Para Cerrar el 2013 y darle paso al Sol

Si usted amó el 2013, marque 1.  Si usted lo odió, marque 2.  Si está medianamente contento o triste, marque 3.  Si aún no se enteró que ya se termina el 2013, marque 4.  Si usted aún está mareado o dolorido con los movimientos del año, marque 5.  Si usted quiere que le devuelvan la plata pues su año vino con desperfectos, marque 6.  Si a usted -de 2010 para acá- ya nada le sorprende, marque 7.  Si usted creció internamente, marque 8.  Si usted no creció nada, marque 9 y una operadora muy preocupada lo atenderá….

velas ritual2Y si usted va a venir al mágico RITUAL DE CIERRE 2013 Y BIENVENIDA AL SOL DE VERANO, todo el rato marque 10 y será muy feliz…. jajaja. Así es, este 28 de diciembre a las 19:30, en Providencia nos juntaremos varios a despedir con amor un año muy drástico y a abrir nuestro corazón a la Luz del Sol de Verano que, por estos días, pasea por Capricornio para conectarnos con lo real en nuestras vidas…

Más abajo van todas las indicaciones y también, como me dijo una fiel lectora, la banda sonora del Ritual que puede convertirse en nuestro himno 2014… Ahora, según mi experiencia, igual la mayoría de las veces los ciclos, las situaciones, no se cierran de un día a otro. Casi siempre hay un puente, un espacio que transitar entre una y otra orilla, que nos da la posibilidad de terminar de integrar y comprender lo vivido. Y ese puente tiene de todo: penas, rabias, alegría, miedos, dudas, alivio, rencores, eternas auto-conversaciones mentales, pasado, futuro, crecimiento… Así que nuestro Ritual del sábado 28 viene a ser el inicio del cierre…

¡Vaya año radical este 2013, cuánto soltar para crecer y conectar con el alma!… Algunos todavía estamos terminando de asimilar todos los procesos de lavado de nuestro ego que pasamos y que aún no terminan. Por eso, el Ritual de este sábado 28 no es sólo para decirle adiós a la bella Primavera y darle la bienvenida al cálido Verano que nos invita -por fin- al relajo y a disfrutar más de una naturaleza con más sabores y colores, sino que esta vez además nos encontramos para que el círculo de todo lo vivido desde enero pasado hasta acá se complete en más armonía y conexión, así podemos comenzar con más paz lo que viene… Porque atesorar lo vivido -nos haya gustado o no- recoge las enseñanzas y nos da la posibilidad de que nuestra energía completa, incluida la de nuestro querido amigo ego, asuma lo experimentado… No casualmente ahora -en el sur- comenzamos el año con más luz de Sol que, entre otras cosas, para la astrología -y otras miradas- representa la Consciencia, con mayúscula. Sí, porque esta chica es la gran protagonista de este tiempo: ya no podemos cerrar los ojos a lo que nos sucede y creer que es mera casualidad o culpa de alguien -o algo- externo a nosotros… No, tenemos que permitir que ella con su Luz entre en nuestras vidas y reconecte nuestro corazón para que comprendamos la trama perfecta de la Vida…

De esto y más compartiremos en el Ritual. Acá está la nota anterior más detallada, acá las coordenadas y al final una de las canciones que cantaremos -y quizá bailaremos- para que todos vayamos honrando la Vida que tenemos… y aprendiendo la letra para el sábado! 😉 Gracias, los esperamos!

DÓNDE: En salón de eventos (patio) de CARLOS ANTÚNEZ # 1960, esquina Pedro de Valdivia, Providencia. Metro Pedro de Valdivia. Estacionamiento por Marchant Pereira y Europa

CUÁNDO: Sábado 28 de diciembre a las 19:30 hrs

CUÁNTO: $2 mil + algo comestible/bebestible sano y con poca azúcar para compartir

CÓMO: Si quiere confirme. Si no, venga incluso a última hora y sin aviso ninguno. Correo: nuevaji@gmail.com. Teléfono celular: 9. 084 20 67. Si quiere ayudar en el equipo, mande correo ;)

¿ALGO MÁS?: Mmm, por ahora parece que no. Ah, sí!: recuerde su cojín y ojalá su vaso favorito…. Y recuerde que habrá algunas pymes compartiendo sus talentos creativos por si quiere comprarles algo…. Si se le hace imposible venir, ese día encienda una vela y agradezca todo lo vivido, así, tal cual como se produjo y comprométase a cambiar con amor aquello que lo dañó a usted y a otros (se puede).

(Mambeando, de los argentinos Onda Vaga, pero nacidos a la música, igual que otros, en las costas uruguayas).

Diciembre 2013: fuego transformador y entusiasta

Sagitario, el centauro que con su arco eleva sus objetivos para ir más allá...

Sagitario, el centauro que con su arco eleva sus objetivos para ir más allá…

El Sol y la Luna se reunieron en Sagitario, donde además de conversar -y reírse- por horas de lo humano y lo divino que nos está sucediendo a los terrícolas (que cada día estamos más revueltos y despiertos a la vez, aunque algunos no lo noten), y acordar los próximos viajes que piensan hacer juntos, formaron la Luna Nueva, que da inicio a un ciclo que dura un mes. Esta cita astral ocurrió el pasado lunes 2 de diciembre y parece que no es otra lunación más del año, sino el anuncio de un mes muy especial…

… Cami me cuenta que el fin de semana pasado en Pirque (zona montañosa-rural en las afueras de Santiago) se levantó un mini tornado cuando ella y varios estaban en los típicos eventos de empresa de fin de año con comida, juegos, piscina y familia, al aire libre… Que quedaron todos asustados e impactados al ver cómo volaba todo, incluidas algunas carpas… A pocos kilómetros de ahí, en el Cajón del Maipo, comienza un incendio que dura un par de días y que parece esconder la mano oscura de algunos poderosos que quieren comprar ciertos terrenos para el negocio de las hidroeléctricas… Lo triste es que el fuego se extiende por días y por más terrenos, pues no logra ser apagado dado el viento y la falta de agua… Dos días después hay otros dos incendios en Santiago; y a mediados de semana miles de chicos que salen del colegio, luego de dar las pruebas para ingresar a la universidad se juntan en un conocido parque y los lindos cuando se les pide que se retiren porque es la hora de cierre, no encuentran nada mejor que incendiar los quinchos de un lugar verde que muchos visitamos para hacer pic-nic y hasta celebrar cumpleaños; snif… Sobre esto último mi primer pensamiento fue: ¿¿en qué están esos padres?? Porque esa agresividad y destrucción tienen un origen, ¿no?… Aunque al mismo tiempo son un signo de este ciclo agitado que se incrementó a partir de 2011…

El segundo pensamiento uniendo todo fue: qué está pasando con el fuego?!… y con nuestra rabia, obvio. Mmm, una de las expresiones fogosas es la agresividad, también la pasión, el entusiasmo, la chispa interna, la impaciencia… Pero cuando el fuego se manifiesta así además purificar energía estancada es una representación de nuestra ira… Y a esta ciudad -a nosotros- todo el rato le (nos) sobra esta emoción…

lunanuevaSí. Está poderosa la Luna Nueva sagitariana que abrió este mes. De verdad parece que agitó el fuego (elemento de este signo),  y enrareció el aire con más que humo y energía agresiva… En Córdoba la misma onda energética trajo el doloroso y atemorizante saqueo de los comercios de la ciudad, que luego se extiende hasta Entre Ríos… Y el viernes, acá una mujer escupe al Presidente que acude al funeral de un sacerdote defensor de los trabajadores y de los derechos humanos,  y al día siguiente a un senador le tiran un tomate en la cara en una feria de frutas y verduras… Y ahora suspenden un partido de fútbol en Brasil por desmanes del público… Es decir, material rabioso hay. El tema es qué hacemos con él.

Le aviso, le anuncio que… Este mes tenemos la oportunidad indiscutida de CRECER. Por eso, estimado lector, si usted ha sacado la vuelta (evadido) todo el año, si ha puesto la suciedad bajo la alfombra con tal de no ver lo que tiene que hacer, si tanto sus temas pendientes como sus talentos lo están llamando con megáfono en el oído a cada rato vía sincronías, enfermedades, señales del destino…. El tiempo decisivo llegó AHORA. Es tiempo de comenzar si aún no lo hemos hecho.

Diciembre trae momentos claves. Uno ya fue el empuje de esta Luna fogosa que destapó lo estancado y también nos preguntará hasta enero: ¿te entusiasma tu Vida? Y si no es así, ¿qué puedes hacer por transformarla, ah?

Otro muy contundente es la llegada de Marte a Libra, signo de aire. Al planeta guerrero no se le ocurrió nada mejor que tomarse unas vacaciones desde el 7 de diciembre pasado y por seis meses más en este signo que busca el equilibrio, colega de Aries, Cáncer y Capricornio, con quienes comparte su capacidad por iniciar cosas, creerse héroe, y la dificultad para pedir ayuda. A ellos en especial (también a Géminis y Acuario) y a todos en general nos dará más fuerza para comenzar proyectos y relaciones, nos agitará la agenda y nos pondrá la rabia como tema a observar y trascender; tendremos que respirar frente a las esperas e injusticias que pueden incrementarse precisamente para que las trabajemos de otra forma. Y alrededor de la Navidad puede ponernos uno que otro obstáculo para que practiquemos la adaptación, mientras que al fin del año puede sacar del sombrero hábitos dañinos que tenemos que purificar sí o sí.

