Cuando acompañamos nuestros ciclos

portalHace unos meses, Raúl estaba agobiado porque ya no lo llamaban para unos proyectos que dirigía hace años, además se peleó con dos amigos cercanos y se le cayó otro proyecto grande que parecía una consagración de su carrera… Conversamos sobre que estaba en cierre y que le tocaba aceptarlo. Bajar los brazos, patalear y soltar, porque lo antiguo ya no iba; que tenía que hacer el duelo además de un giro de energía… Pero su mente dura y fija no quería escuchar, seguía algo pegado en lo que perdió, aunque poco a poco comenzó a entender y fue capaz de mirarse. Hasta nos reímos cuando reconocía que estaba ofendido y agregaba un par de garabatos para graficar su enojo/orgullo… Al pasar los meses, toda esa nube densa se disipó y hoy abre cosas más atractivas poco a poco. Ya no está en cierre… Está en inicio con cautela…

Por su lado, después de cuatro reikis seguidos, a Cocó le pasan varias cosas también sucesivas que podríamos calificar de «malas», aunque obvio que hay algo más allá. En cuatro días se le rompe la pantalla del celu, se hace una herida en una pierna, se le quema la tetera antes de desayunar, se le quedan unas compras en la tienda… Cuando supe apenas de  la segunda -las otras me las enumeró después- le dije: Ya pooh… La rabia… Respira, si puedes anda más lento -pues ese día iba con prisa a lo de unos amigos y yo me pongo nerviosa con la gente que corre y hace muchas cosas, a veces me canso con sólo escuchar el relato y se me tensa el cuerpo; quizá porque yo era algo así en ocasiones en esta y otras vidas. Y bueno, ahora que ella volvió a otra sesión de reiki para cerrar después de una semana, Nélida, reikista de gran oficio, le dice que es excelente todo lo que ha pasado: estás descargando todo lo que había y está saliendo la rabia, la frustración, los bloqueos… -Le explica y ella me lo cuenta con voz algo irónica pero en el fondo sé que le encuentra lógica y que puede llegar a mirarlo como algo «bueno». -Aahhh, estás en ciclo de descarga -le reafirmo y agrego: qué bueno, ahora quedará espacio para lo nuevo.

…Hace unos días, una amiga que nunca hizo el duelo por la decepción algo traumática con su pareja,  vive un par de eventos con  dos -por si faltaran- ex que reaparecen, quienes reactivan los dolores y frustraciones que son parte de su historia. Cuando hablamos, ella sabe que está en cierre y en limpieza, que los dos tipos no son «malos», sino que le dan la oportunidad de poner límites, de botar la pena/rabia y de recomenzar. E instintiva y sabiamente adopta una gata para la familia. La pequeña Lou -de sólo unos meses- la escogió de ama, entonces se le pone el pecho con ronroneos sanadores, reconectándola con el amor puro, el dar y el recibir en absoluta certeza…

Unos días antes, una persona muy rígida y rabiosa con la cual me toca aclarar puntos en un trabajo, me insiste en que ella «es buena persona».  Como su energía es básica y cerrada, pese a que le digo que yo no estoy enjuiciando eso, no me escucha e insiste. Yo además de cansarme un poco con su agresión -que es muy obvia por lo demás, pues levanta la voz, se le arruga el ceño y el rictus, además de pasearse con las manos alteradas y despedir bronca- me maravillo con los juegos de cada ego, con cómo algunas personalidades son incapaces de mirarse, de profundizar y están en el bueno/malo, en echar la culpa, sin observarse ni un centímetro… Yo le agradezco en silencio y me río también no sólo de su no escucha, sino también de que si alguien «es» o se cree «bueno» (ja), claramente no necesita decirlo; en el momento en que lo haces pinchas el globo, ¿no? Pero además eso no existe (al menos para mí) desde la perfección de la Vida.   No hay bueno o malo, ni situaciones, ni personas; es así, cuando entras en la consciencia profundamente… Yo sólo escucho comprendiendo que vivimos -ella y yo; como nos pasa con muchos- en universos absolutamente disímiles y paralelos… Y me impacta cuando no escucha algo que le digo sobre una dificultad que tiene porque constato su ego negador y omnipotente, al tiempo que confirmo el bajo nivel de consciencia que siempre le vi… Entonces, la dejo que se descargue mientras sólo observo y agradezco de nuevo porque es gracias a su energía que yo me voy de este proyecto en el cual ya estaba incómoda y al que ella llegó hace poco a formar parte. Claro, la sabiduría de la Vida la pone a ella a fastidiarme más aún para que yo haga el movimiento que hace rato tendría que haber hecho, pero como una parte mía flojeó y optó por lo conocido pese a notar la señal, ahora me empujan a salirme y explorar otras cosas… Enhorabuena. En silencio, cuando todo termina le digo desde el corazón con ojos cerrados: Gracias. Gracias por tu agresión, gracias porque con tu ego básico logras hacer que me mueva. Si tú hubieras sido igual de «cansadora» pero más sutil en el trato yo no me habría incomodado al punto de irme, entonces gracias porque con la brusquedad lo lograste. Te honro. Gracias. Ahora comienzo otro capítulo -y cierro con certeza y liberación.

