Júpiter en Capricornio: ¿Aguantaremos tanta verdad?

Quise escribir un par de veces en medio de esta transformación que atravesamos en Chile y  también otros vecinos.  Al final no pude; la vorágine tuvo más fuerza. Y acá estoy, camino a los bosques y lagos sureños para escribir las Predicciones 2020; cansada como tantos que habitan esta tierra actualmente convulsionada de esta América más viva que nunca, atenta a la cantidad de señales que cada día se muestran en este renacer planetario, contenta porque algo en mí sabe -tiene certeza- que esto es muy beneficioso y es la caída definitiva -aunque paulatina- de este sistema cruel y desconectado que se nos ocurrió crear para vivir y que, como compartí en el audio de la nota anterior, se nos metió en los huesos y nos hizo distorsionar y profanar muchas cosas… Pero acá continuamos, recuperando centro cada día y recién sacudidos por el desmorone de las estructuras que desde 2008 anunció Plutón en Capricornio que destruiría, tiempo en que comenzó la crisis subprime como gran ícono de lo que ya no se puede sostener y de lo que vendría sucesivamente en varios países;  proceso al cual se sumó desde fines de 2017 Saturno, bautizado como  don Satur en este blog, con toda su sabiduría y, por si no bastara, ahora se sube al carro nada menos que Júpiter, un eterno bromista nada liviano.

Siempre hablamos por acá de la tríada: 2018, 19 y 20, que eran años muy poderosos. Claro que ni Ecuador, ni Bolivia, ni Chile, ni México, ni Brasil, ni Colombia, ni Estados Unidos, ni China, ni España, ni Francia, ni Reino Unido, ni Irán, ni Hong Kong dimensionamos de qué se trataría ese poder transformador, al cual varios otros rincones se sumarán este 2020.

Y,  Júpiter desde su trono dorado nos dice hoy 2 de diciembre: ¡Falto yo, chicos. Esperen que daré más material; miren que esta sacudida fiesta no me la pierdo! Claro, por si nos hiciera falta estímulo, a este coloso, dios temido, venerado, respetado y paradójico, se le ocurre despedirse de su casa sagitariana donde estuvo el último año y desde donde agitó el fuego, el sentido de vida perdido por muchos, las verdades en las iglesias, la justicia, la migración, los magisterios, la educación y los estudiantes, entre otros. Ahora Jupi agarra su copa de bronce, sus libros importantes (que no son pocos), su pasaporte intergaláctico y -por supuesto- su lupa y su dron de última generación (regalado por Urano y Neptuno) para recorrer a su antojo y sin prisa las secas tierras de Capricornio durante un año. Aguante las cabras, los arianos, cancerianos y librianos que les toca crecer -como a todos- solo que con más intensidad. Ideas aparentemente antojadizas del Universo, ¿no?

Al menos yo, siento e intuyo que aquí, en esta verdadera erupción social de Chile y sobre todo en el (no) manejo de ésta falta algo… No sé qué es. Pero aquí hay más de algo oculto que falta se revele. Y viene del poder explícito y de ese que está en la sombra pero que todo lo mueve. En este intrincado puzzle chileno que algunos llaman crisis o estallido social y que yo –junto a otros– prefiero llamar parto, transformación o nuevo país, falta una pieza clave. Y aunque mi energía geminiana está intrigada y expectante, mi consciencia sabe que esto se sabrá más temprano que tarde. Confío en los juegos y enseñanzas de Júpiter, también en su lado copuchento, chismoso, que no quiere guardar secretos, más bien adora contarlos. Al pasar por Escorpión (regente del poder, la intuición, la sexualidad, la investigación, la alquimia, las muertes literales y simbólicas) hace dos años él se encargó de destapar el abuso como un tema que cruza a la industria del espectáculo, no solo a las iglesias y a otras instituciones y salieron varios nombres a pasear por allá y por acá. A él le debemos el Me Too y sus derivados; enhorabuena.

Comenzamos con esta entrada de Júpiter a Capri un año de verdades que pueden resultar chocantes y/o dolorosas en varios puntos de este bello planeta. Terminará de salir lo peor y lo mejor de nosotros. Porque ya no se nos permite construir en base a mentiras, maquillaje de lo que está mal, ni añoranzas ni fantasías presentes o futuras. Júpiter es un irónico buscador de verdades y Capri es la realidad en sí misma; además de regir todo lo financiero y político; las grandes estructuras de la sociedad. La última vez que estuvo en estas tierras le ayudó a Plutón a avivar la mecha de las crisis en Estados Unidos y Europa. Ahora –además de los ya nombrados– Argentina, Suecia, India, Grecia, Italia, Alemania, Japón y Rusia pueden sumarse a las erupciones actuales. No necesariamente en torno a lo económico, sino desde el asumir realidades que nos tocarán a todos. Vienen verdades en torno a las prácticas que tenemos con el dinero, el trabajo, la ambición, con nuestras rigideces y miedos, con el patriarcado que portamos por dentro y por fuera, el éxito, la acumulación, la tercera y cuarta edad, las autoridades; también en torno a la minería, las tierras en sí, las grandes corporaciones y… el dinero del narcotráfico que cruza distintos poderes, incluido el que está bajo algunos «deportes».

Hoy más que antes vivimos eso de todo está conectado y de Somos Uno. Y Júpiter en Capricornio nos lo hará sentir en la piel. No sé si todos aguantaremos tantas verdades personales y colectivas. Pero lo que sí sé es que solo con éstas podremos construir lo nuevo. Se asoman en especial siete meses más de golpes de realidad necesarios e impostergables, así que es mejor asumir no solo eso que emerja ante nosotros y todo aquello de lo cual no hemos querido hacernos cargo en los últimos años, sino además que estamos en un camino desafiante, con mucha belleza, impregnado de Amor a esta experiencia humana y –aunque no lo parezca– cada vez con mayor consciencia. Por eso, entre otras cosas, ya no podemos mentirnos. ¡Al fin! Bienvenido, Júpiter, a esta fiesta o festival de la Verdad por más que duela.

Venus retro en Escorpión, gozar desde el alma

Por primera vez en meses puedo quedarme en casa una tarde de sábado sintiendo el sol en la terraza, viendo programas de tv que me gustan, comiendo un poco de helado de piña que no sé desde cuándo estaba en el freezer, tomando té verde sin tiempo… Cuando vives momentos exigentes y extraordinarios valoras mucho lo simple y lo cotidiano que antes estaba y no lo veías del todo…

Además, esta semana vinieron un par de amigas «nuevas» (coincidimos hace poco en un taller) a casa a tomar té turco, conversar de todo un poco, reírnos mucho y compartir algunas angustias e interrogantes también… Y puede parecer nada, pero siento gran felicidad, de simplemente estar, hablar el mismo idioma, compartir el cariño y el humor… Siento que revivo con este momento tan genuino, tan simple. Lo mismo me pasa con las clases de astrología en que todos experimentamos el cambio de energía tanto en el viaje completo de los cuatro meses que dura, como en cada miércoles en que nos encontramos a descubrir el ego y el alma propios y colectivos, con todo lo que nos entregan.