Y hay más. La Luna Creciente en Piscis del mediodía de este lunes 9 nos animará a abrir el corazón hacia todos los seres y a conectar con la aceptación profunda de todo -sí, todo- lo que nos corresponda vivir. Y a modo de salvavidas, Saturno desde Escorpión y Júpiter desde Cáncer nos lanzan un extintor y/o balde con agua de mayor consciencia porque nos invitan a darle un sentido espiritual a lo concreto, nos regalan mayor confianza en la Vida y voluntad para crecer.  Desde el 11 al 14 de diciembre, nos ayudarán a mirar dónde exageramos con las rigideces, miedos y creencias tanto limitantes como fantasiosas para hacer conscientes nuestras trampas y soltarlas con amor. 

Y por si faltaran estímulos, desde el  17 de diciembre Urano, el dios de los cielos, se sacude la espera desde Aries donde se detuvo desde julio pasado y retoma su movimiento directo con ganas. Agitará aún más el fuego colectivo porque encima llega la Luna Llena en Géminis -que no se pierde ningún evento- y se unirá ese mismo día a la fiesta. Es una semana delicada, tenemos que cuidar nuestras palabras e intentar calmar la mente con meditaciones, caminatas, respiración y más silencio aunque no tengamos ni un regalo navideño comprado.  Y, al mismo tiempo, comienza un ciclo donde pueden reaparecer protestas, incendios, revueltas, volcanes, movimientos de tierra… Pero también el dios alocado nos regala más creatividad, sentido del humor, consciencia de todo aquello que nos aburre y estanca, osadía, innovación e impulso para comenzar una Vida nueva

Volviendo a la Luna Nueva con que comenzamos este mes (y que mueve conjuntamente a Piscis, Géminis y Virgo), ella y el Sol nos dan otro regalo: mucha sanación, porque le dijeron a Quirón que ya estamos listos para mirar nuestra heridas desde la aceptación del dolor como energía inevitable que forma parte del camino y que si insistimos en resistirnos a ella o quedarnos pegados en todo lo malo que nos pasó o lo que no hemos conseguido, nos transformamos en víctimas y en adultos infantilizados, y ambas cosas están más que pasadas de moda. Lo que se lleva en este tiempo nuevo es hacersecargocondignidad.net para lo cual las terapias y la naturaleza ayudan mucho, pero también detenerse y aceptar son lo más. 

Diciembre, viene a despertarnos en medio del stress de fin de año. Puede sorprendernos y regalarnos más ímpetu para vivir el día a día. Es un mes liberador… Y es un mes de cierres donde se mueven también las nostalgias, los dolores, las carencias e inseguridades, y al mismo tiempo renacen la esperanza y la sensibilidad, por más que el consumo del sistema intente opacarlas con gastos y cansancios innecesarios.  A esto ayudará también la diosa del amor y la creatividad Venus, que para el solsticio del 21 comenzará su viaje retrógrado por Capricornio (disculpe si lo mareo con tanto dato astrológico), desde donde nos ayudará a valorar la expresión del amor, asunto que moverá bastante a Tauro y Virgo.

velas2… Así, para no ser menos y también porque ya sabemos que es sano y bello honrar los cambios, los invito a todos desde ya al RITUAL DE VERANO Y CIERRE 2013: Bienvenida a nuestro Sol, el sábado 28 de diciembre, a las 19:30 hrs., en Providencia, Santiago. Ya vendrá la dirección exacta en un siguiente post; por ahora, reserve la fecha en su agenda, cuéntele a sus amigos y enemigos (todos son bienvenidos porque somos todos iguales, ¿lo recuerda?) y junte sus buenas intenciones y emociones dañinas para ser purificadas en este fuego entusiasta y transformador con el que cerramos un año muy marcador en nuestras vidas. Aguante con diciembre y GRACIAS 2013, seguimos creciendo!

Puro adaptarse

En el regreso de los mágicos ojos del Caburgua, la Divinidad me abre otra opción de camino vía el encuentro con Karina, una joven mapuche de 21 años y su hijita Constanza (Coni), una pequeñita de casi 3, que cruzan una parte más quieta del río por las piedras. De lejos las llamo y les pregunto que por dónde cruzaron. Ella deja a la niña y se devuelve a mostrarme; y yo cruzo perfecto. «Muchas gracias!! -le digo feliz. Entonces me cuenta que ella siempre ayuda a los turistas a pasar «pa’ que no se den la vuelta tan larga, nosotros pasamos por acá porque nos conocen» -me dice mientras conversamos de todo un poco y caminamos juntas. Vinieron a pasear y refrescarse porque andan visitando a unos tíos pero ellas viven más arriba. «Nosotros nos conocemos todos los pasos y pedimos permiso no más pa’ irnos por dentro y por la sombra» -me cuenta, mientras Coni me mira curiosa y algo tímida con sus mejillas rosadas y gorditas, en brazos de su madre que, además de sociable, es muy coqueta: lleva maquillaje bien moderno y una polera negra de un grupo de rock. Obvio que son hadas madrinas en mi camino porque sin ellas jamás habría dado con una ruta que nos llevó unos 10 minutos por los bosques, en vez de los 40 o más de los que hice al venir. Todo se sincroniza, ellas ya tienen que estar en casa y Karina me dice: justo va a pasar el bus para Pucón, porque son las 5, así que no vas a esperar nada. Nos despedimos en la garita y en pocos minutos efectivamente pasa el bus, que lleva en el espejo delantero una Virgen de Guadalupe (soy fan de Lupita -alias la Porfis- y es la patrona de este blog), así que me sigo riendo agradecida.

DSCN5644Las últimas horas en Pucón son de mucha contemplación, agrado y placer. En mi última noche cenamos comida peruana con Germán, un compañero de viaje de buen corazón (como dice mi médico chino) y muy especial con quien vinimos en el mismo vuelo desde Santiago, compartimos el bus desde Temuco además de historias de vida, y con quien miramos el presente como está siendo: mágico, loco, bello, desafiante… Consciente.  Este viaje nos juntó en un puñado de momentos sincrónicos, incluso la última mañana cuando yo paseo por un bosque que rodea la playa, acompañada por una amiga espontánea que me sigue todo el camino, una cachorra negra que, al igual que yo, le gusta meter las patas al agua cada vez que puede. La voy mirando con risa porque se pone a seguir unas moscas y luego a escarbar la tierra, le pregunto: bueno, ¿vienes o te quedas? Avísame porque yo sigo -y levanta la cabeza con cara de pregunta para seguirme después de unos minutos. En eso veo a alguien que viene trotando y nos reímos de lejos: ¡Otra vez! -decimos al unísono con Germán que pasa frente a mí, chocamos las manos y seguro ambos estamos pensando en las no casualidades…  Él parte un emprendimiento en este sur después de un vuelco de vida muy atemorizante y sanador a la vez, que lo llevó a entender que el empleo estable y bien pagado claramente no lo es todo y tampoco es una aspiración feliz ni real en estos tiempos, y yo vine acá a reconectarme… «Nos traen a lo mismo, pero de maneras e DSCN5752 2intensidades distintas, ¿sabes?» -le digo hablando de cómo llegamos acá. Conversamos mucho sobre esto de ir más lento y afirmar el ego pa’ que no comande todo, también de Chile y Santiago, de los espejismos del sistema, la idiosincracia chilena y sureña, la Vida, los miedos, el sentir… Él se queda por varios meses a probar una nueva vida que, intuyo, abrirá otros caminos mucho más allá de su proyecto…

-Es que en este tiempo si no te adaptas no pasa nada, te quedas pegado y te pierdes de todo lo bello, si la Vida es un sinfín de fluir, adaptarse, crecer… Todo el rato estamos en eso. Todo el rato nos cambian nuestros planes egocéntricos y nos dicen: mira, no, que por ahí no era, es por acá (y es por algo mucho mejor que tu mente no va a entender)-. Pero no es fácil ver esto y aceptarlo porque implica humildad, confianza plena en ella (la Vida), soltar, aterrizar… y eso es una pega (trabajo) diaria -era una de mis conversaciones con él frente a cosas que hemos vivido este último par de años…

Y el tema sigue. De regreso a Santiago me cambian la agenda un par de veces, lo cual me da espacio para almorzar un pic-nic con una buena amiga y ponernos al día (como siempre, todo es perfecto). Ella me pregunta: ¿Y pudiste escribir las predicciones, cómo te fue? -La verdad, Silvia, me pasan un par de cosas con esto y se me confirma por qué dejé de leer el tarot. Te acuerdas que puse en un post que el viaje estaba pisciano, que me sentía flotando los primeros días? -comienzo a contarle.

