¿Adelantarse?

relojchileChile cambia arbitrariamente de hora y adelanta el clásico horario de verano que antes comenzaba la segunda semana de octubre y hasta la segunda de marzo. Hace rato que los gobiernos «juegan» con el tiempo, y la primera vez que lo hicieron -con la excusa del terremoto- casi no tuvimos meses con horario de invierno y -según yo- sincrónicamente algunos fenómenos sociales (protestas sobre medioambiente, estudiantes, trabajadores, accidentes) se aceleraron… Y ahora otra vez, encima con Luna Llena, que suele alterar a las masas, también a nuestro cuerpo y emociones…

…El sábado por la tarde-noche, mientras caminábamos con una vecina-amiga hacia la Noche de Colores, una feria de diseño-artesanía-música-gastronomía-antigüedades, en el barrio Italia de Santiago, me dice cuando vamos riéndonos comentando una telenovela turca (en Chile están pasando tres dobladas por chilenos….): Jime, tengo que decirte algo: Pequé!…. Me metí a Youtube y vi los capítulos que vienen! -me dice con la cabeza agacha y culposa. -Noooo! No se te ocurra contarme nada -le digo tapando mis oídos.- Y seguimos riendo, mientras me cuenta detalles de su incursión en internet sin doblaje, sino en turco, ja. Nora, otra amiga, hizo lo mismo en marzo cuando esta telenovela comenzaba y además la vio con subtítulos griegos y también nos dio risa porque sus ancestros son de por allá e igual no entendió nada pero vio escenas sabrosas. En fin. Una vez en la feria, después de disfrutar los colores intensos del atardecer  y los aromas de la casi primavera, al caminar en medio de los puestos, nos encontramos con otra bloguera, Chimuchina, que hace poco regresó a Chile después de vivir varios meses en la selva peruana. Hablamos de todo un poco, y al final sobre Santiago y su aroma a consumo y que ella siente que la gente está mal en las ciudades grandes, que hay mucho stress y energía plástica… Coincidimos, pero también le digo que siento que estamos llegando a un extremo que comienza a revertirse y que hay ciertos gestos como cuidar en algo lo que comemos, comenzar cultivos propios, valorar lo tradicional, o dejar de ver en las calles a los bebés con la mamadera (biberón) con Coca-Cola -¡$%&#*$%&!- al menos a mí me da esperanza… Siento que comenzamos a despertar y que como sólo es el comienzo las fuerzas antiguas pujan por mantenerse, pero ya muchos se dan cuenta que tener y tener cosas nuevas e ir rápido es tremendo espejismo…

correcaminosEsa ansiedad y prisa nuestras de cada día son tan propias de la idiosincracia chilena y tan humanas también. La he visto en varias nacionalidades y nos hemos reído mucho de cómo nos cuesta aceptar lo que sucede en el presente, de cuán neura nos ponemos… La semana pasada en la consulta dos chicas se adelantan erróneamente a lo que les voy a decir en una parte de sus cartas astrales y a ambas les tengo que decir: respiiiiira, no te adelantes, porque si lo haces te pierdes la magia. No te iba a decir eso a lo que tu ego se anticipa, y aunque así fuera, te pierdes de la experiencia porque no es lo mismo oír a tu mente repetitiva y que cree que ya sabe, a incorporar la vibración que una extraña como yo pone en tu campo de acción… Déjate sorprender.- Y luego nos reímos porque es costumbre de ellas adelantarse, terminar la frase, apenas y acomodarse en la silla porque ya están pensando en pararse… Entonces nunca nos relajamos si vivimos así. Nunca estamos presentes. Estamos en el futuro ilusorio. Estamos en tensión y constantemente cumpliéndonos a nosotros mismos los deseos del ego (incluidos los incómodos o catastróficos) en vez de permitir que la Vida nos asista y nos guíe…

El sábado almorzamos con otra amiga y vamos a comprar comida para llevar a su casa. Me doy risa porque hay fila y me pongo impaciente. No por hambre sino por la lata de hacerla. En ese rato nos ponemos al día, hacemos bromas con otra gente que espera y con la señora que atiende, e igualmente estoy consciente de cómo mi cuerpo entró en tensión al tener que esperar y sentir que nos estamos demorando mucho… Al final la comida está muy buena y barata. Por eso la fila, jaja.

Hace unos meses, alguien a quien no conozco me llama una mañana de sábado al celular, muy acelerado, no para de hablar y ni siquiera me pregunta si yo, que figuro desayunando frente al lago Llanquihue, puedo hablar. Sigue y yo me pregunto cuándo se detendrá y me preguntará si puedo conversar. Al final no lo hace. Oigo su monólogo y hasta me desconecto unos segundos y dejo de escucharlo. Siento pura energía vacía-mental-desconectada (del corazón, obvio). En eso en el café en el que estoy a uno de los mozos se le cae un vaso y se escucha el ruido. Agradezco la señal (o confirmación) porque la llamada es para invitarme a un evento al que se supone debiera sentirme halagada de estar. Le digo: gracias, pero no, no me interesa, no voy-. Sólo entonces su energía se detiene y me pregunta por qué. Casi le digo «porque tú mismo me has dado la respuesta», pero le explico -entre otras cosas- que no tiene nada que ver con lo que yo hago ni con cómo miro mis oficios y que siento mucha energía antigua en lo que me dice… Cuando cuelga, agradezco que haya sido tan obvia su energía y que mi sensación haya sido de tanta certeza porque de lo contrario una parte de mi ego podría haber sido seducida por los elogios o el afán de mostrarse, pero no… Además de no creer en su empresa, siento que con esa vibración tan acelerada y poco empática no tengo ganas ahora de comenzar nada… No es una buena semilla para mí en este presente. Capaz que en otro momento ni me diera cuenta, pero ahora el trabajo interior, las sincronías y la consciencia se unen para mostrarnos cosas, como a muchos se nos están revelando verdades internas y externas…

Estamos más grandes, ¿verdad? Por lo mismo, ojo con creerse ciertos hechos y mensajes mediáticos, incluidas las bombas o supuestos conflictos internacionales o crisis económicas; es tiempo de observar desde la neutralidad y de mirar bajo el agua, no podemos caer en el juicio apresurado ni en el miedo de otros momentos de la humanidad, porque esa emoción, el miedo, esconde -y genera- violencia… Así como el adelantarse tiene también un dejo de agresión, de rabia e impaciencia…

Semanas después, alguien a quien amo y que acostumbra a hacer sus cambios afuera (en acciones como remodelar la casa, comprar cosas nuevas) en vez de cultivarse interiormente, me cuenta que quiere cambiar su auto porque si no lo hace bajará mucho su precio en el mercado y como tiene un dinero guardado quiere invertir en eso. Su auto está bueno y él no tiene demasiada plata, al contrario, tiene un empleo precario. -Te diré dos cosas -le aviso-, primero, sal de esas creencias del sistema, esa es pura manipulación del mercado -creado por nosotros mismos, obvio- para que consumamos más, si te lo crees lo creas, si no te enteras, puedes cambiar la realidad y demás que alguien paga bien tu auto cuando sea el momento o las circunstancias cambian cuando sueltas los miedos colectivos. Segundo, ¿estás aburrido?, porque claramente podrías conservar ese dinero e invertirlo en cosas más productivas que un auto nuevo que no necesitas, incluido un viaje o un taller de algo, ¿no te parece? – le digo al teléfono mientras se ofusca un poco.- Luego conversamos un rato de cuánto nos cuesta aceptar esos momentos en que aparentemente «no pasa nada» en nuestras vidas y cómo nuestro ego trata de evitarlos a toda costa porque es amenazante conectarse con ese aparente vacío y el valioso silencio… Entonces buscamos compras, intensidad, actividad, problemas, información, drama, etc..

lotothaiAhora, con Saturno en sus últimos meses de descanso en el fango escorpiónico, llega el tiempo de quedarnos más quietos para sumergirnos en nosotros mismos, en nuestra psiquis y en la poderosa intuición que todos tenemos… Vendrán valiosos frutos para quienes decidan entrar cada día más en quietud activa, es decir, en estar atentos a permanecer y a observar cómo somos, cuán valiosos, complejos y chistosos somos… Adelantarnos impide esta conexión interior y aunque nos da la sensación de estar más vivos es una gran trampa que nos deja cansados y más aislados… Aceptar todo lo que está sucediendo sin huir ni querer solucionarlo de inmediato es tremenda llave de crecimiento y de consciencia. Es en esos momentos cuando una brecha de luz se abre y nuestros dones se activan con más potencia

Obvio que habrá urgencias que exigirán ir de prisa, pero practicar el permanecer nos dará más creatividad y sabiduría para los momentos «urgentes»… Mientras termino esta nota, en la tele anuncian un programa de entrevistas donde el conductor casi nunca escucha a sus entrevistados más de un minuto y los interrumpe o se adelanta, y a mi me da entre risa-pena-cansancio, entonces no lo miro porque siento tensión y me pregunto porqué nadie le pide que respire un poco… Luego hay un aviso de ropa que dice que hay que adelantarse a la primavera… -No poh! Si primero hay que despedir al señor invierno- digo… Por eso, queridos pasajeros, les ADELANTO que el ritual de Primavera llegará un poco más tarde, pero llegará. La tarde del sábado 4 de octubre nos juntaremos a celebrar en Providencia… No se adelanten y sólo reserven la fecha para encontrarnos otra vez a honrar todo lo vivido en estos transformadores meses de 2014… Nos vemos luego!

