Pide y se te dará: cadena de sincronías 2013

Plaza Las Lilas, Providencia

Plaza Las Lilas, Providencia

Mmm, la cosa empezó el  martes 23 de enero. No, en realidad empezó antes, a fines de noviembre 2012, cuando Sol se propuso salir del pequeño departamento que la tenía asfixiada y hasta recluida (como se dio cuenta cuando se mudó). Ella sabía que su nuevo lugar tendría que ser en el mismo barrio: Providencia, cerca de  Plaza Las Lilas. Buscó con decisión cuando todo el mundo y hasta los medios te atormentan diciendo que hay -y efectivamente está- una burbuja inmobiliaria que tiene los precios por las nubes y que dada la llegada cada día más numerosa de inmigrantes de todos los rincones a Chile y a Santiago especialmente, sumado al supuesto mayor poder adquisitivo de varios chilenos, hay más demanda y menos oferta, lo cual no me lo creo del todo y es un gran excusa para elevar los precios con usura que raya -o traspasa- en la grosería. En fin, todo pasa, y esto llegará a su fin o explosión.

Pero la certeza interior de Sol no escuchó nada de esto. De pronto ella, que visitó unos 25 departamentos, supo de uno que estaban arreglando, pero que no ponía foto en internet, sólo la dirección y fue a mirar el edificio. Dijo con convicción: Aquí voy a vivir yo. Habló con la dueña y pese a que los arreglos demoraban esperó con fe. Cuando ya estaba casi listo pidió una descripción del espacio y le dijo a la dueña: ya, lo quiero, te mando mis papeles-. A lo que ella contestó: ¿pero si aún no lo has visto?- «No, pero yo sé y confío en que es para mí y que me va a gustar y es lo que necesito. Es mi departamento» -respondió con la misma férrea convicción de antes. ¿Resultado? Está instalada en el departamento desde principios de enero, que es muy bello, con vista a la cordillera y copas de los árboles, donde ella quería y encima ve a unos metros un campanario que fue muy importante en la historia de su familia y su madre. Sol está más que feliz con su nuevo espacioso-espacio, recordándonos, de paso, cuánto poder interior tenemos para encauzar y colorear nuestra vida.

Entonces, nos invita con Carolyn, otra amiga (y sanadora) a cenar el martes. Santiago amanece con corte de agua en varias comunas y la capital muestra su fragilidad, esa que no nos gusta asumir, como si fuera fácil habitar un espacio reducido rodeado de montañas que impiden el paso del aire, en un país siempre sacudido por alguna manifestación de la naturaleza; también -a mi juicio- revela el abuso de las empresas privadas que supuestamente se hacen cargo de un recurso natural con el que ganan muchísimo, pero no tienen ni medio plan de contingencia frente a emergencias; como muchas veces: el negocio es ganar plata pero no invertir ni prevenir ni cuidar al cliente y menos al bien común… La ciudad muestra también la oscuridad (barro) del negocio del agua, además de restringir y limpiar sus(nuestras) emociones (agua), de paso.

Por lo mismo, Sol nos pregunta si igual nos juntamos, y yo salto diciendo: sííí-. En su depa nuevo hay agua y en el mío también, así que no pasa nada.  Llegamos y además de disfrutar y brindar por el nuevo hogar que tiene muy buena energía (desde hace años, a mí hay lugares que me sacan, me expulsan y no puedo quedarme demasiado), de gozar con la conversación, las carcajadas y  el compartir, saboreamos un menú exquisito de…. comida árabe!!! Deliciosa, con rellenos de hojas de parra y zapallitos, hummus, falafel, carne kubbe… Había olvidado cuánto me gustan esos sabores, hace meses, en julio, almorzamos comida árabe muy buena, pero estábamos apurados y me faltó el disfrute de los gustos y especias. El tema es que ahora hasta quedé con ganas de seguir saboreando, pero mi panza no tenía más espacio aunque el encuentro duró hasta la madrugada… En medio de la cena me viene la certeza de que las tres tenemos que tener más de una encarnación por las tierras del actual Medio Oriente  y que ya nos debemos haber conocido de quizá cuándo, pues en esta vida nos encontramos (yo a ellas) practicando danza árabe hace años  y además yo he tenido un par de «regresiones espontáneas» y sincronías que me confirman que tengo más de una vida con hiyab o chador (tipos de velo) y todo, habibi.

Al día siguiente ando con antojo de falafel (croqueta de garbanzo) y todo lo demás. En el barrio sólo hay los clásicos shawarmas, pero no quiero eso. Busco en internet y hay un delivery cerca, pienso en llamar para el sábado o domingo. Pero el antojo crece y casi estoy por inventar un encuentro con los amigos para satisfacer las ganas. La semana avanza y cada cierto rato me acuerdo y me río sola con mi obsesión… Incluso el miércoles cuando fuimos al festival «Cine bajo las estrellas»,  antes de la peli hay stands de comida con sushi, carnes, sandwichs, pizzas, ceviche… y con un poco de ilusión busco algo árabe, pero no hay, obvio, si tampoco es tan popular, pese a que la colonia es numerosa en Chile…

Llega el viernes. Después de la jornada en mi consulta, a  las 4 de la tarde,  tengo hora de biomagnetismo en Ñuñoa. Antes de ir como unos trozos de piña y pienso que almorzaré después, en casa. Es mi segunda sesión y ya la terapeuta con los imanes liberaron un virus y un tema de microcirculación cerca del oído, que todo el rato tiene que ver con el vértigo que a veces me visita. La sesión está potente, medio me duermo en la camilla y luego me cuenta cómo va el tratamiento. A las 5 ya estoy de nuevo en la calle y con hambre; pienso tomar una calle que da al delivery árabe que encontré por internet. Ya casi saboreo el hummus y el falafel. Pero hace mucho calor y no sé si caminar hasta allá. Al final desisto porque igual quiero pasar a otra tienda que está al lado y desde ahí puedo tomar un colectivo que me deja en casa.

Bueno, para otro día será… Podría haber algún lugar por aquí -pienso- pero sé -era mi barrio de infancia y sigue siendo el de mis padres- que sólo hay pizzerías, hot-dogs y otras cosas… Me dispongo a cruzar la calle en el medio (por donde no se debe) y cuando miro en frente dice: EXQUISITOS SABORES DE PAKISTÁN, PARA SERVIR Y LLEVAR…. Guauuu! Casi salto hasta la otra vereda de pura felicidad y digo: es demasiado grande la Divinidad; Universo, eres muy bakán, gracias! Ángeles de la comida: gracias por favor concedido-. Entro curiosa y extasiada, es un lugar pequeño llamado «Karachi Spice», es lo que se conoce acá como «picada» (restaurant un tanto escondido, conocido por muchos de boca en boca pero sin publicidad; bueno, bonito y barato), son unas diez mesas con un poco de decoración pakistaní y una mesera chilena muy simpática que me muestra la carta donde están todos los sabores que tenía en mi paladar mental desde el martes y otros que desconozco pero que suenan tan bien… Me cuenta detalles del lugar, el único de comida pakistaní en Santiago… Vaya honor el mío!

Karachi Spice, en Pedro de Valdivia, casi esquina Dublé Almeyda.

Karachi Spice, en Pedro de Valdivia, casi esquina Dublé Almeyda.