-Sí, me acuerdo y me reía porque en general tú no eres así, pero en estos tiempos ya no se sabe nada -me dice comiendo su cuscús bajo la sombra de los árboles.

-Bueno, anduve así unos dos días y cuando me senté a escribir, y que ya había mirado un poco la carta astral de 2014, encima como hago el horóscopo cada semana tengo idea de en qué anda cada signo, pero lo que me salía decir como presentación era: ¿Y qué vamos a predecir en este tiempo? ¿qué se puede decir de nuevo si estamos todos en la misma y todo está incierto y vertiginoso?

-Claaaro, es lo que yo pienso también -me dice con el poco acento argentino que le queda después de más de una década en Chile.

-Entonces yo jugaba con la idea de poner una página que dijera: Miren, en este tiempo o nos adaptamos a lo nuevo y/o a los imprevistos o moriremos en la rueda 2014; entonces la única predicción es que todos tenemos que: cambiar, crecer y soltar. Tan, tán. He dicho. No hay nada más que predecir -le cuento comiendo los últimos apios de la temporada.

-Jajajajajaj, tal cual -me dice y nos reímos juntas.

-¿Y qué más vas a decir? Si en eso está toda la humanidad. Crecer o crecer, esa la cuestión. Cada uno puede ir encontrando sus caminos y todo, pero eso es el centro del asunto y créeme que con esa pega nos basta, ¿no? Obvio que también tenemos que pasarlo bien, sin eso no se puede y es parte clave de la vida-. La conversa sigue entretenida y fresca con la brisa de la tarde.

Más tarde me encuentro en Plaza Las Lilas con otra amiga que trae en coche a su pequeño y bello Rafael de cinco meses, quien también le cambió los planes, pues ella no podrá volver a trabajar hasta que él supere una dificultad con la vista y el movimiento que hace poco le detectaron. -Igual es tremenda bendición, amiga, te están regalando seis meses más con tu hijo -le digo aunque sé (y lo hemos conversado) que no es fácil parar y asumir que no estarás en tu antiguo mundo de trabajo como lo tenías planeado. Pero ella ya lo aceptó y sabe que es un privilegio y una tarea al mismo tiempo.

Al día siguiente mi agenda vuelve a moldearse y eso hace que conozca un café mexicano muy encantador donde me instalo un rato a responder correos atrasados y me río con un par de personas me ponen a prueba con su impaciencia. Les agradezco lo que me muestran de mí, de ellas y de esa energía que tanto nos daña.

Luego, después de elaborar el calendario de temas para los lunes de diciembre a radio Cooperativa, la periodista encargada me devuelve el correo con todo cambiado, me dice que prefieren otro orden que me explicita. Me sigo riendo con lo de la adaptación y le respondo: sale y vale, como usted diga, jefa-. Y ella me manda: no hay de queso, no más de papa, jaja.- …Así las cosas, este lunes 2 de diciembre, aprontándonos a la Luna Nueva en Sagitario ( que nos invita a explorar y confiar en este último mes del año), alrededor de la 10:3o am revisaremos las cartas astrales de las candidatas a la Presidencia de Chile, dos mujeres aparentemente muy distintas, pero con más de una similitud astrológica y humana.

Y como si faltaran modificaciones, parece que el Ritual de Verano se correrá al sábado 28 de diciembre donde además de honrar al Sol despediremos este drástico y poderoso 2013… Ya pondré más detalles en los próximos post e igualmente están todos invitados a conectarnos con nuestra esencia pura.

Ahora, mientras ordeno y comienzo parte del trabajo semanal al atardecer del domingo, mi mirada se va a unas cuantas piedras volcánicas que traje del Caburgua y que me traen de regreso la naturaleza verde y húmeda del sur. Con esta energía aún presente me quedo quieta y confiada en que todo estará bien aunque a ratos me sienta un poco sobrepasada con tanta demanda y movimiento al fin del año. A respirar, adaptarse, confiar… Y agradecer por toda la belleza de este tiempo serpentino.

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Se hace camino al andar… con el alma

Me despierto con el ruido de la ventana que se golpea con el viento, el cielo está revuelto pero no hace frío. Es muy temprano así que vuelvo a la cama. Al rato me levanto y me quedo mirando las nubes entre los cerros y la luz del sol que se ven desde el pasillo del hostal. Cuando bajo al desayuno, Fernando, el dueño, me comenta que es el «Puelche», viento tibio que viene del este, de Argentina, que la tradición dice que si es sólo un día, en dos días más llueve bastante, pero que si dura tres, significan dos semanas de buen tiempo… ¡Qué incógnita! Tendremos que esperar a mañana -le digo. Y qué bonito -agrego; porque adoro el conocimiento de la tierra que sabe desde la experiencia…

lago Villarrica PuconEs mi penúltimo día de viaje, así que quiero aprovecharlo bien. Me voy a caminar por la playa respirando mucho el aire y el cielo amplio, tocando el agua fría, contemplándola. Luego me instalo a un segundo desayuno en un café de cocina argentina cerca de la plaza central de Pucón, que es muy bella, con árboles grandes, rosas, pasto y senderos de tierra. Avanzo bastante en la escritura y voy a dejar el compu al hostal porque quiero ir de nuevo al Caburgua pero por otra entrada a los ojos, siento que tengo algo pendiente después de mi chapoteo. Antes de ir paso por un mercado de vegetales y compro ensalada de apio y un par de mandarinas para comer allá.

En el bus de ida me río bastante porque una familia compuesta por el abuelo, la hija y el nieto le hacen bromas al chófer, un hombre de mediana edad y de bonachona energía, que lleva poco tiempo en este oficio, entonces no conoce todas las paradas y ellos con la típica picardía chilena-sureña se ríen y comentan cada cosa que le toca hacer, como ayudarle a una señora a bajar con su hijo pequeño y varios bolsos de mercadería: ¡Aquí afirmamos la guagua (bebé), hombre! -varios nos reímos y una pareja de suizos también aunque no entienden bien cada broma.

«Acá, señorita, El Cristo» -me dice al poco rato el novato chófer. Entonces le pago el pasaje y me despido de mis compañeros de viaje. Vaya nombre de la parada y entrada al lugar. «Gracias» -digo, mientras cruzo la ruta para entrar. Al poco andar dice: «A 2000 metros, los ojos del Caburgua». «Mmm, ¿no será mucho? Y, como 20 cuadras; igual no está tan caluroso porque el suelo aún está húmedo después de la lluvia del sábado. Ok, aquí vamos» -pienso mientras avanzo por un camino que parece no prometer mucho. En eso inicio la primera curva y todo DSCN5679 2cambia porque me siento encantada con el verde y el aroma de la tierra y algunas plantas muy aromáticas. Pero aparece otro cartel que dice: «A 1800 metros, cascadas, ojos del Caburgua»… -No le creo mucho a esos letreros, demás que es más la distancia pero ponen eso pa’ dar ánimo -piensa mi mente suspicaz. En eso pasa una camioneta y mientras camino por un claro de sol pienso: mejor hago dedo (auto-stop) pa’ que me lleven, demás que alguien me para… Pero yo misma me pillo y me digo: Mmm, otra vez tu ego apurado, ¿verdad? Nop, esta vez haremos el camino largo, disfrutándolo todo, si igual esto es mucho mejor que mirarlo por la ventana.-

Y claro que sí. Entonces, aunque cada cierto rato pasan autos, me dedico a caminar observándolo todo, haciéndome presente en cada detalle, sonido, colores, aromas, texturas… El camino es de una belleza que emociona y al mismo tiempo es tremenda meditación. Estoy extasiada y apenas siento el calor porque voy lento agarrando las sombras y deteniéndome a mirarlo todo, sin prisa… -Y tú, bien lesa, queriendo ir en auto; la perla -me digo y me río entre el verde intenso-. Es que esos tironeos del ego y el alma son tan constantes, pero esta vez mi alma logró callar a su amigo neurótico y lo premió con mucho placer por una ruta que termina siendo muy mágica y sanadora. Entre otras cosas, por eso tenía que volver al Caburgua, porque en parte el chapoteo anterior fue por apurarme… Y ahora no. Cuando le doy pleno espacio al Ser, como decíamos en la nota de No hacer, que publicara hace unas semanas, surge una plenitud tan profunda, simple y sutil, que se puede palpar la belleza de la Vida en cada circunstancia…

Y cuando ya me sentía más que bendecida por estar en medio de tanta fuerza de la naturaleza y permitirme disfrutarla, doy con estas cinco escenas en mi camino-caminado, que me dan aún más felicidad del alma:

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DSCN5703 2… No puedo más con el encuentro de esta mamá que comienza a salirse del riachuelo al lado del camino donde se bañaba con sus hijitos, cuando me siente cerca con la cámara. Le digo que me perdone, que ya me voy, y la sigo con la vista y el corazón enternecido mientras se interna entre los arbustos con su dulce prole…

terraza ojos caburguaLuego de un rato llego a mi destino de cascadas. Hay poca gente; el sonido del agua es intenso y de mucha sanación, me pone feliz; recuerdo lo que dicen algunos mayas: cuando estamos tristes o enfermos buscamos el sonido de agua para ponernos mejor… Me muevo un poco por los senderos y al final me instalo en la terraza de madera (en esta foto) desde donde se aprecia todo muy cerca porque está más baja, al nivel del agua. Hay sol. Me siento y medito un rato con mucho placer y una energía envolvente. Termino y me quedo mirando y sintiendo todo por varios minutos, sin necesidad de nada. Poco después saco mi bolsa con apio y como unos cuantos bastones con tranquilidad, mientras no paro de agradecer y apreciar todo… Y en eso en que estoy mirando el agua verde turquesa y ya siento que es tiempo de irme, voy a moverme cuando recibo otro sincrónico regalo de este año, de este viaje y de este día: descubro otra imagen-compañía conmovedora que -muchos que leen este blog lo entenderán y quienes estuvieron en el ritual de primavera 2013 también-, al igual que la familia emplumada de arriba, me remueve el corazón. Es esta chica:

futura mariposa

Guauuu. Una futura mariposa. Y una oruga despidiéndose de sí misma para entrar en su crisis metamorfósica que la llevará a conformar su espacio sagrado de crisálida, donde generará mágicas alas que la transformarán en un ser aún más bello; que será más sutil y liviano, capaz de levantarse de la tierra y conectarse con lo alto con gracia y liviandad… Me quedo prendada mirándola con el sonido del agua de fondo. Cuánta sabiduría y belleza en ese gesto de quedarse quieta para comenzar su gran cambio. Ella lo sabe: no hay que hacer, sólo entrar en la calma y en la entrega total para que se produzca el salto cuántico, la transformación pura y poderosa en nuestras vidas que marca un antes y un después en el camino.

Gracias, le digo varias veces a ella, a mi alma, a la Divinidad que nos une y guía, al Todo. Sí, guiada por la certeza y la intuición, tenía que volver, tanto aquí como a mí misma… Respiro. Ahora sí puedo recoger mis cosas y comenzar el regreso… Sin prisa, con presencia y en una plenitud que pulsa impregnándolo todo. Gracias. Vamos.

Logrando sueños

ojos CaburguaLucy atiende un restaurant italiano pequeño y agradable en el que me instalo después de visitar los intensos ojos del Caburgua (saltos de agua que dan nacimiento al lago Caburgua en el sur de Chile), donde me quedé pegada y agradecida escuchando el poderoso sonido del agua cayendo de sendas cascadas y del cual me trajeron espontáneamente una pareja de chicos del interior.

Este viaje ha estado raro y bello a la vez. Mi mente anda flotando, está medio «neptuniana» (siento al planeta de Piscis, etéreo, sutil, mágico e incomprensible, sobre mí); entonces, se me quedan cosas pero las recupero, me paso en las calles y me devuelvo, me siento un poco ida y me dejo llevar por algunas intuiciones que resultan, pero de las cuales dudo; me viene sueño, me quedo conversando con los chicos del hostal por largo rato aunque quiero dormir y se hace tarde pero estoy entretenida; me siento inspirada pero poco productiva… En eso estoy cuando meto los pies en el agua (con zapatillas incluidas) en una de las lagunas previas a los ojos de lago aunque sabía que no debía avanzar por ahí y me río sola aunque es una lata chapotear calzada… Mi ego se pone incómodo y hasta avergonzado, mientras mi alma observa con risa, y mi mente optimista dice: capaz que fue un bautizo-, mientras mi mente criticona dice algo así como «te lo dije». En todo caso, se me cumplió un deseo, porque al ver la primera caída de las aguas  desde lo alto con sus colores yo puro quería mojarme «tengo que bañarme con estas aguas sagradas, de última me mojo un poco los brazos y el pelo», pensé antes del chapoteo ¿fortuito?… Y luego me devuelvo a Pucón escoltada en una camioneta con estos chicos algo tímidos pero muy amables que me dejan directo en el hostal; un regalo. De ahí me quedo un poco al sol con unos mates y salgo para comer algo aunque no tengo demasiada hambre…

Las calles de Pucón con el volcán Villarrica Entonces doy con este rincón italiano al atardecer. Y cuando luego de unos ravioles de fresca espinaca-ricota-nuez me quedo mirando por la ventana llena de verde  y viento, Lucy parece que ya no da más y se acerca a conversarme, me pregunta sobre el tablet que llevo y que porqué ando acá y todo eso. Sólo yo estoy cenando porque es temprano y además mientras más al sur más tarde oscurece y la gente sale después, de hecho llegan cuando estoy terminando… En ese lapso ella me cuenta su vida y cómo conquistó sus sueños que tenía de niña. Es la sexta de ocho hermanos de Valparaíso, Chile,  y me relata que en su infancia la madre les preguntaba en la mesa que qué querían ser cuando grandes y ella respondía: yo quiero ir a París y todos quedaban con cara de pregunta, mientras la madre le decía que eso era difícil porque se requería de estudios y que no tenían dinero, pero ella nunca conectó con esa creencia… Hasta que pasados sus 37, sin estudio ninguno y después de trabajar en más de un restaurant se enamoró del chef de su trabajo, un árabe-francés, que viaja mucho, se vino con él a Pucón, se casó y los primeros seis meses del 2013 los pasó en Francia pues él fue hacer un curso… «Yo siempre dije que sólo me iba a casar si me enamoraba, si no, no; y me demoré pero así fue» -me dice con ojos chispeantes, luego de contarme más de una anécdota y de cuánto le cambió la vida al vivir en un pueblo chico como Pucón, donde se mueve en bicicleta, no conoce a nadie y la gente no tiene muchas aspiraciones, según ella afirma. Y sigue: Es que si uno quiere y se sacrifica un poco y tiene paciencia, los sueños se cumplen, en serio, yo he ido poco a poco logrando todo»… Y yo me entretengo, comparto y aprendo con sus anécdotas (tiene muchas) y sabiduría. Me cuenta que al llegar a Pucón ambos decidieron que en tres días ella tenía que encontrar: un trabajo que le gustara y casa para arrendar, que era un desafío para saber si se quedarían: y así fue, encontré una casa en las afueras y un trabajo bien agradable -me dice orgullosa.

Al final mi cena termina pasadas las 22:30 y regreso al hostal donde ya prendieron la salamandra, huele a leña, y conversamos un poco con un trío de alemanes que recorren Chile y Argentina. Uno de ellos, que trabaja en un banco, me quiere cambiar de oficio, encuentra que el mío es mucho más entretenido que el de él y nos reímos bastante. Me cuenta que la crisis se nota en Europa y que no puede cambiar de trabajo… Si quieres, puedes; prueba -le digo, provocando a su mente alemana, y agrego: la crisis es un espejismo y le conviene mucho al sistema porque genera miedo y eso nos hace consumir más… No te enteres de la crisis, dale- y me mira sonriente-incrédulo… Creo que mandaré a este trío al restaurant de Lucy para que les dé unas clases de cómo lograr sueños en una sola cena. Buenas noches.

Nos estamos muriendo: Segundo enjuague

DSCN6002La mañana primaveral del 20 de octubre -cuando comencé esta nota- está ventosa, algo fría y nublada: un agrado. Adoro los días así, con el verde intenso y el cielo revuelto. Desde la cocina se siente el aroma del cilantro, la lechuga y la palta, listos para el almuerzo dominguero…  La noche antes, en que regresábamos del cumple de Cami atravesando Santiago de Maipú a Providencia, conversábamos -entre otras cosas- sobre este tiempo y el sinsentido de la actual política (vienen elecciones presidenciales en Chile y las calles se llenan de absurdos letreros) y su forma de mirar la vida social y de llevar su propaganda; qué manera de estar lejos de los tiempos actuales… Y está bien, somos nosotros quienes estamos cambiando profundamente, pero las estructuras van atrás, más lento: la educación, política, religión, economía, salud, trabajo; no saben cómo  posicionarse en un tiempo tan nuevo, por lo mismo resultan lejanos, pasados de moda, asfixiantes, penosos y risibles ciertos discursos y prácticas que hasta hace poco no eran cuestionadas… Nuestro cruel sistema de vida occidental -antes inmaculado y muy expandido ya a todos los rincones-  lentamente pero de manera muy real comienza a demolerse: sus formas antiguas y actuales ya no sirven aunque algunos las maquillen… Pero aún no conformamos algo distinto. Plutón está en plena faena transformadora desde Capricornio y Urano lo presiona revolviendo todo desde Aries para que miremos lo que ya no sirve… Quizá la nueva (o real) espiritualidad, las terapias y la alimentación es lo que más se deja ver como muestra palpable de los tiempos nuevos. Me alegré, de hecho, al saber que por primera vez en 13 años Coca-Cola dejó de ser la marca más valiosa del mundo, eso habló muy mal de nosotros en más de una década, pienso; pero habla mucho mejor de cómo estamos poco a poco en este presente.

