Ja, ja. Al mismo tiempo que escribo esta frase acá en el blog: «Con la reciente Luna nueva en Virgo del miércoles pasado completamos la etapa más ardua e inicial de los eclipses de agosto que tanta energía movieron»; en la mesa del lado, donde hay varias mujeres de distintas edades, una habla de la Luna en Aries y afirma que «es muy fuerte», ante lo cual otra le responde «yo no cacho (entiendo) na’ de eso». Me río sola y adoro comprobar cuán conectados y asistidos estamos. Justo esta semana nos ‘sumergimos’ en la Luna en el taller de astrología y en la próxima clase continuaremos con sus claves y misterios porque ella da para mucho.
Sigo. Los eclipses de agosto -como compartimos antes acá y aquí– trajeron aterrizaje, un poderoso reseteo y liberación. De situaciones, de energía, de estancamiento, de verdades. Y estas primeras semanas post eclipse -hasta el 19 de octubre con más fuerza- tienen una cuota de dolor no menor. Por una parte están las zonas que tocó (fue visible) el eclipse: Estados Unidos, México, el Caribe, que -como sabemos- están en grandes procesos energéticos, colectivos y físicos que significan soltar drásticamente, vivenciar el miedo, la muerte, el dolor profundo, la tristeza y el desapego; detenerse obligadamente y recomenzar poco a poco. Y, por otra, a todos nos irradia un poco de esto, en todas partes del planeta.
Me conmueve México. Es mucha su belleza y su nobleza. México contiene la energía de Estados Unidos para resguardar el poder que conserva el resto de América hacia el sur. Ese muro no es casual. Es también un símbolo, una protección hacia acá; claro, quienes lo construyen y quienes lo rechazan no lo saben, y está bien. Me conmueve también porque el corazón mexicano es cálido, amable, algo naif a ratos, intenso, bondadoso y su tierra además de bella resguarda grandes anclajes energéticos. Como todos los pueblos, tiene también su oscuridad y, en este caso, sus costumbres latinas donde procrastinamos, maquillamos situaciones y no planificamos con responsabilidad… Tengo varios amigos por allá y la mayoría están de voluntarios con sus profesiones ayudando en lo urgente de esta primera etapa, como millones lo hacen por su México lindo y querido que, cuando lo escucho en las notas de TV mexicana, me emociona y me recuerda momentos de doloroso desapego en Chile con terremotos, aluviones, incendios, inundaciones y más, donde el corazón brilla. El dolor y el amor se unen… Igual, pese a todo, lo de México -sus terremotos- no son limpieza, son una poderosa reactivación, son despertar, y pronto lo veremos.
https://www.youtube.com/watch?v=utiq1k4adZA
Sí, atravesamos tiempos desafiantes y bellos como humanidad. No hay nada externo a lo que aferrarse, sólo a nosotros mismos, a lo que realmente somos. El eclipse en Leo nos trajo a nosotros mismos de vuelta: ¿dónde estás, haces lo que te gusta, vives la vida que quieres, juegas, disfrutas, eres auténtico, brillas, sabes qué talentos tienes, cuán egocéntrico estás, vives con rigidez, cuáles son tus apegos, estás en soberbia o en aceptación, te ríes, creas, compartes? …Todo esto es lo que nos preguntó agosto pasado y septiembre nos lo pone enfrente. Y los meses que quedan, de aquí a febrero 2018 nos piden resolver lo que está incómodo, tóxico o pendiente en torno a estas interrogantes.
Este 2017 es un ajuste de autenticidad. Ya nada puede forzarse ni disimularse. Ya no nos dejan cargar con ciertas relaciones o tenerlas por conveniencia ni menos por culpas o miedos, o sacrificio; lo mismo con los trabajos, actitudes, hábitos. La verdad emerge y nos corresponde asumirla. Ahí están la liberación y el recomenzar desde la luz que somos.
