Viaje compartido

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Llegada a Los Pozones, Huife, cerca de Pucón

Y de repente, después de un lluvioso y cálido paseo por Villarrica, aparezco con mis tres nuevas mejores amigas mexicanas en Los pozones, termas «nocturnas» a las que llegamos a las 9 de la noche con lluvia y frío luego de un bello camino montañoso. Vamos en una camioneta con otros viajeros y nos dejan ahí, sin mayor instrucción que bajar las largas escalinatas de piedra cuando ya está casi plenamente oscuro, así que nos lanzamos a la aventura de encontrar a tientas camerinos, guardarropas y la piscina más caliente pues tenemos frío y hacemos todo rápido para no congelarnos… Pero nada más meter los pies en los pozos de agua termal, cualquier inconveniente se olvida y somos más que felices entre bañistas de todos los acentos… Probamos distintas temperaturas del agua, con la lluvia en la cara y el cuerpo más que relajado… Puro placer y sanación…

Como dije antes, cuando pensaba este viaje a principios de la primavera, lo quería ya y por un mes al menos, pero mágicos cambios y señales indicaron otra cosa. E igualmente ha sido muy renovador y especial. Cada día es un ajuste de energía y puro fluir con lo que se da y lo que no… Me cambié de hostal a la segunda noche porque si bien era bueno, sentía una energía algo fría aunque entretenida muy ligada al deporte extremo o aventura del kayak, el rafting, ducky, hidrospeed, etc, y a mi esas cosas no me dicen nada, igual que el fútbol -lo siento-, es como que me

Hostal La nuez, Pucón

Hostal La nuez, Pucón

hablen de economía… no conecto. Pero di con otro, La Nuez, más cálido, en una casona antigua de dos pisos, con un jardín bello para escribir. En una habitación compartida y baño ídem, me encuentro al par de días de tener el espacio sólo para mí, con tres mexicanas alegres que pasean un fin de semana en medio de su intercambio en la Universidad de Concepción, Chile, como estudiantes de odontología, especialistas en endodoncia. Me hacen recordar mi segundo paso por Uruguay, con mis amigos mexicanos, con quienes viajamos por las ventosas playas del Atlántico. De hecho, me río a carcajadas, cuando una de ellas parece haber perdido los boletos del bus (aunque obvio que están por ahí entre las maletas) y exclama: ¡Nooo, madre santaaa, qué vamos a haceer! -le digo entre risas que me hace recordar las telenovelas mexicanas y agrego: amiga, respira, seguro están por ahí, sin drama, ¿viste que has visto mucha tele? -y nos seguimos riendo porque antes ellas estaban asustadas con una sirena de bomberos que sonó en la noche (yo ni me enteré) porque pensaron que era alarma de erupción del volcán y/o de tsunami, jaja-. Es que es comprensible porque en Concepción les han metido mucho susto con lo del terremoto y las vías de evacuación, y para quien no ha vivido estos movimientos de la naturaleza puede resultar mucho más amenazante que para aquellos que hemos pasado por esas cosas… En fin, igual me encantan la calidez mexicana, el acento y la sonrisa fácil.

Villarrica, la costanera

Villarrica, la costanera

Y he tenido más regalos. Cuando publiqué que estaría acá, Ingrid, una lectora de Villarrica,  me dice en los comentarios: «Estoy al lado de Pucón, en Villarrica ya que vivo acá. Descansa y llénate de energía en el maravilloso sur de nuestro país» -y yo le respondo que iré un día allá y que nos juntemos. Entonces el sábado nublado agarro la mochila, paseo por las calles con lluvia entre los puestos de artesanía, la costanera verde y las casas de madera hasta que doy con un buen café-restaurant donde me instalo a almorzar y escribir, pues ya quedamos de encontrarnos por la tarde. Ella da conmigo, ya que antes se le ocurrió mirar un video de radio Cooperativa para reconocerme y me lleva en su auto a pasear un poco para luego instalarnos en otro café-pizzería mientras afuera no para de llover. Me dice que no imaginó que yo le propondría encontrarnos y yo le digo: a mí me pareció tan lógico, además es lindo conocer a gente que te lee y que ya como que nos conocemos, ¿verdad?-.

Entonces nos contamos la vida, ella es de Santiago y motivada por una amiga y sin pensarlo mucho se vino a Villarrica hace años a estudiar pedagogía, acá conoció a su esposo y armó su familia en este rincón bello pero donde le es difícil soportar tanto tiempo de lluvia porque -supongo- la deprime un poco. Claro, yo estoy feliz con este día verde y húmedo, con estufas a leña por todas partes; nada que ver con el calor seco y encementado de Santiago, pero tener semanas completas de lluvia y en total unos siete meses al año no sé si me seguirían encantando… Luego Ingrid, cálida virginiana, sensible y generosa me lleva a su casa un rato para conocer a la familia y me invitan a almorzar al día siguiente. Yo fluyo y digo: bueno ya, jaja. Me gusta compartir, así que el domingo, con la piel suave y relajada luego de la noche termal me reciben en su casa para un sabroso almuerzo familiar donde conversamos de todo. Luego paseamos un poco por la ciudad bajo el sol aunque con viento frío e Ingrid con su hija Claudia me dicen que me vendrán a dejar porque yo les dije que no me quedaría tanto rato ya que la escritura me espera. De vuelta conversamos mucho de astrología, el camino del alma, las vidas pasadas, el karma… Nos despedimos en la puerta de mi hostal con abrazos muy cálidos y quedo más que invitada a Villarrica cuando necesite escapar de Santiago. Me da emoción la belleza del alma y cómo la vida nos regala encuentros y cruces de caminos…

Luego camino un poco por las calles de Pucón que están llenas de flores y en este tiempo con pocos turistas -un agrado- porque dicen que enero y febrero es una locura, hasta instalarme en un café todo de madera rústica a escribir, observar, agradecer, sentir… Un par de horas después, antes de volver al hostel me asomo a la playa con el embarcadero, donde un par de familias argentinas juegan fútbol con los hijos pequeños que gritan cada pase, mientras un viajero europeo improvisa un pic-nic y un par de parejas mayores miran el lago y encuentran que hace mucho frío, que ya es hora de irse; más allá unos puconinos pasean en bici… Y yo respiro agradecida frente al lago y el cielo colorido con una sonrisa constante. Parece que no tengo mucho, pero tengo demasiado en este instante de quietud frente a la naturaleza y la Vida. Gracias otra vez.

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Logrando sueños

ojos CaburguaLucy atiende un restaurant italiano pequeño y agradable en el que me instalo después de visitar los intensos ojos del Caburgua (saltos de agua que dan nacimiento al lago Caburgua en el sur de Chile), donde me quedé pegada y agradecida escuchando el poderoso sonido del agua cayendo de sendas cascadas y del cual me trajeron espontáneamente una pareja de chicos del interior.

Este viaje ha estado raro y bello a la vez. Mi mente anda flotando, está medio «neptuniana» (siento al planeta de Piscis, etéreo, sutil, mágico e incomprensible, sobre mí); entonces, se me quedan cosas pero las recupero, me paso en las calles y me devuelvo, me siento un poco ida y me dejo llevar por algunas intuiciones que resultan, pero de las cuales dudo; me viene sueño, me quedo conversando con los chicos del hostal por largo rato aunque quiero dormir y se hace tarde pero estoy entretenida; me siento inspirada pero poco productiva… En eso estoy cuando meto los pies en el agua (con zapatillas incluidas) en una de las lagunas previas a los ojos de lago aunque sabía que no debía avanzar por ahí y me río sola aunque es una lata chapotear calzada… Mi ego se pone incómodo y hasta avergonzado, mientras mi alma observa con risa, y mi mente optimista dice: capaz que fue un bautizo-, mientras mi mente criticona dice algo así como «te lo dije». En todo caso, se me cumplió un deseo, porque al ver la primera caída de las aguas  desde lo alto con sus colores yo puro quería mojarme «tengo que bañarme con estas aguas sagradas, de última me mojo un poco los brazos y el pelo», pensé antes del chapoteo ¿fortuito?… Y luego me devuelvo a Pucón escoltada en una camioneta con estos chicos algo tímidos pero muy amables que me dejan directo en el hostal; un regalo. De ahí me quedo un poco al sol con unos mates y salgo para comer algo aunque no tengo demasiada hambre…

Las calles de Pucón con el volcán Villarrica Entonces doy con este rincón italiano al atardecer. Y cuando luego de unos ravioles de fresca espinaca-ricota-nuez me quedo mirando por la ventana llena de verde  y viento, Lucy parece que ya no da más y se acerca a conversarme, me pregunta sobre el tablet que llevo y que porqué ando acá y todo eso. Sólo yo estoy cenando porque es temprano y además mientras más al sur más tarde oscurece y la gente sale después, de hecho llegan cuando estoy terminando… En ese lapso ella me cuenta su vida y cómo conquistó sus sueños que tenía de niña. Es la sexta de ocho hermanos de Valparaíso, Chile,  y me relata que en su infancia la madre les preguntaba en la mesa que qué querían ser cuando grandes y ella respondía: yo quiero ir a París y todos quedaban con cara de pregunta, mientras la madre le decía que eso era difícil porque se requería de estudios y que no tenían dinero, pero ella nunca conectó con esa creencia… Hasta que pasados sus 37, sin estudio ninguno y después de trabajar en más de un restaurant se enamoró del chef de su trabajo, un árabe-francés, que viaja mucho, se vino con él a Pucón, se casó y los primeros seis meses del 2013 los pasó en Francia pues él fue hacer un curso… «Yo siempre dije que sólo me iba a casar si me enamoraba, si no, no; y me demoré pero así fue» -me dice con ojos chispeantes, luego de contarme más de una anécdota y de cuánto le cambió la vida al vivir en un pueblo chico como Pucón, donde se mueve en bicicleta, no conoce a nadie y la gente no tiene muchas aspiraciones, según ella afirma. Y sigue: Es que si uno quiere y se sacrifica un poco y tiene paciencia, los sueños se cumplen, en serio, yo he ido poco a poco logrando todo»… Y yo me entretengo, comparto y aprendo con sus anécdotas (tiene muchas) y sabiduría. Me cuenta que al llegar a Pucón ambos decidieron que en tres días ella tenía que encontrar: un trabajo que le gustara y casa para arrendar, que era un desafío para saber si se quedarían: y así fue, encontré una casa en las afueras y un trabajo bien agradable -me dice orgullosa.