Algunas veces en la consulta, en la lectura de carta astral, lo que le corresponde a la persona que viene -el mensaje de sus tránsitos en el cielo- es eso: volver a lo simple, retomar (o descubrirlo; hay muchos que no saben) aquello que la hace feliz y le da calma e inspiración, darse gustos, hacer menos, dejarse ayudar… Y ahora varios tenemos que aplicar esto en nosotros; más aún con Venus retro en Escorpión, que ha estado tan reveladora y sabrosa durante octubre y nos dará material hasta inicios de diciembre…

Este movimiento de Venus es una profundización de temas oscuros, profundos, muy íntimos o no expresados en nosotros mismos y en nuestros vínculos más cercanos. También es volver a valorar lo que tenemos y conectar con mayor aceptación lo que perdimos o que por ahora no está. Es redefinir relaciones que ya traían temas en el último año y mirar con los ojos sanos -y a veces dolorosos- de la verdad del alma. Es sentarnos a sentir qué nos gusta, qué nos hace bien y si acaso estamos dándole espacio a aquello. Son reencuentros que provocan limpieza. Es un tiempo/espacio para estar con nosotros de forma más auténtica: escuchándonos, dejando que lo que tenga que ser sea sin reprimirlo y así permitir que afloren penas, miedos, alegrías, rabias, incomprensiones, hastío, envidias, agradecimientos, claridad, oscuridad… Venus retro en las aguas escorpionas nos permite drenar emociones intensas para después caminar más livianos y con un notorio cambio interior que se traduzca en alivio y mayor dirección de Vida, mayor sentido….

Y si bien ella, Venus, se pone directa el 16 de noviembre, no será hasta la primera semana de diciembre cuando retomemos mayor fuerza e integremos aquello que por estos días dejamos atrás, aquello que revalorizamos, aquello que vimos en nosotros y no nos gustó pero que luego de darle espacio -de asumirlo- podemos permitir que se suavice, aquello que se levanta como una verdad que ya no queremos, aquello que realmente gozamos desde el alma… Son buenas semanas para seguir sumergiéndonos en todo esto…

Mientras escribo esta nota, una tarde nublada de domingo, en que paso -sin escalas- del intenso y dulce cumpleaños matinal de la bella Coni -mi nueva amiga personal de seis años- en el parque Quinta Normal, a asistir y acompañar a mi papá, quien apenas despierta por su fiebre, pero que una vez -pasadas unas horas- en que se incorpora, en medio de los cuidados, le pregunto: ¿Qué te gustaría?, ¿Ver tele, silencio, escuchar música, seguir durmiendo, tomar té?… ¿Ninguna de las anteriores, todas juntas; me doy?  -concluyo tomando su mano con una sonrisa. Después de unos largos segundos, me dice con los ojos cerrados: escuchar música-. Y yo me alegro porque ya sé qué pondré… Lo mismo que de pequeña cada domingo por la mañana se escuchaba en casa, además de tangos, milongas, Violeta Parra, Piazzolla, Inti Illimani, María Elena Walsh, Mercedes Sosa; una de las pocas «pertenencias» que tengo de tiempos nada fáciles para mí en esta sagrada y perfecta Vida que cada uno ha escogido transitar sin casualidades, y que ahora de grande cuando lo escucho me da entre nostalgia/emoción/alegría… Al sentir los primeros acordes él asiente con la cabeza y yo canto al principio con la garganta apretada pero después muy feliz, muy agradecida de este espacio tan simple y profundo donde el alma pulsa con todo su poder y el amor puro se deja sentir en su bellísimo esplendor…

Eclipse julio 2018: Activar nuestro Sol

Hicimos una meditación con la fuerza de los ancestros al cerrar la Charla de Urano en Tauro que realizamos en Curicó, centro-sur de Chile, hace unas semanas (el altar de la Charla, en la foto).  El Sol nos acompañó después de un par de días de copiosa lluvia.  Hablamos de cómo nos movimos de 2011 hasta acá y cómo lo haremos desde este presente hasta que el irreverente Urano se vaya de Tauro en 2026. El grupo curicano es muy cálido y de todas las edades, varios son terapeutas, algunos con gran conexión para compartir herramientas con sus pacientes y cercanos. Los días antes que comience la Charla, conversamos del tema en dos programas de radio locales y no sólo comentamos de este movimiento planetario, sino también de las posibilidades para los signos; y uno de los locutores me pregunta qué decirle a la gente que no cree en la astrología… ¿Qué les decimos? …¡Que está muy bien! Que nadie tiene que perder su poder, que no es necesario convencer a nadie (por algo las religiones van en retirada; por fin!) y que si necesitan saber en qué se basa la astrología; pues en lo que constantemente sucede: el cielo -el Universo que habitamos y del que somos parte- se refleja en la Tierra y viceversa; lo que está afuera de nosotros y que encontramos en el camino (nuestros ambientes, vínculos, hechos) tiene mucho que ver con nuestro estado interior y éste último con lo que somos capaces de ver y conectar en nuestro exterior… Todo está conectado y baila una danza perfecta…

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Y cuando esa danza incluye un eclipse importante como el de este viernes 27 de julio por la tarde (acá en los sures del planeta, en Chile a las 16:20 específicamente),  que durará una hora y 43 minutos, aunque el evento completo alcanzará casi las cuatro horas; las cosas en la Tierra colectiva y en la personal se agitan pues se produce gran limpieza, hallazgos, cierres de ciclo en varios ámbitos y reconexión con los propósitos originales que vinimos a realizar.  Claro, el alma sabe cuáles son esos caminos. Nuestra mente no. Nuestro cuerpo los sostiene. Nuestra intuición los avisa. Nuestro ego al principio los distorsiona, pero si se domestica, poco a poco comienza a ayudar a este plan llamado Vida de tanta belleza y desafío. ¿Y nuestra consciencia? Ella está siempre dispuesta a hacerse presente -si la despertamos y la llamamos- para unir a todos los demás en un solo batido y dice: ¡Ahí vamos! Pues encuentra sentido en cada paso.

Este eclipse total de Luna llena en en el grado 4 de Acuario, que nos mueve a todos y con más fuerza a los signos fijos: Tauro, Leo, Escorpión y Acuario, en especial a quienes están de cumpleaños en los primeros diez días de cada signo (del 21 al 1 respectivamente) no sólo tiene gran duración, sino además mucha sensibilidad en el ambiente; explosiones, como los crudos incendios de Grecia (acá los temas 2018, por si quiere repasarlos y acá las Predicciones del año); también trae pruebas importantes a nuestro ego, a la impulsividad personal y colectiva, a la agresividad, a cómo manejamos los obstáculos y frustraciones, a la seguridad interior, a la soberbia de creerse diferente y especial, a la desconexión por estar sólo en la mente, o en la imagen y en la prisa… Por eso es preciso mantenernos más tranquilos, con el cuerpo más presente y liviano, atentos a nuestros movimientos y reacciones… En el horóscopo de esta semana dejé algunas breves pistas/guías para cada sigo, acá.