Sí, esto es parte de mi renacer, que parece muchos atravesamos, donde la limpieza y los nuevos pasos se imponen; lo cual me entusiasma e inquieta al mismo tiempo. Y a propósito de esto, decido seguir acompañando el ciclo con una tarea no menor: ordenar mi ropa. Toda. De una. Como dice el método de la famosa japonesa Marie Kondo, quien seguro hasta nació ordenada, no como yo . Después de dos días dedicados casi exclusivamente a ver todo lo que tengo -o tenía-, quedarme sólo con lo que realmente «amo» -como dice ella, en su exitoso libro «La magia del orden»-, botar y regalar todo lo que no me conecta, ordenar con otra lógica y mirar los estantes coloridos y organizados; la energía en casa se renueva por dentro y por fuera. Yo quedo cansada pero sin tensión; siento cómo se despeja el pasado, lo mustio, los apegos y varias cosas sin sentido ninguno…

En medio de esto tengo unos sueños con Neptuno y con Júpiter -cosas del material onírico que cada uno trae, ¿no?; al menos esta vez no soñé con Daddy Yankee hablándome al celular para que organizáramos un concierto, baby; como me pasó hace unos meses- y parece que me van dando pistas del presente y del futuro. En estos días, lo repito, muchos estamos en limpieza y otros tantos en cierres.  Pero también comenzamos una transformación más elevada con la cuadratura entre los intensos Plutón, Urano y Júpiter, que en el cielo tienen sus encuentros y desencuentros ahora. Hace poco el popular Júpiter llegó a Libra y desde ahí, además de renovar nuestra energía para vincularnos, en especial con la pareja, remueve el trabajo inconcluso sobre nuestras relaciones más cercanas que, desde 2012, se nos propone. Y la relación más importante es con nosotros, esto es clave para desarrollar y elevar consciencia. Júpiter ahora nos muestra el tamaño de nuestro Yo. También cuánto nos aceptamos, cuánta vista gorda hacemos a un montón de temas que podríamos cultivar para crecer en vez de quedarnos en la pasividad, qué cosas nos auto-inventamos, en qué somos auténticos y expansivos, cómo manejamos la inseguridad, cuánta energía perdemos tratando de agradar o provocar, cuánta luz y alegría irradiamos…

manos12Estos aspectos planetarios también nos muestran  qué espacio le damos a los más íntimos que nos acompañan -el – y a ese Nosotros que construimos con cada uno. ¿Cuánto respetamos la energía y el ritmo del otro?, ¿cuánto entusiasmo ponemos en cultivar las relaciones más preciadas?, ¿cuánto le permitimos al otro brillar sin que ninguno se opaque en el camino?, ¿armonizamos nuestras relaciones o las controlamos?, ¿damos y recibimos, o nos quedamos fijos en el rol que le acomoda a nuestro ego?, ¿delegamos, escuchamos, pedimos ayuda, expresamos con altura interna o culpamos afuera?… Y como Júpiter es exagerado pondrá gestos de esta índole en nuestras relaciones para que veamos todo lo que no hemos visto. Eso sí, a él, con su panza, su copa de vino en la mano y su libro bajo el brazo, le gusta jugar bromas: nos hace subirnos por la escalera alta de nuestras expectativas y luego nos la mueve para que caigamos a tierra y las contrastemos con lo que realmente es. A veces provoca que nos miremos con ínfulas hasta que alguien o algo nos lo hace ver, otras que idealicemos situaciones o personas, también que nos embarquemos en algo que no tiene mucho fundamento… Y aquí es donde Plutón nos hará profundizar aunque no queramos para lo cual provoca limpiezas y verdades que afloran, mientras Urano viene con sus sacudidas o quiebres para que nos liberemos de roles y vivamos lo afectivo con autenticidad y espacio propio…