Al final mi cena termina pasadas las 22:30 y regreso al hostal donde ya prendieron la salamandra, huele a leña, y conversamos un poco con un trío de alemanes que recorren Chile y Argentina. Uno de ellos, que trabaja en un banco, me quiere cambiar de oficio, encuentra que el mío es mucho más entretenido que el de él y nos reímos bastante. Me cuenta que la crisis se nota en Europa y que no puede cambiar de trabajo… Si quieres, puedes; prueba -le digo, provocando a su mente alemana, y agrego: la crisis es un espejismo y le conviene mucho al sistema porque genera miedo y eso nos hace consumir más… No te enteres de la crisis, dale- y me mira sonriente-incrédulo… Creo que mandaré a este trío al restaurant de Lucy para que les dé unas clases de cómo lograr sueños en una sola cena. Buenas noches.

En el fondo: no hay que hacer

luz-magicaEste tiempo de muerte, en que nos estamos despidiendo de nosotros mismos, está muy mágico. Si queremos mirar ese aspecto, claro. Si nos queremos quedar en el drama, también está así. Obvio que morirse duele, agobia y atemoriza, pero también aliviana y nos da tremendas oportunidades de despojarnos para renacer en poco tiempo más o simultáneamente (está todo tan rápido y loco!)… Y la magia está en nosotros y a la vuelta de la esquina con sincronías que están a la orden del día, «salvadas» justo en el momento preciso, problemas que son limpiezas y bendiciones (siempre lo han sido, sólo que ahora tenemos más capacidad de verlos así)…. Y en mi caso llega también con una estrella fugaz vista desde el balcón en noche de sábado mientras conversamos de la vida, con una micro lluvia de un metro de diámetro sin nubes encima, en Pocuro y Antonio Varas, que aún me intriga y me hace reír; con el pensar en una persona con quien nos distanciamos por ciclo de vida y encontrármela a los pocos segundos en un pasillo del supermercado sin que ella me vea, mientras me río y agradezco; con una gotera en el techo de casa que hace que el vecino de arriba me regale una mermelada de frutillas hecha por él para paliar el mal rato y que ahora acompaña la galleta integral y los mates de la tarde soleada…

Y como dejo esta nota a la mitad por el post anterior, aparecen más momentos mágicos que contaré más adelante.

Sigo… Pero también estas semanas de octubre-noviembre están muy escorpianas y mercurianas. El planeta regente de la comunicación y de nuestros procesos mentales, el dios alado Mercurio, mensajero del Olimpo y el único capaz de entrar al mundo subterráneo de Plutón, el dios de la muerte y del inframundo, se detuvo (retrogradó) precisamente en Escorpión desde mediados de octubre y hasta la semana del 11 de noviembre (incluida) nos tuvo medios aturdidos, con más enredos en la mente; poniéndonos obstáculos e imprevistos en los desplazamientos, planes e intercambios. De hecho, el primer día que comenzó su proceso, WhatsApp y Facebook se cayeron…

Esa energía nos acompañará, aunque más suave, hasta el 26 de noviembre… Al mismo tiempo, este mes con eclipse (el 3 de noviembre) y varios planetas en las aguas pantanosas de este signo fijo, incluido el gran Saturno -que nos «regala» un par de años (2013 y 14) radicales- nos tiene más intuitivos, profundos y revisando mucho la vida, viendo lo que antes ni pasaba frente a nosotros. Después del portal de octubre, ahora estamos en una especie de túnel, como esas pelis donde arrancan por las cloacas de las ciudades y hay de todo: agua, ratas, laberintos, espacios de luz. Y tanto arriba como abajo está todo pasando. Esa es una imagen que me viene, con toda la aventura que significa. Y hay otra: una gruta, un espacio dentro de la tierra, húmedo, con la-gruta-azul-capriolor penetrante que nos invita a recorrerlo -o navegarlo- y hasta puede  ser un atractivo turístico, con un toque mágico. Ambas imágenes tienen misterio y una cuota de suspenso por lo que encontraremos. Así siento este segundo enjuague: intenso, oscuro, misterioso, pasajero, encerrado, quieto.

¿Quieto? Sí. En el post anterior señalé que encontré una clave. No porque la anduviera buscando, simplemente sucedió y no puedo explicar mucho el cómo, es parte del misterio de estos días, parece. Pero sí puedo compartir el qué. Igual no es nada hiper especial. Es muy simple al leerla, no así al practicarla.

Mi revelación de este segundo enjuague podría llamarse Stop, o Menos es más: llega el tiempo de quedarnos más quietos y conectar día a día con el alma. Para esto se requiere otro ritmo. También sacarnos las urgencias, los ruidos e ir al detalle de ciertas cosas pero no desde el hacer, sino desde el SER. Siento que llega el tiempo de la aceptación profunda de quiénes somos, de nuestra historia álmica (la de esta única vida es pequeña y no nos da la visión necesaria para comprender quiénes somos en toda nuestra dimensión en tanto misiones, energía, camino, evolución).

La clave de este tiempo es No hacer. La quietud nos lleva al fondo, al vacío, al sagrado Yo Soy, a lo real. No hay nada urgente que luchar, resolver, controlar (ja), trabajar, decir, comprar. Lo prioritario es soltar para que se vaya lo que está pegado y que mencionábamos en post anteriores. Es como abrir los brazos, cerrar los ojos y respirar profundo desde la alegría de Ser más allá de lo que esté pasando -o no- hoy en nuestras vidas. Desde la confianza de que todo está bien y es un paso más en la trama.

quietudblogAhora podemos sentarnos en la orilla, al lado del camino y respirar. No es flojear. No es mediocridad. Es trascender el hábito del ego que quiere resolver y actuar, que no tiene incorporado el no-hacer como una solución válida y sana si se toma desde la consciencia; que no se permite parar porque es amenazante quedarse quieto y ver/sentir tantas cosas que tapamos de nosotros mismos en la neurosis de la acción. Esta quietud puede traernos poderosas respuestas, ayuda, potentes intuiciones, paz, sincronías, visión panorámica, sabiduría. Puede significar que evidenciemos que somos absolutamente prescindibles, que todos tienen herramientas para resolver lo suyo, que no pasa nada, que nuestro cuerpo se pone feliz y/o se «enferma» (me pasó) de puro soltar y así da paso a la purificación, que el corazón late a otro ritmo, que nuestros ojos vean otros colores y escuchemos otros sonidos incluso en medio de la ciudad… En las aguas profundas de Escorpión parece que no pasa nada, pero todo está fermentando, ahí conectamos con la oscuridad (la cloaca o la gruta: aquello que no vemos ni reconocemos de nosotros), experiencia necesaria cada tanto, pero en la cual si nos quedamos pegados nos hundimos y nuestra vibración se pone obsesiva, envidiosa, pesimista, rígida, defensiva y adicta a la intensidad, entre otras cosas escorpionas; si sólo observamos desde la quietud podemos trascender el fango y sacar lo mejor de eso que se pudre. La naturaleza sabe que si hace esto hasta puede hacer que nazca un sagrado loto…

Y en esto de no-hacer, sabía que tenía que viajar, no por moverme, sino por estar: conmigo, con la naturaleza, con el replanteamiento; sentía que necesitaba salir de mi rutina conocida para poder estar sin que la agenda se llene, sentía que parte del parar en este segundo enjuague requería de otro aire. También porque tengo que escribir -como ya es tradición- las Predicciones 2014 para Emol.com. Pero a diferencia de otras veces, no hice nada: no busqué, ni planifiqué ni ordené nada, ni tenía claro dónde ir ni cuándo. Recién la semana pasada comenzó a aparecer el destino. En tiempos más desesperados -para mí y muchos- de septiembre-octubre quería irme un mes completo y ahora ya, máximo principios de noviembre… Pero vinieron varias experiencias mágicas y sanadoras (no exentas de dolor), entre esas la nueva clave. Entonces, cuando acepté y me quedé quieta se unieron las tres cosas: reconexión, pausa y escritura. Así, de un día a otro, mucho más tarde de lo que mi ego quería, compré los pasajes para el día siguiente sin ninguna expectativa, sin saber si habrían vuelos, y ahora aparecí en en el Sur de Chile… Bajo el Sol de Pucón, frente al radiante volcán Villarrica y no casualmente a orillas del lago, termino esta nota sin imaginar que así sería. No pasa nada… Y está pasando todo en la belleza de la quietud.

Todo sirve

Yo iba a escribir la segunda parte y clave de la nota «Nos estamos muriendo…», pero el destino quiso otra cosa. Y a ese señor –don Destino- yo lo he tenido que oír y aceptar tantas veces en esta vida que, además de ser uno de los protagonistas de este blog, le doy su espacio, ya que es fiel y sabio compañero, a veces un poco mandón y caprichoso, pero amigo al fin.