Regalos de la quietud

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La belleza del lago Llanquihue siempre me conmueve, me deja muda, con ojos vidriosos y agradecimiento desde el corazón… Me quedo mirando y sintiendo su energía, su poder con los volcanes, ciudades, y pueblos en las orillas recibiendo esa vibración de calma, profundidad, poder, sanación… Imposible no sentirse reconectado con la Vida al visitarlo… Tremendo privilegio estar cerca…

Después de una agitada primera mitad de 2014 necesito parar, siento que mi cuerpo y energía necesitan sur: verde, bosque, frío, lluvia, lago, estufa a leña… Aparezco, entonces, en el bello Puerto Varas, una pequeña ciudad del sur chileno, a orillas de este lago,  y por fin me reencuentro con todo esto y más. Respiro feliz y con cierto alivio nada más al llegar y sentir el aire húmedo y frío…

Al llegar al hostal se siente el clásico aroma a leña, que tempera con sensación de calor de hogar, y aunque pensé que estaría más vacío porque es baja temporada, somos varios -de distintos países- los que vinimos a disfrutar de estos rincones tan especiales del sur del mundo. En la sala comentamos -entre otras cosas- el Mundial, el último partido de Chile y la belleza de los Parques Nacionales y pueblos que hay alrededor.

Dos días después, la clásica frase del meteorólogo en televisión: «bancos de niebla matinal» se hace patente una mañana, donde muy temprano estaba despejado y al rato, cuando bajo a tomar desayuno las ventanas están blancas y no se ve nada hacia afuera. Los días antes llovió con ganas, mientras  yo miraba por la ventana desde la mesa donde me siento a escribir temas pendientes, cerca de la estufa a leña. Estoy muy intro, disfrutándolo y desconociéndome, pero también en coherencia a lo que vine: parar. En parte -como dije- vine a eso al bello sur, a detenerme. Estoy casi en off. Hace rato que no podía hacerlo y sentía que necesitaba este espacio. Vine a reconectar, a cambiar de frecuencia para poder ver con otros ojos lo andado este año -que ha sido mucho e intenso- y un poco de hacia dónde voy. Y vaya que es más fácil hacerlo acá, aunque el teléfono suene pidiendo horas de carta astral y la televisión por las noches me deje ver la telenovela o serie de turno.

Con niebla y todo salgo rumbo a Frutillar, pequeña ciudad-balneario a orillas del lago, a media hora de Puerto Varas, con construcciones de madera de estilo alemán dada la inmigración de mediados del 1800. Me instalo en el café del teatro del Lago que está sobre las aguas de éste y tiene una vista privilegiada y una temperatura exquisita versus el frío y humedad que hay fuera. Los niños corren felices por la explanada que circunda el teatro, vienen a ver un espectáculo francés de mimos, donde hay funciones especiales para colegios de la zona. Me río con ellos y de sus profes que no logran calmarlos demasiado. Antes del entrar al café siento el aire, los aromas, la vibración. Me quedo rato mirando todo pese al frío y veo cómo la niebla comienza a despejarse… Hasta reaparece el sol.

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…Mercurio ya retomó definitivamente su movimiento directo, el dios alado se levanta de su descanso, pero igual andará somnoliento o mareado un par de días más y esto provoca ciertas confusiones, caídas de sistema, malos entendidos y juicios errados, de hecho en el hostal la Internet se cae un par de veces… Este mes está movido y nos agitará nuestras zonas de comodidad para que exploremos lo nuevo. También trae reconexión con el optimismo y bastante trabajo interior para nuestro ego.

Este mes nos devuelve temas de fines de mayo y comienzos de junio cuando Mercurio comenzó su viaje retrógrado, ya sea los mismos asuntos para poder revisarlos con otros ojos, o situaciones con la misma implicancia o vibración para ver cómo los resolveremos ahora. Encima Marte y Urano nos tienen en un «gallito» de quién tiene la razón, de si poner equilibrio o rudeza, prudencia o impulsividad, cosa que no resulta fácil… Mientras Don Satur se ríe en silencio mirando cómo nuestro lado oscuro se nos muestra por distintas vías, nos obliga a disciplinarnos en torno a temas pendientes  y al mismo tiempo despeja nuestros canales intuitivos para que miremos también desde ahí… El centrifugado sigue haciendo de las suyas porque estamos prontos a salir muy esponjosos… Sí, definitivamente este segundo tiempo del 2014 es y será muy diferente al primero: estrenamos mucha claridad y más resolución, así que es un ciclo mucho más activo desde la decisión personal y consciente de cambiar nuestros escenarios.

Lo que es yo, desde fines de mayo sentía que necesitaba bosque, que tenía que parar. Sabía que vendría al sur después del Ritual de Invierno, cuya energía aún siento vibrar en el corazón. Mi ego quería que fuese al lunes siguiente, pero el Mundial de fútbol –deporte que ahora es casi conocido para mí, aunque sigo encontrando que es tanto más entretenido ser ignorante en la materia porque todo me divierte, hasta los árbitros-  me ha hecho tener una familia extendida de amigos futboleros con quienes vemos, comemos, gozamos y sufrimos los partidos; entonces al final viajé una semana después, un domingo, luego de la desazón y el llanto de Chile frente a la derrota con Brasil. Si miro la carta natal de Chile es obvio que estamos en una fase de sanación donde estamos limpiando el rol de víctimas y reconectando con la dignidad, pero como nuestro país tiene un lado orgulloso, engreído y hasta violento cuando tenemos poder, esto tiene que ser de a poco, para que el cambio se asiente  y adquiera profundidad, si no, volveríamos a lo mismo fácilmente, me refiero al eje víctima-victimario. En fin.

Y pasan los días en el sur, todo va bien, pero tengo algo pendiente: no encuentro mi bosque, porque sé que no es el que esconde el cerro Phillipi y que adoré en 2010, que mira desde lo alto la bahía de Puerto Varas… Pienso que podría ir a uno de alerces que está en Puerto Montt, estoy viendo cómo llego y le pregunto a María José, del hostal y me dice: pero anda al de Frutillar, al de la Universidad, es una reserva forestal: el Parque Winkler. -Mmm, eso no estaba en mis libros- le digo-; lo busco en San Google y ella me explica un poco más y le cuento: bueno, volveré a Frutillar pero con sol.

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Teatro del Lago y su café (http://www.teatrodellago.cl/web/)

Efectivamente al día siguiente hay sol y me instalo a escribir feliz  de nuevo en el café del teatro del lago porque de tarde iré al bosque. En eso el día se nubla poco a poco y disfruto cada momento en que los colores cambian y pasadas las 2 de la tarde ya casi llueve, el cielo se cierra de nubes más oscuras. Camino por la costanera y veo un café al que podría pasar a la vuelta de ir a la reserva. Entro y está vacío. Sólo el dueño, un señor mayor que lee el diario y escucha poco, y la mesera, una chica sonriente. Les cuento que quiero ir a la reserva y que si puedo dejar la mochila para no ir con tanto peso. Me miran con cara de pregunta, ella lo mira y él dice: sí, déjela ahí y después viene -me responde mientras me muestran un rincón.- Dejo mis cosas y me explican un poco más de cómo llegar; parto a la reserva pero creo que ya me quedará poco tiempo porque parece cerca pero igual lleva un rato llegar… Le digo a mis guías: ayúdenme, por fa, a llegar luego y que todo se dé fluidamente… Gracias.- Entonces se me ocurre parar un colectivo (taxi compartido) y le pregunto al chofer si me lleva hasta la reserva. Se queda pensando y dice: bueno, veamos si podemos subir porque hay una cuestita que es un poco difícil y ha llovido harto estas semanas… veamos poh, nada perdemos -me dice y le respondo: Eeh! bacán, gracias! -mientras me subo de copiloto y conversamos de todo un poco. Me cuenta que una vez trajo a una turista pero llegaron y estaba cerrado. Pasamos la «cuestita», una subida algo barrosa, y de ahí el camino es bello y sinuoso, puro verde, cerros y pájaros. Ambos coincidimos en que está muy bonito. A los pocos minutos llegamos a la reserva forestal y aparece la encargada. Mi amigo taxista se va y le pido su número por si necesito bajar en auto, aunque es tan bello que quiero puro caminarlo de vuelta.