Pero liberarse, muchas veces tiene una cuota de dolor no menor. También de miedos, rabias, angustias, dudas. Como también trae gran alivio, centro, calma, alegrías y nuevos desafíos que el alma acepta porque sabe que corresponden a un nuevo ciclo. Se abren el abismo y el horizonte al mismo tiempo. Y, en parte, eso es vivir: arriesgarse, experimentar, cruzar portales. La vida no es estática ni es estar siempre en comodidad. Pero esto ya lo sabemos, ¿verdad?
Estos días de equinoccio -de primavera por acá, de otoño por allá- mueven energía tanto hacia el renacer como hacia la necesidad de armonizar nuestras vidas. Todo se reordena y recupera su armonía más allá de si nos gusta o no, de si nos parece lógico o ‘justo’.

El reciente invierno (verano en el norte) nos entrenó mucho en soltar y en aprender a disfrutar más. Ahora nos corresponde practicar. El Sol y Quirón nos ayudarán -desafíos mediante- a activar nuestra autoestima, ‘desenchufar’ nuestro lado víctima, aceptar nuestras fragilidades para poder relacionarnos con los demás de forma más clara. La Luna en Escorpión y Júpiter en Libra se unen en este equinoccio para enseñarnos con más certeza y menos desgarro a salir de lo conocido. Nos abrirán el mundo, traerán nuevos lazos y conocimientos, reforzarán nuestros dones tanto intuitivos como intelectuales para comprender desde la experiencia que hay tiempos en que el miedo se hace a un lado y nos corresponde dar pasos nuevos con más arrojo y conexión interior; no desde el rechazo ni desde las expectativas sino entregados a lo que la Vida y el alma pulsan dándonos señales de distinto tipo que ahora podremos leer mejor.
¡Feliz Primavera por acá y Feliz Otoño hasta allá! Un gran abrazo al bello México. Gracias por su coraje y bondad, desde acá los abrazamos y aprendemos junto a ustedes. ❤ Gracias.
Tercero porque estos eclipses recientes son un gran cierre que se completará a inicios de 2018. Y estos primeros meses concluyentes de
Los cerezos ya están en flor por acá y me conmueven… Cada año me pasa lo mismo, siento que saludan y alegran el corazón a fines del invierno. Camino unas cuadras disfrutándolos, rumbo a trabajar en la preparación del
Por otro lado, este eclipse nos mostrará mucho de nuestra sombra: aquello que no reconocemos de nosotros ni nos gusta pero sí lo vemos en otros; ja, ja. Los humanos somos muy divertidos; como la mamá que viene a mi consulta porque su hijo no se interesa en nada ni hace caso y ella misma no escuchó el audio que le mandé, igual que a todos los que vienen a la lectura de carta astral para que sepan de qué se tratará y así ganemos claridad y tiempo. Como todos los que despotrican en contra de los políticos y a la menor oportunidad se aprovechan, son abusivos, egoístas, etc. La sombra sale a pasear estos días, por tanto tenemos gran posibilidad de mirarnos y soltar enganches con los demás y asumir cosas nuestras…
Esta segunda quincena de agosto sembrará energía por seis meses, así que es recomendable estar aún más conscientes de qué energía vibramos y provocamos porque nuestra cosecha dependerá de esto. Si siembras odio no esperes cosechar flores, ¿no? Jaja. Igual lo aclaro, por las dudas y por si algún ego fantasioso está leyendo esto, jajaja. Como sea, en especial del 17 al 24 de agosto, es bueno detenernos más, agradecer todo lo que tengamos y hacer el gesto energético de llevar el Sol a nuestro corazón para que ilumine lo que sea que tengamos que ver y nos dé la claridad para abordarlo.
En esto último, agosto nos da una gran ayuda. Por eso también puede ser un tiempo incómodo que nos haga practicar vulnerabilidad y limpieza para esa parte antigua de nuestro ego. Porque esta energía, el ego, es parte de la condición humana y -cuando está domesticado, por tanto lo conocemos con mayor profundidad y se nos arranca menos- es un gran aliado en nuestra evolución, que nos permite ablandarlo para que nos acompañe en nuestro camino, en vez de permitir que se opaque, se oscurezca o se densifique porque creemos que él tiene la verdad de nosotros y de cómo es el mundo. Y las clases dirigentes en distintas esferas de la vida pública –incluida la política, obvio- representan –a veces garrafalmente- ese tipo de ego antiguo: más rígido, controlador, defendido, manipulador, miedoso, agresivo, autoengañado, pendiente de la imagen, de batalla pequeña, víctima/victimario, que no quiere perder nada, que ve al otro como enemigo, desconectado de la realidad –y de su corazón verdadero-, que quiere tener la razón y que lo aplaudan, etc., etc.