Y en medio de la conversa el chofer del taxi también opina y nos cuenta que en la semana trabaja en comercio, además estudia y los fines de semana por la noche oficia de taxista. ¿No será mucho? -le digo y le pregunto que cuándo descansa. Me dice que casi no conoce esa palabra, pero al menos le gusta su trabajo; eso ya es bastante -decimos a coro. Sí, como lo señalaba en la nota anterior, es el mega privilegio/bendición/buen karma poder dedicarse a algo que te gusta y te da sentido, en un sistema que no promueve eso sino la seguridad, el logro, la acumulación, el demostrar: energía fría que nos deja vacíos.

Pero en fin. Lo que es yo, estoy agotada. Pero no desde el cuerpo, ni desde la mente, ni con stress, ni con hastío. Es como estar cansada de «avanzar»: de ver, trabajar internamente, crecer, dar pasos, enfrentar, mirar mi ego para luego reconectar con el alma y hacer decenas de ires y venires entre ambos, botar, sanar una capa y otra más (nunca se termina), asumir, estar frente a pruebas… La lavadora de la que habláramos hace meses no ha parado, ¿no? Es que este año (desde diciembre 2012 hasta febrero 2014) es de un poder y empuje de crecimiento ineludible y cuántico que no se puede desaprovechar…

Una señora me dice, «sí, es que me contaron que tú hablas de la lavadora del alma»…  Y yo la miro y le digo con cara de extrañeza: Noooo. El alma no necesita ni medio lavado ni enjuague. Ella está intacta, pura. Es nuestro ego -personal y colectivo- el que está remecido, tironeado, mojado, expuesto, sometido a limpieza. Yo creo que el alma puro sonríe, resplandece y nos abraza en cada paso de este lavado, ¿sabes?-.

Ritual Primavera PortalDe hecho, sentí -sin proponérnoslo- que el Ritual de Primavera, en que se produjo una reconexión con el alma muuuy bella, espontánea y profunda, fue un luminoso portal hacia otra vibración y estado. En ningún caso porque lo haga yo ni mucho menos, mi ego no necesita esa validación ni ese reconocimiento, no es mi tema en esta encarnación (tengo otros que me dan más dolores de cabeza, jaja), no ando buscando eso… Creo y constato que esos días, alrededor de fines de septiembre y hasta mediados de octubre, muchos -desde donde estemos- que seguimos trabajando en nosotros mismos (gran faena de esta vida) y viendo quiénes somos realmente, entramos a otra fase, que acá la llamaré: Segundo enjuague. Y en mi experiencia de lavar a mano y en máquina, el segundo enjuague puede ser más rápido y liviano, pero también va más al detalle, con revisión de los resultados, ya casi sin detergente…

Estos meses de fin de 2013, en que la serpiente de agua repta intrépida por distintas áreas, ya nos ha hecho mudar mucha piel y nos queda poco menos de la mitad. Ella nos ha despejado el camino, nos ha rasgado -y sacado- antiguos trajes gastados o pegados, nos ha traído tremendas oportunidades y nos ha hecho ver lo real descarnadamente. También nos ha frenado cuando queremos dar pasos desde la impulsividad sin antes terminar el ciclo anterior o hacernos cargo de en qué estamos…. Y con su cascabel anima la fiesta porque la serpiente tiene su humor negro y nos lleva a reírnos de nosotros mismos. Me tinca (me parece) que debe rodear la lavadora levantando una ceja a ver cómo vamos mientras nos sigue obligando a ser concretos en el avance, este tiempo no es para voladas, para fantasías y promesas incumplidas, ante eso ella se enoja y abre sus mandíbulas…

Porque la serpiente es práctica, es 2 +2, y como esta es de agua, nos ha pedido todo este tiempo aterrizar y resolver en nuestras emociones, por tanto también en nuestras relaciones, gran tema de este tiempo, y eso incluye la relación con nosotros mismos -la más importante, obvio; donde nos ha exigido dejar de mentirnos-, como también la relación con nuestro cuerpo.

¿Pero qué trae este segundo enjuague? Primero creo que tenemos que asumir: Nos estamos muriendo. Estamos frente a la despedida de quienes éramos en lo personal y como humanidad. Ya no somos los de antes ni podemos intentar devolvernos (igual hay quienes no se enteran y está bien, cada uno con su camino y con su evolución). Este tiempo es para terminar el despojo de nosotros mismos: de nuestro ego pegado. No porque sea malo, él es un aliado, sino porque hay que renovarlo, hay que decirle que estamos en un proceso nuevo, donde necesitamos su ayuda para que se mueva desde otra energía: ya no sólo desde el miedo a perder su comodidad al instalarse en un rol: bueno, malo, ausente, profundo, víctima, responsable, temerario, chistoso, distinto, superficial, serio, intelectual, amoroso, aislado, rabioso, intenso, rebelde, sumiso… Da igual, lo que sea que se haya quedado pegado, en este segundo enjuague tiene que salir… ¿Para qué? Para comenzar una etapa más consciente desde una energía más esencial y menos enmascarada, de manera de hacer un camino más auténtico en vez de seguir en estereotipos de toda una vida y que antes supuestamente -ja- nos funcionaron, pero ya no más…. Esos moldes están chocando con la realidad que nos impone la serpiente y este último par de años… Porque este tiempo es más luminoso, abierto, creativo, rápido, verdadero… No hay espacio para las divisiones de antes, ya no hay poderosos intocables, el sistema muestra su -sanadora- crisis, a cada rato la Vida nos recuerda que somos todos iguales (qué es Internet, si no), el planeta que nos sostiene también reclama su equilibrio perdido, y muchos comienzan a despertar a la Vida nueva…

Este tiempo es horizontal y circular, todo está ahí para todos: frente a nosotros están los caminos abiertos para quienes queramos transitarlos: están la ayuda, los compañeros de viaje, el conocimiento, todo… Ya no hay excusas, como lo vengo diciendo todo este año. Encima, como decía al principio de este post, las resistencias culturales-mentales de antes comienzan se disuelven cada vez más y ya no es tan raro querer crecer interiormente en vez de sólo estar pendientes del éxito social, ni querer comida más natural, ni optar por cosas más simples o por terapias que mezclan consciencia y energías en vez sólo tomar los químicos acostumbrados…

Me llega que cada uno debiera hacer su propio ritual para hacer su auto-despedida y luego celebrar la nueva etapa, sin moldes ni expectativas, dejando el espacio abierto a la sorpresa… A ver qué sale. Por lo pronto, las alas sutiles de mariposas ya casi-casi están listas para ser estrenadas… Es nuestra etapa más densa, básica y apegada la que está muriendo vía metamorfosis, lavados y enjuagues, mientras nuestra crisálida 2013 burbujea incesante el caldo del cambio profundo e irreversible…

Estamos cansados, pero más alegres y confiados que antes. Conectando todo: satisfacciones, dolores, sanación, avances, risas, inicios, términos, pruebas, sincronías. Como esta imagen de atardecer que me quedé extasiada viendo desde el balcón y que una amiga comparte desde otro punto de Santiago, maravillada con el mismo cielo y momento… Acá la dejo, y en el próximo post viene la segunda reveladora acción de este particular enjuague

atardecer en Santiago

Pequeños grandes pasos

Cómo cambian las cosas… Un tiempo dejé de ir a un café argentino que está bueno y sabroso, pero se podía fumar y es demasiado pequeño como para aguantar el humo. Cuando por fin se aprobó en Chile la ley que prohíbe el cigarrilo en espacios públicos (gesto que tiene todo que ver con el despertar de consciencia colectivo) volví a ir y lo disfruté un par de veces. Pero en invierno suelo buscar más sol y ahí no llega porque está mirando al sur, así que dejé de ir….

Hasta que un día nublado de casi primavera paso a media tarde, redescubro la pantalla de TV que tienen sobre la barra y le digo al dueño -que ya sabe que me instalo en la mesa de la esquina con el compu y la agenda luego de la hora de almuerzo, cuando hay menos gente- que si puede poner el canal donde pasan… Avenida Brasil! (si quiere entender de qué se trata, pinche aquí) y me dice: Claro, decime cuál es y lo ponemos-… Entonces me siento extasiada en mi mesa grande, con sopa, té blanco y sandwich, mientras respondo decenas de correos, miro una carta astral y oigo-veo mi nuevo fanatismo televisivo. Casi me siento infiel con mi café francés de siempre, que es tanto más bonito que éste, pero obvio que no tiene pantalla, este accesorio es gringo… Ayer fui otra vez (al café argentino) y una de las socias también la sigue y me preguntaba detalles de la historia brasileña, mientras las garzonas (meseras) opinaban que deberían pasarla a la noche porque no la pueden ver y «todo el mundo la ve»….