Entonces, me siento a almorzar ahí disfrutando cada sabor con calma y placer: el hummus, las albóndigas especiadas, la ensalda aderezada con yogurt con cilantro, el arroz y… obvio, un té de menta. El falafel lo pido para llevar a casa a nuestro almuerzo del sábado. Luego converso más detalles del lugar y la carta con la mesera y hasta con el cocinero que lleva tres años en Chile y que es musulmán, por supuesto. Quedo re invitada para volver y seguro lo haré porque aunque el antojo fue saciado, en cualquier momento puede volver. En medio de la conversa tomo mi bolso y me río sola pues tiene caligrafía árabe, se lo compré a una chica que los hace a mano, de hecho el cocinero lo queda mirando….

Mi almuerzo en el Karachi Spice

Mi almuerzo en el Karachi Spice

Me voy satisfecha y feliz y recuerdo que originalmente a esa hora (la de mi almuerzo pakistaní-mágico-sincrónico) me juntaría con una amiga que al final me avisó temprano que no podía. La vida es perfecta, pienso, mientras voy a la tienda que tenía pendiente. Cuando estoy allá, terminando de pagar, suena mi celu y es Silvia, una gran amiga argentina-chilena con quién quedamos de vernos pues viene llegando de varios días en Baires, pero no coincidíamos con los horarios… Me dice: Jime, me suspendieron una hora de clases y pensé si nos juntábamos. «Eh, genial! veámonos en un rato en la terraza del hotel Bonaparte» -le digo y le parece perfecto igual que a mí. Al cortar y mientras me dirijo al encuentro, sigo pensando: qué mágica es la vida, cuántos regalos, sincronías y perfección hay en todo. Gracias a la vida, tarareo en el taxi, igual que el miércoles por la mañana después del muy buen encuentro en la casa nueva de Sol…

Al llegar al encuentro con Silvia, ambas pedimos un té… yo quiero otro de menta (las especias pakistaníes dan sed) y la chica me dice, tengo uno que es de Marruecos: ¡Ese mismooo! le digo con entusiasmo. Ya te explicaré porqué, amiga, le comento a Silvia…. Y la tarde-noche termima con un buen reencuentro y conversación, puestas al día desde el 21 de diciembre hasta acá, acompañadas de un cachorro gordito que pasean por la calle, varios ciclistas veraniegos, los pájaros cantores, la brisa que se cuela entre los añosos árboles y la luna casi llena que este fin de semana está en Leo: momento para celebrar, cerrar y agradecer… Sí. Todo es perfecto. GRACIAS…. A la Vida.

Cerrando el 2012: GRACIAS

espiralfractalMmm, no sé exactamente cómo describir el 2012 que hoy cerramos y que ahora recapitulo bajo el sol tibio de la playa Las Cruces, en la costa central chilena, mientras se adelantan los preparativos para la noche y cena de Año Nuevo…

… A ratos me quedo maravillada con los regalos que recibimos. En otros momentos se me aprieta la garganta de tristeza por ciertas cosas que muchos como yo estamos viviendo. En medio de todo me siento privilegiada. En ocasiones me saltaría un par de capítulos del año que preferiría no haber experimentado. Me arrepiento de más de una cosa. Me quedé con ganas de otras… Pero al final de las cuentas personales, grupales y universales, sólo me sale uno de mis mantras favoritos de este tiempo: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS…

Volviendo a la descripción del año, se me cruzan las palabras crecimiento, conexión, camino, limpieza, calma, vértigo, dulzura, recibir, amor, unión, separación, lecciones, despertar, risa, aprendizaje infinito y constante, gracias, creatividad, logros, ayuda, soltar, duelos, vida, reencuentros…

Desde este espacio, te digo que si nos reímos juntos y compartimos momentos de amor, amistad y colaboración, lo agradezco. Que si nos enojamos o distanciamos, lo agradezco. Que si nos hicimos daño y ya no tenemos nada que ver, lo agradezco. Que si me ayudaste, lo agradezco. Que si pude serte útil, lo agradezco…. Todo estuvo bien. Todo es perfecto. Todo me(nos) sirvió para seguir creciendo. Todo me enseñó. Todo es como tiene que ser. GRACIAS. Y si aún queda algo opaco entre nosotros, que se limpie definitivamente, e igualmente, sigo dando gracias por la experiencia. La vida es demasiado sabia, no dejo de sorprenderme y de confiar aún en medio de cosas poco agradables…

No sé lo que viene en este 2013. Tampoco siento necesidad de saberlo. No iría a la consulta de tarot ni carta astral en este momento. Necesito estar presente sin información adicional, (re)descubriendo mis propias certezas en un camino nada fácil pero bellísimo. Sólo intuyo que tendré que seguir soltando ciertas situaciones que ya no son placenteras aunque aparentemente son muy seguras, y que eso además del miedo puede doler y provocar rechazo; la vida, como siempre.

Lo que sí sé del 2013 es que podemos hacer más magia que antes: podemos generar notables cambios internos que se traduzcan –pronto- en liberación, crecimiento, alegría, conciencia y tantas otros beneficios.

Y mientras escribo la última nota del 2012, el sol tibio cae en mis pies descalzos y los pájaros en los eucaliptos al atardecer parecen anunciar alegres la venida de lo nuevo, un tiempo inédito donde mis únicas expectativas –por ahora- son seguir creciendo y aportando… Todo está bien. Todo es perfecto. GRACIAS… Y ¡Bienvenida la luz del 2013 disponible para el corazón y la conciencia de todos! … Como me lo recordó recién un amigo: a Crear, Confiar y Compartir. A ver cómo nos va en nuestras aventuras del nuevo año… Al menos desde este blog supongo que compartiré unas cuantas… Nos seguimos encontrando. Un gran abrazo agradecido… Y, de regalo, una imagen-amuleto para los desafíos de los meses que se asoman:

mata

Ritual de Verano y de ‘Nuevo Mundo’, 21 de diciembre

-¿Va a rematar la fruta el 20? …No ve que se acaba el mundo al otro día.

-No, ese día vamos a hacer una fiesta. Está invitada usted.

Bakán, ¿a qué hora sería?, ¿después de las 8?

-Sí, usted venga no más y aquí va haber música, fruta, verdura, bebidas, papas fritas; todo gratis.

‘Tupendo. Ya, pero igual, los días antes baje las frutillas y los arándanos poh, que están muy caros, ¿no cree?

-Vamos a ver qué hacemos, casera.

…Bueno, antes que todo se termine, tenemos fiesta en el barrio, donde el amigo de la frutería que, aunque no le ha preguntado a su patrón si lo autoriza, está decidido a celebrar. Qué bien. Además, él es muy práctico: me dijo que este año era más económico  porque no tendríamos que gastar en regalos de Navidad. «Toda la razón, no lo había pensado» -le dije con certeza, mientras otra señora que compraba huevos y aceite para una mayonesa, se tomaba muy en serio nuestra conversa y me decía que no creyera en esas cosas, Mijita, si no va a pasar nada. Es que yo soy muy crédula, le dije jugando… De todo eso me acordé la tarde del martes 18 cuando tomé esta foto…

tarde en santiago, martes 18

… Días después de esa conversación, no casualmente, de manera nada común en pleno diciembre, cuando la temperatura suele bordear los 25º en promedio, hoy el cielo de la mitad de Chile está nublado, frío y lluvioso. El agua limpia. El frío retrae. Qué bien.