Lo que sea que esté antiguo en nosotros, estos eclipses lo sacudirá y podremos alivianar nuestros pasos. Por eso es bueno incluso hacer un listado personal de lo que ya no va en nosotros (formas de pensar, ser y movernos que nos dificultan el camino además de las relaciones; todos las tenemos, ¿no?) y todo este mes realizar meditaciones cortas donde nos despidamos con amor de todo esto, sintiendo que dejamos un espacio en nuestra energía para lo nuevo… En Chile creo que, además de la política, el propio periodismo puede hacer noticia (profesionales, columnistas), además de los uniformados, deportistas, mundo del espectáculo y de la sanación (desde terapeutas, autores, hasta médicos).
incluye un gesto de humildad: Pedir ayuda. No podemos solos y vinimos acá a vincularnos (todo un arte, por cierto!), es el momento también de pedir la energía de otros para que cada uno entregue sus dones y sigamos tejiendo esta malla mágica y perfecta en la que todos estamos conectados…
Y en las vueltas de todo este paseo donde muchos estamos asumiendo esos llamados del alma con más o menos incomodidad pero con certeza y alegría, me llegan confirmaciones de la energía más luminosa de estos tiempos vía sueños, breves lecturas de frases en el momento justo y la gente que llega a la consulta por su carta astral. A muchos nos está pasando, ¿verdad? Y ahora, esta Luna nueva en Leo (este domingo 23 de madrugada) nos trae entretenidas tareas. Por una parte se nos pide gran autenticidad, por otro, aprender a manejar la rabia y los impulsos de forma más sana&creativa (tremendo arte personal, ¿no?), lo cual incluye dejar de tomárselo todo personal! Y también nos recuerda: retoma lo que te gusta, lo que te apasiona, o descúbrelo, juega -úsalo- con eso, compártelo, diviértete para que reactives tu luz! Tendremos un mes para practicar , semanas muy importantes donde los eclipses y otra Luna en Leo más traerán sorpresas en torno a todo esto! ¡Feliz Luna nueva leonina… Y a brillar!
Por lo mismo, este julio 2017 (
Sí, el invierno se instaló con fuerza por acá y sabemos que no es de las estaciones más populares, pero puede llegar a ser de las más fructíferas. Claro, el sistema no promueve la introspección, el silencio, el estar en casa, el no hacer, el contemplar, la falta de fuerza o de entusiasmo… Tampoco solemos valorar las crisis de cada uno, con los dolores, lágrimas, miedos y tragos amargos que significan, pero que son parte imprescindible de estar vivos, de pasar por esta experiencia humana. Esto, los momentos angustiantes, también son inviernos. Y tienen que estar…
Al llegar, luego de compartirles a las chicas algunos sitios que pueden visitar, como el teatro sobre el lago con su agradable café, el museo y la reserva de la Universidad de Chile que relaté en
Y este día en Frutillar es más que perfecto. Salí pasadas las 11 de Puerto Varas con algo de lluvia. Después de desayunar y recibir saludos, bajo el cerro hasta la costanera y me encuentro con un colibrí que -como pocas veces- se detiene bastante rato frente a mí, que lo observo con delicia. Me río con él y finalmente le agradezco. Cuando lo hago -agradecerle- sale raudo hasta unas flores cercanas. Es mi cumpleaños. También por eso vine acá. Necesitaba un reinicio personal distinto a otros años. Por la mañana, las chicas del hostal me sirven el desayuno con una velita puesta en un queque (bizcocho) y un bello letrero de feliz cumple. Me da emoción el gesto. Después de mi amigo colibrí, me saludan mis padres entre risas y bromas familiares porque realmente los saludos comenzaron esta madrugada, a las 12, cuando estábamos brindando con espumante y a mi mamá (desde Santiago) le dio por mezclar poemas/canciones (de Violeta Parra, Gabriela Mistral y más) muy conocidos vía WhatsApp para saludarme sacándonos muchas carcajadas. Cuando terminamos de hablar, frente al lago, le pido a mis guías y al lugar: Chiquillos, por fa, me pueden regalar un arcoiris hoy?, no ven que es mi cumple? -les digo y sigo caminando por la orilla antes de tomar el bus a unas cuadras.