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Pero este viernes (y durante un mes, en especial) tenemos tremendo regalo. Este eclipse XL destapa aquello que esté impidiéndonos escuchar y seguir al corazón. No al romántico ni al emocional ni al del marketing, sino a nuestro centro vital donde residen nuestras certezas personales y colectivas, porque es un fractal del TodoEl corazón verdadero… Nuestro Sol interior, que es ‘mejor amigo’ del alma.  Esa chispa que está tranquila y vibrante a la vez, que quiere experimentar esta Vida en vez de pensarla o sufrirla. Que se atreve a jugar, a sentir, parar, intuir, avanzar, reconocer para que evolucionemos. Ese centro luminoso donde reside nuestra autenticidad y que nos impulsa a vivirlo todo, no sólo eso que nuestra mente considera «bueno», «seguro», «lógico» o «necesario» porque todo -desde una enfermedad o una dolorosa caída hasta el logro más anhelado y cada momento de alegría- tiene que estar… Este eclipse nos mostrará con cierta crudeza qué situaciones, relaciones, hábitos, pensamientos o dinámicas ya se saturaron en nuestras vidas y nos impiden seguir porque opacan esta luz interna, por tanto ya no sirven… A no ser que quieras seguir mintiéndote a ti mismo, lo cual es válido igual; cada uno con su ritmo y decisiones, ¿no?… Y mientras más ausentes de nosotros mismos estemos más tajantes pueden ser las lecciones para que nos detengamos a ver, limpiar y enmendar  nuestro andar… ¿Para qué? Esta vez el cielo hace especial énfasis en que seamos más genuinos, nos liberemos de máscaras, de pesos y de apegos; en que ocupemos nuestros dones y nos atrevamos a descubrir algunos nuevos  para contribuir a la evolución propia y a la planetaria, que cada vez está más vital y no cesará, pese a que el sistema (creado por nosotros) se resista,  pues  estamos más grandes y vivimos un maravilloso tiempo!  Feliz eclipse de Luna llena en Acuario, tiempo de gran autenticidad! 

 

Ahora sí: Aterrizamos en esta Nueva Era

Falta nada para abrir este ciclo nuevo de Urano en Tauro. «¡¿Y a mí qué?!» -seguro está pensando él. Urano es así: rebelde, irónico, rápido, innovador, rupturista, vibrante, alocado, despierto, frío, abierto, distinto, visionario, tajante, nervioso, ansioso, genial, impredecible… Pero el que sí puede estar preocupado es el dueño de casa: Tauro. Y el que está molesto es Escorpión, el vecino de enfrente a quien puede no parecerle nada de bien este nuevo personaje tan llamador de atención en la otra vereda…

De esto y más compartimos en la Charla de Urano en Tauro el sábado pasado por la mañana. Con el salón lleno, el sol del otoño acompañando y bella energía en torno a compartir, comprender, disfrutar, aceptar y cerrar con amor lo vivido los últimos siete años para abrir el nuevo ciclo con pureza y más consciencia, todos hacemos un viaje desde cuando iniciáramos de verdad -según mi mirada- esta Nueva Era que atravesamos desde 2011. Desde acá agradezco a todos los que participaron, al equipo fiel y creativo, al cariño y apertura de todos, a todos los de radio Cooperativa y a los guías de cada uno que se hicieron presentes para potenciar la conexión…

Hasta ahora, desde que Urano está en el fuego de Aries (marzo 2011) nos dedicamos a abrir esta Era y nos ayudó el arrojo, la tecnología, la rabia, el descontento, la limpieza de oscuridades, la fuerza de los jóvenes indignados por el mundo (desde la primavera árabe y España pasando por Chile y México con los estudiantes)… Nos sacudimos por fin de varios absurdos y engaños de este sistema… Pero mucho quedó ahí, sin dar un paso más. El fuego inicial de Aries nos llamó la atención pero no llegó a resolver necesariamente, también porque el narcisismo de las redes sociales hizo -en millones de casos- muy bien su labor de distraernos del despertar… En cambio ahora, sí comienza el tiempo de aterrizar y construir.

El cielo ahora nos dice Sí, nos apoya con otras fuerzas en signos de tierra, como Don Satur y Plutón que están en Capricornio. Ambos colosos se unen a la bienvenida de Urano en Tauro (tierra); por fin comienza otra fiesta, otra danza. La rabia, el exceso de identidad (cada uno exacerbando su diferencia: catlovers, doglovers, runners, veganos, vegetarianos, macrobióticos, higienistas, animalistas,  y todos los istas imaginables)  y la inmediatez de todo ya no son el motor, sino el valorar lo que ya tenemos para renovarlo con gran creatividad… Llega el tiempo de rescatar lo natural, de poner al servicio del bienestar de la Tierra, del cuerpo y de la producción de distintos productos -en especial la ropa, los automóviles y los alimentos, incluidos el cacao, el café, el vino, las olivas, los cereales y la carne- la tecnología de forma más pausada y más creativa que nunca… Pero antes, estará la sorpresa uraniana…

Obvio que los volcanes, las arenas, las tierras y el cielo pueden agitarse. Lo mismo la banca, los secretos en torno a dineros y poder, las monedas, la minería, la industria inmobiliaria, el comercio, y los protagonistas de estos rubros… Este 15 de mayo Urano llega a decir «Presente!» desde los valles taurinos y, además de obligarnos a dejar lo cómodo o seguro para en vez de estancarnos poder crecer en base a experimentar e innovar, reactivará nuestra luz para dar pasos concretos por nuestros proyectos, por nuestra prosperidad y la del Planeta, por el cuidado de nuestro cuerpo, por nuestro goce de la Vida en todas sus dimensiones…

Se asoman días con mucha novedad, que tendrán entretención y desafíos. Es bueno tener al ego miedoso y catastrófico en observación y dándole amor para que se calme… Porque dentro nuestro están todas las herramientas y dones para saber qué hacer y abordar cada reto de la Vida bella que pulsa sin pausa y que está en constante evolución… E igualmente, recomiendo (yo lo hago de siempre, no ahora especialmente): tener dinero en efectivo y no depender de una tarjeta, mantener frutos secos en casa y agua envasada, tener anotados los números de teléfono importantes, mantener los celulares cargados y… Lo más importante: honrar tus lugares:  tu casa, tu oficina, tu universidad, tu calle, tu ciudad, los árboles que acompañan tu camino… Agradecerles todo el sostén que nos dan, que es conmovedor…

Acá estamos, Urano, dios del cielo, listos para que nos jales de una oreja y nos pongas a crear desde Tauro.  A nuestro lado más rígido (todos lo tenemos en algunas áreas de nuestra personalidad y quehaceres) le puede molestar, doler o asustar, pero a todos nos hará muy bien. No vinimos a esta Vida a estar estáticos, vinimos a experimentar… Enhorabuena! Feliz Urano en Tauro! Feliz nueva experiencia creativa que durará esta vez hasta inicios de noviembre de este año! A ver qué sorpresas atesoraremos! Y, desde ahora, a bailar con esta que les dejo, demás que Urano junto a Tauro harán su propia coreo y la cantarán con ganas!

Abril, paciencia ¿a mil?

Durante el fin de semana la casa se llena de buenas conversaciones, risas, anécdotas, lágrimas, sanación, compañía, descanso, aromas, sabores, amor… Llegan los amigos -de lejos y de cerca- y la familia a visitar para compartir después de un tiempo de no vernos, donde antes no hubo tanto espacio para simplemente estar y descansar en la complicidad que da el querernos y el saber quiénes somos.