Pago mi entrada ($1000, dos dólares aprox., un regalo-regalado) y mientras la encargada comienza a explicarme la ruta me viene mucha emoción, con lágrimas y todo, dejo de escuchar una parte y luego vuelvo sintiendo mucha felicidad, mientras trato de entenderle y le vuelvo a preguntar lo que me perdí… Agradezco internamente mientras ella me deja en la entrada del sendero. Me dice: no hay nadie adentro así que vas a estar sola -siento más alegría aún y le pregunto: ¿Cómo te llamas? Por si tengo que gritarte desde adentro -le digo con risa. Viviana -se sonríe. -Bueno, Viviana, gracias, nos vemos en un rato… Y nos despedimos.

DSCN9311Pido permiso a los elementales del lugar, a los guardianes y a toda la reserva para entrar… Me siento honrada, con mucha plenitud. Camino maravillada disfrutando cada espacio, aroma, color, sonido. Hay mucha humedad y comienza a lloviznar pero dentro no se siente por la copa de los árboles que protegen. Capaz que esta reserva y bosque son pequeños, realmente recorrerlo toma sólo media hora, pero yo me siento en un espacio de tal conexión que se me ensancha el corazón y vivo todo sintiendo mi propio paraíso. Me siento una niña, feliz, descubriéndolo todo, me río a cada rato y agradezco… Me agacho a tocar la tierra húmeda y cada tanto el tronco de los árboles. Los pájaros parecen saludar aunque no logro verlos.

DSCN9325Al rato doy con el árbol de más de 700 años, un laurel, que me anunciara Viviana. Me da ternura y respeto, tiene su cartel abajo que dice: «Nací en 1305″… Su compañero -a unos metros- de 1495 es aún más imponente y me quedo entre ambos sintiendo su vibración. Se respira fuerza y humildad a la vez. La lluvia cae con un poco más de fuerza mientras intento recordar las indicaciones de Viviana antes de seguir, pero confío en que todo estará bien.

En eso voy caminando y le digo a mis guías: Ya poh, chiquillos, estoy súper agradecida, pero ¿por qué no me mandan una señal más clara de que están acá? Porque obvio que están, si no, no habría llegado, pero igual poh, mándenme una, sean buenos, ¿qué les cuesta? -les digo al tiempo que me siento exigente, pero me da risa igual- Y al rato les digo: ya, si ya sé que están, era un caprichito no más, todo bien.- No termino de decir esto y en la curva de la ruta que va enumerada cada tanto aparece en madera el número 8… Me quedo quieta, agacho la cabeza y llevo las manos al corazón. Me sorprendo, me conmuevo y me alegro con enorme agradecimiento y emoción: ahí está mi señal. El número 8 es lo que he estado trabajando -junto a otros- todo este 2014. Es el octavo centro, el centro del corazón, arriba del cuarto, en el pecho, el que ahora la humanidad completa puede activar. El que reconectamos en el Ritual de Invierno. -Gracias…- les digo a mis guías, mirando el letrero y luego las copas de los árboles, con una sonrisa en toda mi energía que está más que feliz  y reconectada en este pequeño y poderoso bosque que conserva la Vida pura en toda su magnitud.

-Son demasiado bacanes. Gracias -vuelvo a decirles y camino con ganas de quedarme ahí mucho rato, pero no puedo. Siento que tengo que volver con más tiempo, quizá pronto, quién sabe en este año vertiginoso y tan bello. Al salir me despido de Viviana desde su ventana y comentamos la energía y que parece que uno estuviera en otro lado una vez dentro… Síp, en otro lado, donde la conexión con el corazón es tan poderosa que tu cuerpo, ego, alma y espíritu se entregan a ser Uno con esa naturaleza que también somos nosotros…

Y aunque llueve me voy caminando por la ruta que me sigue deleitando. No pasan autos, sólo lluvia y árboles. A ratos corro un poco en las bajadas para no mojarme demasiado. Al salir ya a la ciudad, un perro muy tierno sale a mi encuentro, más allá logro tomar otro colectivo y en unos minutos estoy en el café. Hay una mesa con… 8 mujeres. El dueño me mira imperturbable  y pienso que quizá ya no me recuerda. Le digo: hola, yo le dejé mis cosas hace un rato. -Sí, ¿cómo le fue?, ¿va a comer? -me pregunta.  -Es bello! me fue bien. Sí, me voy sentar acá, ¿si? -le digo y me instalo al lado de la ventana, mirando el lago con lluvia, con el aroma de la estufa a leña, el cabello algo mojado y el corazón tranquilo y feliz. Sigo agradeciendo y recuerdo que este mes (de principios de junio a comienzos julio) estábamos trabajando la quietud… Cuántos regalos aparecen cuando nos quedamos quietos. Entonces llega mi taza de té caliente y un sandwich que siguen alegrando mi tarde de bello Sur. Gracias otra vez.

 

 

Encuentro Circular: BAZAR de productos y talentos, 31 mayo

Y sintonizando con estos tiempos que son para trabajar -y estar- en grupo, donde Urano llama a nuestra creatividad para que la pongamos en el día a día, donde nuestros talentos tienen que ser protagonistas más allá de la actividad «oficial» que realicemos y donde ya no hay espacio para quejarnos, sino para movernos en pos de lo que queremos…. Les comparto este  Encuentro Circular que haremos el sábado 31 de mayo, donde durante la tarde habrán distintas actividades. Acá va toda la info! Gracias, desde ya, por difundir, compartir y asistir! ❤

Sábado 31 mayo, de 15 a 20 hrs, en Simón Bolívar esq. Tobalaba

BAZAR CIRCULAR

 Encuentro de talentos, venta de garage y de cosas curiosas

2014-02-21 12.22.30

(Bazar de las especias, Estambul, Turquía)

Desde cosas usadas guardadas en la bodega o en el clóset de varios, hasta bellos objetos nuevos traídos del viejo continente, pasando por comida vegetariana, cactus y aromaterapia, además de clases de baile, masaje de manos, lecturas de sueños y de tarot, y una charla de astrología, es parte de lo que ofreceremos para chicos y grandes la tarde del sábado 31 de mayo, en La Reina, a cuatro cuadras del metro Simón Bolívar.

Somos un grupo de amigos autodenominados El Círculo Circular, que decidimos unir nuestras ganas, talentos, creatividad y propósitos para hacer acciones que nos saquen de la rutina, aporten y nos permitan –a nosotros y al resto- vivir con más inspiración estos tiempos agitados y abiertos.

Estamos en plena preparación de este primer encuentro de día sábado, al cual los invitamos y les dejamos el programa de ese día y el listado de  algunas cosas que podrán curiosear y comprar el sábado 31 de mayo. El encuentro es en Simón Bolívar esquina de Tobalaba,tres cuadras más arriba del Cine Hoyts de La Reina.

La entrada a este bazar circular vale sólo $1.000 y da derecho a la clase de baile y a la charla de astrología.  Durante el encuentro habrá venta de distintos tipos de té, queques integrales y sopaipillas… Así que venga a pasear y a compartir, más allá de comprar o no, le proponemos ponerle color –y sabor- a su tarde de sábado otoñal.

Esto es parte de lo que ofreceremos el sábado 31 de mayo:

Productos:

Usados: ropa, accesorios, carteras, joyas, decoración, libros.

Nuevos: aromaterapia, imanes, Virgencita PorFis, imágenes tibetanas y banderas de oración; accesorios y bisutería de Europa, Marruecos y Turquía; maquillajes franceses. 

De autor: acuarelas y bolsos con motivos de mariposas (símbolo de transformación) y pájaros, decoración de espacios y eventos, posavasos, bufandas.

Comida vegetariana: hummus, pan integral, crema de zapallo, yerba mate suave, semillas de chía y sésamo.

Dulces: Pie de limón, muffins, cupcakes. 