Tal como lo planeé, no salí en todo el día y me quedé trabajando en casa, disfrutando el viento, el día oscuro, la lluvia fresca que cae con fuerza y el asomo de las primeras lavandas en el balcón. Nada que ver con la acción que tuve los primeros días de la semana que partió con la entrevista del lunes en radio Cooperativa (puede verla acá si quiere) en medio del golpe noticioso por la renuncia del entonces ministro de Justicia; día caluroso que siguió con compras de cuarzos y otras hierbas (incluida la del mate) acompañada por mi padre -gran conocedor de muchos rincones de la ciudad- en el centro de Santiago para el Ritual de Verano de este viernes 21, después almuerzo y cena de nuevo en buena compañía; el martes mucho trabajo y acuerdos por teléfono, ida al supermercado cada vez más lleno antes de las fiestas de fin de año y con villancicos de fondo, la última revisión de las Predicciones 2013 para El Mercurio online y otros escritos varios.

DSCN3221Y ahora una pausa, al fin. Está potente la lluvia y necesaria también, porque al menos la energía de esta ciudad estaba muy tensa este último tiempo: agresividad, prisa, miedo y ansiedad no son los mejores ingredientes para terminar el año y, menos, para iniciar el nuevo tiempo. Así que el agua purificadora nos viene muy bien.

Igual, en medio de todo nos reímos con Cocó, Marce y Fer porque realmente el día está oscuro… ¿No queríamos tres días de oscuridad?, ¿no decían que era todo puro show? Aquí estamos, abrigados, hasta con truenos y relámpagos al borde del verano… y del fin del mundo, parece! Porque Santiago con unos cortes de luz y la copiosa lluvia colapsó y los tacos son interminables hasta muy entrada la noche… Cuán capaces somos de generar realidad, ¿no? Después hay algunos que dudan del poder mental y la energía que emiten los pensamientos: si hasta generamos nuestro propio caos y oscuridad, maravilloso poder tenemos, excelente comprobación la de este día…

…Bueno, pero como dije en la nota anterior sobre el Ritual de Verano 2012, con luz u oscuridad, con lluvia o sol brillante, desde esta noche que parece más invierno que primavera, los dejo invitados al RITUAL DE VERANO Y ENTRADA AL NUEVO MUNDO, este viernes 21 de diciembre a las 20 hrs. Aquí pueden leer la nota original, e igualmente más abajo les copio toda la información. En el Ritual hablaremos del Nuevo Mundo que estrenamos y que da para escribir un puñado de notas, por ahora sólo les doy un preámbulo de mi mirada, aunque en la radio este lunes dije bastante: primero, el cambio de era ya comenzó, estamos ahora en el nuevo tiempo; segundo, es opcional vivirlo; tercero, es un ciclo liberador, creativo y atemorizante a la vez; cuarto, somos muy privilegiados de estar aquí y ahora.

espiralvelasPor todo esto y más, los invito a celebrar. Un abrazo, nos vemos en el verano del Nuevo Mundo y Gracias! Ahora las indicaciones para encontrarnos este viernes 21:

TRAER:

  1. Si quiere traer sus desconfianzas, miedos y hasta pánicos, dele no más. Todo es bienvenido, pero si trae su buena onda y espíritu de cooperación, tanto mejor. Su sonrisa será aplaudida y sus penas acompañadas, usted confíe y venga.
  2. Cojín, silla plegable, piso, taburete o banco de plaza, si quiere. Lo que usted guste para sentarse y si puede traer más de uno, mejor. Tendremos algunas sillas pero no alcanzan para todos y obvio que la gente grande tiene prioridad porque tienen más veranos en el cuerpo.
  3. Algo comestible y/o bebestible para compartir antes, durante y después. Como ya saben quienes leen este honorable blog, las bebidas colas NO son bienvenidas, ni las cosas con demasiada azúcar: galletas, chocolates, golosinas (si el mundo sigue, al menos que nos encuentre menos intoxicados y guapos, ¿no?). En vez de eso use su creatividad y recurra a la naturaleza veraniega rica en aguas, jugos, frutos, granos y vegetales de todo tipo. Ahora si usted quiere traer galletas, torta o queque extradulces pero hechos por usted obvio que los recibimos felices, pues el señor Sol valora nuestra iniciativa.
  4. Su propio vaso. Sí porque no queremos contaminar más y menos en diciembre con la cantidad de adornos plásticos navideños que circulan por el mundo. Traiga su vaso o taza regalona y luego se la lleva de vuelta a casa sin ningún gasto ni contaminación de por medio.
  5. Ropa no tan veraniega. El Ritual esta vez es al aire libre, y como la señorita Primavera aún anda un poco temperamental, puede llamar al señor viento. Encima si estamos en plenos tres días de oscuridad demás que hará frío. Así que traiga algo para que esté a buena temperatura, de lo contrario tendremos que bailar más de un reggaeton para conectar con el calor veraniego. ¿Sobre el color de la ropa? Da lo mismo, lo relevante siempre es la intención y nuestra comodidad.
  6. Instrumento: Si en casa tiene pandero, maraca, tambor, campanitas; tráigalos para unirse a los sonidos del verano.

COORDENADAS:

  • DÓNDE: Salón de eventos de CARLOS ANTÚNEZ 1960. Vereda norte, entre Marchant Pereira y Pedro de Valdivia. Metro Pedro de Valdivia. Providencia. Estacionamiento ahí mismo y por Marchant Pereira también.
  • CUÁNDO: Viernes 21 de diciembre de 2012, día del fin del mundo, así que imposible que se le olvide, todos los medios de comunicación se lo recordarán hasta el infinito. A las 20 hrs, puntual. Durará hasta las 22.30 hrs aprox.
  • CUÁNTO: El ritual es GRATIS. No se cobra por celebrar y menos si el mundo se va a terminar.

Si puede confirme. Si se decide a última hora, venga no más. Si no puede llegar puntual, entre sin hacer mucho ruido, pero no se reste por esto.

¿Preguntas, dudas? Déjelas en los comentarios y se las responderemos antes que comience el Verano. Si no se atreve o no le resulta, escriba a nuevaji@gmail.com, o llame al celular 9. 084 20 67. Venga con quienes quiera, las estaciones son para todos y si puede llegar antes a ayudar el señor Sol lo premiará con un bronceado 2013 espectacular.

¡HASTA PRONTO, BELLA Y PODEROSA PRIMAVERA!, ¡BIENVENIDA LA LUZ DEL VERANO 2013!

Ritual de Verano… Final (21 diciembre 2012)

mandalasunCon luz u oscuridad, con miedo o confianza, con los mayas o sin ellos, estresados o relajados, solos o acompañados, pero sin duda con el corazón latiendo, todos los lectores, amigos, conocidos y curiosos de este blog están invitados al RITUAL DE VERANO (FINAL) este viernes 21 de diciembre de 2012 a las 20 hrs, en Providencia, Santiago de Chile.

Porque a la señorita Primavera hay que despedirla como corresponde después de tantas vueltas y regalos que nos dio en este agitado año, porque no todos los días -ni encarnaciones- se acaba el mundo, porque en la vida hay que celebrar los cambios de ciclo junto con cerrar etapas para integrar lo aprendido, y porque si todo se termina más vale estar en buena compañía y conectados, muchos nos reuniremos a ver lo que nos mostró la Primavera para poder darle la bienvenida a los rayos de Sol del Verano, una estación cálida que nos invita a cosechar, descansar un poco y contemplar, después de la vorágine del año.