Palacio LaMoneda

Palacio de gobierno, La Moneda, Santiago de Chile

Entonces, ahora me toca escribir -a riesgo de que algunos se enganchen desde el ego y salten a discutir- de política. Aunque no. En realidad escribo de símbolos, de lo que nos refleja nuestra realidad, entre esas la vida política. Y en Chile se asoma la elección presidencial para el ciclo 2014-2017, en la cual se presentan nada menos que… nueve candidaaatooos. Todavía no me lo creo, ¿en qué momento fuimos capaces de crear nueve personas postulando a dirigir un país que bordea apenas los 16 millones de habitantes? Luego dicen que el realismo mágico no existe. A mí esto me parece historia de cuentista latino surrealista, e igual una gran señal de los tiempos acuarianos-circulares que estrenamos donde todos tenemos espacio y el poder lo llevamos dentro, no está afuera, por tanto ya no hay líderes ni maestros, ni guías. Nadie a quién seguir, ni admirar, ni idolatrar. Enhorabuena. Pero esta información y realidad aún no se instala en todos, menos en quienes están en el poder, que se ven erráticos, perdidos, fuera de lugar, lejos… Y está bien, estos primeros síntomas son parte del cambio. Los referentes y formas antiguos ya no sirven… Tendremos que generar sistemas nuevos poco a poco. Y en eso estamos varios aunque la economía y otras estructuras no quieran enterarse. De hecho el otro día exclamé frente a la tele: ¡Al fin, qué bien! -cuando el conductor leyó la noticia de que el consumo estaba bajando en Chile, gesto absolutamente sano para algunos, amenazante y dañino para otros que sólo piensan en acumular y en cifras. Si no necesitamos llenarnos de cosas… Muchos podríamos vivir con bastante menos, y no como pseudo hippies ni desde la neurosis tacaña, sino desde la consciencia que valora lo simple y austero porque sabe que en el tener no está la felicidad y también para no desgastarnos más; dándonos gustos y todo, pero sin ostentación ni gula… Digo yop. En fin, muchos estamos en esa postura: gozar la vida consumiendo menos, usando el sistema a nuestro favor y no siendo devorados por éste, que se cae a pedazos y tiene una energía tan fría.

Y en radio Cooperativa conversamos para hacer las cartas astrales de ¡¿los 9?! candidatos. Los reviso y son tantos que siempre se te olvida alguno, ¿verdad?, hasta me marea un poco la información de cada uno. Entonces los miro y escucho los últimos días y, desde mi experiencia de años de trabajar con gente en consulta donde el ego, el alma y la consciencia se presentan con tanta belleza y notoriedad; en charlas y talleres, me siento frente a varios «niños» candidatos. Diría que hay tres que tienen una vibración más de grandes… Ah, pero antes de seguir hago una aclaración: es la primera vez en que no me dan ganas de votar, en que los miro a todos y no me pasa nada, ni sí ni no. No me llama ninguno. No es rechazo, lo aclaro. No lo digo desde el discurso barato de: todos son iguales, todos roban, no sirven pa’ na’; porque nunca ha sido esa mi mirada ni creencia y considero que ese texto le sirve a algunos para que nada cambie. A varios de estos nueve les creo sus intenciones y convicciones. A todos les rescato cosas. A algunos les veo ciertos dolores, miedos y heridas. Con un par me río y bastante. Otros me llaman la atención. A un puñado ni bien mirarlos les saco el rollo interno y siento su vibración energética -es parte de mi pega (trabajo) espontánea en esta vida- y al mirar la carta astral digo: ahí está el motivo de que sea de esta u otra forma… Esta vez me pasa que sólo observo. Supongo que votaré el domingo (por estos días casi no hago planes, que es de lo que iba a escribir originalmente, ja), pero aún no sé por quién y esto es nuevo para mí, así que lo vivo desde la sorpresa y la auto-observación. Es lo que algunos llamarían un «espacio de neutralidad»…

egomultipleBueno, volviendo al punto hay tres a quienes se les nota que han trabajado algo más su ego, que se sienten (perciben) más adultos. Para mí, desde mi absoluta subjetividad y también desde mi experiencia: Bachelet, Sfeir  e Israel tienen una energía más profunda, más conectada, de un ego algo más domesticado. No son ni mejores ni peores. Estoy hablando de símbolos y energía. El resto -para mí, insisto- son adultos que siguen -como tantos- en lo que llamo «modo niño», es decir, pegados en el ego que generaron en la infancia (todos lo hacemos) sin moverse a otra vibración más evolucionada: están en el rol de ser el distinto y llamador de atención, el serio e inteligente, el rabioso, el buena persona, el justiciero, el víctima, el agresivo y defendido (a la primera te pega o se ofusca), el ponderado, el sabiondo, el bacán (ganador), etc. Y me parece muy revelador de nosotros como sociedad, como seres humanos. Así somos (o hemos sido): infantiles. Pero no podemos seguir siéndolo. Por eso, «nos estamos muriendo», porque tenemos que soltar nuestros mecanismos (que están en lo que llamamos la lavadora, si usted ha seguido este blog) y dar el paso hacia nuestra luz, el espacio puro y transparente que habita en cada uno sin distinción; hacia lo mejor de nosotros , hacia nuevas formas de expresar, resolver, caminar, trabajar, desarrollarnos, cuidarnos y amar(nos); hacia nuestros talentos para ponerlos al servicio de todos los seres… 

personalidad espejoAsí, sigo mirando a los nueve candidatos a Presidente y veo al ego colectivo -y personal- representado en ellos. Veo cómo nos reflejan (ojo con cuál de los 9 nos irrita más porque seguro algo nos espeja de nosotros mismos). Y cómo, sin imaginarlo, nos invitan a cambiar y crecer. A dejar las armaduras oxidadas para poder conectar con lo luminoso y dejar de competir y/o demostrar -qué lata. Les agradezco, pues todo sirve, toda nuestra realidad es un símbolo y agente de crecimiento interno. Con su comportamiento, discursos y posturas antiguas, nos invitan -por contraste- a compartir, aceptar y contribuir cada día desde nuestros pequeños mundos, que son tan importantes como un sillón presidencial, pues nos toca dirigir -con amor y consciencia- nuestra Vida -honorable e infinita tarea-, sacarle partido, disfrutarla, volverla armónica, gratuita y de calidad; crecer, rebajar los intereses, tener mejor salud emocional, física y mental, trabajar en nosotros y para los demás con dignidad, mejorar nuestro medio ambiente con pensamientos, palabras y acciones más sanas; abrirnos oportunidades, creer en nuestra fuerza, pedir ayuda cuando sea necesario -siempre hay más de un momento-, respetarnos, ponernos creativos y dejar de auto-prometernos cosas que luego no hacemos… Estos tiempos nos quieren comprometidos con nuestra evolución desde la alegría e interconexión con el Todo, sin sacrificios ni fanatismos…

Por eso, aunque sin candidat@ estoy entretenida, agradecida de lo que nos muestran y expectante mirando cada escena de esta peli donde el ego y la consciencia se presentan a cada instante. Acá dejo la nota de radio Cooperativa en video y en audio. Y… aunque dudé de publicarla o no, me reí tanto cuando la recibí, que también dejo la genial imagen -amo la creatividad chilena- que me mandó mi querido Juan Pablo para quienes nos informamos de política y de…. Avenida Brasil!!, la telenovela que nos tiene pegados a muchos. Para la fanaticada que entiende de historias verídicas y noveleras, acá va. Hasta la próxima!

Av brasil chile

Nos estamos muriendo: Segundo enjuague

DSCN6002La mañana primaveral del 20 de octubre -cuando comencé esta nota- está ventosa, algo fría y nublada: un agrado. Adoro los días así, con el verde intenso y el cielo revuelto. Desde la cocina se siente el aroma del cilantro, la lechuga y la palta, listos para el almuerzo dominguero…  La noche antes, en que regresábamos del cumple de Cami atravesando Santiago de Maipú a Providencia, conversábamos -entre otras cosas- sobre este tiempo y el sinsentido de la actual política (vienen elecciones presidenciales en Chile y las calles se llenan de absurdos letreros) y su forma de mirar la vida social y de llevar su propaganda; qué manera de estar lejos de los tiempos actuales… Y está bien, somos nosotros quienes estamos cambiando profundamente, pero las estructuras van atrás, más lento: la educación, política, religión, economía, salud, trabajo; no saben cómo  posicionarse en un tiempo tan nuevo, por lo mismo resultan lejanos, pasados de moda, asfixiantes, penosos y risibles ciertos discursos y prácticas que hasta hace poco no eran cuestionadas… Nuestro cruel sistema de vida occidental -antes inmaculado y muy expandido ya a todos los rincones-  lentamente pero de manera muy real comienza a demolerse: sus formas antiguas y actuales ya no sirven aunque algunos las maquillen… Pero aún no conformamos algo distinto. Plutón está en plena faena transformadora desde Capricornio y Urano lo presiona revolviendo todo desde Aries para que miremos lo que ya no sirve… Quizá la nueva (o real) espiritualidad, las terapias y la alimentación es lo que más se deja ver como muestra palpable de los tiempos nuevos. Me alegré, de hecho, al saber que por primera vez en 13 años Coca-Cola dejó de ser la marca más valiosa del mundo, eso habló muy mal de nosotros en más de una década, pienso; pero habla mucho mejor de cómo estamos poco a poco en este presente.