madera en el sur suelen tener otra energía. Al entrar a esta pequeña iglesia (en la foto) me emociona porque es muy cálida, pero también porque están las madres sosteniéndola. Guadalupe (la amo; es la «madrina» de este blog; y la saludo feliz al llegar: Lupitaaaa, eres tú! -le digo) en la entrada derecha, y en el altar la Inmaculada Concepción, muy bella. Pido permiso para estar ahí. Como no hay nadie me paro en medio y digo: hola chiquillos, permiso para hacer una conexión aquí, ¿sí?-. Cierro los ojos y pongo las manos en un mudra y luego en gesto de recibir. Siento la mega energía girando entre mis brazos, me da entre alegría e impresión; me viene risa. Es como un juego, pero es profundo al mismo tiempo. Cuando digo en silencio: guau, gracias!, entran dos visitantes; yo cierro la conexión, agarro mi paraguas y recibo el llamado de una gran canalizadora amiga para saludarme, con lo cual tengo que salir. Converso un rato. Como no alcancé a despedirme, vuelvo a entrar y les digo que todo bien, que gracias y hasta la próxima. Estoy en la puerta y entra otro llamado/saludo de una amiga que -un poco como yo en las lecturas- muchas veces hace de puente y recibe información álmica.

Sigo. Es viernes y paso de una lectura de carta astral cruzada por el tema de la muerte y del desapego -pronto haré una charla sobre esto último- a encontrarme con Luz, una amiga que no veo hace un rato y que hace más de un año está sin trabajo, con todo el proceso interno y externo que esto significa, el cual ha sido bello y angustiante a la vez. A diferencia de otros viernes -pese a varios correos- decido no poner a nadie a la hora de almuerzo con lectura astrológica en la agenda y le digo a la amiga que si me acompaña a Patronato a comprar un par de cosas de abrigo y que luego la invito al café árabe respectivo. Partimos juntas en metro y luego cruzamos el clásico Parque Forestal de Santiago. Estamos en esto cuando recibo un mensaje de una hermana/amiga con quien compartimos ya no sólo telenovelas brasileras y turcas con mucha risa, sino además gran conexión y apoyo en distintos momentos y a quien veo casi a diario porque paso a saludar, a tomar té, a ver la telenovela de turno en medio de las lecturas; a veces hasta me toca almuerzo compartido. Bueno, el mensaje me dice que acaba de morir su papá, que estaba enfermo hace unas semanas… Los llevo al corazón de inmediato y me detengo en un rincón a llamarla sólo para estar, no para decirle nada en específico, sólo para acompañarnos de corazón. No casualmente el velatorio es apenas a unas cuadras de Patronato; le digo que iré. Ella me dice que no pensando que estoy en mi consulta, que con llamarla ya es suficiente, mientras se siente su voz de niña con la tristeza pura que todos vivimos en momentos así. Le digo que igual iré. No casualmente -de nuevo- Luz también la conoce y le tiene gran cariño.
Yo no puedo dejar de mirar y valorar cómo la muerte, el dolor, la alegría, la liberación, los cierres e inicios se unieron en un solo día que podría haber sido un viernes más con un par de noticias… Pero algo -los hilos de la sabia y perfecta Vida- se movilizó para que todos los involucrados -incluidos quienes leen esta nota- hiciéramos una perfecta danza que nos deja tremendo Amor dentro y en el aire para sentir que sí, que la Vida -como siempre lo digo- es perfecta, no es cómoda y tiene de todo… Y a eso vinimos: a experimentarla con todas sus tonalidades…