En las últimas semanas de diciembre -y, por estos días, del mundo- poco espacio hay para detenernos, por eso este Ritual toma aún más fuerza y con la presencia de cada uno podemos generar un espacio de calidez para recibir con más conciencia y sentido la energía que nos trae el Verano, donde los rayos del Sol que llegan a Capricornio se asoman más intensos a este lado de la Tierra, invitándonos a conectar con la luz de cada uno y el placer de la vida.

Pero como estamos en este planeta, el ritual tiene su lado práctico no menor, así que para que podamos asistir todos con alegría y comodidad, acá van las indicaciones para ese día. Primero lo que hay que traer y luego las coordenadas.

TRAER:

  1. Si quiere traer sus desconfianzas, miedos y hasta pánicos, dele no más. Todo es bienvenido, pero si trae su buena onda y espíritu de cooperación, tanto mejor. Su sonrisa será aplaudida y sus penas acompañadas, usted confíe y venga.
  2. Cojín, silla plegable, piso, taburete o banco de plaza, si quiere. Lo que usted guste para sentarse y si puede traer más de uno, mejor. Tendremos algunas sillas pero no alcanzan para todos y obvio que la gente grande tiene prioridad porque tienen más veranos en el cuerpo.
  3. Algo comestible y/o bebestible para compartir antes, durante y después. Como ya saben quienes leen este honorable blog, las bebidas colas NO son bienvenidas, ni las cosas con demasiada azúcar: galletas, chocolates, golosinas (si el mundo sigue, al menos que nos encuentre menos intoxicados y guapos, ¿no?). En vez de eso use su creatividad y recurra a la naturaleza veraniega rica en aguas, jugos, frutos, granos y vegetales de todo tipo. Ahora si usted quiere traer galletas, torta o queque extradulces pero hechos por usted obvio que los recibimos felices, pues el señor Sol valora nuestra iniciativa.
  4. Su propio vaso. Sí porque no queremos contaminar más y menos en diciembre con la cantidad de adornos plásticos navideños que circulan por el mundo. Traiga su vaso o taza regalona y luego se la lleva de vuelta a casa sin ningún gasto ni contaminación de por medio.
  5. Ropa no tan veraniega. El Ritual esta vez es al aire libre, y como la señorita Primavera aún anda un poco temperamental, puede llamar al señor viento. Encima si estamos en plenos tres días de oscuridad demás que hará frío. Así que traiga algo para que esté a buena temperatura, de lo contrario tendremos que bailar más de un reggaeton para conectar con el calor veraniego. ¿Sobre el color de la ropa? Da lo mismo, lo relevante siempre es la intención y nuestra comodidad.
  6. Instrumento: Si en casa tiene pandero, maraca, tambor, campanitas; tráigalos para unirse a los sonidos del verano.

COORDENADAS:

  • DÓNDE: Salón de eventos de CARLOS ANTÚNEZ 1960. Vereda norte, entre Marchant Pereira y Pedro de Valdivia. Metro Pedro de Valdivia. Providencia. Estacionamiento ahí mismo y por Marchant Pereira también.
  • CUÁNDO: Viernes 21 de diciembre de 2012, día del fin del mundo, así que imposible que se le olvide, todos los medios de comunicación se lo recordarán hasta el infinito. A las 20 hrs, puntual. Durará hasta las 22.30 hrs aprox.
  • CUÁNTO: El ritual es GRATIS. No se cobra por celebrar y menos si el mundo se va a terminar.

Si puede confirme. Si se decide a última hora, venga no más. Si no puede llegar puntual, entre sin hacer mucho ruido, pero no se reste por esto.

¿Preguntas, dudas? Déjelas en los comentarios y se las responderemos antes que comience el Verano. Si no se atreve o no le resulta, escriba a nuevaji@gmail.com, o llame al celular 9. 084 20 67. Venga con quienes quiera, las estaciones son para todos y si puede llegar antes a ayudar el señor Sol lo premiará con un bronceado 2013 espectacular.

¡HASTA PRONTO, BELLA Y PODEROSA PRIMAVERA!, ¡BIENVENIDA LA LUZ DEL VERANO 2013!

playa fluor Maitencillo

Señales de los nuevos tiempos (Primera parte)

«Buen día, amiga. Te llamaba para decirte que en Mucho Gusto estarán unos monjes tibetanos. Un abrazooo» -me dice la bella y sabia Camila por mensaje de texto al celular. Pa’ variar no alcancé a contestar (últimamente me pasa bastante), figuro a media mañana entre el mate, tostadas de pan integral con aceite de oliva y orégano, el compu con varios correos pendientes. Luego de eso me sentaré a mirar los últimos detalles de la carta astral de un pequeñito de meses, cuya mamá quiere conocer qué dicen los astros sobre el camino de su tierno primogénito.

El mensaje se refiere a un programa matinal que no veo de un canal que no miro. Por vibra, por onda. Porque originalmente estaba (acaba de cambiar de dueños) orientado a los estratos bajos de Chile en manos de gente del Opus Dei (con sólo escribir esto siento energía arcaica y rígida) -grupo religioso lamentablemente con mucho poder en el país, pero, bueno, para algo y por algo será- que desde que lo crearon se dedicaron -seré tajante en el juicio- a aturdir a su público con «pan y circo», con tal que nadie tome conciencia sobre las cosas importantes e injustas. Encima este programa del que me habla mi amiga estaba conducido por un ser con una risa nada agradable y una energía que, al menos para mí, está lejos de ser simpática e interesante… Pero hace un rato en este canal hay una periodista que hace buenas cosas sobre estos tiempos nuevos potenciados ahora en 2012.

Entonces, luego de tomar mi mitad de desayuno (la primera parte fue fruta), pongo la tele y nada. La cambio, hay una aguda psiquiatra que me cae bien hablando de las burlas de un comediante chileno, de su agresividad y de los riesgos de este gesto tan común por estas tierras. De hecho, en el último programa en radio Cooperativa hablamos sobre cómo manejamos la rabia los chilenos, a raíz de repetidos actos de matonaje de una «modelo» en un reality. (Ya retomaré esto en otra nota, pero el programa de radio se puede ver aquí).

Sigo con lo mío con la tele de fondo y de repente me acuerdo y cambio el canal. Me quedo pegada: ahí están cuatro monjes sentados con un traductor y los conductores de atentos. Conversan un poco, y luego hacen una «bendición-purificación» con las luces del estudio más bajas y quienes trabajan tras las cámaras se acercan al ritual…. Me transporto a mis años en el budismo, los retiros y enseñanzas con lamas, los sonidos, los mantras, los mudras, la meditación, la energía y la típica sonrisa tibetana de los lamas, mezcla de inocencia y sabiduría… Me vibra el corazón y se me asoma la lagrimita no sólo por los recuerdos, también por constatar el poder de estos tiempos… Cuándo iba a pensar que esta mirada tan despierta de la vida, con énfasis en bajar el ego, llegaría sin más a la TV local (paraíso del ego nuestro de cada día) a dar un mensaje y a abrir nuestra energía… La ceremonia termina en un silencio -gesto casi desconocido en TV- y luego con el hablar profundo y gracioso de uno de los lamas: «Paz y felicidad es lo más importante, pero no pueden comprarlas. Acá tienen muchos comercios (y nombra dos supermercados entre cierta incomodidad de los conductores por la mención) pero ninguno vende paz y felicidad, para eso necesitan practicar dentro de la mente y para eso nosotros ayudamos con enseñanzas»… Bello. Luego de eso, me quedo en silencio y retomo la carta astral que comencé la tarde anterior.