Y en medio de la conversa el chofer del taxi también opina y nos cuenta que en la semana trabaja en comercio, además estudia y los fines de semana por la noche oficia de taxista. ¿No será mucho? -le digo y le pregunto que cuándo descansa. Me dice que casi no conoce esa palabra, pero al menos le gusta su trabajo; eso ya es bastante -decimos a coro. Sí, como lo señalaba en la nota anterior, es el mega privilegio/bendición/buen karma poder dedicarse a algo que te gusta y te da sentido, en un sistema que no promueve eso sino la seguridad, el logro, la acumulación, el demostrar: energía fría que nos deja vacíos.

Pero en fin. Lo que es yo, estoy agotada. Pero no desde el cuerpo, ni desde la mente, ni con stress, ni con hastío. Es como estar cansada de «avanzar»: de ver, trabajar internamente, crecer, dar pasos, enfrentar, mirar mi ego para luego reconectar con el alma y hacer decenas de ires y venires entre ambos, botar, sanar una capa y otra más (nunca se termina), asumir, estar frente a pruebas… La lavadora de la que habláramos hace meses no ha parado, ¿no? Es que este año (desde diciembre 2012 hasta febrero 2014) es de un poder y empuje de crecimiento ineludible y cuántico que no se puede desaprovechar…

Una señora me dice, «sí, es que me contaron que tú hablas de la lavadora del alma»…  Y yo la miro y le digo con cara de extrañeza: Noooo. El alma no necesita ni medio lavado ni enjuague. Ella está intacta, pura. Es nuestro ego -personal y colectivo- el que está remecido, tironeado, mojado, expuesto, sometido a limpieza. Yo creo que el alma puro sonríe, resplandece y nos abraza en cada paso de este lavado, ¿sabes?-.

Ritual Primavera PortalDe hecho, sentí -sin proponérnoslo- que el Ritual de Primavera, en que se produjo una reconexión con el alma muuuy bella, espontánea y profunda, fue un luminoso portal hacia otra vibración y estado. En ningún caso porque lo haga yo ni mucho menos, mi ego no necesita esa validación ni ese reconocimiento, no es mi tema en esta encarnación (tengo otros que me dan más dolores de cabeza, jaja), no ando buscando eso… Creo y constato que esos días, alrededor de fines de septiembre y hasta mediados de octubre, muchos -desde donde estemos- que seguimos trabajando en nosotros mismos (gran faena de esta vida) y viendo quiénes somos realmente, entramos a otra fase, que acá la llamaré: Segundo enjuague. Y en mi experiencia de lavar a mano y en máquina, el segundo enjuague puede ser más rápido y liviano, pero también va más al detalle, con revisión de los resultados, ya casi sin detergente…

Estos meses de fin de 2013, en que la serpiente de agua repta intrépida por distintas áreas, ya nos ha hecho mudar mucha piel y nos queda poco menos de la mitad. Ella nos ha despejado el camino, nos ha rasgado -y sacado- antiguos trajes gastados o pegados, nos ha traído tremendas oportunidades y nos ha hecho ver lo real descarnadamente. También nos ha frenado cuando queremos dar pasos desde la impulsividad sin antes terminar el ciclo anterior o hacernos cargo de en qué estamos…. Y con su cascabel anima la fiesta porque la serpiente tiene su humor negro y nos lleva a reírnos de nosotros mismos. Me tinca (me parece) que debe rodear la lavadora levantando una ceja a ver cómo vamos mientras nos sigue obligando a ser concretos en el avance, este tiempo no es para voladas, para fantasías y promesas incumplidas, ante eso ella se enoja y abre sus mandíbulas…

Porque la serpiente es práctica, es 2 +2, y como esta es de agua, nos ha pedido todo este tiempo aterrizar y resolver en nuestras emociones, por tanto también en nuestras relaciones, gran tema de este tiempo, y eso incluye la relación con nosotros mismos -la más importante, obvio; donde nos ha exigido dejar de mentirnos-, como también la relación con nuestro cuerpo.

¿Pero qué trae este segundo enjuague? Primero creo que tenemos que asumir: Nos estamos muriendo. Estamos frente a la despedida de quienes éramos en lo personal y como humanidad. Ya no somos los de antes ni podemos intentar devolvernos (igual hay quienes no se enteran y está bien, cada uno con su camino y con su evolución). Este tiempo es para terminar el despojo de nosotros mismos: de nuestro ego pegado. No porque sea malo, él es un aliado, sino porque hay que renovarlo, hay que decirle que estamos en un proceso nuevo, donde necesitamos su ayuda para que se mueva desde otra energía: ya no sólo desde el miedo a perder su comodidad al instalarse en un rol: bueno, malo, ausente, profundo, víctima, responsable, temerario, chistoso, distinto, superficial, serio, intelectual, amoroso, aislado, rabioso, intenso, rebelde, sumiso… Da igual, lo que sea que se haya quedado pegado, en este segundo enjuague tiene que salir… ¿Para qué? Para comenzar una etapa más consciente desde una energía más esencial y menos enmascarada, de manera de hacer un camino más auténtico en vez de seguir en estereotipos de toda una vida y que antes supuestamente -ja- nos funcionaron, pero ya no más…. Esos moldes están chocando con la realidad que nos impone la serpiente y este último par de años… Porque este tiempo es más luminoso, abierto, creativo, rápido, verdadero… No hay espacio para las divisiones de antes, ya no hay poderosos intocables, el sistema muestra su -sanadora- crisis, a cada rato la Vida nos recuerda que somos todos iguales (qué es Internet, si no), el planeta que nos sostiene también reclama su equilibrio perdido, y muchos comienzan a despertar a la Vida nueva…

Este tiempo es horizontal y circular, todo está ahí para todos: frente a nosotros están los caminos abiertos para quienes queramos transitarlos: están la ayuda, los compañeros de viaje, el conocimiento, todo… Ya no hay excusas, como lo vengo diciendo todo este año. Encima, como decía al principio de este post, las resistencias culturales-mentales de antes comienzan se disuelven cada vez más y ya no es tan raro querer crecer interiormente en vez de sólo estar pendientes del éxito social, ni querer comida más natural, ni optar por cosas más simples o por terapias que mezclan consciencia y energías en vez sólo tomar los químicos acostumbrados…

Me llega que cada uno debiera hacer su propio ritual para hacer su auto-despedida y luego celebrar la nueva etapa, sin moldes ni expectativas, dejando el espacio abierto a la sorpresa… A ver qué sale. Por lo pronto, las alas sutiles de mariposas ya casi-casi están listas para ser estrenadas… Es nuestra etapa más densa, básica y apegada la que está muriendo vía metamorfosis, lavados y enjuagues, mientras nuestra crisálida 2013 burbujea incesante el caldo del cambio profundo e irreversible…

Estamos cansados, pero más alegres y confiados que antes. Conectando todo: satisfacciones, dolores, sanación, avances, risas, inicios, términos, pruebas, sincronías. Como esta imagen de atardecer que me quedé extasiada viendo desde el balcón y que una amiga comparte desde otro punto de Santiago, maravillada con el mismo cielo y momento… Acá la dejo, y en el próximo post viene la segunda reveladora acción de este particular enjuague

atardecer en Santiago

Pequeños grandes pasos

Cómo cambian las cosas… Un tiempo dejé de ir a un café argentino que está bueno y sabroso, pero se podía fumar y es demasiado pequeño como para aguantar el humo. Cuando por fin se aprobó en Chile la ley que prohíbe el cigarrilo en espacios públicos (gesto que tiene todo que ver con el despertar de consciencia colectivo) volví a ir y lo disfruté un par de veces. Pero en invierno suelo buscar más sol y ahí no llega porque está mirando al sur, así que dejé de ir….

Hasta que un día nublado de casi primavera paso a media tarde, redescubro la pantalla de TV que tienen sobre la barra y le digo al dueño -que ya sabe que me instalo en la mesa de la esquina con el compu y la agenda luego de la hora de almuerzo, cuando hay menos gente- que si puede poner el canal donde pasan… Avenida Brasil! (si quiere entender de qué se trata, pinche aquí) y me dice: Claro, decime cuál es y lo ponemos-… Entonces me siento extasiada en mi mesa grande, con sopa, té blanco y sandwich, mientras respondo decenas de correos, miro una carta astral y oigo-veo mi nuevo fanatismo televisivo. Casi me siento infiel con mi café francés de siempre, que es tanto más bonito que éste, pero obvio que no tiene pantalla, este accesorio es gringo… Ayer fui otra vez (al café argentino) y una de las socias también la sigue y me preguntaba detalles de la historia brasileña, mientras las garzonas (meseras) opinaban que deberían pasarla a la noche porque no la pueden ver y «todo el mundo la ve»….