Actividades circulares durante el bazar:

  • Lecturas de tarot y de interpretación de sueños, con Marcela Hidalgo y Deborah Con.
  • Masaje Ki (manos) y champi (craneal), con Esther Silva, del centro Ayni.
  • A las 16 hrs: Clase de baile entretenido, con Camila Cortés.
  • A las 18 hrs: Charla-Meditación de astrología¿Qué pasa en el cielo? Claves para vivir este 2014, con Jimena Zúñiga.

Los dejamos muy invitados, vengan a compartir, divertirse, reciclar, comprar, relajarse, bailar, comprender, disfrutar. ¡Los esperamos!

DÓNDE Salón de Eventos Herrera, en toda la esquina nor-poniente de Simón Bolívar y Tobalaba. En TOBALABA # 6779, La Reina.  Metro Simón Bolívartres cuadras más arriba del cine Hoyts.

CUÁNDO: Sábado 31 de mayo de 15:00 a 20:00 hrs. (A las 16:00, clase de baile; a las 18:00, charla-meditación de astrología)

CUÁNTO: $1000. Niños menores de 10 años no pagan.

CÓMO: Con su mejor sonrisa, caminando, en micro/metro/auto/bici. Traiga su energía (o lo que le quede) y acá encontrará cómo potenciarla y hacerla circular. ¡Gracias!

CONSULTAS A: losdelcirculo@gmail.com / 8 249 69 67 / 9 084 20 67.

 

Mensajes sanadores en este intenso abril

No tengo tiempo-espacio para escribir como me gustaría, pero sí para compartir regalos y luces que llegan en este abril tan poderoso, conmovedor, purificador y liberador (esto último es clave, es distinto a otros momentos y es uno de los sellos de este año), que está despertando a tantas mentes y corazones como nunca antes…

Comparto tres cosas:

1. Un audio o video (al gusto del pasajero de este blog y la velocidad de su wi-fi) donde la antropóloga chilena Patricia May habla del sentido de los remezones, del dolor  y duelos de la vida. Acá el audio. Acá el video… Me quedé con una gran frase: «Uno lo pierde todo pero no se pierde a sí mismo…»

2. Un texto de ella también, publicado ayer, acá:

TIEMPOS DE CAOS Y DESTRUCCIÓN

Cuando las fuerzas destructivas entran en la vida, ya sea enfermando al cuerpo, rompiendo una relación, generando crisis personal y social, todo entra en caos.
Y el caos es una gran oportunidad de renovación, de nuevos órdenes, de vida nueva; pero suele ser también tiempo de gran incertidumbre y dolor.
avanceTiempos de confusión, de nubes emocionales que no permitan “ver claro”, tiempos también de despedidas, de término de relaciones, situaciones, etapas. El yo se duele y no queda más que aceptarlo, rendirse ante ese dolor, pero al mismo tiempo es vital para el caminante no abandonar el contacto con su núcleo interior, con el jardín interno, con ese espacio de luz y quietud donde la fuente de la confianza radical, el soltar, la paz, ecuanimidad y sabiduría reinan.
Sabiduría de los ciclos de la vida, de dejar ir, de aceptar el dolor, de profunda esperanza que siempre, siempre después de una muerte hay renacimiento.
El caos es necesario en la evolución y es un tiempo crítico, riesgoso puesto que nos puede conducir a identificarnos con dimensiones oscuras, con miedos enquistados, con rencor, con desconfianza y control.
Uno de los grandes errores del caminante en tiempos críticos es rendirse a las mareas colectivas perdiendo todo contacto con su centro, dejar el tiempo de silencio diario, revolcarse en la confusión; porque una cosa es aceptar en conciencia, observar la confusión, el dolor, y otra revolcarse y alimentarlas hasta transformar el dolor en sufrimiento constante y darse permiso para acciones inconscientes y dañinas.
Las épocas de caos y destrucción son de caminar en una cuerda floja, donde sólo nuestra claridad interior puede sostenernos, pues no hay nada exterior de que afirmarse y se hace más evidente que nunca la necesidad de presencia de nuestra Alma con su claridad, y paz para iluminar cada paso.

3. Este mensaje de nuestro libro mágico con mensajes del Universo, al cual le pedí que nos dijera algo sobre este abril, lo que nos corresponde vivir; sobre Chile y nuestra purificación de tierra y fuego de estos días… Esto es lo que dijo sincrónicamente:

Foto del día 13-04-2014 a la(s) 11:56

…Eso. Seguimos acompañándonos en un camino no fácil, pero lleno de magia. Gracias.

 

El alma tarda en llegar

-¿Cómo está el desarme de la maleta? Toma energía eso también, ah? -me dice por chat Judi, que sabe de ir y volver, armar y desarmar tanto equipaje como casas…

-Sii, la maleta no se quiere mover!! -le digo y pienso en que está ahí de lo más instalada sin querer ni hablar y sacar los trapos sucios, aunque los recuerdos ya comenzaron a salir…

-Yo opino que desarmar la maleta de a poco, es parte del volver. «El alma se tarda en llegar», me dijo una amiga esposa de embajador. Ella sabe! jajaja -agrega.

-Siii, eso sientoooo: mi alma no ha llega’o… anda en Turquía. 😀

-En una semana vuelve 🙂 Si la dejas volver, claro; jajaja.

-La esperaré entonces 😉

… Estoy en pleno aterrizaje después de poco más de un mes de viaje por España, Portugal, Turquía y Grecia… Una bellísima aventura que, como dije en el post anterior, surgió de repente: giros/regalos del destino, y que Sole-Sol  la noche del viernes pasado, sentada en la terraza de un restobar del barrio me recuerda con risa que a mediados de diciembre cuando me preguntaban por las vacaciones, onda ¿qué vas a hacer?, yo decía: no sé, no alcanzo ni a mirar pa’llá, no tengo nada planeado, nunca planeo mucho tampoco, supongo que algo saldrá y si no, realmente no me importa mucho, ya con «no hacer» me basta… Esa respuesta le di a varios que me preguntaban… Venía tan exhausta del año de la serpiente y en pleno levante del Ritual de cierre del 2013 y entrega de las Predicciones 2014 para Emol, que no veía nada ni me daba pa’ mirar. E igualmente me da curiosidad la gente que planifica con varios meses de antelación las vacaciones, por un lado lo admiro y en lo práctico (tiempos, dinero) sirve mucho, y por otro lado siento que eso a mí -hasta ahora- no me va, que siento que todo puede cambiar tanto del invierno al verano, por ejemplo, que prefiero hacer lo que vaya sintiendo… En fin.

Los primeros días de febrero, antes de irme, Deborah con su videncia me dice que es un viaje de sanación y reencuentro con lugares y sensaciones de vidas pasadas… Recordé y viví esto en varios pasajes del viaje, como en Barcelona cuando más allá de su belleza y aires sofisticados, me sentía en algo ya conocido… Lo mismo en partes de Porto, Lisboa, Toledo y Madrid… Pero donde más sentí esa energía fue en Turquía: tierra intensa y sonriente, llena de colores, sabores, aromas, culturas, nacionalidades, devoción, arte, antigüedad y presente pujante… Me habría quedado feliz allá en esa vibración intensa y armónica a la vez, de respeto y alegría, de tradición y modernidad; no tenía ninguna gana de empacar hacia Grecia… Pero, como siempre digo, los ciclos se terminan, así que puse música alegre para hacer la maleta y partir hacia tierras parecidas a las turcas por su pasado, pero con otra energía actualmente…

Desde el puente Galata, Estambul, Turquía

Desde el puente Galata, Estambul, Turquía

… En mi segundo día en tierras turcas, al entrar a la Hagia Sofia, la mezquita Santa Sofía, en Estambul, en una tarde gris, avanzo lento sintiendo el aire, dejándome sorprender por los pasillos y escaleras hasta ingresar a la galería principal del segundo piso con cúpulas, mandalas, vitrales. En medio de decenas de turistas inquietos y maravillados me asomo en cámara lenta a uno de los balcones que dan al espacio principal, miro todo y se me caen las lágrimas… No es pena, es emoción pura, es recuerdo del alma…  Después, en medio del gentío, mi mirada se cruza con la de un guardia que me saluda con la vista, cerrando los ojos e inclinando la cabeza en silencio, como si supiera de la emoción que siento…