El día sigue con el placer del viento de primavera en la cara, el encuentro inesperado con dos amigas en la calle, dos lecturas de tarot, y la «carta astral infantil»… Le hablo a la madre sobre su pequeño, le digo que ambos compartirán un mundo espiritual o muy sutil, que están conectados desde ahí y de otras vidas… En medio de la interpretación ella me dice: es que yo practico meditación budista tibetana…. ¡Las sincronías! -justo lo de la mañana, se me cruza por la mente aunque no se lo digo a ella porque seguimos con otros temas, pero ella lee este blog así que se enterará igual, e igual le comento que yo también pasé por el budismo como práctica espiritual y de meditación; y de lo que se trata ahora es de espiritualizar la vida: la comida, las relaciones, el trabajo, el cuerpo, la mente, las emociones, los placeres, las compras… todo lo cotidiano. Ya no hay que irse lejos o hacer algo en específico, la conexión espiritual está «en la calle», en el día a día y la forma ya no importa y podemos aportar desde donde estemos sin separarnos del mundo… Lo importante es la intención, la constancia y el observar tanto nuestro ego como nuestros regalos o ámbitos luminosos para entender que forman parte de las experiencias de nuestro mágico mandala llamado Vida en esta Tierra.

De tarde paso a un oasis en Santiago, el Centro Cultural de Las Condes, con sus añosos árboles, sus jazmines que me transportan y el ruido de los niños jugando en los prados. Otro regalo del día. Antes de irme a la cafetería a escribir me siento bajo un árbol con la espalda apoyada en él y le pido que, por fa, me purifique, que se lleve el cansancio y el agobio y que lo transforme en luz en el centro de la tierra… Me quedo tranquila, riéndome con los chicos que juegan y se mojan con una de las regaderas que gira… ¡Qué buen día, este!

En el patio de la cafetería escribo, sigo respondiendo mails y llamadas, con un sandwich con queso de cabra y un té verde… Después de un buen rato llegan Patricia May y Sergio Sagüez, mis «profes» en un seminario estos días: «Transformación personal para un mundo nuevo», nos saludamos y compartimos el patio con brisa y sol… Cuando se acerca la hora del inicio me voy a la clase y aparece una amiga que conocí el 2011 acá mismo en un taller de interpretación de sueños con otra gran profesora. A la clase hasta se suma mi hermana pese a sus dificultades para llegar a tiempo dado su trabajo.

El día termina entre risas, con noche de Luna Llena en Tauro, caminata y buena compañía… De camino a casa retrocedo y recorro no sólo los regalos y sincronías de este día que para mí son tremendo tesoro, sino también el buen sabor de boca que dejan las señales de estos tiempos nuevos, «tiempos integrales», como revisamos en la clase de esta tarde… Tiempos finales también, pues al fin está terminando poco a poco el predominio exclusivo del ego y la racionalidad para darle también espacio -merecido e imprescindible- a la intuición, la sabiduría, el cuerpo, lo ancestral… Al fin!! Qué privilegio que seamos testigos y protagonistas de esta transición planetaria que cruza todos los aspectos de nuestra vida…

Hasta la próxima, porque las señales no paran… Qué bien!

Noche de Luna en Tauro desde Santiago de Chile

Qué bello es celebrar

¿Qué es un ritual, Jimenita? -me dice con cara seria uno de los encargados del salón donde hicimos el ritual de Primavera.

Me encanta la pregunta y me detengo a explicarle un poco el sentido ancestral, la tradición de nuestros antepasados en distintas culturas del mundo donde se celebraban -y hasta ahora- tanto los cambios de la naturaleza como los movimientos de las estrellas; celebraciones en las cuales se honraba a la tierra, el sol, el aire, el agua, el fuego; también los pasos y logros de cada clan, tribu, grupo, etnia… Ese es el origen. Pero mi idea de celebrar las estaciones y el año nuevo chino, es también cerrar y abrir ciclos, entrar con una energía nueva a cada etapa, que sintonice con nuestra olvidada naturaleza externa e interna y preparar así nuestra mente, corazón, cuerpo y espíritu para lo que nos toque vivir en los diferentes momentos del año. Tiene que ver con hacer un alto, tomar conciencia y celebrar, pues -al menos por estos lados- mucha falta nos hace también la música, el baile, la fiesta, el compartir.

Nos hace falta también agradecer y aprender a fluir. Dar gracias por lo que tenemos, por las lecciones y por tanto más, junto con aceptar que todo cambia y que nos toca adaptarnos a ciclos con más sol o con más frío, tiempos más alegres y otros de conexión con la tristeza… Y que todo tiene que estar.  La vida no es una constante ni una línea recta; es una espiral de cambios, una esfera quizá no perfecta (a nuestros ojos, claro), pero armónica y completa, con todos los colores, sabores y ritmos… Como la naturaleza que habitamos, partiendo por nuestro propio cuerpo que todo el rato es natural, aunque lo olvidemos o le hayamos puesto silicona o tapado con quizá qué más.

Y la tarde del sábado 22 de septiembre nos reunimos muchos a celebrar la llegada de la Primavera, una de mis estaciones favoritas junto con el invierno. Llegaron unas 80 personas. Para mi sorpresa muchos de ellos venían por primera vez. Qué lindo y qué honor, sentí.

Y vivimos de todo: nerviosismo, fragilidad, tristeza, alegría, risas, baile, humor, dolor, limpieza… sanación, paz. Nunca sé bien lo que va a pasar en cada ritual ni tampoco sé exactamente qué haré, las «ideas» llegan los días previos, «bajan» de acuerdo a la energía que empieza a manifestarse y poco a poco todo comienza a tomar forma, con la ayuda de muchos y la presencia de gente curiosa, abierta, valiente, amorosa, chispeante, alegre, tímida, profunda, generosa, cálida… Diversa. Como somos todos.

Con mi querido Fer, directamente desde Uruguay; Lorena, seguidora de este blog que se atrevió a venir al ritual de otoño y desde ahí forma parte del equipo organizador de charlas y rituales; María Dolores, amiga y canalizadora; Cocó, hermana fiel y buena pa’l baile; Juan Pablo con su calidez; Silvia, con su sonrisa argentina ya casi chilena; armamos el ritual, el mandala, la energía, los detalles; ellos y otros cuantos dan su bella ayuda. También llegan los ancestros con su sabiduría y lealtad: mis padres. Hasta un pequeño representante de lo nuevo, el dulce Vicente de la mano de su madre, formó parte del bello grupo que honró la fuerza de la Primavera e hizo espacio desde el alma para la sanación de lo femenino y masculino que realizamos entre todos y que aún nos mueve el corazón, como me lo dicen por mail y al teléfono, y como yo misma lo siento en el aire, en mi energía y en la que quedó flotando todos estos días luego del ritual.