La estadía de Júpiter en Escorpión (hasta noviembre 2018) nos trae mucho de esto: valorar la intimidad; la conexión más profunda desde la alegría, desde el aprender juntos… Y ahora, mientras escucho el sonido del agua de la piscina de los vecinos (tendré que ir pronto a hacerme su amiga), preparo las clases del Taller de Astrología de segundo nivel (acá la info! Quedan un par de cupos) y miro el cielo astrológico de abril y mi primera impresión es… Aguante! Vaya que necesitaremos paciencia y practicar eso que nos cambia la vida pero que el sistema nunca promueve: detenernos.

Mucha tensión entre la energía capricorniana (tierra, solidez, metas, conservadurismo, estructura, disciplina, frenos, crítica, padre, sabiduría) y ariana (fuego, impulso, prisa, inicios, jovialidad, improvisación, rabia, adolescencia, valentía) se mostrará en terrenos internacionales, personales y sociales. Esto, además de levantar conflictos, obstáculos, sorpresas, oportunidades de comenzar cosas importantes y de lograr, hará aún más necesario que observemos con calma y una buena respiración lo que sucede para luego de eso tomar decisiones. Y es preciso recordar que una decisión también puede ser no hacer nada por ahora; que no es evadir, sino en serio asumir que no es el momento y que probaremos a ver qué pasa si esperamos un poco. Muchas veces puede ser un acto de coraje decidir no hacer o restarse… No todo pasa por la acción.

Abril (mayo hará lo mismo) nos pone enfrente -con más claridad que en otros momentos- los efectos de nuestra vibración. Todo lo de afuera es una consecuencia de nosotros mismos y no una causa de algo ajeno a nosotros, ¿verdad? ¿O aún creemos que es al revés? Lo de afuera no sólo nos refleja, nos complementa, nos muestra qué sembramos y cosechamos, qué oportunidad hay, qué aprendizaje vivir, qué atraemos, qué dejar, qué tomar, en qué estamos, cómo somos… No es para nada casual encontrarse con gente neurótica, o floja, o agresiva, o triste, o buena onda, o divertida, u honesta, etc. Todo está conectado a nuestro estado vibratorio y ofrece una oportunidad, ya sea de aprender, de cambiar, de descubrirnos, de compartir, de reírnos de nosotros, de aceptar…

Las tensiones que Marte, planeta guerrero e intrépido, junto a la energía ariana/capricorniana nos traerán, nos piden mucha flexibilidad y humildad ante la frustración y ante provocaciones del ego. E igualmente posibilitan que nos atrevamos, que esperemos para elaborar una mejor respuesta o estrategia que sí pueden dar resultados, pero luego de aceptar algunos No iniciales de la Vida.  Y tendremos una aliada: la diosa Pallas, sabia y visionaria, que recién entra a Géminis, nos permite mirar más allá de nuestro ombligo y movernos con más análisis y frescura. Abril trae muros y frenos, pero también recompensas a la paciencia, a la creatividad frente a los problemas, nuevos caminos y formas, y también trae mucho para contar.

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Ahora, igual hay un ultimátum: dejar a la víctima, al rescatador y al victimario que todos llevamos dentro en algunas actitudes y áreas de nuestras vidas. Abril nos pide ocuparnos de nosotros, hacernos cargo de nosotros, no del otro. No es individualismo. Es consciencia: si yo cambio, el resto (mis ambientes, mis vínculos, mi cuerpo, mi estado) cambian. Si dejo de echar la culpa y de interferir, cada uno comienza a encontrar sus respuestas y experiencias…

Abril nos abre caminos a raíz de la frustración, de ciertos obstáculos. Sin ellos -muchas veces- no encontraríamos nuestro valor y talentos… Paciencia, aguante y confianza en el camino de este potente 2018, con todo lo que trae!

Noviembre 2017: Más risa, menos drama

Me invitan a la Patagonia chilena a dar un breve taller de astrología el 1 y 2 de diciembre. Un honor ir para allá, a Coyhaique. Y una buena aventura también porque no lo conozco y desde el año pasado tengo señales para ir, así que cuando me lo plantean digo: sí  -siguiendo el flujo de la Vida, que a todos nos indica sutil o concretamente cosas que tenemos que hacer y otras que no.  (Acá la info del taller para los interesados).

A las almas inquietas nos gusta -y a eso vinimos- explorar, ir más allá para redescubrirnos, experimentar, soltar y recibir. No todos vinimos a lo mismo, y hay quienes vienen más a sostener y estructurarse; entre otras cosas… Estos días algunas alumnas del taller se emocionan con el poder de la astrología y la transformación interior que produce -tanto para vivir como para mirar la Vida- debido a lo que vamos trabajando en clases, donde no hacemos sólo teoría, porque así no se aprende ya… Y varios consultantes se emocionan también en las lecturas. De la mano de Quirón, nuestro sanador interior, pasamos por semanas de alta sensibilidad y, después de pruebas vividas desde mediados de este invierno (verano en el norte) ahora vamos comprendiendo el sentido. Este es uno de los regalos que nos da Júpiter en Escorpión, que ya se deja sentir.

Claro, no es lo mismo vivir un dolor y un desafío con un signo de interrogación en la cabeza y angustia en el pecho o la panza, en vez de, poco a poco, ir encajando las piezas del puzzle personal y comenzar a ver más luz aún en medio del dolor… O vivir un desafío desde mayor consciencia, donde tienes la certeza interior en el camino, más allá de si te gusta o no lo que estás experimentando, pero sabes profundamente que eso es preciso para ti y, poco a poco, te entregas a lo que la Vida quiere o pide…

Por estas semanas se respira tensión en el ambiente y no sé en qué momento ya se terminó octubre, muchos sentimos que nos faltan días y, en mi caso,  si bien hasta ahora pasé bien algunas pruebas de Urano, también veo que varios cercanos están viviendo agitación, mucho imprevisto y una cuota de desazón… Y todos estamos cansados. La aceleración del tiempo no es menor y aunque ya comienza a ajustarse, igual ahora las aguas están agitadas. Esto último es literal y metafórico: estas próximas semanas se moverán los océanos y las lluvias, como también nuestras emociones para acomodarse al nuevo espacio vibratorio que todos –lo sepamos o no- conformamos… La Luna llena en Tauro de este 4 de noviembre hace lo suyo y provocará más tensión y visceralidad hasta alrededor del 11.

Estoy escribiendo esto y las chicas del café aprovechan que sólo estoy yo -y que nos conocemos- para poner música mexicana a todo volumen mientras todas cantamos a Juan Gabriel, bien dramático y meloso, jajaja. Son muy chistosas porque son estudiantes, de aspecto rudo, y pasaron de escuchar hace unos segundos un rock pesado  a: «dime cuando tú, dime cuando tú«.… Terminamos riendo hasta que llegan nuevos clientes y tenemos que dejar el canto cuando ya hasta habíamos improvisado la coreo…

Con la música de fondo pero a menor volumen (seguimos con Chichi Peralta), continúo. ¿Qué sería esto? El nuevo espacio vibratorio requiere de un ego (mente&emociones) más liviano, menos pegado. Y noviembre trae regalos para provocar esto. Por una parte, la energía escorpiona seguirá destapando verdades en torno a abusos de todo tipo, temas con dineros, extorsiones, secretos largamente guardados (familiares, sexuales, de dinero) y más, con lo cual se despejan bloqueos y oscuridades… Por otra, tenemos la gran posibilidad de cultivar lo que podría ser un buen slogan por bastante rato: Más risa, menos drama!