Hagia Sofia, mezquita y museo, Estambul

Hagia Sofia, mezquita y museo, Estambul

En eso, mi hermana Consuelo, internacionalmente conocida como Cocó, me toca el hombro con ternura, mientras contemplamos y al rato me dice con su picardía característica: «¿estai emocioná porque ya anduviste por acá con los habibis?, si querís te quedai no más, está bien bonito» -y nos reímos al unísono, mientras juntamos las cabezas abrazadas y continuamos mirando todo, sorprendiéndonos, tomando fotos, sintiendo la energía; riéndonos de algunos turistas orientales adictos a la fotografía, y de un par de gatos siempre presentes en Turquía -y en Grecia también- y que parecen perros porque no se arrancan y te piden cariño o comida… Para referirnos a los turcos les pusimos habibis (amados, queridos), pero luego le dije a Cocó que nos podían escuchar y mal interpretar. -Les podríamos decir: cúrcuma… Curcu, más corto -se me ocurrió-. Pero nos duró un día porque igual se me salía el habibi y a Cocó le pareció que habibi se parecía a Javier y les podíamos decir Javieros. Así que quedaron con ese nombre para nosotras: el Javier me dijo esto, qué lindo el vestido de la Javiera, qué guapo ese Javier, mira las javieras chicas, qué tierno el Javier, etc… Sí porque los portugueses eran los «portu»; los españoles los «peta» (de peta-zeta, los dulces que saltaban en la lengua); los griegos, «grecios» y/o «Gregorios»; los asiáticos «orien» o «chainos», los chilenos, chili… Como muchos saben, adoro el humor y para viajar -tanto afuera como en la vida misma- a mi juicio hay que tenerlo, si no, lo pasas peor y tu mirada se estrecha, por tanto se estrecha tu realidad…

Plaza de la Mezquita Azul, Estambul

Plaza de la Mezquita Azul, Estambul

Es mucho lo que podría decir de Turquía, de la intensa y apasionante Estambul, de la dulzura de Goreme y la sorprendente Capadocia… Iré contando de a poco algunas aventuras, ahora estoy reencontrándome con mi alma que llega de a poco, muy agradecida, emocionada, sensible, contenta, sin ganas de trabajar, contemplando muchas cosas cotidianas, sintiendo que se avecinan más cambios, en bienvenidas y despedidas…

Parece que el inicio del año laboral-escolar provoca lo mismo, ¿no? Tenemos que ingresar al sistema frío que hemos creado pero el alma llega después porque tiene otra vibración, otra frecuencia, ritmo y energía; parece estar en la playa o donde sea que haya paseado, o en los días de relajo, en el sol de los atardeceres, en el compartir de otra forma… Y de pronto suena la campana y hay que hacer fila para ingresar a otra vibración no tan sana pero que depende de nosotros humanizar cada vez más, y el alma tiene que hacer su proceso para ingresar… Por estos lados, parece que el alma chilena -y la de otras latitudes también- se está acomodando con más de un temblor que empuja la tierra y nos hace despertar y recordar no sólo lo frágiles que somos, sino que además vivimos en permanente cambio…

Muchos estamos en eso. Acomodándonos, alistándonos, sacudiéndonos la energía anterior para seguir cabalgando con nuevas ganas en este año del caballo y dejando que el alma se asiente en el nuevo tiempo-espacio. Por eso, ahora no logro ver ni sentir la energía para hacer el Ritual de Otoño, simplemente no me da. Decidí no hacerlo y quizá hacer algo en abril, ya veremos. Lo siento por todos quienes lo esperan y participan, por el equipo y hasta por mí que lo disfruto, pero decido respetar mi energía y no forzar(me).  Le estoy haciendo espacio a mi alma para que llegue, aterrice bien y comience el nuevo ciclo con tranquilidad. E igualmente por acá -en el blog- podremos unirnos a celebrar el ingreso del Sol a Aries con el equinoccio del 20 de marzo. Por ahora, al menos yo, intento respirar más e ir paso a paso con la agenda que ya la veo bastante llena. Gracias y que tengamos un buen cierre del verano/invierno 2014!

Se hace camino al andar… con el alma

Me despierto con el ruido de la ventana que se golpea con el viento, el cielo está revuelto pero no hace frío. Es muy temprano así que vuelvo a la cama. Al rato me levanto y me quedo mirando las nubes entre los cerros y la luz del sol que se ven desde el pasillo del hostal. Cuando bajo al desayuno, Fernando, el dueño, me comenta que es el «Puelche», viento tibio que viene del este, de Argentina, que la tradición dice que si es sólo un día, en dos días más llueve bastante, pero que si dura tres, significan dos semanas de buen tiempo… ¡Qué incógnita! Tendremos que esperar a mañana -le digo. Y qué bonito -agrego; porque adoro el conocimiento de la tierra que sabe desde la experiencia…

lago Villarrica PuconEs mi penúltimo día de viaje, así que quiero aprovecharlo bien. Me voy a caminar por la playa respirando mucho el aire y el cielo amplio, tocando el agua fría, contemplándola. Luego me instalo a un segundo desayuno en un café de cocina argentina cerca de la plaza central de Pucón, que es muy bella, con árboles grandes, rosas, pasto y senderos de tierra. Avanzo bastante en la escritura y voy a dejar el compu al hostal porque quiero ir de nuevo al Caburgua pero por otra entrada a los ojos, siento que tengo algo pendiente después de mi chapoteo. Antes de ir paso por un mercado de vegetales y compro ensalada de apio y un par de mandarinas para comer allá.

En el bus de ida me río bastante porque una familia compuesta por el abuelo, la hija y el nieto le hacen bromas al chófer, un hombre de mediana edad y de bonachona energía, que lleva poco tiempo en este oficio, entonces no conoce todas las paradas y ellos con la típica picardía chilena-sureña se ríen y comentan cada cosa que le toca hacer, como ayudarle a una señora a bajar con su hijo pequeño y varios bolsos de mercadería: ¡Aquí afirmamos la guagua (bebé), hombre! -varios nos reímos y una pareja de suizos también aunque no entienden bien cada broma.

«Acá, señorita, El Cristo» -me dice al poco rato el novato chófer. Entonces le pago el pasaje y me despido de mis compañeros de viaje. Vaya nombre de la parada y entrada al lugar. «Gracias» -digo, mientras cruzo la ruta para entrar. Al poco andar dice: «A 2000 metros, los ojos del Caburgua». «Mmm, ¿no será mucho? Y, como 20 cuadras; igual no está tan caluroso porque el suelo aún está húmedo después de la lluvia del sábado. Ok, aquí vamos» -pienso mientras avanzo por un camino que parece no prometer mucho. En eso inicio la primera curva y todo DSCN5679 2cambia porque me siento encantada con el verde y el aroma de la tierra y algunas plantas muy aromáticas. Pero aparece otro cartel que dice: «A 1800 metros, cascadas, ojos del Caburgua»… -No le creo mucho a esos letreros, demás que es más la distancia pero ponen eso pa’ dar ánimo -piensa mi mente suspicaz. En eso pasa una camioneta y mientras camino por un claro de sol pienso: mejor hago dedo (auto-stop) pa’ que me lleven, demás que alguien me para… Pero yo misma me pillo y me digo: Mmm, otra vez tu ego apurado, ¿verdad? Nop, esta vez haremos el camino largo, disfrutándolo todo, si igual esto es mucho mejor que mirarlo por la ventana.-

Y claro que sí. Entonces, aunque cada cierto rato pasan autos, me dedico a caminar observándolo todo, haciéndome presente en cada detalle, sonido, colores, aromas, texturas… El camino es de una belleza que emociona y al mismo tiempo es tremenda meditación. Estoy extasiada y apenas siento el calor porque voy lento agarrando las sombras y deteniéndome a mirarlo todo, sin prisa… -Y tú, bien lesa, queriendo ir en auto; la perla -me digo y me río entre el verde intenso-. Es que esos tironeos del ego y el alma son tan constantes, pero esta vez mi alma logró callar a su amigo neurótico y lo premió con mucho placer por una ruta que termina siendo muy mágica y sanadora. Entre otras cosas, por eso tenía que volver al Caburgua, porque en parte el chapoteo anterior fue por apurarme… Y ahora no. Cuando le doy pleno espacio al Ser, como decíamos en la nota de No hacer, que publicara hace unas semanas, surge una plenitud tan profunda, simple y sutil, que se puede palpar la belleza de la Vida en cada circunstancia…

Y cuando ya me sentía más que bendecida por estar en medio de tanta fuerza de la naturaleza y permitirme disfrutarla, doy con estas cinco escenas en mi camino-caminado, que me dan aún más felicidad del alma:

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DSCN5703 2… No puedo más con el encuentro de esta mamá que comienza a salirse del riachuelo al lado del camino donde se bañaba con sus hijitos, cuando me siente cerca con la cámara. Le digo que me perdone, que ya me voy, y la sigo con la vista y el corazón enternecido mientras se interna entre los arbustos con su dulce prole…

terraza ojos caburguaLuego de un rato llego a mi destino de cascadas. Hay poca gente; el sonido del agua es intenso y de mucha sanación, me pone feliz; recuerdo lo que dicen algunos mayas: cuando estamos tristes o enfermos buscamos el sonido de agua para ponernos mejor… Me muevo un poco por los senderos y al final me instalo en la terraza de madera (en esta foto) desde donde se aprecia todo muy cerca porque está más baja, al nivel del agua. Hay sol. Me siento y medito un rato con mucho placer y una energía envolvente. Termino y me quedo mirando y sintiendo todo por varios minutos, sin necesidad de nada. Poco después saco mi bolsa con apio y como unos cuantos bastones con tranquilidad, mientras no paro de agradecer y apreciar todo… Y en eso en que estoy mirando el agua verde turquesa y ya siento que es tiempo de irme, voy a moverme cuando recibo otro sincrónico regalo de este año, de este viaje y de este día: descubro otra imagen-compañía conmovedora que -muchos que leen este blog lo entenderán y quienes estuvieron en el ritual de primavera 2013 también-, al igual que la familia emplumada de arriba, me remueve el corazón. Es esta chica:

futura mariposa

Guauuu. Una futura mariposa. Y una oruga despidiéndose de sí misma para entrar en su crisis metamorfósica que la llevará a conformar su espacio sagrado de crisálida, donde generará mágicas alas que la transformarán en un ser aún más bello; que será más sutil y liviano, capaz de levantarse de la tierra y conectarse con lo alto con gracia y liviandad… Me quedo prendada mirándola con el sonido del agua de fondo. Cuánta sabiduría y belleza en ese gesto de quedarse quieta para comenzar su gran cambio. Ella lo sabe: no hay que hacer, sólo entrar en la calma y en la entrega total para que se produzca el salto cuántico, la transformación pura y poderosa en nuestras vidas que marca un antes y un después en el camino.

Gracias, le digo varias veces a ella, a mi alma, a la Divinidad que nos une y guía, al Todo. Sí, guiada por la certeza y la intuición, tenía que volver, tanto aquí como a mí misma… Respiro. Ahora sí puedo recoger mis cosas y comenzar el regreso… Sin prisa, con presencia y en una plenitud que pulsa impregnándolo todo. Gracias. Vamos.

Logrando sueños

ojos CaburguaLucy atiende un restaurant italiano pequeño y agradable en el que me instalo después de visitar los intensos ojos del Caburgua (saltos de agua que dan nacimiento al lago Caburgua en el sur de Chile), donde me quedé pegada y agradecida escuchando el poderoso sonido del agua cayendo de sendas cascadas y del cual me trajeron espontáneamente una pareja de chicos del interior.

Este viaje ha estado raro y bello a la vez. Mi mente anda flotando, está medio «neptuniana» (siento al planeta de Piscis, etéreo, sutil, mágico e incomprensible, sobre mí); entonces, se me quedan cosas pero las recupero, me paso en las calles y me devuelvo, me siento un poco ida y me dejo llevar por algunas intuiciones que resultan, pero de las cuales dudo; me viene sueño, me quedo conversando con los chicos del hostal por largo rato aunque quiero dormir y se hace tarde pero estoy entretenida; me siento inspirada pero poco productiva… En eso estoy cuando meto los pies en el agua (con zapatillas incluidas) en una de las lagunas previas a los ojos de lago aunque sabía que no debía avanzar por ahí y me río sola aunque es una lata chapotear calzada… Mi ego se pone incómodo y hasta avergonzado, mientras mi alma observa con risa, y mi mente optimista dice: capaz que fue un bautizo-, mientras mi mente criticona dice algo así como «te lo dije». En todo caso, se me cumplió un deseo, porque al ver la primera caída de las aguas  desde lo alto con sus colores yo puro quería mojarme «tengo que bañarme con estas aguas sagradas, de última me mojo un poco los brazos y el pelo», pensé antes del chapoteo ¿fortuito?… Y luego me devuelvo a Pucón escoltada en una camioneta con estos chicos algo tímidos pero muy amables que me dejan directo en el hostal; un regalo. De ahí me quedo un poco al sol con unos mates y salgo para comer algo aunque no tengo demasiada hambre…

Las calles de Pucón con el volcán Villarrica Entonces doy con este rincón italiano al atardecer. Y cuando luego de unos ravioles de fresca espinaca-ricota-nuez me quedo mirando por la ventana llena de verde  y viento, Lucy parece que ya no da más y se acerca a conversarme, me pregunta sobre el tablet que llevo y que porqué ando acá y todo eso. Sólo yo estoy cenando porque es temprano y además mientras más al sur más tarde oscurece y la gente sale después, de hecho llegan cuando estoy terminando… En ese lapso ella me cuenta su vida y cómo conquistó sus sueños que tenía de niña. Es la sexta de ocho hermanos de Valparaíso, Chile,  y me relata que en su infancia la madre les preguntaba en la mesa que qué querían ser cuando grandes y ella respondía: yo quiero ir a París y todos quedaban con cara de pregunta, mientras la madre le decía que eso era difícil porque se requería de estudios y que no tenían dinero, pero ella nunca conectó con esa creencia… Hasta que pasados sus 37, sin estudio ninguno y después de trabajar en más de un restaurant se enamoró del chef de su trabajo, un árabe-francés, que viaja mucho, se vino con él a Pucón, se casó y los primeros seis meses del 2013 los pasó en Francia pues él fue hacer un curso… «Yo siempre dije que sólo me iba a casar si me enamoraba, si no, no; y me demoré pero así fue» -me dice con ojos chispeantes, luego de contarme más de una anécdota y de cuánto le cambió la vida al vivir en un pueblo chico como Pucón, donde se mueve en bicicleta, no conoce a nadie y la gente no tiene muchas aspiraciones, según ella afirma. Y sigue: Es que si uno quiere y se sacrifica un poco y tiene paciencia, los sueños se cumplen, en serio, yo he ido poco a poco logrando todo»… Y yo me entretengo, comparto y aprendo con sus anécdotas (tiene muchas) y sabiduría. Me cuenta que al llegar a Pucón ambos decidieron que en tres días ella tenía que encontrar: un trabajo que le gustara y casa para arrendar, que era un desafío para saber si se quedarían: y así fue, encontré una casa en las afueras y un trabajo bien agradable -me dice orgullosa.

Al final mi cena termina pasadas las 22:30 y regreso al hostal donde ya prendieron la salamandra, huele a leña, y conversamos un poco con un trío de alemanes que recorren Chile y Argentina. Uno de ellos, que trabaja en un banco, me quiere cambiar de oficio, encuentra que el mío es mucho más entretenido que el de él y nos reímos bastante. Me cuenta que la crisis se nota en Europa y que no puede cambiar de trabajo… Si quieres, puedes; prueba -le digo, provocando a su mente alemana, y agrego: la crisis es un espejismo y le conviene mucho al sistema porque genera miedo y eso nos hace consumir más… No te enteres de la crisis, dale- y me mira sonriente-incrédulo… Creo que mandaré a este trío al restaurant de Lucy para que les dé unas clases de cómo lograr sueños en una sola cena. Buenas noches.

En el fondo: no hay que hacer

luz-magicaEste tiempo de muerte, en que nos estamos despidiendo de nosotros mismos, está muy mágico. Si queremos mirar ese aspecto, claro. Si nos queremos quedar en el drama, también está así. Obvio que morirse duele, agobia y atemoriza, pero también aliviana y nos da tremendas oportunidades de despojarnos para renacer en poco tiempo más o simultáneamente (está todo tan rápido y loco!)… Y la magia está en nosotros y a la vuelta de la esquina con sincronías que están a la orden del día, «salvadas» justo en el momento preciso, problemas que son limpiezas y bendiciones (siempre lo han sido, sólo que ahora tenemos más capacidad de verlos así)…. Y en mi caso llega también con una estrella fugaz vista desde el balcón en noche de sábado mientras conversamos de la vida, con una micro lluvia de un metro de diámetro sin nubes encima, en Pocuro y Antonio Varas, que aún me intriga y me hace reír; con el pensar en una persona con quien nos distanciamos por ciclo de vida y encontrármela a los pocos segundos en un pasillo del supermercado sin que ella me vea, mientras me río y agradezco; con una gotera en el techo de casa que hace que el vecino de arriba me regale una mermelada de frutillas hecha por él para paliar el mal rato y que ahora acompaña la galleta integral y los mates de la tarde soleada…

Y como dejo esta nota a la mitad por el post anterior, aparecen más momentos mágicos que contaré más adelante.