Después de un invierno muy aleccionador que nos puso a prueba, la Primavera se asoma con más esperanza y luz, aunque -lo siento- tampoco podemos «cantar victoria», pues la vida es lo que es: real y mágica a la vez, con sorpresas de las que nos gustan y de aquellas que quisiéramos obviar, también con mucha ayuda (enhorabuena). Este ciclo trae cambios, algunos drásticos, también mucha sanación y más amor, una gran cuota de compromiso en nuestro crecimiento y momentos de mucha tensión colectiva. Nada nuevo, sólo que ahora tenemos más conciencia, entonces ya no puedes evadir lo que sucede/ves/sientes. Ya no podemos postergar ni dar la vuelta. Esta Primavera es para limpiar, renovarnos, profundizar y asumir. También para recuperar nuestro poder interno y realmente cambiar patrones (formas) pegadas que no nos han dado resultado nunca, de modo de dar pasos reales en nuestro crecimiento. Y el cambio es cotidiano, sin fanfarrias ni fuegos artificiales. Es día a día, con la comida, con los pensamientos y sentimientos, con las actitudes, con los hábitos, con el cuerpo, con la mirada de las cosas, con la palabra, con la acción concreta y pura. No hay que vestirse de ningún color ni irse a meditar a tal parte, ni alejarse, ni hacer el taller caro de turno. La cosa -el poderoso cambio interno y colectivo- es aquí, ahora y poco a poco. De lo contrario es mucho ruido y pocas nueces. Y obvio que todos queremos nuestra nuez, ¿o alguien osa quedarse sólo con la cáscara crujiente? Bueno, capaz que sí, existe el libre albedrío, en todo caso.

Y acá estoy, con aroma a flores en la mesa del comedor, un sol que se esconde en un día que parece más invierno que primavera, bella compañía, sorbos de mate, noticias del extranjero, la llamada de una amiga pendiente de la salud de mi padre, y el profundo agradecimiento de estar más en paz que hace unas semanas… Bueno, a respirar, fluir, sanar, agradecer y sonreír con luces de primavera. Bienvenidas las flores, los verdes intensos, el sol, la brisa y las lluvias inesperadas. Todo está bien y todo pasará… A ver cómo nos va en esta nueva aventura.

Ritual de Primavera 2012

No ha sido fácil sobrevivir a este invierno 2012, demasiadas cosas, el tiempo acelerado, muchos frentes abiertos, nuestra conciencia cada vez más despierta con lo cual no podemos evadir responsabilidades ni cerrar los ojos ante nuestro presente… Pero aquí estamos, creciendo.com y, como elegimos estar aquí y en este tiempo, tenemos que asumir, agradecer, celebrar y comenzar una nueva etapa en el sabio camino de la vida que nunca se equivoca; la vida, porque nosotros a veces hacemos cada cosa… ni el camino vemos, en ocasiones..

Bueno, cuando todo florece y el Sol se asoma por Libra, la Luna se encumbra en Capricornio y Venus pasea por Leo, dentro nuestro también comienza a iluminarse nuestra energía dándonos la oportunidad de salir de la introspección del invierno que nos regaló la bendita oportunidad de irnos hacia dentro. Si quisimos vivirla, claro. Y no digamos que estos meses de junio a septiembre 2012 han sido fáciles. Una energía de mucha purificación nos puso a prueba con enfermedades, decepciones, conflictos, incertidumbres, tristezas, depresiones, escasez, decisiones o hechos tajantes… Pero también nos dio la oportunidad de sanar, crecer, recibir o pedir ayuda, ver lo que no nos gusta para cambiarlo, comenzar a agradecer y valorar lo que tenemos… Este invierno 2012 nos permitió mirar -para quienes quisieron ver, obvio- nuestro ego e identificar nuestras trampas, mecanismos pegados y actitudes o pensamientos dañinos…

Si vivimos un invierno en conciencia seguro nuestra primavera será un espacio para florecer. Si no, las asignaturas pendientes volverán hasta que las enfrentemos e integremos como parte de nuestro crecimiento…

De todos modos, la mañana del sábado 22 de septiembre comienza oficialmente la primavera a este lado del planeta con el equinoccio. Un despertar, un renacer. Un tiempo-espacio para ponernos más creativos, abiertos, dispuestos, imaginativos… Son meses para hacer más cosas, comenzar proyectos, estar más sociables, trabajar en nuestras relaciones personales, disfrutar las bondades de la naturaleza, conectar con el goce de los sentidos y expresar el amor.

Pero, como siempre lo digo, Hollywood no existe, menos ahora en estos tiempos de mayor  de luz, por tanto la vida es un mandala: tiene de todo, con un centro y una periferia, así que no es blanco o negro y, probablemente, la primavera también nos traerá desafíos, la diferencia será el clima colectivo y las herramientas que tendremos para vivirlos.

Y para darle la bienvenida a esta nueva etapa, ese día por la tarde haremos un Ritual de primavera al cual están todos invitados…. Acá van los datos:

RITUAL DE PRIMAVERA

DÓNDE: En el salón de eventos de Carlos Antúnez # 1960, Providencia. Metro Pedro de Valdivia.

CUÁNDO: La tarde del sábado 22 de septiembre a las 18 hrs (puntual, de lo contrario el invierno puede devolverse)

CÓMO: Venga con su mejor sonrisa y mejor disposición. Con el atuendo que le siente cómodo aunque a la señorita primavera no le gusta que vayamos por la vida vestidos enteros de color negro, digo, por si acaso.

CUÁNTO: Celebrar es gratis, así que no se cobra entrada.

Pero sí hay que traer algo para compartir comestible y/o bebestible (por fa, nada de coca-cola ni galletas ni chocolates. Recuerde que la naturaleza es generosa, tiene frutas frescas y secas, y cosas exóticas como apio, zanahorias y aceitunas, ¿sabía? O usted puede preparar algo en casa y lucir su talento!) También hay que traer COJÍN porque sillas hay pero no para todos y la gente con más primaveras en el cuerpo tiene prioridad. Y, como no queremos contaminar más de lo que ya lo hacemos diariamente, traiga su propio VASO porque no habrá de los desechables por acá.

El ritual durará unas dos horas y luego compartimos y… bailamos! sí, porque hay que purificar las penas del invierno y moverse eleva nuestra energía, libera rabias y miedos. Si le da vergüenza o no le gusta, puede aplaudir o cantar y contagiarse de la energía primaveral! Pero no se vaya inmediatamente, pues esta primavera trae buenas sorpresas y está en nosotros abrirles la puerta en vez de bloquear la energía.

Confirme su asistencia y si viene a última hora sin confirmación, no tenga pena (no se aprobleme) y llegue sonriente! Puede venir consigo mismo, acompañado y hasta aclanado.

¿Alguna pregunta? Deje un comentario y la responderemos!

Abrazos de fines de invierno!

 

Invierno 2012: Grandes oportunidades

El Sol llega cálido en una tarde del clásico «veranito de San Juan», en Santiago,  y por lo mismo me quedo un buen rato en el balcón, mientras sostengo una divertida conversación telefónica donde nos reímos a carcajadas de nuestras fortunas y desgracias con un gran amigo uruguayo… Para variar -en este 2012- en pocos días han pasado montón de cosas… Ambos estamos algo cansados y con ciertas incertidumbres en este inicio de invierno, pero también alegres y más claros que en otros tiempos…

Intuyo que la intensidad de este invierno -y obvio que del verano para la gente del Norte- será potente, aleccionadora y que nos obligará a fuertes cambios. Por lo mismo, lo más importante es estar centrados, despiertos, alegres, confiados… Y mirando más allá de las apariencias, de lo «oficial»… Y la tarea, aunque no fácil, resulta estimulante, pues cada día abre tantas áreas, que el trabajo personal está muy vivo: nos damos cuenta de más cosas, sanamos otras, podemos ver y sentir cómo los hilos mágicos de la vida se entrecruzan para armar nuestros caminos de crecimiento y, entonces, nos llegan regalos, oportunidades, encuentros, invitaciones, proyectos… Pero también podemos enfermar, vivir decepciones o agresiones, hacer limpieza (algunas dolorosas), entrar en duelos… Y  en medio de la vorágine este invierno 2012 además abre nuestra capacidad de generar; con la energía de Venus y Saturno nuestra voluntad se vuelve más firme para hacer -materializar- nuestros planes y comenzar a vivir más de acuerdo a nuestra intención, a nuestra energía, a nuestros anhelos del alma.