Noviembre nos invita al ‘humor sanador’… El mejor espacio para reírnos es en torno a nuestros hábitos mentales, emocionales y físicos opacos o dañinos: las ideas repetitivas, la ansiedad, la prisa,  la dispersión, el dramatismo, el victimismo, la prepotencia, la inseguridad, los enojos sobredimensionados, la negación, la fantasía, el egocentrismo, la gula en todas sus versiones, la invasión, la rigidez, el apego, etc. No se trata de tomarnos las cosas a la ligera porque hay temas que requieren que nos activemos y usemos nuestro poder interior; sino de tomarnos menos en serio, de reírnos de nuestro ego. Y para esto, hay que estar muy presentes y abiertos, porque al ego nuestro de cada día no le gusta que lo descubran pues pierde supremacía… Entonces, la invitación es a observarnos, sentirnos y reírnos de esos aspectos nuestros en vez de seguir presos de éstos o de criticarnos y entrar en culpa… La risa libera, quita peso, evidencia lo absurdo, alegra, acompaña y -fundamental-  eleva nuestra vibración, lo cual se traduce en una vida más fluida y consciente…

Esta es una de las puertas que se abren en noviembre (pronto escribiré sobre otras) donde podremos reír, pedir ayuda en los temas que nos entrampan emocional y materialmente, mirar con más profundidad el presente y desapegarnos de hábitos dañinos. ¡Enhorabuena y a reírnos más porque material va a sobrar; ja, ja!

Júpiter escorpiónico, octubre 2017 a noviembre 2018

Júpiter & la Tierra

Júpiter es panzón, de espalda ancha y bien erguido. Llena mucho el espacio; lo invade a ratos. A mí me cae bien, me divierte mucho; ha sido buen compañero en ésta y otras vidas; pero no me creo todos sus cuentos, ni menos su buena fama. De hecho a veces lo hago callar porque vaya que habla y se dispersa. Muchos lo ensalzan. Él feliz. Algunos creen que cuando los visita (cuando pasa por su signo) les caerán luces de colores, flores y monedas de abundancia durante un año. Ja. No precisamente, aunque igual un poco. A veces él, que es entero bromista, trae mucho ruido y pocas nueces, o poco ruido y un nogal -o mazazo- nada cómodo al principio.  Porque él no es delicado. Es algo burdo en sus formas, pero es bonachón y con gran carisma. De esto último saca mucho partido porque él no cree demasiado en el esfuerzo sino en abrirse puertas; arte muy fructífero que Saturno, su padre, mira con desdén.

Ahora él se despide de Libra, desde donde nos mostró por un año muchas cosas que no estaban bien en nuestras relaciones, nos sacó máscaras en torno al aguantar y/o conciliar, nos mostró lo mal que nos hace quedarnos sólo en las dudas -en la mente-, nos trajo relaciones más armónicas, como también nos puso enfrente el compromiso real, y nos invitó a valorar más el fondo que la imagen.

Es que Júpiter esconde en su morral -él no es moderno- una gran lupa. Y cuando se pone enfrente nuestro saca también un extenso pliego de papel -con algunas manchas de comida- que tiene un mapa dibujado, donde están nuestros caminos de Vida: las decisiones que hemos tomado, la gente que encontramos, la vocación, los planes cumplidos e incumplidos, nuestras creencias, las experiencias que hasta ahora nos hicieron crecer, los lugares que exploramos, lo que descubrimos de nosotros mismos, las alegrías, las decepciones, las pasiones, y un buen etcétera. Ahora, varios planetas guardan -en su propio formato- este mismo mapa con algunos énfasis distintos. Obvio que éste viene dibujado en 3D y que, al mirarlo de lejos, es la Flor de la Vida. Y obvio que va en espiral ascendente (para que podamos entenderlo mejor) y que no es llegar y analizarlo desde la mente racional porque, como lo he dicho mucho: la Vida es perfecta… Y no es cómoda. Tampoco ideal. Simplemente Es. Y vaya que contiene y pulsa belleza (Amor) a cada instante.

Bueno, el chispeante Júpiter parece muy simpático. Pero de repente agarra sus lentes y su pipa con seriedad y comienza a mostrarte cosas -con su lupa y sus relatos- que no entendiste ni integraste y que, de haberlo hecho,  habrías entrado en la profundidad de la Vida. Por tanto, en el poderoso lenguaje del alma.  Ahí no más, nos sentimos algo asfixiados por su presencia porque a él le encanta preguntar y no conoce la palabra ‘tino’. En medio hace algunas bromas con nuestras ingenuidades, gulas y rigideces para que veamos nuestra responsabilidad en el camino recorrido. Pero a él no le interesa hacernos sentir culpables ni tampoco provocarnos miedo. Él apunta a otra cosa.

Después de hablar bastante y de darnos un par de lecciones claves. Nos muestra en qué aspectos nuestros no vemos los detalles; pasamos por alto las condiciones, a nosotros mismos y la sensibilidad de otros; en qué exageramos, estamos fanfarrones, no sabemos callar, nos entusiasmamos pero no concretamos, perdemos el tiempo; dónde están nuestros excesos… Y cuando ya tenemos ganas de huir, nos agarra fuerte del brazo para hacer énfasis en algo fundamental: ¿Cuál es el sentido de tu Vida? -pregunta con una carcajada. Y, como es generoso, continúa: ¿qué sentido tiene tu trabajo, tus relaciones, tus anhelos, tus movimientos? Ante nuestro balbuceo, él agrega pistas: Veamos, ¿cuáles son tus verdades?, ¿en qué crees profundamente como para que eso guíe tu Vida?… Y ante nuestra cara de pregunta o carraspeo, nos da una última ayuda clave: ¿Cuáles son tus propósitos de Vida?, ¿Para qué haces lo que haces?, ¿qué buscas?, ¿buscas algo o vives en automático?… Entonces comienza una bella conversación con él donde podemos profundizar en nosotros, en lo que nos pasa, en nuestras intenciones, en por qué ciertas cosas no se han dado y en cómo comenzar a trabajar con nuestra alma&mente para que sí puedan abrirse situaciones.