Y una tarde triste-alegre de fines de septiembre, después de un viaje express -pero bello- por Baires y luego de acompañar a una amiga en su duelo por la muerte de su compañero, con Juan Pablo y Cocó nos vamos a las fondas por la celebración del cumpleaños de Chile, a pasear, comer y bailar para pasar la pena… Siento que necesito moverme y botar dolor, cansancio, frustraciones… Cómo cambia la energía el baile y la música alegre: cueca, cumbia, chachachá, salsa; alegran la noche despejada y aún sensible… Pero antes del baile, a Juan Pablo se le ocurre decir que él ya sabe el final de mi adictiva Avenida Brasil, y como uno de sus dones es conversar, le digo (tapando mis oídos): noooo, no me lo cuentes! Cocó, distráelo pa’ que se le olvide que alguna vez mencionó esto -les digo y le insisto en que no diga ni media palabra porque encima yo  soy curiosa y se me puede ocurrir preguntarle. Y él puro se ríe con cara amenazante. Por suerte después bailamos mucho al ritmo de Los Rumberos del 900 y todos nos olvidamos del tema… Por suerte. También olvidamos por un rato las sacudidas emocionales de esos días…

Igual yo quiero que se me pase el fanatismo novelero porque me viene síndrome de abstinencia cuando no la veo… No sufro, pero me inquieto y me da envidia la gente que sí puede verla, como Isabel que estaba con sus meses de postnatal y que cuando la fui a ver estaba terminando de verla mientras el bello Domingo con sus cinco meses de vida disfrutaba el calor de hogar… En fin… Como dice uno de mis proverbios budistas preferidos: Todo es impermanente, esto también va a pasar…

desapegoComo va a pasar esta agitación de fines de septiembre y principios de octubre, ¿verdad? Varios me escriben y con otros tantos conversamos en la consulta de carta astral, en la radio, en el chat, en casa y en el restaurant favorito del  barrio, sobre estos días en que estamos tan obligados a mirar en qué estamos, dónde, cómo y hacia dónde.  Pero no es la misma de la invierno. La agitación, digo. Como he compartido en este blog y en el Ritual reciente: estamos en plena metamorfosis, y tantos lavados y enjuagues del ego este 2013, ya comienzan a ver la luz. Se siente en el aire. Se palpa en el día a día…

Muchos ya entramos -poco a poco- en la aceptación y el agradecimiento del camino recorrido, por frustrante -e impopular- que sea ante los ojos del ego. Muchos comenzamos a hacer cambios concretos por pequeños que sean: a no darle espacio a la queja, a soltar el dolor de mirarnos (a nosotros y nuestra vida) profundamente -tarea sólo para valientes- para pasar a la acción. Como Germán, quien una vez que se vio solo en casa luego que su mujer dijo «me voy»; después de patalear por semanas, miró la maleza del pasto de su casa y se levantó para sacarla comprendiendo que comenzaba su nueva vida, sacando parte de lo que sobra e impide su flujo vital en armonía porque le corresponde aprender a estar consigo mismo, cosa que no ha hecho nunca en sus más de 40 años. Como Sandra, que después de comer azúcar y grasa hasta más allá de la saciedad, comenzó a ir a bailar al gimnasio, lo disfruta, y ya no toma las intoxicantes gaseosas. Como Pedro, que entendió que su hermana no es su enemiga ni una arpía, sino que está ahí (vino con ella en esta encarnación) para recordarle cosas, para reflejarle otras y hacerla reconectar con su luz, con su alma. Como Alejandra que entendió que si sólo tiene 100 dólares para gastar con sus hijos en un pequeño viaje de fin de semana tiene que aceptarlo y no pedir dinero prestado porque eso se transformará en una cadena de stress que luego la ahogará, y con consciencia me dice: «sí, esto es lo que tengo y hay gente que tiene menos, me las arreglaré, si igual yo cuando chica no tenía nada». Como Gabriela, que decidió renunciar a su beca de doctorado en España y se vino a Chile sin terminarla porque la economía ya no le hace sentido y la siente fría, en cambio se dio cuenta que lo suyo es la sanación aunque sus cercanos se resistan y critiquen su opción. Como Mariana que decidió habitar su casa y se compró cama nueva, despejó su habitación y ahora duerme más feliz porque además cada noche comenzó por fin a hablar con sus guías y maestros, diciéndoles que la ayuden a ordenar su mente para solucionar ciertos problemas, «y la verdad estoy más tranqui; llegan las personas que necesito para que me den una manito!!». Como Clau, que desde Uruguay me cuenta que se salió del trabajo, cosa que no sobra ni se mueve en esas tierras, porque está seguro que puede encontrar algo que lo llene realmente. Como yo misma que decidí parar en la radio por un rato porque el resfrío -que un día me dejó sin voz y otros me trajo fiebre liberadora- ya es una gran señal de detención después de muchas emociones movidas-vividas y prefiero optar por el auto-cuidado antes de exponerme y exigirme como tantas otras veces…

pasosarenaSon gestos, son pasos pequeños y significativos que pueden cambiar nuestro presente y darnos un nuevo impulso no pretencioso ni fantasioso, sino simple y concreto para avanzar en este viaje que está algo enredado para muchos. De hecho en estas semanas me han llamado más que otros meses para pedirme lecturas de tarot y cuando eso sucede, mi experiencia es que la agitación de los tiempos (de la energía) se pone más intensa y necesitamos respuestas. Pero resulta que desde marzo dejé de leer este oráculo y varios quedan sorprendidos cuando les digo que ya no, que ya fue y que no lo veo más porque siento el ciclo se terminó. Al menos por ahora. Y que quiero respetar eso porque no quiero trabajar en algo que ya no me guste ni me haga sentido. Al menos en esta vida decidí -y se me permite- elegir a qué dedicarme y yo escojo mi tranquilidad, felicidad y coherencia: escribir, comunicar, guiar, cartas astrales, rituales, talleres, charlas. Eso por ahora me va bien y elijo respetar esa voz interior que te dice Sí o No con tanta claridad cuando queremos escucharla. Ahora, igual mi mente, ante las insistencias duda y dice «será que lo retomo para unas cuantas lecturas»… Pero como la vida es entera sabia y sincrónica, justo cuando le estoy dando la vuelta al tema, voy a la manicurista y no está la chica de siempre y me dan cita con otra que se llama Paz. Conversamos de todo un poco y cuando le pregunto que cuánto lleva en esto y si le gusta, me dice: «como tres años, lo estudié porque me gusta lo estético, antes hacía masajes de relajación, y estoy todavía acá porque aún sigo aprendiendo, cuando no tenga nada más que aprender me voy, yo soy así, no trabajo en algo que no me motive, no soy capaz de levantarme por algo que no me aporta, yo dejo las pegas (trabajos) cuando ya no estoy contenta ni aprendiendo»…. ¿Qué tal?! GRACIAS! digo yo en silencio y le comento que yo soy igual y que es tremenda bendición poder hacerlo porque hay mucha gente que no puede por tantos motivos… Mi mente dubitativa se queda tranquila y mi corazón, feliz.

¿Y ahora qué? Ufff, dicen que octubre es tiempo de «resetearnos«, de detenernos, comenzar de nuevo, sacarnos antiguos moldes y creencias para reconectarnos. Dicen que trae una energía extrema -¿todavía más? -digo yo.  Dicen que se abrirán distintos caminos para seguir dando estos pasos que ya comenzamos y soltar mucho más el pasado… Se dice mucho y se confirma el poderoso crecimiento colectivo y personal en el que estamos… Y en medio de este bombardeo de información sobre octubre,  la gran antropóloga chilena Patricia May -que últimamente cada vez que la escucho en vivo o por podcast, nada más oírla se me llenan de lágrimas los ojos- comparte un texto breve y poderoso, que como siempre nos ayuda a aterrizar y a conectar con lo real en tiempos de caos. Se los dejo acá, con un abrazo entusiasta para vivir lo que sea que tengamos que experimentar en este mes donde comenzamos a renacer. Seguimos!

TIEMPOS DE CAOS Y DESTRUCCIÓN
Cuando las fuerzas destructivas entran en la vida, ya sea enfermando al cuerpo, rompiendo una relación, generando crisis personal y social, todo entra en caos.
Y el caos es una gran oportunidad de renovación, de nuevos órdenes, de vida nueva; pero suele ser también tiempo de gran incertidumbre y dolor.
Tiempos de confusión, de nubes emocionales que no permitan “ver claro”, tiempos también de despedidas, de término de relaciones, situaciones, etapas. El yo se duele y no queda más que aceptarlo, rendirse ante ese dolor, pero al mismo tiempo es vital para el caminante no abandonar el contacto con su núcleo interior, con el jardín interno, con ese espacio de luz y quietud donde la fuente de la confianza radical, el soltar, la paz, ecuanimidad y sabiduría reinan.
Sabiduría de los ciclos de la vida, de dejar ir, de aceptar el dolor, de profunda esperanza que siempre, siempre después de una muerte hay renacimiento.
El caos es necesario en la evolución y es un tiempo crítico, riesgoso puesto que nos puede conducir a identificarnos con dimensiones oscuras, con miedos enquistados, con rencor, con desconfianza y control.
Uno de los grandes errores del caminante en tiempos críticos es rendirse a las mareas colectivas perdiendo todo contacto con su centro, dejar el tiempo de silencio diario, revolcarse en la confusión; porque una cosa es aceptar en conciencia, observar la confusión, el dolor, y otra revolcarse y alimentarlas hasta transformar el dolor en sufrimiento constante y darse permiso para acciones inconscientes y dañinas.
Las épocas de caos y destrucción son de caminar en una cuerda floja, donde solo nuestra claridad interior puede sostenernos, pues no hay nada exterior de que afirmarse y se hace más evidente que nunca la necesidad de presencia de nuestra Alma con su claridad, y paz para iluminar cada paso.