Este invierno esconde este secreto: ¡Podemos cambiarlo todo! Es cosa de proponérselo y comenzar. Después de la caída de nuestras hojas (pesos) en Otoño, estamos «pelados», como me dijo la periodista Cecilia Rovaretti, en la entrevista en radio Cooperativa sobre el Invierno. Por tanto, aunque adoloridos, estamos más livianos…. Ahora, no es un cambio de maquillaje el que estamos llamados a ejercer, eso es insustancial y de corto efecto, encima nunca es suficiente cuando cambiamos por fuera y hacia afuera: cabello, atuendo, peso, casa, decoración, auto, trabajo, pareja, amigos, hobbies, etc…. Lo que podemos cambiar profundamente es a nosotros mismos -por dentro, obvio- y la vida que llevamos… Eso, sin duda se reflejará afuera, pero el comienzo es interior…

Este tiempo frío y lluvioso que viviremos generará grandes semillas de cambio en nosotros y, como dice Drexler «el que quiera creer, que crea… y el que no, su razón tendrá»… Por tanto, para quienes lo crean, es tiempo de levantarse, no a hacer y salir, sino a sentir: Qué quiero cambiar en mi vida, de qué me quiero despedir, con qué me quiero reencontrar; qué anhelo generar, qué me comprometo a abrir y qué a cerrar… Podemos respirar más profundo y tomar la calma, el calor de hogar del invierno para cocinar nuestro cambio paso a paso, poniendo cada ingrediente a su tiempo en el fuego lento y permitirnos sentir los aromas de cada uno, los cambios de color, textura y consistencia que comienza a tomar nuestra vida…

Del gran Alberto Montt

El invierno es un tiempo muy propicio para observar los apegos de nuestra mente: el pesimismo, la fantasía, la crítica, el miedo, la paranoia, la hiperactividad, la envidia, los celos, la comparación, el victimismo, la rabia, la agresividad, el resentimiento, el rechazo, la soberbia, la prisa, la racionalización de todo, la obsesión, la adecuación…. Toda esa maraña mental -nuestra Torre de Babel ambulante– en la que estamos constantemente puede ser observada con más agudeza en este tiempo frío, dándonos mayores posibilidades de iluminarla, calmarla e ir limpiándola aunque sea un poco. Si comenzamos a identificar nuestras voces y hábitos mentales, la vida que llevamos realmente puede transformarse. Es así.

Esto, observar nuestra mente, es una poderosa y básica práctica espiritual. Y vaya que la necesitaremos este 2012 si queremos salir airosos de las pruebas, aventuras y regalos que nos esperan.  Desde antes, ahora y en adelante, considero que sin alguna mínima práctica diaria espiritual, emocional o física, o sin una mirada de la vida más profunda (o todas las anteriores), no será fácil sobrevivir a los intensos hechos que ya vivimos y que no pararán. Por eso, bienvenidos la meditación, contemplación, caminatas, yoga, nadar, bailar, trotar, terapia psicológica, Flores de Bach, Reiki, biomagnetismo, canalizaciones… A su vez, el agradecimiento, la creatividad, el auto-conocimiento, la trascendencia, el humor, la mirada amplia capaz de ver señales y símbolos, la conciencia de lo unidos que estamos y que todos somos uno, son parte del equipaje indispensable de este 2012 que atravesamos y de los viajes que vengan en esta década…

…Y, bueno, llega la noche, se va el sol tibio y el invierno aparece otra vez, hay que cerrar las cortinas, prender la estufa para conservar el calor y, aunque a Mafalda no le guste, calentar la sopa con cilantro y orégano frescos….

Mandala del Ritual de Invierno

Para los pasajeros del blog que gusten, en esta entrevista de radio hay más sobre el sentido del invierno y un mensaje para cada signo astrológico; y en este video está parte del bello ritual de invierno 2012 que grabó EmolTV, donde celebramos la llegada de este tiempo interior, sagrado y mágico…. Hasta pronto y, de nuevo, ¡Feliz Invierno 2012!

Chau, Otoño. Adelante, señor Invierno

RITUAL PARA EL SOLSTICIO DE INVIERNO: 20 de junio 2012

… Todavía hacía calor y andábamos en sandalias cuando hicimos el Ritual de Otoño. Nos juntamos alrededor de 40 personas a celebrar entre hojas amarillas caídas de los árboles, velas y comida la llegada del Otoño, el 20 de marzo pasado… La palabra central de ese ritual fue…. Desapego… Y vaya que lo hemos vivido, ¿no?

Hoy, en medio de este 2012 intenso, miro los últimos tres meses y además de cansarme un poco recordando todo lo hecho y vivido, de sentirme bendecida por tantos regalos, de arrepentirme de más de un par de cosas hechas (más en la forma que en el fondo), de valorar lo aprendido; de agradecer por tantas oportunidades, lecciones, protecciones; de tener ciertas convicciones más claras para el tiempo que viene… Me siento más conectada con la Tierra, con su energía y sus ciclos…

Para muchos que vivimos el ritual o que saben de qué se trata este ciclo y este año, e incluso para los más desconectados, efectivamente el otoño 2012 ha sido un tiempo de desapego obligado o voluntario de nuestra comodidad, de ciertas relaciones, de situaciones… Este año se vive intensamente, todo pasa rápido, todo se nos muestra fuertemente y no podemos evadir las limpiezas (quiebres, duelos, desengaños, revelaciones) que impone la fuerza de la vida en pro de nuestra evolución personal y colectiva. No hay medias tintas con el 2012, no te puedes auto-mentir, no puedes desobedecer las señales porque vendrán con más fuerza a recordarnos lo que está bien y lo que está mal en nuestro presente…

Y ahora escribo esta nota con la lluvia matinal de fondo, mientras tengo el privilegio de estar abrigada en mi cama desayunando fruta, sopaipillas (tradicional masa frita salada hecha con harina y zapallo naranjo) de La Totó (hasta ahora mis favoritas en Santiago después de las de mi madre) y café guatemalteco León, el que más me gustó en la visita por Guate, puesto que no es ácido, una de las razones por las que no tomaba café hace meses… Entonces miro por la ventana y me viene paz, alegría; no por nada magnífico ni ultra especial, simplemente vienen…

…¿Por qué celebrar la llegada de una estación oscura, fría, húmeda, gris?

¿Por qué alegrarse por la llegada de un tiempo al que muchos temen o rechazan?

¿Por qué reunirse a sentir la energía invernal?