Justo cuando creemos que la charla termina, él agrega comiendo un buen trozo de pan crujiente: ¿Crees en la abundancia?, ¿o te paras desde la escasez? Porque yo -Júpiter, más conocido como Zeus en otras tierras y tiempos- sí creo en ella; es una de mis verdades. Es más, la conozco, sé cómo se mueve y puedo enseñártelo -señala con entusiasmo. Y por si fuera poco, nos dice: ¿Te gusta aprender, viajar, conocer culturas y gente? -mientras a muchos nos brillan los ojos con un sí. Entonces comienza a tomar sus cosas  y anuncia: Ok. Estaré por un año en las aguas de Escorpión como ya todos saben (acá la nota). Y además de mover mucho a este signo y al resto de los fijos: Tauro, Acuario y Leo (también a Cáncer y a Piscis les daré algo) para que encuentren mayor sentido, profundicen, exploren nuevas formas y lugares, y vean qué excesos -de cualquier tipo- los limitan en su devenir; también haré que todos los signos vean su lado obsesivo para que deje de ser un obstáculo, junto con regalarles más intuición y, sin duda, prosperidad en base al trato con otros. Además, revelaré abusos de poder en lo internacional -como si faltaran-, despertaré volcanes y sacaré a la luz escándalos sexuales; jaja…  Ahora, si tú quieres mis bondades en este ciclo, suelta miedos a mirar tus oscuridades (lo que no te gusta o no es «lindo en ti»), libérate de apegos, abre más tu mente, usa tu psiquis, comparte y suelta control. Ve todo como una oportunidad (hasta el «no» más doloroso), porque cuando lo haces, ahí está la fuerza jupiteriana abriéndote caminos, enviándote regalos y confianza, tendiéndote manos y puentes para que todo resulte más allá de tus expectativas y así esta Vida bella adquiera sentido… He dicho! Nos vemos desde hoy y hasta noviembre 2018 en las aguas pantanosas de Escorpión! Que reciban las experiencias con apertura y que nos riamos con ganas de nosotros mismos!

Octubre 2017: Se mueven las aguas y el destino

Continúo con México en mi corazón. Conmovida y conectada. Es mucho el amor y el poder circulando estos días allá y en todos lados. Y están poderosas las verdades también. Octubre es un giro energético. Acá les dejo el audio sobre el mes y aquí el audio para todos los signos, en M360.cl .

Octubre es un gran despertar. Un giro, además. Mucho se movió desde agosto hacia acá y este mes es un eslabón de resolución. Un par de amigos me dicen, «ya poh, Ji, hasta cuándo la cuestión, hasta cuándo nos tocan procesos, más y más trabajo» -Jajaja. Me río y a uno de ellos le digo: si a eso vinimos poh, no a estar cómodos ni quietos, si fuera así habríamos encarnado en mueble. Pero somos humanos poh, y cansa, y duele; pero es bellooo -ante lo cual él asiente sin mucho entusiasmo. Y con otra amiga -que está en un momento de dolor- inspiro y le digo: es que es así poh, se nos ocurrió estar aquí y ahora… Si la cosa se pone muy densa, dile a tus guías, como yo les he dicho varias veces: ¡Devuelvan la plata, chiquillos!, ¡O me devuelven la plata de esta vida o me muestran por dónde seguir porque así no se puede, no se vale! -y nos reímos en medio de tiempos desafiantes…

Pero, como compartimos acá, estamos más grandes. Ya podemos ver/sentir/tomar de otra forma la realidad. Muchos dejan la queja y la crítica para, en cambio, asumir su parte; quedar más neutros -y luminosos- también. Este mes -por si nos faltaran- trae novedades. Ya despertó Plutón que, de la mano de volcanes (agua/fuego) y de cierta agitación, anuncia la activación de nuestra fuerza interna. Ahora Júpiter ingresa, el 10, a las aguas profundas -y oscuras- de Escorpión. La parte escorpiona nuestra (todos la tenemos) tiene intuición, poder interior, fijaciones, envidia, venganza, crudeza, control, psiquismo, apego/desapego, regeneración, profundidad, secretos, intensidad, magia, valor y más… Y al bromista de Júpiter se le ocurre instalarse acá por un año… Jajaja. Desde aquí intensificará todo esto personal y colectivamente. ¿Para qué? Para tres cosas base: iluminarlo (se nos mostrará para que lo reconozcamos según sea el caso), que adquiera sentido y no sea simplemente una pulsión o talento dormido, para que al iluminarlo tengamos más experiencia con estas energías y podamos -en un año más- entregarlas en forma de talentos o sabiduría y que a otros les sirva… Ya tendremos tiempo para seguir hablando de Júpiter; lo cual a él le encanta.

Por eso ahora (entre otros factores ‘astrológicos’), estos últimos dos meses, las relaciones están tan movidas. Porque Júpiter, después de un año en Libra, signo que rige nuestros vínculos más cercanos -obvio que la pareja entra ahí- y la forma en que establecemos esos lazos, sacude esta energía para que realicemos los crecimientos que hacían falta y todo tome su lugar. Por eso también -y entre otras cosas energéticas-, como dije en el post anterior, ya no nos dejan estar en lazos dañados, bajos o poco auténticos. Porque el lado oscuro de Libra es la adecuación, es quedarse en la forma y depender de ésta. En cambio, Escorpión va al fondo. Y es lo que ahora todos podremos practicar: entrar cada vez más en nuestras verdades tanto con nosotros mismos como frente al resto. 

Para comenzar, la Luna llena en Aries de este 5 de octubre le pone sazón al guiso; puede que nos sacuda y revitalice bastante, pues se da con tensiones importantes y no sólo se elevará la rabia, también el individualismo, pero también despierta nuestra Luz. Se abren la pasión de vivir, nuestra identidad y… Nuestro destino: el camino que el alma puja y que muchas veces nuestro ego distorsiona o simplemente no escucha porque en ocasiones el destino es amenazante, nos saca de toda comodidad. El inicio de octubre es un empuje rápido y preciso para que tomemos decisiones y oportunidades más allá de si nos conviene o es agradable. Podremos tomar la Vida con todo lo que es…

Desde Santiago, en un bello día después de la lluvia, comienzo a despedir a Júpiter de Libra. Valoro lo andado y todo lo que nos trajo de septiembre 2016 hasta acá. Me río. Me emociono. Agradezco. Ahora, podemos honrar todo el amor y lecciones que recibimos en torno cómo construimos nuestros lazos cercanos y sociales. Podemos terminar de despedir las relaciones que se fueron por los motivos que sean, eso no es lo importante ahora; lo clave es aceptar poco a poco y comprender que la Vida es perfecta. Lo es. Así, tal cual, con todo lo que significa.

Marte retro: Recuperamos visión y voluntad

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Costanera entre Coquimbo y La Serena, norte de Chile

Disfruto mucho los colores, temperaturas y aromas de este otoño. Me doy una vuelta por La Serena, Coquimbo y Vicuña (norte de Chile) por unos días y contemplo los atardeceres, las montañas, las expresiones, los ritmos… Camino mucho con el aire templado, a ratos nublado, en otros con sol y con unas cuantas gotas que se dejan caer… Como lo dije en el post anterior fui a drenar, a detenerme, a estar conmigo y con nuevos amigos también…

Realmente necesito refugio. Y la casa de Mery, bautizada como Meryland, cumple muy bien con ese propósito… Cuando estuvimos con las amigas en su casa en el verano y también en el Valle del Elqui en unas vacaciones muy disfrutadas, al despedirnos ella me dijo que sabía que volveríamos y que seguramente la primera sería yo, que tenía la certeza… Y así fue pero yo lo había olvidado.