Si hemos estado verdaderamente presentes acá (en planeta Tierra, con todo lo que implica, ¡que no es poco!) y tenemos memoria, sabremos que desde 2012 estamos en un proceso de limpieza, crecimiento y consolidación para experimentar realmente nuestros propósitos del alma, que a veces no son nada cómodos pero siempre tienen su belleza. En varias notas de este blog compartimos sobre nuestros procesos de lavado y centrifugado, ¿no? Y parece que ahora estamos en el secado,  algo mareados, con golpes, chascones; prestos a comenzar una etapa distinta. Por lo mismo, siento que estos terremotos recientes ya no limpian, sino que sacuden para despertar y potenciar nuestra vibración y diría que viene un par más pronto que terminarán de empujarnos a vivir en y desde la conexión interior.

… Con todo esto, ¿nos queda claro que estamos en un ciclo donde podemos reaprender a vincularnos con nosotros mismos y con los demás?, ¿O aún tenemos ganas de resistirnos y empecinarnos sólo en lo que nuestro ego quiere?, ¿Por qué no detenernos a observar/sentir, hacernos a un lado y permitir que se nos muestre qué nos corresponde vivir por estos días para acompasar la energía y disfrutar más? Es dejando de luchar (verbal, mental y físicamente) que empezamos a fluir e incorporar la Perfección de la Vida, que tiene un montón de regalos para todos… Y ahora Júpiter nos permite hacer los cambios con más humor, con menos drama y mirando alto para construir más bienestar mutuo… A los callados les tocará hablar y a los parlanchines el silencio, a los pasivos activarse y viceversa, a los controladores relajarse un poco y aflojar, a los evasivos asumir… A todos nos toca algo y es desde pequeños gestos de consciencia que empezamos a reírnos más con y de la Vida bella que hemos elegido transitar, es acompañando nuestros ciclos que le damos la mano y Ella nos la tiende también en este tiempo intenso, liberador, apasionante y de tanta luz en medio de la -aparente- oscuridad…

Anuncio publicitario

6 comentarios en “Cuando acompañamos nuestros ciclos

  1. Jime, termino de leer y solo atino a suspirar como si mirara un espejo…..rigideces, achaques, limpiezas, risas y lágrimas. Hasta cortes de luz estoy teniendo sin explicación en casa que me obligan a revisar el «sistema eléctrico» jajajaja aunque algo con las descargas de todo tipo hay. Inmensamente gracias !!!! me siento acompañada leyéndote en esta etapa mas solitaria y silenciosa 🙂

    Le gusta a 1 persona

  2. Muchas Gracias Ximena! Me has acompañado durante todo el año, con una certeza en cada palabra que escribes, que se me eriza la piel. Eres tan sensata y cuidadosa con cada palabra que imposible no esperar con amor cada artículo tuyo. Infinitas gracias !!!

    Le gusta a 1 persona

  3. Holaaa Jime!!!qué clarito me queda todo con tus reflexiones, pensamientos y hummm, obvio enseñanzas. ¡¡¡A todos nos toca algo!!! Frase pal bronce en verdad. Claro a todos nos toca, aunque sea «pelar una papita» pa la cazuela. Pienso que el permanecer en el aquí y ahora es toda una responsabilidad de cada uno…y sacar afuera y canalizar lo que nos jode y por ende jode al otro…debería ser nuestro propio compromiso. Un abrazo y que el bien-estar te sea siempre, a igual que tu luz, tu alegría….tu esencia. La chiru, eterna aprendiz…@chpositiva.

    Le gusta a 1 persona

Si quieres, deja un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s