Y una tarde triste-alegre de fines de septiembre, después de un viaje express -pero bello- por Baires y luego de acompañar a una amiga en su duelo por la muerte de su compañero, con Juan Pablo y Cocó nos vamos a las fondas por la celebración del cumpleaños de Chile, a pasear, comer y bailar para pasar la pena… Siento que necesito moverme y botar dolor, cansancio, frustraciones… Cómo cambia la energía el baile y la música alegre: cueca, cumbia, chachachá, salsa; alegran la noche despejada y aún sensible… Pero antes del baile, a Juan Pablo se le ocurre decir que él ya sabe el final de mi adictiva Avenida Brasil, y como uno de sus dones es conversar, le digo (tapando mis oídos): noooo, no me lo cuentes! Cocó, distráelo pa’ que se le olvide que alguna vez mencionó esto -les digo y le insisto en que no diga ni media palabra porque encima yo  soy curiosa y se me puede ocurrir preguntarle. Y él puro se ríe con cara amenazante. Por suerte después bailamos mucho al ritmo de Los Rumberos del 900 y todos nos olvidamos del tema… Por suerte. También olvidamos por un rato las sacudidas emocionales de esos días…

Igual yo quiero que se me pase el fanatismo novelero porque me viene síndrome de abstinencia cuando no la veo… No sufro, pero me inquieto y me da envidia la gente que sí puede verla, como Isabel que estaba con sus meses de postnatal y que cuando la fui a ver estaba terminando de verla mientras el bello Domingo con sus cinco meses de vida disfrutaba el calor de hogar… En fin… Como dice uno de mis proverbios budistas preferidos: Todo es impermanente, esto también va a pasar…

desapegoComo va a pasar esta agitación de fines de septiembre y principios de octubre, ¿verdad? Varios me escriben y con otros tantos conversamos en la consulta de carta astral, en la radio, en el chat, en casa y en el restaurant favorito del  barrio, sobre estos días en que estamos tan obligados a mirar en qué estamos, dónde, cómo y hacia dónde.  Pero no es la misma de la invierno. La agitación, digo. Como he compartido en este blog y en el Ritual reciente: estamos en plena metamorfosis, y tantos lavados y enjuagues del ego este 2013, ya comienzan a ver la luz. Se siente en el aire. Se palpa en el día a día…

Muchos ya entramos -poco a poco- en la aceptación y el agradecimiento del camino recorrido, por frustrante -e impopular- que sea ante los ojos del ego. Muchos comenzamos a hacer cambios concretos por pequeños que sean: a no darle espacio a la queja, a soltar el dolor de mirarnos (a nosotros y nuestra vida) profundamente -tarea sólo para valientes- para pasar a la acción. Como Germán, quien una vez que se vio solo en casa luego que su mujer dijo «me voy»; después de patalear por semanas, miró la maleza del pasto de su casa y se levantó para sacarla comprendiendo que comenzaba su nueva vida, sacando parte de lo que sobra e impide su flujo vital en armonía porque le corresponde aprender a estar consigo mismo, cosa que no ha hecho nunca en sus más de 40 años. Como Sandra, que después de comer azúcar y grasa hasta más allá de la saciedad, comenzó a ir a bailar al gimnasio, lo disfruta, y ya no toma las intoxicantes gaseosas. Como Pedro, que entendió que su hermana no es su enemiga ni una arpía, sino que está ahí (vino con ella en esta encarnación) para recordarle cosas, para reflejarle otras y hacerla reconectar con su luz, con su alma. Como Alejandra que entendió que si sólo tiene 100 dólares para gastar con sus hijos en un pequeño viaje de fin de semana tiene que aceptarlo y no pedir dinero prestado porque eso se transformará en una cadena de stress que luego la ahogará, y con consciencia me dice: «sí, esto es lo que tengo y hay gente que tiene menos, me las arreglaré, si igual yo cuando chica no tenía nada». Como Gabriela, que decidió renunciar a su beca de doctorado en España y se vino a Chile sin terminarla porque la economía ya no le hace sentido y la siente fría, en cambio se dio cuenta que lo suyo es la sanación aunque sus cercanos se resistan y critiquen su opción. Como Mariana que decidió habitar su casa y se compró cama nueva, despejó su habitación y ahora duerme más feliz porque además cada noche comenzó por fin a hablar con sus guías y maestros, diciéndoles que la ayuden a ordenar su mente para solucionar ciertos problemas, «y la verdad estoy más tranqui; llegan las personas que necesito para que me den una manito!!». Como Clau, que desde Uruguay me cuenta que se salió del trabajo, cosa que no sobra ni se mueve en esas tierras, porque está seguro que puede encontrar algo que lo llene realmente. Como yo misma que decidí parar en la radio por un rato porque el resfrío -que un día me dejó sin voz y otros me trajo fiebre liberadora- ya es una gran señal de detención después de muchas emociones movidas-vividas y prefiero optar por el auto-cuidado antes de exponerme y exigirme como tantas otras veces…

pasosarenaSon gestos, son pasos pequeños y significativos que pueden cambiar nuestro presente y darnos un nuevo impulso no pretencioso ni fantasioso, sino simple y concreto para avanzar en este viaje que está algo enredado para muchos. De hecho en estas semanas me han llamado más que otros meses para pedirme lecturas de tarot y cuando eso sucede, mi experiencia es que la agitación de los tiempos (de la energía) se pone más intensa y necesitamos respuestas. Pero resulta que desde marzo dejé de leer este oráculo y varios quedan sorprendidos cuando les digo que ya no, que ya fue y que no lo veo más porque siento el ciclo se terminó. Al menos por ahora. Y que quiero respetar eso porque no quiero trabajar en algo que ya no me guste ni me haga sentido. Al menos en esta vida decidí -y se me permite- elegir a qué dedicarme y yo escojo mi tranquilidad, felicidad y coherencia: escribir, comunicar, guiar, cartas astrales, rituales, talleres, charlas. Eso por ahora me va bien y elijo respetar esa voz interior que te dice Sí o No con tanta claridad cuando queremos escucharla. Ahora, igual mi mente, ante las insistencias duda y dice «será que lo retomo para unas cuantas lecturas»… Pero como la vida es entera sabia y sincrónica, justo cuando le estoy dando la vuelta al tema, voy a la manicurista y no está la chica de siempre y me dan cita con otra que se llama Paz. Conversamos de todo un poco y cuando le pregunto que cuánto lleva en esto y si le gusta, me dice: «como tres años, lo estudié porque me gusta lo estético, antes hacía masajes de relajación, y estoy todavía acá porque aún sigo aprendiendo, cuando no tenga nada más que aprender me voy, yo soy así, no trabajo en algo que no me motive, no soy capaz de levantarme por algo que no me aporta, yo dejo las pegas (trabajos) cuando ya no estoy contenta ni aprendiendo»…. ¿Qué tal?! GRACIAS! digo yo en silencio y le comento que yo soy igual y que es tremenda bendición poder hacerlo porque hay mucha gente que no puede por tantos motivos… Mi mente dubitativa se queda tranquila y mi corazón, feliz.

¿Y ahora qué? Ufff, dicen que octubre es tiempo de «resetearnos«, de detenernos, comenzar de nuevo, sacarnos antiguos moldes y creencias para reconectarnos. Dicen que trae una energía extrema -¿todavía más? -digo yo.  Dicen que se abrirán distintos caminos para seguir dando estos pasos que ya comenzamos y soltar mucho más el pasado… Se dice mucho y se confirma el poderoso crecimiento colectivo y personal en el que estamos… Y en medio de este bombardeo de información sobre octubre,  la gran antropóloga chilena Patricia May -que últimamente cada vez que la escucho en vivo o por podcast, nada más oírla se me llenan de lágrimas los ojos- comparte un texto breve y poderoso, que como siempre nos ayuda a aterrizar y a conectar con lo real en tiempos de caos. Se los dejo acá, con un abrazo entusiasta para vivir lo que sea que tengamos que experimentar en este mes donde comenzamos a renacer. Seguimos!

TIEMPOS DE CAOS Y DESTRUCCIÓN
Cuando las fuerzas destructivas entran en la vida, ya sea enfermando al cuerpo, rompiendo una relación, generando crisis personal y social, todo entra en caos.
Y el caos es una gran oportunidad de renovación, de nuevos órdenes, de vida nueva; pero suele ser también tiempo de gran incertidumbre y dolor.
Tiempos de confusión, de nubes emocionales que no permitan “ver claro”, tiempos también de despedidas, de término de relaciones, situaciones, etapas. El yo se duele y no queda más que aceptarlo, rendirse ante ese dolor, pero al mismo tiempo es vital para el caminante no abandonar el contacto con su núcleo interior, con el jardín interno, con ese espacio de luz y quietud donde la fuente de la confianza radical, el soltar, la paz, ecuanimidad y sabiduría reinan.
Sabiduría de los ciclos de la vida, de dejar ir, de aceptar el dolor, de profunda esperanza que siempre, siempre después de una muerte hay renacimiento.
El caos es necesario en la evolución y es un tiempo crítico, riesgoso puesto que nos puede conducir a identificarnos con dimensiones oscuras, con miedos enquistados, con rencor, con desconfianza y control.
Uno de los grandes errores del caminante en tiempos críticos es rendirse a las mareas colectivas perdiendo todo contacto con su centro, dejar el tiempo de silencio diario, revolcarse en la confusión; porque una cosa es aceptar en conciencia, observar la confusión, el dolor, y otra revolcarse y alimentarlas hasta transformar el dolor en sufrimiento constante y darse permiso para acciones inconscientes y dañinas.
Las épocas de caos y destrucción son de caminar en una cuerda floja, donde solo nuestra claridad interior puede sostenernos, pues no hay nada exterior de que afirmarse y se hace más evidente que nunca la necesidad de presencia de nuestra Alma con su claridad, y paz para iluminar cada paso.

Patricia May.

Regalos de Primavera

Dedicado a todos los que están en duelo, a los auditores de radio Cooperativa
y al bello equipo que hizo posible el Ritual de Primavera.