Patricia May.

Antes del equinoccio primaveral

… Hay días en que digo: ya no más, llévenme, no quiero seguir, me cansé, devuelvan la plata!… Boto mi lagrimita y luego digo: bueno ya, aquí estoy, sigamos, si ya sé que está todo bien aunque a ratos la confianza y la buena onda se me van al subsuelo con tanta limpieza y «enjuagues» de este sanador invierno… Las terapias me ayudan, mi trabajo interno y respirar también, igual que a ti, ¿no?… Siento que estoy llegando al final de algo, que han sido muchos duelos (incluido el de mí misma, el de mis expectativas sobre mí, suena auto-referente pero es así) y a ratos no veo ni media luz en el camino -le digo a mi querido Fer, a quien desde Escocia se le ocurrió irse sin escalas a Uruguay y no sabemos si volverá a Chile… Está igual de movido que tantos, bienvenido al club.

Y en medio igual aparecen los regalos, las sanaciones, los abrazos, las sincronías, los mails, las conversaciones, el trabajo astrológico reconfortante y lleno de sentido, las celebraciones, los preparativos del ritual de Primavera, las risas y obvio que me río de mi ego todo el rato… Es él quien no da más y se quiere devolver-ir. Mi alma, mi esencia -la de todos- está intacta, sabia y visionaria; pero igual podría decirle a una -con peras y manzanas- «mira, que tú tienes que vivir esta pena/rabia/decepción/desolación/herida/desconcierto/desafìo/freno pa’ que puedas experimentar esto otro, porque así vendrá esta otra vivencia que te llevará a tal estado»… Pero el alma no habla así. Ella a  veces es entera silenciosa o disimulada, aunque otras es tan evidente; no se sabe con ella, depende de cuán conectados estemos… Como cuando justo alguien me busca con mucha urgencia en mi consulta y nos cruzamos en la calle sin vernos, y encima no casualmente salgo sin el celular y nos desencontramos y se enoja porque ya no tendremos tiempo: Está claro, no teníamos que vernos, te das cuenta, verdad? -le digo, aunque no lo entiende del todo, pero termina aceptándolo… Como en una lectura de carta astral al atardecer en que dejo un poco abierta la ventana y cuando estamos hablando con la consultante sobre su fuerte ciclo de cambios que incluye una depre(sión), aparece volando lo que creemos es un mosquito, pero termina siendo una mini mariposa y me pongo feliz y le digo: viste como te estás muriendo internamente para renacer, las mariposas representan eso: renacimiento, la metamorfosis, qué bello, verdad? -Ah, qué bonito – me dice con más esperanza, en su acento algo extranjero… Como el primer lunes de septiembre, en que después de comenzar por la mañana hablando en radio Cooperativa de las heridas de Chile y que, dados los tránsitos astrológicos, no me extrañaría que se supieran más detalles de las torturas y sus responsables (cosa que sucede los días posteriores, lo cual  es un gran signo de estos tiempos de verdades ineludibles, donde Plutón en Capricornio y Saturno en Escorpión obligan) asisto más tarde a un foro de los 40 años del golpe militar en Chile desde el registro histórico y las representaciones de la memoria, donde expone una fiel lectora de este blog que me invitó, cuya ponencia habla -con profundidad y delicadeza- de la fotografía como «presencia de una arcoirissantiagoseptausencia» y su poderoso significado en la búsqueda de los detenidos desaparecidos; y al atardecer tengo una dolorosa pero sanadora-liberadora conversación que me deja entre aliviada-dolida; pero al llegar a casa, tengo un mail de la misma lectora me dice que salga a mirar un gran arcoiris que cruza Santiago y le digo: aahhh! no lo ví, estaba sanando cosas en una conversación… Pero no sabes la alegría (y sincronía) que me traes al saberlo. Lo googlié y lo viii -y agradezco esa luz mágica en Santiago y en mi conversación…

Los días siguen intensos y tan bellos en estas últimas semanas del invierno 2013, que siento que el Equinoccio de Primavera será un portal donde tenemos que realmente comprometernos a una vida nueva, donde estamos invitados a expresar todos nuestros colores como las fragantes flores que alegran las calles de la ciudad especialmente al anochecer, donde tendremos que renovarnos con alegría como el viento fresco que despeina…

Y cuando escribo esta nota y respondo correos de gente que viene al Ritual de Primavera, que será el sábado 28 de septiembre (vea los detalles acá y venga con confianza), pasa Daniel (lector-consultante-amigo-vecino) por fuera del café en el que estoy y se acerca a saludarme, me cuenta un poco de sus cambios y me pregunta que cómo estoy, no sé qué decirle, por mi mente pasa: bien-mal-feliz-dolorida-cansada-confiada-frágil-cerrando-iniciando-qué bueno verte, jaja…. Al final le digo: aquí y llevo mi mano al pecho y agrego: aquí, de todo, no? sobreviviendo! -y nos reímos. Me pregunta si saldré por los feriados (en Chile hay como cinco días por las fiestas patrias)… Le digo: pensaba quedarme acá, quería quedarme realmente, pero parece que iré a Buenos Aires unos pocos días… Ya veremos.

Luego, en la mesa del lado unos chicos hablan de los cambios y que están «chatos» (hartos), sigo riéndome… Me tinca (me parece) que los días previos al Equinoccio son una buena revoltura antes que todo se ajuste y equilibre con la entrada del Sol a Libra y la llegada oficial de la bella Primavera, que eleva el corazón y despeja las nubes para ver con más claridad y asumir otras tareas… Me pasó el año pasado, esa vivencia/sensación de fragilidad y despedidas… Revoltura que pese a marear y doler, agradezco profundamente, aunque no sepa bien hacia dónde nos lleva ni cómo, pero en la cual confío, pues me refugio con fe en el sentido constante de crecer, sanar y amar. Amar nuestra historia, amar nuestros pasos, errores, dolores, alegrías, triunfos, aprendizajes… Amar la vida que sigue pese a todo…

Nuevamente la palabra que más me sale es Gracias. Gracias …Y están todos invitados a cerrar el invierno con amor y a recibir la Primavera el sábado 28 con alegría y consciencia! Por mientras y especialmente a los lectores de otras ciudades que no podrán venir pero estarán con su energía, les dejo esta. Y seguimos! 😉

Regalos, caos, limpieza… Así está el 2013

Y sin pensarlo mucho, aparezco un sábado en Córdoba, Argentina, escuchando el tííípico aceeento arraaastrado que me causa gracia y ternura… Nos quedamos en el hostel Muzikë, un emprendimiento familiar que recién parte, con mucha calidez y buen diseño, en el centro de la ciudad.

-¿Pero por qué vas a Córdoba?- me dice con asombro una amiga cordobesa que ya perdió su acento después de muchos años en Francia y Chile.

-Porque se nos ocurrió; no lo conozco, es cerca, es barato y es uno de los pocos vuelos que estaba desocupado en el fin de semana largo. Además, yo no tengo ni media expectativa, simplemente voy a pasear y a recibir lo que encuentre; me da igual, el tema es hacer algo distinto; es un regalo -le digo con entusiasmo mientras ella toma su sopa de zapallo en un café de Providencia, y yo estoy en una pausa de mi consulta de carta astral.

-Ah, qué loco. Bueno, tenés que ir a La Cumbrecita, eso es típico y lindo de visitar  en las sierras -agrega mientras me da otros datos e igual sigue con su cara de pregunta por mi destino turístico.