Sentí necesidad de alejarme (para encontrarme) unos días, para tener más calma y claridad.  Y pensé en el sur, en un par de mis lugares preciados del sanador sur chileno, pero horas después sentí… playa. Y me acordé de Mery y su cálido hogar playero. No la llamé ni le escribí. Sólo dije antes de dormirme: ok, si es La Serena el lugar al que tengo que ir, que mañana Mery se comunique conmigo (cosa que no sucedía hace semanas) o que aparezca ese nombre de alguna forma. Al día siguiente lo olvidé. Hasta que por la tarde ella -en vivo y en directo- envía un mensaje preguntando que cómo estábamos…. Y le mandé de respuesta entre risas: lo siento, Mery, pero dado que apareciste, te cuento que eres la señal que pedí anoche y te iré a ver porque necesito parar y caminar por la orilla de la playa… Con carcajadas me dijo que por supuesto y llegué por allá una tarde tibia para estar unos días con el sonido y aroma del mar de fondo, tomando uno y otro colectivo para recorrer la ciudad y paseando por la acogedora Vicuña entre nubes amenazantes. A ratos en bello y necesario silencio, a ratos en conversaciones muy chistosas y profundas con Mery y compañía…. Fue bueno ver con ella cómo varios estamos en momentos parecidos: en duelos, haciendo limpieza de algunos vínculos, soltando patrones y conectando más con la rabia y los límites… Y siempre riéndonos en medio de la tormenta… Una vez refugiada y con aire de mar en los pulmones, regreso a Santiago, retomo las sesiones de pilates y recibo mucho amor en distintos gestos antes de retomar el trabajo unos días después, en que vuelvo a la lectura de cartas astrales y aunque la agenda vuelve a llenarse, cambio algunos horarios y miro unos días en que volveré a salir…

Atardecer de un viernes de otoño en La Serena

Atardecer de un viernes de otoño en La Serena

Cada tanto recuerdo a una canalizadora del sur de Chile que hace años me dijo que mi alma no soportaba rutinas… Y así es. Me da angustia cuando veo la agenda tan llena por meses y entonces empiezo a dejar días libres para no hacer, para detenerme y estar en otras cosas. Encima ahora tuve mis propios desafíos y revelaciones con las inundaciones de abril, además de un poco de vértigo (malestar que ahora parece muy popular y tiene mucho que ver con estos tiempos hiperconectados, eléctricos y agitados; además con la tarea de algunos de armonizarnos, especialmente quienes traemos la matriz energética del equilibrio) y sentí no sólo la necesidad de salir, también de drenar, de entregar lo vivido, y de retomar nueva energía de la Tierra…

Otoño 2016 en Santiago

Otoño 2016 en Santiago

Ahora en Santiago sigo gozando mucho el otoño frío, a ratos oscuro y en otros bien soleado, más lluvioso que en otros años y brillante en los árboles anaranjados después de la lluvia… Estoy -hace unas semanas y por un rato- un poco antisocial; me saturé de la gente estos días, del bullicio, de la imprudencia, el desatino y de la demanda de algunos también… Marte retrógrado no favorece precisamente el sentido común (el menos común de los sentidos, muchas veces!) y nos vuelve más impulsivos, ansiosos, viscerales.

Por otro lado, hay más nerviosismo en el aire y las frustraciones se elevan para que las integremos de otra forma mientras estamos en modo «espera», «reserva», «observador»… Esto último es muy importante… Este tiempo entre abril y fines de junio nos propone detenernos a mirar cómo estamos, cómo manejamos los impulsos, cuán pacientes somos, cuán pasivos o activos, cuán capaces somos de estar con nosotros mismos… Hace dos años, por estos mismos meses, Marte en Libra nos hizo revisar si nos atrevíamos a decir que sí o no con convicción (límites) y cómo manejamos la rabia, los acuerdos, los roles sexuales, la iniciativa y el trabajo en pareja; también en equipos y con socios. Se supone que aprendimos… Y ahora Marte nos hace revisar asuntos más personales.

Marte está retro en Sagitario y pronto se sumergirá en Escorpio. Por tanto, desde abril y hasta fin de mayo nos tiene observando si realmente decidiremos crecer y profundizar o seguiremos en moldes antiguos, da lo mismo cuáles, si infantiles, dramáticos, agresivos, invasivos, pasivos, controladores, perfeccionistas, dejados, etc., etc., Y da igual la decisión. Lo importante es VER. Y ambos caminos  -el de crecer y el de no hacerlo- aportan, tienen sentido e importancia en la existencia personal y colectiva. Todo sirve, nada sobra y no todos venimos al mismo proceso ni propósito. Y ninguno es mejor o peor que el otro… 

Marte en Sagitario nos hace ver verdades y mentiras nuestras. Nos muestra nuestras exageraciones, dogmatismos, ansiedades. También dónde podemos poner más sentido de vida, en qué áreas sí queremos apasionarnos y aventurarnos para que nuestra existencia tenga nuevos colores y propósitos… Nos hace pelear un poco más y ambas partes veremos nuestros lados fantasiosos, nuestro afán de ganar, las verdades que emergen y que no tienen vuelta atrás…

Durante junio 2016, Marte irá a bucear a Escorpión y nos traerá de vuelta temas del primer trimestre 2016 y algunos de 2015 también… Nos permitirá ver nuestras obsesiones, los aspectos controladores que tenemos u ocultamos, quizá salten un par de secretos sanadores y nos permitirá mirar descarnadamente, envidias, rencores, apegos nuestros y cercanos… Al mismo tiempo, si le damos la bienvenida y le hacemos espacio, nos permitirá reconectar con nuestros dones psíquicos, estaremos más intuitivos y sagaces, podremos trabajar mejor nuestra voluntad, hacer buenas modificaciones a nuestra administración del dinero y del tiempo…

Estos meses, además nos ayudan a trabajar mejor. No ahora necesariamente, sino a ver por dónde podemos mejorar, qué gestos tenemos que hacer en torno a dirigir o delegar, qué prioridades podemos cambiar, cómo nos manejamos con la autoridad, con los compañeros y subalternos….

Y por si alguien no le basta (al estilo sagitariano) hay más ingredientes para un asunto muy importante que ya está bajo la lupa y seguirá así hasta fines de 2017: cómo estamos con nuestras vocaciones, con los llamados del alma para poner nuestros talentos en el mundo… Así que si no te gusta tu trabajo o estudio, ¡maravilloso! Ya saberlo es genial y un gran paso. Tendremos tiempo en calidad y cantidad para revisar, cuestionarnos, trascender miedos y atrevernos a hacer un cambio. No importa si es rápido o demoramos, se trata de reconocerlo y comenzar -de forma concreta- a abrir espacios de mayor disfrute que nos representen, a generar la expresión de nuestros talentos en un pasatiempo, emprendimiento, trabajo, estudio, actividad… No podremos obviar la incomodidad y/o frustración de estar en algo que nos asfixia o aburre, estos tiempos son un llamado a la autenticidad y a la creatividad sabia que nos permite generar nuevas experiencias de crecimiento interno y externo (trabajo). 

Con este cielo retro la tele personal está prendida para que veamos todo. Sin juicio. Pero si nos duele el cuerpo (especialmente la panza, espalda baja o garganta) frente a algo, es señal de que hay que modificar nuestra forma, hay algo que resolver y estos meses nos darán más material tanto del problema como de las soluciones…. Ahí vamos, con entusiasmo y sin cambiar de canal.