No sé bien cómo comenzar esta nota… Son muchas las emociones y el agradecimiento … a la Vida, con todos sus tonos y pasajes, incluso aquellos dolorosos, que -para muchos- no han sido pocos en este año de cambio de piel… La energía que movimos -y generamos- este sábado en el Ritual de Primavera fue de mucha belleza y sanación, el gran círculo de luz alrededor de nuestro altar alado puso su corazón personal y colectivo con mucha entrega… Y el domingo por la tarde, el intenso aroma de las fresias en el comedor llega a emocionarme de tan especial y primaveral que es… Son del jardín de Sole, quien las trajo con orgullo y generosidad para el ritual que hicimos junto a muchos seres en Providencia, Santiago… Desde Mercedes, Buenos Aires, Mabel me dice al ver una de las fotos:  Con todos los lavados y enjuagues que hubo tenían que reunirse todas estas almas!!!! … Y sí, esta vez fuimos alrededor de doscientas almas formando un colorido círculo de luz alegre, emotivo, conectado, dulce, valiente, amoroso, profundo… Bello…

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Mabel se refiere a las notas que publiqué en el invierno sobre esta limpieza del ego en la que estamos y que nos tiene a muchos bastante remecidos, pero también mucho más enteros y enraizados que en otro tiempo: no es fácil crecer, pero es luminoso y reconfortante… Y da sentido, lo cual es un mega tesoro en esta existencia: encontrar el hilo de por qué, para qué y hacia dónde vamos….

Como Mabel, otros amigos mandan los días previos, su energía desde donde estén:  el norte y sur de Chile, Uruguay, Argentina, España, Colombia… Recibo llamados y mensajes con buenos deseos para la tarde de magia que muchos conformamos… Así son los Rituales: con amor desde distintas direcciones, donde muchos ofrecen su ayuda, envían -y ponen- sus buenas intenciones, colaboran con generosa espontaneidad y todos nos sentimos parte de una energía pura: la del alma… Es ella, el alma, la que emerge y se vuelve protagonista en estos encuentros que parten varias semanas antes con los detalles tanto logísticos como del contenido mismo y que disfruto mucho porque la intuición, la creatividad, la intención y la Divinidad se orquestan para que todo vaya tomando forma hasta el día fijado…

Como lo dije en medio del Ritual esto funciona como «circo pobre» (pero digno, jaja), y me encanta, es así: lo hacemos todo a pulso, todos hacemos de todo, mirando los detalles, probando, con ayuda de los amigos, con colaboraciones de quienes ni me conocen y se ofrecen a llevar cosas, a ordenar, a participar… Por la mañana vamos con Camila y Javier a ordenar las sillas, mirar las luces, probar el audio, movemos muebles, cargamos cosas… El viernes trabajamos con Silvia, que pasa después de su trabajo a mi casa a revisar los listados y preparamos las coloridas mariposas del altar, mientras nos reímos y escuchamos buena música: Drexler, Johansen, Carlos Vives. Días antes fuimos con Cami por algunos de los materiales, de vuelta pasamos por una feria de frutas y verduras y la primavera brilla con sus aromas coloridos,  y a mí «me bajan» poco a poco las fases del Ritual con eso mismo: al caminar y sentir la ciudad, al mirar la tarde, escuchar la radio, compartir vivencias de cercanos y de los consultantes que van por su carta astral, al sentir el pulso de los procesos en los que estamos, al atender las sincronías que nos regala la vida a cada rato… Así, al llegar al anfiteatro vemos que  ya pasó Max por ahí con generosidad y delicadeza a dejar unos focos… y un ramo de girasoles. Y yo, que no tenía claro qué pondríamos al centro del altar, recibo sin pensarlo la clave: girasoles en una fuente con agua… Maravillosa perfección de la vida.

Altar Primavera

… Algo parecido me pasa unos tres o cuatro días antes cuando reviso la música y el ritual va tomando poco a poco más forma.  Hace unos meses después de bailarla, dije: sí, tenemos que poner esta música para Primavera. Pregón para iluminarse, del grupo chileno Los Jaivas, que corea con fuerza: Hágase la luz!  Pero también quiero poner otros énfasis y ahí mi mente comienza a hacer ruido y a dudar… En esto estoy cuando una mañana fría entro a un almacén del barrio y mientras le pregunto a la dueña si tiene yogur natural, me dice que no, que el repartidor está atrasado y no tiene mucha mercadería. Le agradezco, me doy media vuelta y veo a un señor divertido que «molesta» al otro dueño del almacén haciéndole unas bromas y de la nada se pone a saltar y a cantar con un brazo en alto: ¡¡hágase la luz, y la luuuz baña los cerros…!! -Guaauu! Te pasaste Divinidad! Gracias por la mega respuesta-sincronía-señal!!  -digo por dentro hiper-agradecida y feliz, mientras miro al señor y me río con ganas con él, que seguro cree que le sigo la broma y no sabe cuánto me está ayudando en ese momento y que es el canal que encontró el alma -mía y colectiva- para decirme: sí, esto es… La vida es demasiado bella y perfecta cuando queremos verla…

Al día siguiente, dados los duelos que hemos vivido comienzo a crear un espacio en el ritual que honre a quienes han partido y a quienes sienten la pérdida, un instante para quienes están(mos) en cambios drásticos… Entonces, me escribe María José, a quien no conozco pero que vino al ritual de invierno y es amiga de Javier. Me dice que quiere ayudarnos en todo el trabajo y agrega:  «A mi me gusta hacer danza de varios tipos, pero soy aficionada no más 🙂 mi motor es mi amor y mi libertad y el querer que los demás también encuentren su amor y su libertad… Lo hago como mi terapia personal y me gustaría también ver si se puede dar una instancia de regalar una danza de vida y amor a todas las personas que asistan y para nosotros mismos» -lo leo con emoción porque es tan bello atreverse, ofrecer nuestra energía y talentos, que me siento honrada. Comenzamos a conversar y mandarnos música. Nos reímos pues me propone unas canciones que usamos la primavera pasada y tenemos los mismos gustos… Escucho unas del chileno Nano Stern que me manda y, de nuevo, llega la respuesta en el sincrónico momento perfecto: María José (Kote) bailará para honrar la vida, precisamente eso, La vida es un gran regalo, de Stern. Y así sucede, mientras todos terminamos acompañando con las palmas la melodía y la ofrenda bailada de María José, llena de sensibilidad y entrega…

La Vida continúa viajando por el Ritual y por nosotros a cada instante. Este viaje-encuentro-meditación-ritual-sanación de Primavera nos une, nos emociona, nos abre el corazón, nos anima a sacarnos trajes (roles) pegados y nos da alas para cambiar nuestra vida, volar con gracia y energía liviana por los nuevos espacios que vayamos conquistando en este ciclo nuevo de tiempos convulsionados y de una belleza que conmueve… Más que nunca antes podemos reconocernos en los demás y en los ciclos de la naturaleza: Somos uno y somos Luz del Alma, que acompaña, guía, te tira las orejas y hasta te hace una zancadilla, ¿para qué? Para encontrarnos con esos caminos que evadimos o que no vemos, pero que forman parte de propósitos superiores que tenemos que transitar y que siempre nos dejarán un dulce sabor si entendemos  que el alma tiene otro lenguaje, otra lógica, otra sabiduría y que para conectar con todo eso, es necesario detenerse, ir más lento, respetar los ciclos y lo que la vida propone, ver más allá, sentir la energía, usar el amor y el humor como motores constantes… Nada menos. Este verdadero arte es el empujón para volar con alas propias… Y estamos todos aprendiendo a ser artistas este tiempo…

… Desde una aromática sala y una tarde de domingo soleada aunque no calurosa, otra vez agradezco todas las bondades, dolores, bendiciones, obstáculos y almas cercanas de esta encarnación….  Junto a todos los que asistieron y se conectaron con este Ritual, le damos la bienvenida a la Primavera y lo compartimos con todos los seres donde sea que estén. Es tiempo de renacer, también de retomar nuestra fuerza femenina y masculina en sabia armonía para disfrutar este gran regalo donde todas las experiencias forman parte de un Todo mayor y perfecto, aunque no podamos aceptarlo ni verlo siempre, pero ahí está: generoso y luminoso, instándonos a Vivir. Muuuchas gracias y que se siga haciendo la Luz en todos los rincones y corazones!!!

RITUAL DE PRIMAVERA 2013: Momento de Renacer

Escribo esta nota con la espalda al Sol y se siente tan bien después de un sábado muy frío-lluvioso-ventoso-soleado, triste, conmovedor, alegre, bailado, muy bien acompañado… Un día que tuvo de todo, como la Vida… Me encuentro -como muchos- con la muerte, la pérdida, los cierres, y por otro lado con la energía enfiestada de las celebraciones por el cumpleaños de Chile… El año pasado no fue muy distinto… duelos y alegrías se juntaron en menos de una semana precisamente en estas fechas… Ya vendrá el tiempo de compartir esto, que nos tiene conmovidos a muchos…

candle2 priY ahora mismo comienza la primavera 2013 en el sur del mundo; recién cerramos un invierno que nos puso muy a prueba y nos mantuvo en limpieza constante de nuestras heridas, actitudes, roles pegados, oscuridades… Un invierno que también nos regaló oportunidades de nuevas relaciones y lugares, proyectos interesantes, cambios que amplían nuestros horizontes y nos traen sonrisas… Es que estamos en un año donde la gran tarea es crecer y cambiar… Nadie puede seguir en lo antiguo si esto es tóxico y todos tenemos la oportunidad de mejorar y brillar…Y al mismo tiempo, ya no podemos ocultar verdades por incómodas o dolorosas que sean… Vaya año, este!

