron un poster que decoraba la caja de la tienda porque no tenían nada más y yo pregunté si me vendían esa imagen, la cual hasta ahora está en la puerta de mi cocina, a la entrada de casa. Ahora ella, la diosa de la buena suerte, abundancia y belleza, está en muchas tiendas, en fotos, lienzos, cuadros, etc. Mi amiga-maestra Silvia Selowsky dice esto (y  más) en su libro El Oráculo de las diosas:

lakshmi silvia

Con Lakshmi siempre tuvimos buena onda, amor a primera vista, mejores amigas. Por eso está en otro cuadro en la entrada de casa con un altar exclusivo para ella y en tonos turquesa, con su arroz, joyas, dulces, monedas, flores; ocupa también un rincón de mi consulta en Santiago; la he regalado muchas veces enmarcada y ahora está a cargo de las llaves de mi maleta, mientras que el calendario regalado desde 2006 está en mi billetera, aunque a veces se pasea por mi escritorio y otras veces se posa en mi altar. Lo mismo hace hoy, en que la meditación de la Esquina de Luz de Su, que se realiza en su casa cada noche de miércoles, honra al Arcángel Uriel con su luz oro rubí y a él lo acompaña nada menos que «mi» Lakshmi, a la izquierda del altar, actualmente comandado por Lupita (igual que este blog).DSCN4143

DSCN4148Y aquí ando, tomando rico mate, conversando, encontrando amigos en la calle y compartiendo espontáneos cafés, bajando música india, bailando, recordando y acomodando los detalles para movernos y meditar al ritmo de esta poderosa deidad femenina del panteón hindú…  Son mis últimos días de este bello, mágico y conmovedor viaje por Mercedes, Buenos Aires; entonces me conecto con la luz de Lakshmi y de Uriel para agradecer desde el corazón, aterrizar nuestra energía de modo de elevarla, abrirnos a la abundancia y disfrutar lo bella que es la vida con todos sus capítulos, ¿verdad?… 😉