(Antes de comenzar esta nota, a todos los interesados en el Taller de Astrología 1 en Viña del Mar, va info ACÁ para inscribirse y al final de estas líneas también. ¡Gracias!)

Nuestro altar para cerrar el Taller de Astrología 1, en Santiago
A varios nos caen lágrimas en la meditación de cierre del Taller de Astrología 1; fueron cuatro meses de viaje no sólo por el conocimiento de los planetas, las casas, los nodos y demás, sino también por la Vida en sí, por los caminos del alma de cada uno, que a ratos son tan paradójicos e incómodos y llenos de belleza también, por nuestros talentos que, mientras estemos en este planeta, seguirán brotando… Nunca terminamos de conocernos y de aprender… El grupo de alumnos -juntos a los de segundo nivel, con quienes cerramos hace un mes- me ha enseñado mucho, aprendimos juntos y es emocionante ver su transformación, como también la posibilidad de que gente muy distinta, en una ciudad más bien rígida y segmentada, se encuentre y hagan lazos porque estamos todos en lo mismo: despertando cada día más y eso implica que lo establecido y lo estándar que el sistema propone e impone ya no nos basta -algunos desde muy pequeños lo encontramos absurdo- ni nos identifica porque el alma es tanto más que el -antiguo ya– «sueño americano» y ella (em)puja porque la escuchemos y así construyamos una vida más genuina (no exenta de dolores y ‘baches’, obvio), con otras herramientas, donde lo pasemos mejor día a día…
Y al día siguiente de nuestra meditación, hoy, las cosas se sincronizan para mí -muchas veces nos pasa, ¿verdad?- porque es el cumpleaños de mi padre, e iremos con parte de la familia a celebrarlo y recordarlo con sopaipillas y más al clásico café Villa Real. El mismo lugar donde grabamos con mi querida y talentosa ex alumna Katy Becker este serpenteante y chistoso podcast.
En medio de cierres e inicios, como el que nos trae esta Luna nueva en Leo en la noche de este 31 de julio, también aprovecho de agradecer a todos los que me han sostenido y acompañado este tiempo, de muchas maneras, incluidos mis alumnos y equipo de trabajo que, quizá no lo saben del todo, pero han sido una gran compañía e inyección de energía sanadora. En momentos desafiantes, el alma se encarga siempre de abrirnos puertas y tendernos manos que nos recuerdan la belleza humana, que está ahí invariablemente, lista para brillar en cualquier momento…
Y en este último día del mes, me da risa cuando veo que muchos quieren que se vaya julio porque tuvo mucha intensidad emocional con todo lo de los eclipses y lo que nos obligaron a mirar y limpiar (entiéndase soltar aunque no quisiéramos). Encima con Mercurio retro (concluye mañana, pero realmente se activará más desde el 5 de agosto) hubo cantidad de bromas a nuestra paciencia y flexibilidad (lloré de la risa con sus enredos, que estuvieron notables esta vez)… Y yo me imagino la cara de julio toda humilde e incomprendida… Sí, julio, con todos sus movimientos ni se inmutó porque sabe que le correspondió una noble tarea: recordarnos lo valioso de soltar y también que hay espacio para todo, porque de eso se trata en parte esta experiencia humana: de vivir todas las situaciones sin rechazar las que nos desagradan… Simplemente vivirlas. Pero a nuestro ego le encanta etiquetar y excluir cosas.
Este 2019 que con tanta energía de signos de tierra nos sigue dando oportunidades de mirar nuestros miedos para desprendernos de ellos un poco más cada día y de dar pasos más concretos&prácticos, en su octavo mes (re)enciende nuestra chispa, gracias a más planetas en Leo; lo cual nos muestra el juego como una salida a lo que nos aprobleme. Agosto es un mes para activar mayor creatividad, acción entretenida, sello propio, luminosidad, pasión.
Ya que este mes abre otra energía, estos días podemos hacer nuestros propios rituales de cierre y agradecimiento por lo vivido para después de esto tomar compromiso con nuestra diversión, con permitirnos más espacios chispeantes y menos enrollados, con activar la risa antes del drama, con darnos más gustos en vez de exigirnos tanto, con conectarnos a nuestro corazón verdadero y sabio antes que sólo con nuestra mente neurótica… Agosto abre una puerta a esto, a ver si ahora lo convertimos en un hábito y no sólo en una anécdota de este aleccionador 2019…
Por lo mismo yo, además de ir a celebrar con sopaipillas, figuro entretenida diseñando una edición distinta del Taller de Astrología 1 , esta vez en Viña del Mar, así que si usted lector es de por allá o alrededores haga click aquí y entérese de todo, partimos el 30 de agosto. También me entretengo cantidad al bajar la info del Taller Del ego al Alma (se completaron los cupos!), que compartiremos desde la tercera semana de agosto. Y como una parte de mi está cansada y necesita tiempo para no hacer, leer algunas buenas cosas con más tiempo y tomar algunas decisiones para el fin del año, no haré lecturas de carta astral en septiembre. Ya la agenda de agosto está completa y decidí pausar antes de somatizar más, también para replantearme algunas formas y -algo que mi alma siempre pide- salir de la rutina… Así que lo invito, querido lector, a que el empuje de agosto quizá le dé también a usted la forma de generar una pausa (por breve que sea) porque después de tanto movimiento emocional/interno es preciso decantar y darle espacio también al cuerpo y a la mente para que estén en una frecuencia más sana… Y a quienes quieran su lectura luego (sin ansiedad, eso sí, desde ahí puro atraemos y generamos interferencia&drama, ojo!), tengo algunos datos de ex alumnos del segundo nivel que ya están leyendo cartas por si quiere conocer más del talento astrológico local. Si ellos me autorizan dejaré sus datos en los comentarios de este post, más abajo.
Por último, para todos, este tiempo es bueno para retomar algo que nos hacía felices de niños y que como adultos ahora olvidamos o postergamos demasiado… Lo que sea: dibujar, pasear por el parque, el aroma del pan por la tarde, leer historietas, ver la tele, quedarnos en pijama todo un día, armar puzzles, sentir la lluvia, ir a la playa, tomar chocolate caliente o un helado, bailar o sentir la música, hacer galletas, subir a los árboles o al columpio, echarse en el pasto, hacer pic-nic, saltar la cuerda, jugar a la pelota… Esa energía ahora nos propone recobrarla como un juego sanador que nos reconecta con la fluidez y el fuego de la conmovedora Vida que hemos elegido transitar… ¡Feliz agosto!
Y a raíz del primer punto, nuestro querido ego, vaya que ha dado material en este
Y por si a alguien le faltan ingredientes en esta poderosa sopa, el lindo de Mercurio está retrógrado y me da mucha risa que él sea el primero con quien me encuentro en una mañana por el 