Por eso nos reunimos, porque cada uno está en una etapa no fácil pero muy enriquecedora y poderosa. Porque es bueno juntar intenciones de sanar y crecer. Porque los cambios ameritan celebrar. Porque es mágico reunirse a detenerse, respirar, meditar, intencionar. Porque es en los momentos simples donde conectamos con el alma y se hace palpable que somos uno, que todos estamos en la misma, que tenemos los mismos dolores, alegrías, anhelos, miedos, rabias, esperanzas, bondades. Porque es necesario honrar lo vivido (nos haya gustado o no) para que la experiencia dé frutos y no quede como una anécdota más en nuestras vidas. Porque así como antes el clan, la tribu, el pueblo; se reunían en momentos importantes e informaban de lo nuevo, hoy retomamos el rito de juntarnos a darle la bienvenida a cada estación… Y la Primavera nos llama a renacer después de atravesar el túnel del invierno…

Abrimos un tiempo más expresivo, vital, creativo, colorido, aromático: un tiempo que nos anima a la acción, como el Sol cardinal de Libra que hoy produce el equinoccio y que nos impulsa a iniciar nuevas relaciones con nosotros mismos, con otros, con nuestro cuerpo, con la Vida…

pitosporosY para darle la bienvenida a este tiempo hacemos un Ritual-Meditación en que la música, la conexión y el corazón son los protagonistas. Este sábado 28 de septiembre a las 5 de la tarde, en Providencia, los invitamos a todos: grandes, medianos y pequeñitos, a honrar la fuerza de la primavera formando un círculo de luz que se propague en todas las direcciones para que este encuentro le llegue a muuuchos seres. Es un ritual simple donde no es necesario saber nada previo, ni creer en nada especial, ni vestirse de determinada forma. Es un encuentro con el alma donde lo fundamental es la pureza de intención para soltar lo vivido en el invierno y abrir una cálida primavera que nos ayude a estar más plenos con quienes somos.

Acá van las coordenadas y los esperamos!! Les agradecemos compartir y difundir entre crédulos e incrédulos (la Primavera no discrimina), y en especial entre aquellos que lo hayan pasado mal este invierno, pues los rituales son momentos de sanación. Gracias!!

DÓNDE?: Anfiteatro de: MANUEL MONTT # 101 esquina Nueva Providencia, metro Manuel Montt. Sabrá que hay muchas formas de llegar y estacionar muy cerca, ¿si?

CUÁNDO?: Sábado 28 de septiembre, de 17 a 19:30  hrs. Se ruega llegar al menos 15 min antes para dejar la comida y comenzar puntuales.

CUÁNTO?: Tome nota: La adhesión es de sólo $1000 + estos 3 ingredientes que todos traemos:  primero, ALGO COMESTIBLE / BEBESTIBLE (cosas sanas, nada de golosinas ni galletas ni bebidas cola, por fa; use su creatividad!) para compartir en la pausa y al final + segundo, SU PROPIO COJIN + tercero, SU PROPIO VASO (no queremos contaminar más de lo que ya lo hacemos a diario). Los $1000 se pagan el mismo día sábado llegando temprano, pero si usted quiere ahorrarse ese trámite o va a llegar muy justo, lea el punto siguiente. 

CÓMO?: Se puede pagar el mismo sábado y también  se puede transferir antes enviando un correo a talleresalma@gmail.com donde le daremos todos los datos. SI SE DECIDE A ÚLTIMO MOMENTO VENGA IGUAL AUNQUE NO HAYA TRANSFERIDO, este tiempo está lleno de sorpresas y todos son bienvenidos, sólo que nos ayuda más si hace el trámite previo o llega temprano.

QUÉ MÁS?: Nos visitará, además, una pequeña muestra de pymes para inspirarnos a crear y emprender, así que traiga su billetera / Si quiere inscribirse en el equipo de ayuda de antes, durante y después, escriba al correo antes mencionado y le responderemos con alegría / Habrá sillas sólo para los más grandes, así que recuerde su cojín… y su vaso / Si sabe de gente que está triste y/o perdida, invítelos, es la oportunidad de cambiar la energía… MÁS DUDAS, PREGUNTAS, DESAHOGOS? Llame ya, al 9. 084 20 67.

Si quiere más detalles, acá hay una nota previa.

Y, aunque no pensaba repetir esta canción que cantamos en septiembre del año pasado, todo indica -y propicia- que volveremos a recibir a  la Primavera con la sensibilidad y lucidez de la poderosa Violeta Parra. Les dejo esta mientras avanzamos en los detalles del Ritual.

… Los esperamos la tarde del 28 donde, además, honraremos a quienes están en duelo o momentos de fragilidad,  y a quienes han partido. Gracias. 

Antes del equinoccio primaveral

… Hay días en que digo: ya no más, llévenme, no quiero seguir, me cansé, devuelvan la plata!… Boto mi lagrimita y luego digo: bueno ya, aquí estoy, sigamos, si ya sé que está todo bien aunque a ratos la confianza y la buena onda se me van al subsuelo con tanta limpieza y «enjuagues» de este sanador invierno… Las terapias me ayudan, mi trabajo interno y respirar también, igual que a ti, ¿no?… Siento que estoy llegando al final de algo, que han sido muchos duelos (incluido el de mí misma, el de mis expectativas sobre mí, suena auto-referente pero es así) y a ratos no veo ni media luz en el camino -le digo a mi querido Fer, a quien desde Escocia se le ocurrió irse sin escalas a Uruguay y no sabemos si volverá a Chile… Está igual de movido que tantos, bienvenido al club.

Y en medio igual aparecen los regalos, las sanaciones, los abrazos, las sincronías, los mails, las conversaciones, el trabajo astrológico reconfortante y lleno de sentido, las celebraciones, los preparativos del ritual de Primavera, las risas y obvio que me río de mi ego todo el rato… Es él quien no da más y se quiere devolver-ir. Mi alma, mi esencia -la de todos- está intacta, sabia y visionaria; pero igual podría decirle a una -con peras y manzanas- «mira, que tú tienes que vivir esta pena/rabia/decepción/desolación/herida/desconcierto/desafìo/freno pa’ que puedas experimentar esto otro, porque así vendrá esta otra vivencia que te llevará a tal estado»… Pero el alma no habla así. Ella a  veces es entera silenciosa o disimulada, aunque otras es tan evidente; no se sabe con ella, depende de cuán conectados estemos… Como cuando justo alguien me busca con mucha urgencia en mi consulta y nos cruzamos en la calle sin vernos, y encima no casualmente salgo sin el celular y nos desencontramos y se enoja porque ya no tendremos tiempo: Está claro, no teníamos que vernos, te das cuenta, verdad? -le digo, aunque no lo entiende del todo, pero termina aceptándolo… Como en una lectura de carta astral al atardecer en que dejo un poco abierta la ventana y cuando estamos hablando con la consultante sobre su fuerte ciclo de cambios que incluye una depre(sión), aparece volando lo que creemos es un mosquito, pero termina siendo una mini mariposa y me pongo feliz y le digo: viste como te estás muriendo internamente para renacer, las mariposas representan eso: renacimiento, la metamorfosis, qué bello, verdad? -Ah, qué bonito – me dice con más esperanza, en su acento algo extranjero… Como el primer lunes de septiembre, en que después de comenzar por la mañana hablando en radio Cooperativa de las heridas de Chile y que, dados los tránsitos astrológicos, no me extrañaría que se supieran más detalles de las torturas y sus responsables (cosa que sucede los días posteriores, lo cual  es un gran signo de estos tiempos de verdades ineludibles, donde Plutón en Capricornio y Saturno en Escorpión obligan) asisto más tarde a un foro de los 40 años del golpe militar en Chile desde el registro histórico y las representaciones de la memoria, donde expone una fiel lectora de este blog que me invitó, cuya ponencia habla -con profundidad y delicadeza- de la fotografía como «presencia de una arcoirissantiagoseptausencia» y su poderoso significado en la búsqueda de los detenidos desaparecidos; y al atardecer tengo una dolorosa pero sanadora-liberadora conversación que me deja entre aliviada-dolida; pero al llegar a casa, tengo un mail de la misma lectora me dice que salga a mirar un gran arcoiris que cruza Santiago y le digo: aahhh! no lo ví, estaba sanando cosas en una conversación… Pero no sabes la alegría (y sincronía) que me traes al saberlo. Lo googlié y lo viii -y agradezco esa luz mágica en Santiago y en mi conversación…

Los días siguen intensos y tan bellos en estas últimas semanas del invierno 2013, que siento que el Equinoccio de Primavera será un portal donde tenemos que realmente comprometernos a una vida nueva, donde estamos invitados a expresar todos nuestros colores como las fragantes flores que alegran las calles de la ciudad especialmente al anochecer, donde tendremos que renovarnos con alegría como el viento fresco que despeina…

Y cuando escribo esta nota y respondo correos de gente que viene al Ritual de Primavera, que será el sábado 28 de septiembre (vea los detalles acá y venga con confianza), pasa Daniel (lector-consultante-amigo-vecino) por fuera del café en el que estoy y se acerca a saludarme, me cuenta un poco de sus cambios y me pregunta que cómo estoy, no sé qué decirle, por mi mente pasa: bien-mal-feliz-dolorida-cansada-confiada-frágil-cerrando-iniciando-qué bueno verte, jaja…. Al final le digo: aquí y llevo mi mano al pecho y agrego: aquí, de todo, no? sobreviviendo! -y nos reímos. Me pregunta si saldré por los feriados (en Chile hay como cinco días por las fiestas patrias)… Le digo: pensaba quedarme acá, quería quedarme realmente, pero parece que iré a Buenos Aires unos pocos días… Ya veremos.