Lago de las Truchas, en La Cumbrecita

Lago de las Truchas, en La Cumbrecita

Y yo, por tanto, voy a la Cumbrecita el domingo. También a Villa General Belgrano que está a una hora, ambos parecen la tierra de Hansel y Gretel y/o de La novicia rebelde, en cualquier momento aparece con los niños cantando…  La primera es una reserva natural y  villa de montaña peatonal donde hay que caminar por senderos y bosques hasta una bella cascada y lago, con calles de piedra y ripio, en que hay tienditas, casas de cuento, hostales, mucha peperina, abedules, robles, pinos, río y aire puro. La segunda, como me dijo otra amiga argentina a quien le gusta mucho esta zona, se parece un poco más a Puerto Varas o a Pucón, de Chile y son dos enclaves de inmigrantes alemanes en Argentina, con su cerveza, tortas, kuchenes, su orden -que no siempre me gusta tanto-, mezclado con el infaltable asado ché que tan merecida fama tiene.

paseo de las artesEl viaje estuvo lindo, intenso, divertido, sabroso y fluido: lo que se dio se dio y lo que no, no era… Como los quinotos (kumquats)  que son difíciles de encontrar en Chile, y que compré en una «frutihortícola» (vaya nombre para una frutería o verdulería) el sábado de noche camino al Paseo de Las Artes (un gran espacio callejero con muy buen arte, diseño y antigüedades al borde de la cañada que cruza la ciudad),  y que luego olvidé en La Batea, una tienda de decoración, hecho que recordé cuando ya terminábamos de cenar con una gancia con limón que nos quitó la sed. Y dije, bueno, alguien disfrutará mis quinotos… Pero al día siguiente, de vuelta de La Cumbrecita nos queda tiempo para ver una parte de la feria que no alcanzamos y paso por la tienda, pregunto por curiosidad, sin esperanza de nada

Quinotos, en una frutería de Carlos Paz, Córdoba

Quinotos, en una frutería de Carlos Paz, Córdoba

porque era un puñado de fruta no más, y una de las chicas salta y dice que me los guardaron en la heladera y los refrescantes quinotos regresan a mí sin esfuerzo… fluyendo….  Además el viaje está cruzado por muchas risas, improvisación, conversación, silencio, naturaleza, ciudad…. Y -confieso que he comido- unos irresistibles churros con chocolate caliente a media mañana con frío y sol (aún puedo saborearlos y podría ir día por medio por una porción, pero por suerte en Santiago sólo hay unos pocos lugares donde venden, lo cual agradezco pues mi intento de comer menos azúcar se vería absolutamente amenazado)… Además, este viaje me regala horizontes amplios en las sierras, esos que a veces es difícil encontrar en el centro de Chile, donde la cordillera -bellísima igual- actúa como un muro que a ratos, al menos a mí, me ahoga… Por eso me gusta el Sur Chileno, también por el verde intenso y su gente…

E igualmente, antes, durante y después, el tema de la intensidad y crudeza de este año está presente en conversaciones y en el compartir con la gente; también la pérdida de certezas -casi no quedan por estos días, al menos afuera, ni media- y la multitudinaria crisis vocacional… Antes de  irme me escribe Paula, una uruguaya que conocí en un hostel de Montevideo a fines de 2009 y con quien hablamos mucho de la vida, de astrología y más. Se vino a Santiago hace un año y me pide que nos juntemos pues necesita hablar porque… está en crisis… Era que no, si somos muchos! Y encima Chile es tierra de sanación, como le digo a varios extranjeros que van a mi consulta y a muchos amigos de fuera… A Vale, una inquieta y creativa cordobesa que conocemos en el viaje,  se le ponen los ojos vidriosos al contarme del crecimiento que está teniendo ahora y de la culpa que siente al poner límites, pero sabe que tiene que hacerlo… Eduardo me escribe porque quiere que le lea el tarot y cuando le digo que me cuente porqué, puesto que estoy en retirada de éste y quiero más antecedentes para saber si abro el espacio o no, también me dice que no sabe «pa’ dónde va la micro (bus) en su vida» y que no confía ni en él mismo, que se siente perdido. «Bienvenido al club y al nuevo tiempo», le digo y conversamos por mail que es muy importante que pida señales, que sepa esperarlas y que tenga alguna herramienta para centrarse: silencio, naturaleza, caminar, meditar, respirar, contemplar… lo que quiera, pero que se ancle, porque De los centrados, atentos y atrevidos será el reino del 2013

Lo que siento es que claramente en este tiempo ya nadie puede evadir los temas pendientes, ni hacerse el loco con nada, ni mantener aquello que está incómodo o a medias o en la oscuridad. La vida obliga este año a definiciones, cortes drásticos, despedidas, limpiezas: a hacerse cargo sí o sí, a sacarnos caretas y auto-engaños. Y también muchos están viendo: sus dones, la poderosa conexión con la Divinidad. Como me dice una amiga por mail, comentando la nota anterior sobre La energía: este tiempo está eléctrico y es un «raspacachos» para todos… Y sí, no podemos obviar las verdades y menos si tenemos trabajo personal encima porque una vez que decides ver (tu vida, el camino, el sentido, lo verdadero) ya no puedes cerrar los ojos ni quedarte mirando el paisaje. Es tiempo de ir al fondo.

ropa lavadoraY al regreso del viaje me encuentro con Paula para hablar de Chile, Uruguay, nuestras idiosincracias, su urgencia de hacer lo que realmente le gusta y no cualquier oficio para sobrevivir, y también conversamos de la lavadora en la que estamos todos en este tiempo, «pero tranquila que ya vamos al primer enjuague, jaja» -le digo, mientras tomamos un pisco sour en un café…. Al llegar a casa tengo un mensaje de Cami que me dice que le alegró mucho mi viaje y que… está en caos, que no sabe qué hacer porque necesita cortar con mucha gente alrededor y además ya no quiere seguir dando clases y que se dio cuenta que lo suyo es la producción y lo administrativo, pero que acaba de entrar a un proyecto donde tiene que enseñar… Y al día siguiente me encuentro con una de mis vecinas de barrio a la entrada de la galería El Patio, en Providencia, que me dice con angustia que la acaban de despedir del trabajo y que sabe que es por algo y para algo, pero que igual siente miedo; es la primera vez en que su base sólida, el trabajo, cae… Y cuando nos despedimos después de un té, me escribe un amigo para contarme que está recibiendo mensajes mucho más directos de sus maestros y que está asustado-feliz… ¡Vaya tiempo este! …De tarde, una sanadora que hasta ahora ha oficiado de periodista y marketera con mucho éxito en grandes compañías, se decide a entregar sus dones y manda un mensaje público que dice: Gracias al consejo de una buena amiga y su guía espiritual, he decidido llevar mis aprendizajes y experiencias espirituales a quienes los requieran. Por ello siéntase libres de contactarme para efectuar consultas personalizadas sobre: – Tarot – Numerología – Meditaciones guiadas para relajación, concentración y quitar ansiedades, entre otros. – Aprender a respirar – Alineación de chakras… Guau!! Me da emoción y la felicito por tremendo paso inspirador (si quiere sus datos, deje un comentario al final de la nota 😉 ).

Y en medio de todo, mi oído izquierdo duele un poco y al rato lo sé: viene el señor resfrío a visitarme. Ya me había amenazado hace unos días. Y le digo a mi cuerpo, una vez que la visita es un hecho y mi garganta arde: Eehh, te pasaste pa’ generoso! Me dejaste viajar sin ninguna molestia y esperaste a que estuviera en casa pa’ mandarme este resfrío. Qué bakán! Gracias! … Me emociona profundamente la nobleza del cuerpo y de la vida que siempre está ahí, sólo que por lo general no la vemos… Luego, las molestias crecen, la nariz se tapa, la fiebre sube y al óleo 31, al té de menta, al limón y al pomelo, se unen la malva y la peperina que me traje de Córdoba (la vida es perfecta) y el tilo que le compro a un yerbatero improvisado que se instala en Pedro de Valdivia y Provi cuando yo voy sorbiendo un exprimido de naranja para llevar recién comprado en el Dominó: naranja en viaje!, dice el maestro de cocina y me río siempre que lanza esa frase… Y desde Mercedes, Su me manda sanación online con sus manos canalizadoras «están yendo a tus oídos», me dice y me pide que abra los brazos desde el otro lado de la pantalla y siento tremenda energía…

Desde mi cama y en mi propia lavadora siento la limpieza de esta gripe y sus regalos de quietud, conexión, purificación, silencio, descanso, ayuda; siento también que muchas cosas se están yendo para varios pasajeros de este blog y muchos seres, que el proceso puede doler, pero que es tremendo regalo e inicio de un ciclo con más claridad sobre quiénes somos, hacia dónde vamos y qué queremos aportar en este viaje-vida lleno de colores. Ahí vamos!

¿Estás haciendo aquello que amas?

… Cuando muchos estamos a punto de entrar a nuestro primer enjuage (si no entiende el concepto pinche acá) en  estos primeros días de mayo 2013, la maravillosa sincronía de la vida siempre presente para quienes quieran mirarla, me trae este buen video que en 10  minutos refleja lo que -de la mano de Plutón y Urano- está pasando a nivel colectivo con el sistema, el trabajo, la vocación, la felicidad… Es decir, con nosotros…

Y nos empuja con la no menor pregunta de: «¿Estás haciendo aquello que (amas) te apasiona ahora?», a dar el paso en pro de aquello que amamos, nos realice y nos dé sentido de vida… Y si aún no sabemos qué es, estamos en excelentes tiempos convulsionados para descubrirlo (de algo que sirvan la crisis e incertidumbre colectiva)… Por experiencia propia y de muchos que pasan por mi consulta de carta astral y tarot diariamente, recomiendo para estas nobles tareas: bastante flexibilidad (lo menciona el video a continuación), una cuota curiosidad, mucho juego (probar con humor), grandes dosis de paciencia, siempre recordar que estamos acompañados -guiados- por la divinidad interna y del Universo y,  sin duda, disfrutar cada paso del camino, incluso el de la desazón o aparentes fracasos… Todo sirve y nada es casualidad…

Acá va. ¡Feliz mayo, mes de cierres, conexión con el placer y nuevos caminos!