… En muchos países del sur del planeta hace frío y bastante. Recuerdo un inicio de invierno que viví en Montevideo, donde nada te salva del viento helado y los amigos extranjeros que se quedaron a vivirlo completo (yo me vine a Chile y regresé en Primavera) me contaban que apenas sobrevivieron… Claro, es que el invierno es más crudo sin calor de hogar y, en ese tiempo, vivíamos en un hostal re buena onda, que ofició de casa, con su chimenea y gente bella, pero el hogar es el hogar… Digo, ese espacio cálido que te auto-construyes o que te permites vivir, en el cual está tu sello, tu energía, donde hay espacio para el alma y el silencio y, sobre todo, para ser tú mismo…  Ese nido donde estamos protegidos… Ese espacio íntimo que a veces tiene forma física pero que llevas dentro una vez que creces y aceptas que lo material está en permanente cambio…

El hornero, ave del sur de América, de canto intenso, se toma su tiempo para construir su especial nido

Bueno, creo que esta paz y alegría por la llegada del invierno es, precisamente, por la oportunidad de estar más conectada con mi hogar… Hace unos días, en el avión desde Panamá de vuelta a Chile luego de la aventura maya, mi vecina de asiento, una guapa señora mayor, nos  dice –no hay casualidades- que es uruguaya –yo abro mi sonrisa y mi energía con entusiasmo-, pero que ya se siente chilena, pues lleva más de 30 años en Chile… En el vuelo, a ratos conversamos de su país –que ya le aclaré me encanta-, de sus viajes y de su nueva vida, ya que hace poco se cambió a una casa más cerca de la cordillera y está feliz de sentir más la naturaleza; también hablamos de Panamá y me cuenta que el calor es tremendo y que está muy contenta de regresar al frío santiaguino. “Es que a mí me encanta el invierno” –me dice. “¡A mí también!, aunque  no es muy popular nuestro gusto porque toda la gente prefiere el verano” –le respondo. “No, a mí me encanta el frío, la lluvia, usar cosas de lana, abrigarme, cocinar; hago sopaipillas, sopas…” -agrega.

Sip, pienso, eso es el invierno: abrigo, cuidado, búsqueda de calor, recogimiento…

Por eso lo celebraremos como se merece. Por eso le damos la bienvenida a un tiempo un tanto incómodo pero sanador, un muy buen espacio para profundizar en nuestra vida y el año que estamos construyendo. Por eso organizo un Ritual para este 20 de junio por la tarde, aunque llueva o truene, pues para el señor Invierno eso del “mal tiempo” no es tal… Encima cuando él llega se nota y no se puede desoír su llamado…

Así que si usted es pasajero habitual de este blog o si venía pasando por aquí y se interesa, lo invito al Ritual de Invierno que celebramos este miércoles 20 a las 20 hrs, en el salón de eventos de CARLOS ANTÚNEZ 1960, Providencia. Se piden, eso sí, algunos requisitos:

    • Buena energía
    • Flexibilidad
    • Introspección
    • Mente amplia y espíritu abierto
    • Puntualidad: llegue antes, se toma un té, come algo y comparte con gente invernal
    • Un cojín, un lápiz y su propia taza o vaso (este invierno es ecológico)
    • Algo bebestible/comestible para compartir que no sea Coca-Cola (que baja la conciencia) ni galletas dulces, ojalá (atrévase a innovar).

Y si no puede venir, celebre desde donde esté y a su forma, eso es lo bueno de estos tiempos: todo es bienvenido para conectarse con la divinidad propia, de la Tierra y del Universo, sólo hace falta la buena intención.

Desde acá, entonces, le damos las gracias al señor Otoño que comienza a dejarnos y que tantas hojas nos desprendió, y abrimos nuestras puertas para que don Invierno se instale en nuestras vidas… A ver cuánto aprendemos en estos meses fríos en medio del 2012. ¡Feliz Invierno para todos!

La noche del Solsticio de Invierno 2012 desde Santiago. Déle click si quiere verla más grande

Montaña sanadora

¿Playa o montaña? -me dice Martín en su español de acento holandés.

¡Montaaaña, obvio! -le respondo y agrego: es que la playa en temporada alta no me llama, me cansa, está llena de gente, no le encuentro ni un brillo. -Y luego debo traducirle esta última expresión chilena que, en versión de mi hermana, es otra: zapatito de gamuza = ni un brillo.

Partimos, entonces, a San Alfonso, al Cajón del Maipo, y Martin queda impresionado con que la montaña esté tan cerca de la ciudad… y yo ledigo que sí, que es un mega regalo y que como es tan común para nosotros los santiaguinos, como siempre ha estado, no valoramos del todo la oportunidad de pasar poco más de una hora en auto o en bus y llegar a otro espacio tan distinto, con verde, silencio, altura, roca, río, montañas…

Después de almorzar pastel de choclo y un chacarero respectivamente, en la terraza verde y fresca de una hostería partimos más allá de San Alfonso, acompañados del mate y unas galletas… Cuando se termina el pavimento avanzamos por un sinuoso camino de tierra y yo estoy feliz porque no conozco esta parte y me encanta la aventura, lo nuevo, pero también porque de verdad la montaña me emociona, me impresiona su fuerza, los colores, la presencia… Algunas partes me recuerdan a Uspallata, aunque acá, supongo que por la influencia del mar y de otras cosas, los cerros tienen otros colores, muy bellos también…

En un cruce de caminos Martín elige ir por uno que se llama «Queltehues» y me pregunta si me parece, yo le digo a todas sus decisiones que sí: todo es nuevo, todo es bello y nada es ni será casualidad pues, además, él ha decidido usar su intuición y yo confío en esa chica….

Igual, ambos queremos sentarnos al lado del río a tomar mate.  Vamos avanzando por el camino estrecho pero el río parece muy lejos, muy abajo, se ve lindo e impresionante su fuerza en las rocas, pero difícil de llegar. En silencio le digo a los chicos alados (Miguel y Gabriel) si, por fa, nos llevan a un lugar donde podamos estar en el río sentados en alguna roca… En el camino paramos a tomar fotos, sentir el viento y el sol, miramos un par de veces el río muy abajo…

Pasan los minutos, las curvas, los cerros… El río sigue muy distante, pero de pronto el camino comienza a bajar y presiento que lo lograremos (vía ayuda celestial, obvio)… Y al poco rato ahí estamos: casi a  la altura del río, avanzando en el auto, felices, a punto de alcanzar nuestro deseo… Hasta que llegamos a una gran curva donde el río se deja ver y sentir… Bajamos del auto y caminamos entre piedras hasta encontrar el lugar perfecto: sol, río, los pies en el agua, la espalda en una roca caliente, el sonido sanador del agua y la energía poderosa de las montañas rodeando todo… En resumen, felicidad pura, así de simple…

Y en medio del viento, la conversación, el silencio, el agua helada y la merienda con mate, mientras el sol comienza a bajar, recuerdo la sabia voz de la líder maya y Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, que en una visita a Santiago en la primavera de 2009 decía que ellos, los mayas, cuando están enfermos o cansados suben algún cerro porque tiene

energía de poder, porque centra, y en caso de no tenerlo cerca se sientan frente al altar que tienen en cada casa con flores junto a velas de distintos colores… Y que también escuchan caer agua, pues esto sana el cuerpo y el espíritu… Parece tan simple, tan básico, pero es profundamente verdadero y efectivo…

La Naturaleza lo tiene y lo puede todo… Como ahora, en que al terminar esta nota levanto la vista desde mi balcón y el sol me regala un cálido y bellísimo atardecer que conmueve, mientras Santiago despide el día con mágico silencio, brisa y luz de verano… Y yo ya me preparo para regresar, esta vez por una semana, con un dulce grupo a la poderosa montaña…