Luego, en la mesa del lado unos chicos hablan de los cambios y que están «chatos» (hartos), sigo riéndome… Me tinca (me parece) que los días previos al Equinoccio son una buena revoltura antes que todo se ajuste y equilibre con la entrada del Sol a Libra y la llegada oficial de la bella Primavera, que eleva el corazón y despeja las nubes para ver con más claridad y asumir otras tareas… Me pasó el año pasado, esa vivencia/sensación de fragilidad y despedidas… Revoltura que pese a marear y doler, agradezco profundamente, aunque no sepa bien hacia dónde nos lleva ni cómo, pero en la cual confío, pues me refugio con fe en el sentido constante de crecer, sanar y amar. Amar nuestra historia, amar nuestros pasos, errores, dolores, alegrías, triunfos, aprendizajes… Amar la vida que sigue pese a todo…

Nuevamente la palabra que más me sale es Gracias. Gracias …Y están todos invitados a cerrar el invierno con amor y a recibir la Primavera el sábado 28 con alegría y consciencia! Por mientras y especialmente a los lectores de otras ciudades que no podrán venir pero estarán con su energía, les dejo esta. Y seguimos! 😉

Invierno presente

Todo fue culpa del frío y de mi curiosidad. Después de una ensalada improvisada y una sopa de zapallo para llevar del café amigo de la esquina, salí de mi consulta rumbo a la pelu(quería) de la vuelta donde cada tanto voy a conversar, tomar té de hierbas, arreglar el mundo y, a veces, a que me corten el pelo. Según yo iba de pasada a dejarle a las chicas las revistas que se acumulan en mi sala de espera y que aún están vigentes, y de paso a conversar y entrar en calor con el aire de los secadores. Pero nada más entrar vi en la tele (una honorable pantalla de unas 10 pulgadas) de la pelu algo que me pareció una película, en tanto Elena como Mary apenas me dieron bola porque estaban pegadas al mini cuadrado.

-¿Eso es una peli o es teleserie? -les pregunto luego de saludarnos y de que me ofrecen asiento casi sin hablarme.

-Es la novela nueva, Jimenita: es muy buena, porque la mala es muuuy mala y le miente al marido pero la hija, esa niñita, «cacha» (sabe) todo y la mala la amenaza…

-Ah, nooo, entonces a esta hora de aquí al verano no se las puede interrumpir a ustedes!

-No, Jimenita, si igual vamos a trabajar, pero es que está empezando y al tiro (de inmediato) partió buena, entonces tenemos que aprovechar que no hay nadie pa’ poder seguirla -me dicen sin despegarse del aparato.

-¿Pero es película o es teleserie? -insisto incrédula.

-Es teleserie como película -dice segura Mary, quien antes no veía telenovelas, pero que fue contagiada por el fanatismo de Elena.

Y cuando veo al clásico Tony Ramos made in Brasil y unas tomas muy buenas de Río de Janeiro también me quedo pegada, además no hay con quien conversar porque este par casi está metido dentro de la historia. Cuando termina me entero que se llama «Avenida Brasil» y a la semana le hacen una nota en radio Cooperativa sobre el fenómeno que fue en su país el año pasado, donde la propia Presidenta debió suspender actos oficiales que coincidían con los últimos capítulos. Y al escuchar a la gran Marisa Monte con su Depois, canción con la que musicalizan la historia de amor de los protagonistas Nina & Jorginho, me rindo y me hago fan, la veo por Internet y ahora me arranco a la pelu alrededor de las 3 de la tarde o le pido la tele (otro «plasma» de 10 pulgadas) prestada a la secre(taria) de mi consulta cada vez que puedo… Cosas que pasan en el vecindario chico y grande… Igual la historia principal está todo el rato centrada en el afán de venganza de la protagonista y víctima (Nina)  hacia la «mala», versus el olvidar, soltar la rabia y el dolor para ser feliz con su gran amor, como le dice Mamá Lucinda a Nina, quien no quiere renunciar a ver hundirse a Carmina, la victimaria… El viejo paradigma que tanto vende, «funciona», y que nos creímos durante milenios, ¿no? Buenos versus malos… demasiado simple para ser real, aunque es cómodo y hasta entretenido.

Pero el frío no sólo me lleva a la fanaticada televisiva. También a la consciencia…. En una fría y gris tarde de miércoles voy por un plato caliente que me reviva, cuando lo consigo me río sola mientras almuerzo una «carbonada andina» (sin carne y con quinoa) en lo que llaman un «café gourmet», porque en la mesa del lado una pareja habla de meditación y espiritualidad, mientras yo gozo la sopa caliente, precisa y sabrosa, muy entretenida con la conversa vecina, que está profunda y coherente, un agrado!…. Días después, mientras desayunamos con los cantantes líricos callejeros de fondo en una mañana soleada pero fría, entre vecinos argentinos y brasileños, dos señores -chilenos- mayores hablan sobre terapias, meditación, I Ching y vidas pasadas. Igual uno de ellos tiene su rayadura (locura) y son muy mentales, pero es divertido escucharlos con su convicción…. También hablan de la depresión y del sistema…. -Estamos invadiendo todo, viste cómo somos millones? -comentamos y nos reímos constatando cómo nos encontramos y sincronizamos…. Y cómo -pa’ variar- la realidad nos refleja, ¿no? …Y cuando el viernes pasado voy a mi propia lectura de revolución solar (carta astral anual) a la que acudo cada año después del cumple, pero que esta vez postergué por viajes y agenda revuelta, conversamos con «mi» astróloga sobre este tiempo tan agitado, raro y bello a la vez… Le digo que es tan potente ver cómo cada vez más salimos del estado de víctima. Ella, además psicóloga, se queda pensando y me dice que igual tiene pacientes muy víctima y le digo: si igual están, pero hay una fuerza interior que está despertando en muchos, ¿te pasa que lo ves, que lo sientes?… Se queda pensando y me dice que sí, que igual este tiempo está muy bonito… y raro.

Es que los cambios se instalan cada vez con más fuerza, pero no son para todos igual, aunque se expanden y «contagian» sí o sí; entonces tenemos discusiones públicas que cuestionan las vacunas, gente en televisión que revela la cantidad de alimentos socialmente aceptados pero enteros tóxicos, se conversa en los medios sobre la necesidad de meditar y de vivir la vida de otra forma… Lo que en los ’90 y hasta fines de la década del 2000 era lo más, el éxito, para muchos que se lo creyeron hoy se cae a pedazos cuando incluso llenos de comodidades constatamos profundamente que la felicidad y la armonía nunca han sido amigas incondicionales del venerado triunfo externo, que en sí mismo se vuelve frío, insaciable, solitario y neurótico… Y todo -para quien quiera verlo- apunta a lo mismo: estamos dando un giro drástico, poderoso y creativo hacia una vida más pura…. No para ser hippies revenidos -qué lata- sino para encontrarnos con nuestra esencia en el mundo actual, no alejados de él…

En esa misma sintonía, el domingo vamos a una feria de emprendedores a unas cuadras de casa, en el parque Inés de Suárez, donde reinan los cultivos orgánicos, regresan con fuerza la cosmética y moda hecha a mano (un paraíso en medio del imperio chino que colma todo), toca una banda bastante alegre, se vende stevia natural por montones y variedades de té y hierbas para mejorar el equilibrio del cuerpo, también miel, queso de cabra (el más sano de todos) y aceite de oliva…

Salimos de la feria con un aroma de rosas natural, té blanco (hace rato que no tomo té negro), stevia en polvo sin aditivos  (de color verde) y unas hojas de palo negro para ayudar al tratamiento del cáncer… Estas últimas son para mi papá, quien -sin saberlo del todo- cada día nos recuerda a varios la sabiduría del alma que elige una enfermedad para hacernos cambiar, unirnos, bajar a tierra, detenernos, crecer, sanar, ser quienes somos realmente, conectarnos con el corazón… El alma que nos jode, porque le pide con humildad -pero con certeza- a nuestro ego que dejemos hábitos emocionales, mentales y alimenticios que nos dañan… El alma que nos acompaña pues en cada paso nuevo nos da luz y contención frente al miedo, la duda, la rabia, la tristeza… El alma que nos empuja con sus hilos mágicos a encuentros, lecturas, conversaciones y aventuras sincrónicas llenas de señales… El alma que siempre está… Intacta, noble, poderosa… Y que no se anda con chicas…

espiritu-de-invierno-wallpaper-949121Por eso me detengo cuando en mi consulta, al terminar el día, en menos de cinco minutos vuelco con mucho ruido un incensario de madera aunque no rompo nada, pero al poco rato en la cocina se me resbala un vaso y finalmente se quiebra… ¡Ey!, ¿en qué andamos, chiquita? -me digo; luego me siento, cierro los ojos, respiro y suelto… Me reconecto y pido una señal para saber si esta energía es conmigo o de la persona que acaba de irse luego de su lectura de carta astral…. Me llega que es de ambos -cada uno en su proceso- y que huele a prisa y rabia contenida, y me digo: ok, sí, la tengo, además estoy cansada, algo sobrepasada y tengo que ir más lento… y drenar energía, sin duda. Gracias por el aviso… Respiro. «Cerramos el boliche» y camino muy lento por Providencia, sintiendo y meditando en cada paso camino a casa, con la presencia muy activada… Qué distinto es todo cuando estamos presentes… En el camino no contesto una llamada de alguien a quien adoro porque siento que no puedo ni quiero hacer dos cosas a la vez, gesto que me sale tan fácil… Necesito estar presente… Más allá me encuentro con la pareja mayor que cada noche espera con mucha calma a la salida de un restaurant muy conocido a que les regalen el pan que sobra, además de juntar latas y cartones; por lo general están ahí más tarde, pero seguro el frío los adelantó, encima es lunes, así que deben cerrar antes. Nos saludamos como siempre y de nuevo -como tantas veces- siento su presencia angélica-guardiana en ese saludo. Agradezco nuestro encuentro en silencio. Sigo presente camino a casa disfrutando todo, hasta el frío en una noche despejada de bellos tiempos aleccionadores…