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2016: Ver lo real… Y sonreír

Apenas el coro Gospel Santiago empieza a cantar, se me caen lágrimas sintiendo todo: la energía de ellos muy emocionada y lo mismo la nuestra,  la pureza, la valentía, el placer, la alegría, la belleza, el corazón, la música, el amor, el nerviosismo, la pasión… Hay mucha emoción en quienes repletamos la iglesia Luterana de Providencia, donde una tarde de domingo muchos nos juntamos a cantar, bailar, sentir, dar, recibir…

Muchas veces me pasa. Encima estuve muy sensible, en un gran ajuste y punto de inflexión en el camino. Estuve/estoy frágil realmente. Y no le temo a la fragilidad -aunque algunos no quieran o no acepten verme así-, simplemente le doy espacio, la siento y la escucho, y parece que ella se sentó al lado mío por un rato; lo hizo especialmente en diciembre y enero en la consulta de carta astral donde, por esas semanas, varios -hombres y mujeres- de todas las edades y colores dejaron caer sus lágrimas durante la lectura mientras hablamos tanto de lo que son como de aquello que están viviendo…

Este cierre e inicio de año parece animarnos a ver. Ver lo que es. No lo que nos gustaría. Sino lo que hay. Y a veces hay muy poco a ojos de nuestro ego o lo que vemos está muy estropeado, o simplemente no es lo que esperábamos, o capaz que estamos tan acostumbrados a que en las películas hay cosas más bonitas que lo que pasa en nuestro cotidiano es muy contrastante… En ocasiones también hay demasiado y nos saturamos… Nuestra expectativa derrumbada frente a la verdad muchas veces duele… Y cuando tienes trabajo interior en el cuerpo pareciera ser peor porque no puedes evadir lo que tienes en frente por más que trates -tú o los demás- de adornarlo o justificarlo. Cuando hay trabajo de consciencia hasta la moral se diluye, no hay «deber ser» y no hay bueno o malo, simplemente hay experiencias que a ratos puedes mirar con neutralidad y en otros te sobrepasan… Como sea, ahora nos toca mirar y resolver. Y febrero renueva la energía para hacerlo con más ganas y claridad.

En medio de esto voy -con la intención de renovar energía y darle otro inicio al 2016– a la montaña (gran símbolo de Saturno; también de protección y solidez que bendice y ancla a este bello sur del mundo); a la Laguna del Inca (símbolo de Escorpión, agua fija; signo de donde Don Satur recién salió después de casi tres años y que nos hizo limpiar mucha oscuridad y soltar apegos, como también desarrollar más auto-confianza). Vamos con un grupo de varias nacionalidades (símbolo sagitariano, el extranjero; signo donde ahora Don Satur se sentó para que construyamos nuevos sentidos de vida durante todo 2016 y 17)… En el camino voy sintiendo la energía poderosa del lugar y saludo a la montaña, nuestra cordillera sagrada y me emocionan sus ríos y cascadas por fin más caudalosos después de una primavera más húmeda que lo usual. También las flores amarillas y rosadas en medio de la roca y la tierra seca… Una vez  llegados antes de emprender la caminata (casi escalada en varias partes) nos reunimos en círculo todos los viajeros (alrededor de treinta y cinco), con el sol  y la brisa de altura agradables. Con unas mínimas instrucciones comenzamos la aventura bastante silenciosa… Sí, porque a ratos es muy extrema y no puedes distraerte… Recuerdo una subida al Volcán de Agua en Guatemala donde todos los gringos caminaban tipo militares y yo pensaba ¿nadie quiere disfrutar el paisaje?, ¿nadie se cansa?, ¿o sólo yo estoy en mal estado físico y además me ‘distraigo’ con la belleza del lugar?… Mientras pasaban los guate de la zona ofreciendo «taxi», que eran caballos -ja, ja- para los turistas más flojos o menos preparados y yo fantaseaba con subirme a uno… Pero en eso me hice amiga de Layla y su madre, dos latinas que vivían en Estados Unidos y supe que no era la única cansada ni la que quería ir a otro ritmo para sentir ese espacio puro…

Pero en este trekking en las afueras de Santiago y casi en el paso fronterizo con mis queridos vecinos argentinos, no puedes detenerte porque apenas hay sendero marcado y si te quedas atrás te pierdes del grupo… E igual puro me dedico a hablar con la montaña y a sentirla; y aunque me detengo poco, cada tanto miro el todo: el cielo, el agua, la roca, la montaña, la nieve, el sol, el cielo brillante… Antes de partir le dije a Paola, una amiga nueva, también retirada del periodismo y renacida como profesora de yoga infantil, que tomemos una piedra que represente el pasado y que la carguemos durante todo el camino para dejarla cuando lleguemos al final. Ese gesto lo aprendí en una activación que hicimos en una montaña sagrada del norte de Chile, cuando Oli, una experimentada mexicana nos lo enseñó antes de iniciar el recorrido por los centros de poder de ese volcán. Y con Pao, una vez llegadas al otro lado de la laguna, con los pies doloridos y luego de almorzar, llevamos la piedra al corazón y la dejamos allá en medio de risas mientras compartimos con el grupo…

(Foto: Trekking Explora Chile)

Laguna del Inca tiene una fuerza tajante, nada dulce ni sublime, tiene un poder que te arrebata y no es para todos. Ella -la laguna- es muy guardiana, llena de minerales y no acepta cualquier visita o energía… Me hace gracia, la siento bruja, algo sarcástica, fuerte, femenina, secreta. Es un gran espacio energético más que para meditar, para purificar, ver, entregar y recargar energía en silencio, sin más estímulo que ella y las nobles montañas; si te detienes te da mensajes y te juega bromas… Sin saberlo, a eso fuimos. A transformar el presente, a tomar una nueva energía nada suave, sino muy activa. Resolutiva, como nos pide este año. En medio de conversaciones con algunos del grupo y de nuevos amigos que aparecen, siento que cada uno forjará sus cambios; por lo pronto vaya que activamos la energía, el cuerpo y la musculatura; también los miedos y el poder para que ambos se hagan amigos…

Laguna del Inca. Portillo. Chile

Laguna del Inca. Portillo. Chile

También siento que tengo que volver y sé que lo haré. Lo necesito. Mientras caminamos de vuelta con Juan, Caro, Mauro, Pao y otros, voy concentrada pero con risa también porque siento que no llegamos nunca, mientras todos soñamos con sentarnos en el restaurant del hotel Portillo (desde donde partió la caminata), algunos quieren una cerveza, otros un pisco sour; la Laguna nos vigila y parece no dejar que el camino termine… Más allá, bajo el sol, comienzo a tararear «September», canción con que finalizó el concierto de gospel la semana anterior y me sorprendo… Vuelvo a sentir la emoción de ese día y la energía más liviana y luminosa… Al llegar al hotel, sólo quiero estar  y elongar el cuerpo que está muy cansado pero sólido también… Y aunque al día siguiente apenas nos movemos porque nos duele hasta el pelo, es como si la montaña nos hubiese regalado un poco de su poder, su alta vibración y su altura para ver lo real y sonreír pese a lo que cada uno esté viviendo.