Sigo… Pero también estas semanas de octubre-noviembre están muy escorpianas y mercurianas. El planeta regente de la comunicación y de nuestros procesos mentales, el dios alado Mercurio, mensajero del Olimpo y el único capaz de entrar al mundo subterráneo de Plutón, el dios de la muerte y del inframundo, se detuvo (retrogradó) precisamente en Escorpión desde mediados de octubre y hasta la semana del 11 de noviembre (incluida) nos tuvo medios aturdidos, con más enredos en la mente; poniéndonos obstáculos e imprevistos en los desplazamientos, planes e intercambios. De hecho, el primer día que comenzó su proceso, WhatsApp y Facebook se cayeron…

Esa energía nos acompañará, aunque más suave, hasta el 26 de noviembre… Al mismo tiempo, este mes con eclipse (el 3 de noviembre) y varios planetas en las aguas pantanosas de este signo fijo, incluido el gran Saturno -que nos «regala» un par de años (2013 y 14) radicales- nos tiene más intuitivos, profundos y revisando mucho la vida, viendo lo que antes ni pasaba frente a nosotros. Después del portal de octubre, ahora estamos en una especie de túnel, como esas pelis donde arrancan por las cloacas de las ciudades y hay de todo: agua, ratas, laberintos, espacios de luz. Y tanto arriba como abajo está todo pasando. Esa es una imagen que me viene, con toda la aventura que significa. Y hay otra: una gruta, un espacio dentro de la tierra, húmedo, con la-gruta-azul-capriolor penetrante que nos invita a recorrerlo -o navegarlo- y hasta puede  ser un atractivo turístico, con un toque mágico. Ambas imágenes tienen misterio y una cuota de suspenso por lo que encontraremos. Así siento este segundo enjuague: intenso, oscuro, misterioso, pasajero, encerrado, quieto.

¿Quieto? Sí. En el post anterior señalé que encontré una clave. No porque la anduviera buscando, simplemente sucedió y no puedo explicar mucho el cómo, es parte del misterio de estos días, parece. Pero sí puedo compartir el qué. Igual no es nada hiper especial. Es muy simple al leerla, no así al practicarla.

Mi revelación de este segundo enjuague podría llamarse Stop, o Menos es más: llega el tiempo de quedarnos más quietos y conectar día a día con el alma. Para esto se requiere otro ritmo. También sacarnos las urgencias, los ruidos e ir al detalle de ciertas cosas pero no desde el hacer, sino desde el SER. Siento que llega el tiempo de la aceptación profunda de quiénes somos, de nuestra historia álmica (la de esta única vida es pequeña y no nos da la visión necesaria para comprender quiénes somos en toda nuestra dimensión en tanto misiones, energía, camino, evolución).

La clave de este tiempo es No hacer. La quietud nos lleva al fondo, al vacío, al sagrado Yo Soy, a lo real. No hay nada urgente que luchar, resolver, controlar (ja), trabajar, decir, comprar. Lo prioritario es soltar para que se vaya lo que está pegado y que mencionábamos en post anteriores. Es como abrir los brazos, cerrar los ojos y respirar profundo desde la alegría de Ser más allá de lo que esté pasando -o no- hoy en nuestras vidas. Desde la confianza de que todo está bien y es un paso más en la trama.

quietudblogAhora podemos sentarnos en la orilla, al lado del camino y respirar. No es flojear. No es mediocridad. Es trascender el hábito del ego que quiere resolver y actuar, que no tiene incorporado el no-hacer como una solución válida y sana si se toma desde la consciencia; que no se permite parar porque es amenazante quedarse quieto y ver/sentir tantas cosas que tapamos de nosotros mismos en la neurosis de la acción. Esta quietud puede traernos poderosas respuestas, ayuda, potentes intuiciones, paz, sincronías, visión panorámica, sabiduría. Puede significar que evidenciemos que somos absolutamente prescindibles, que todos tienen herramientas para resolver lo suyo, que no pasa nada, que nuestro cuerpo se pone feliz y/o se «enferma» (me pasó) de puro soltar y así da paso a la purificación, que el corazón late a otro ritmo, que nuestros ojos vean otros colores y escuchemos otros sonidos incluso en medio de la ciudad… En las aguas profundas de Escorpión parece que no pasa nada, pero todo está fermentando, ahí conectamos con la oscuridad (la cloaca o la gruta: aquello que no vemos ni reconocemos de nosotros), experiencia necesaria cada tanto, pero en la cual si nos quedamos pegados nos hundimos y nuestra vibración se pone obsesiva, envidiosa, pesimista, rígida, defensiva y adicta a la intensidad, entre otras cosas escorpionas; si sólo observamos desde la quietud podemos trascender el fango y sacar lo mejor de eso que se pudre. La naturaleza sabe que si hace esto hasta puede hacer que nazca un sagrado loto…

Y en esto de no-hacer, sabía que tenía que viajar, no por moverme, sino por estar: conmigo, con la naturaleza, con el replanteamiento; sentía que necesitaba salir de mi rutina conocida para poder estar sin que la agenda se llene, sentía que parte del parar en este segundo enjuague requería de otro aire. También porque tengo que escribir -como ya es tradición- las Predicciones 2014 para Emol.com. Pero a diferencia de otras veces, no hice nada: no busqué, ni planifiqué ni ordené nada, ni tenía claro dónde ir ni cuándo. Recién la semana pasada comenzó a aparecer el destino. En tiempos más desesperados -para mí y muchos- de septiembre-octubre quería irme un mes completo y ahora ya, máximo principios de noviembre… Pero vinieron varias experiencias mágicas y sanadoras (no exentas de dolor), entre esas la nueva clave. Entonces, cuando acepté y me quedé quieta se unieron las tres cosas: reconexión, pausa y escritura. Así, de un día a otro, mucho más tarde de lo que mi ego quería, compré los pasajes para el día siguiente sin ninguna expectativa, sin saber si habrían vuelos, y ahora aparecí en en el Sur de Chile… Bajo el Sol de Pucón, frente al radiante volcán Villarrica y no casualmente a orillas del lago, termino esta nota sin imaginar que así sería. No pasa nada… Y está pasando todo en la belleza de la quietud.

Todo sirve

Yo iba a escribir la segunda parte y clave de la nota «Nos estamos muriendo…», pero el destino quiso otra cosa. Y a ese señor –don Destino- yo lo he tenido que oír y aceptar tantas veces en esta vida que, además de ser uno de los protagonistas de este blog, le doy su espacio, ya que es fiel y sabio compañero, a veces un poco mandón y caprichoso, pero amigo al fin.

Palacio LaMoneda

Palacio de gobierno, La Moneda, Santiago de Chile

Entonces, ahora me toca escribir -a riesgo de que algunos se enganchen desde el ego y salten a discutir- de política. Aunque no. En realidad escribo de símbolos, de lo que nos refleja nuestra realidad, entre esas la vida política. Y en Chile se asoma la elección presidencial para el ciclo 2014-2017, en la cual se presentan nada menos que… nueve candidaaatooos. Todavía no me lo creo, ¿en qué momento fuimos capaces de crear nueve personas postulando a dirigir un país que bordea apenas los 16 millones de habitantes? Luego dicen que el realismo mágico no existe. A mí esto me parece historia de cuentista latino surrealista, e igual una gran señal de los tiempos acuarianos-circulares que estrenamos donde todos tenemos espacio y el poder lo llevamos dentro, no está afuera, por tanto ya no hay líderes ni maestros, ni guías. Nadie a quién seguir, ni admirar, ni idolatrar. Enhorabuena. Pero esta información y realidad aún no se instala en todos, menos en quienes están en el poder, que se ven erráticos, perdidos, fuera de lugar, lejos… Y está bien, estos primeros síntomas son parte del cambio. Los referentes y formas antiguos ya no sirven… Tendremos que generar sistemas nuevos poco a poco. Y en eso estamos varios aunque la economía y otras estructuras no quieran enterarse. De hecho el otro día exclamé frente a la tele: ¡Al fin, qué bien! -cuando el conductor leyó la noticia de que el consumo estaba bajando en Chile, gesto absolutamente sano para algunos, amenazante y dañino para otros que sólo piensan en acumular y en cifras. Si no necesitamos llenarnos de cosas… Muchos podríamos vivir con bastante menos, y no como pseudo hippies ni desde la neurosis tacaña, sino desde la consciencia que valora lo simple y austero porque sabe que en el tener no está la felicidad y también para no desgastarnos más; dándonos gustos y todo, pero sin ostentación ni gula… Digo yop. En fin, muchos estamos en esa postura: gozar la vida consumiendo menos, usando el sistema a nuestro favor y no siendo devorados por éste, que se cae a pedazos y tiene una energía tan fría.