Como conversaba con Katy, este tiempo es intenso pero sin vorágine. Se nos pide gran autenticidad, coherencia y dejar de maquillar situaciones. Este tiempo requiere escucha interna para ser cada vez más genuinos y fieles al llamado de nuestra alma. Por eso es doloroso ver, asumir, dejar actitudes, dejar situaciones o relaciones. Porque ya no podemos mentirnos como hasta hace unos años. Ahora no. Encima -con Júpiter en Sagitario- en cualquier momento se ventila la verdad con megáfono y se paga muy caro la deslealtad hacia nosotros mismos… Ya no podemos pasar por alto señales, sensaciones, insatisfacciones. Como humanidad -además- atravesamos una revalorización y ‘recomprensión’ del verdadero disfrute, que es sin gula (sin acumular), que nos pertenece, es 




Y otro de los regalos de este nuevo ciclo es -enhorabuena- dejar de correr. Tauro es pausado, mientras que Urano es neurótico e hiperactivo. Después de siete años en Aries, que ama correr, llegar primero y cuya frecuencia es individual, este impredecible planeta intercambiará energía con un signo que desconfía de lo acelerado y del futuro, que más bien quiere quedarse en lo conocido. Ambos -y nosotros- tendremos que ajustarnos para convivir y sacar lo mejor de cada uno; lo taurino no podrá resistirse a cambiar, tendrá que ser más flexible y aprender a confiar en los pasos nuevos que tendremos que dar como humanidad e individuos, al tiempo que lo uraniano tendrá que respetar un ritmo más armónico y tomar en cuenta lo que ya está para transformarlo en vez de querer barrer con todo.
… Edúquese lo más que pueda, respete para que lo respeten… ¡Y que Dios nos ampare!». Este lema de la popular
Estamos en cierres e inicios poderosos. Marzo dará mucho qué hablar. Pero ahora, en esta Luna nueva en Acuario de este 4 / 5 de febrero quien quiere hacer su entrada triunfal es el Chancho (o jabalí en su versión salvaje/elegante; ja) de tierra. Desde oriente, este también es un ciclo de cierre de los últimos doce años y este animal -aunque sea vegetariano- no es nada suave. Es simpático y generoso, sí. Como también exagerado y fantasioso. El elemento tierra, al igual que la energía capricorniana reinante en este 2019 nos pide crecer con lo que tenemos: desde el obstáculo, desde el miedo, desde la rabia, desde la alegría, desde el dolor, desde la oportunidad, desde las ganas… Desde lo que sea que estemos viviendo, sin negarlo; nos toca dar un paso más allá y salir de lo cómodo. 
Como siempre, va una presentación que describe algunas situaciones y energías que promete este nuevo año a nivel mundial. Luego pueden entrar a su