Y en radio Cooperativa conversamos para hacer las cartas astrales de ¡¿los 9?! candidatos. Los reviso y son tantos que siempre se te olvida alguno, ¿verdad?, hasta me marea un poco la información de cada uno. Entonces los miro y escucho los últimos días y, desde mi experiencia de años de trabajar con gente en consulta donde el ego, el alma y la consciencia se presentan con tanta belleza y notoriedad; en charlas y talleres, me siento frente a varios «niños» candidatos. Diría que hay tres que tienen una vibración más de grandes… Ah, pero antes de seguir hago una aclaración: es la primera vez en que no me dan ganas de votar, en que los miro a todos y no me pasa nada, ni sí ni no. No me llama ninguno. No es rechazo, lo aclaro. No lo digo desde el discurso barato de: todos son iguales, todos roban, no sirven pa’ na’; porque nunca ha sido esa mi mirada ni creencia y considero que ese texto le sirve a algunos para que nada cambie. A varios de estos nueve les creo sus intenciones y convicciones. A todos les rescato cosas. A algunos les veo ciertos dolores, miedos y heridas. Con un par me río y bastante. Otros me llaman la atención. A un puñado ni bien mirarlos les saco el rollo interno y siento su vibración energética -es parte de mi pega (trabajo) espontánea en esta vida- y al mirar la carta astral digo: ahí está el motivo de que sea de esta u otra forma… Esta vez me pasa que sólo observo. Supongo que votaré el domingo (por estos días casi no hago planes, que es de lo que iba a escribir originalmente, ja), pero aún no sé por quién y esto es nuevo para mí, así que lo vivo desde la sorpresa y la auto-observación. Es lo que algunos llamarían un «espacio de neutralidad»…

egomultipleBueno, volviendo al punto hay tres a quienes se les nota que han trabajado algo más su ego, que se sienten (perciben) más adultos. Para mí, desde mi absoluta subjetividad y también desde mi experiencia: Bachelet, Sfeir  e Israel tienen una energía más profunda, más conectada, de un ego algo más domesticado. No son ni mejores ni peores. Estoy hablando de símbolos y energía. El resto -para mí, insisto- son adultos que siguen -como tantos- en lo que llamo «modo niño», es decir, pegados en el ego que generaron en la infancia (todos lo hacemos) sin moverse a otra vibración más evolucionada: están en el rol de ser el distinto y llamador de atención, el serio e inteligente, el rabioso, el buena persona, el justiciero, el víctima, el agresivo y defendido (a la primera te pega o se ofusca), el ponderado, el sabiondo, el bacán (ganador), etc. Y me parece muy revelador de nosotros como sociedad, como seres humanos. Así somos (o hemos sido): infantiles. Pero no podemos seguir siéndolo. Por eso, «nos estamos muriendo», porque tenemos que soltar nuestros mecanismos (que están en lo que llamamos la lavadora, si usted ha seguido este blog) y dar el paso hacia nuestra luz, el espacio puro y transparente que habita en cada uno sin distinción; hacia lo mejor de nosotros , hacia nuevas formas de expresar, resolver, caminar, trabajar, desarrollarnos, cuidarnos y amar(nos); hacia nuestros talentos para ponerlos al servicio de todos los seres… 

personalidad espejoAsí, sigo mirando a los nueve candidatos a Presidente y veo al ego colectivo -y personal- representado en ellos. Veo cómo nos reflejan (ojo con cuál de los 9 nos irrita más porque seguro algo nos espeja de nosotros mismos). Y cómo, sin imaginarlo, nos invitan a cambiar y crecer. A dejar las armaduras oxidadas para poder conectar con lo luminoso y dejar de competir y/o demostrar -qué lata. Les agradezco, pues todo sirve, toda nuestra realidad es un símbolo y agente de crecimiento interno. Con su comportamiento, discursos y posturas antiguas, nos invitan -por contraste- a compartir, aceptar y contribuir cada día desde nuestros pequeños mundos, que son tan importantes como un sillón presidencial, pues nos toca dirigir -con amor y consciencia- nuestra Vida -honorable e infinita tarea-, sacarle partido, disfrutarla, volverla armónica, gratuita y de calidad; crecer, rebajar los intereses, tener mejor salud emocional, física y mental, trabajar en nosotros y para los demás con dignidad, mejorar nuestro medio ambiente con pensamientos, palabras y acciones más sanas; abrirnos oportunidades, creer en nuestra fuerza, pedir ayuda cuando sea necesario -siempre hay más de un momento-, respetarnos, ponernos creativos y dejar de auto-prometernos cosas que luego no hacemos… Estos tiempos nos quieren comprometidos con nuestra evolución desde la alegría e interconexión con el Todo, sin sacrificios ni fanatismos…

Por eso, aunque sin candidat@ estoy entretenida, agradecida de lo que nos muestran y expectante mirando cada escena de esta peli donde el ego y la consciencia se presentan a cada instante. Acá dejo la nota de radio Cooperativa en video y en audio. Y… aunque dudé de publicarla o no, me reí tanto cuando la recibí, que también dejo la genial imagen -amo la creatividad chilena- que me mandó mi querido Juan Pablo para quienes nos informamos de política y de…. Avenida Brasil!!, la telenovela que nos tiene pegados a muchos. Para la fanaticada que entiende de historias verídicas y noveleras, acá va. Hasta la próxima!

Av brasil chile

Nos estamos muriendo: Segundo enjuague

DSCN6002La mañana primaveral del 20 de octubre -cuando comencé esta nota- está ventosa, algo fría y nublada: un agrado. Adoro los días así, con el verde intenso y el cielo revuelto. Desde la cocina se siente el aroma del cilantro, la lechuga y la palta, listos para el almuerzo dominguero…  La noche antes, en que regresábamos del cumple de Cami atravesando Santiago de Maipú a Providencia, conversábamos -entre otras cosas- sobre este tiempo y el sinsentido de la actual política (vienen elecciones presidenciales en Chile y las calles se llenan de absurdos letreros) y su forma de mirar la vida social y de llevar su propaganda; qué manera de estar lejos de los tiempos actuales… Y está bien, somos nosotros quienes estamos cambiando profundamente, pero las estructuras van atrás, más lento: la educación, política, religión, economía, salud, trabajo; no saben cómo  posicionarse en un tiempo tan nuevo, por lo mismo resultan lejanos, pasados de moda, asfixiantes, penosos y risibles ciertos discursos y prácticas que hasta hace poco no eran cuestionadas… Nuestro cruel sistema de vida occidental -antes inmaculado y muy expandido ya a todos los rincones-  lentamente pero de manera muy real comienza a demolerse: sus formas antiguas y actuales ya no sirven aunque algunos las maquillen… Pero aún no conformamos algo distinto. Plutón está en plena faena transformadora desde Capricornio y Urano lo presiona revolviendo todo desde Aries para que miremos lo que ya no sirve… Quizá la nueva (o real) espiritualidad, las terapias y la alimentación es lo que más se deja ver como muestra palpable de los tiempos nuevos. Me alegré, de hecho, al saber que por primera vez en 13 años Coca-Cola dejó de ser la marca más valiosa del mundo, eso habló muy mal de nosotros en más de una década, pienso; pero habla mucho mejor de cómo estamos poco a poco en este presente.

Y en medio de la conversa el chofer del taxi también opina y nos cuenta que en la semana trabaja en comercio, además estudia y los fines de semana por la noche oficia de taxista. ¿No será mucho? -le digo y le pregunto que cuándo descansa. Me dice que casi no conoce esa palabra, pero al menos le gusta su trabajo; eso ya es bastante -decimos a coro. Sí, como lo señalaba en la nota anterior, es el mega privilegio/bendición/buen karma poder dedicarse a algo que te gusta y te da sentido, en un sistema que no promueve eso sino la seguridad, el logro, la acumulación, el demostrar: energía fría que nos deja vacíos.

Pero en fin. Lo que es yo, estoy agotada. Pero no desde el cuerpo, ni desde la mente, ni con stress, ni con hastío. Es como estar cansada de «avanzar»: de ver, trabajar internamente, crecer, dar pasos, enfrentar, mirar mi ego para luego reconectar con el alma y hacer decenas de ires y venires entre ambos, botar, sanar una capa y otra más (nunca se termina), asumir, estar frente a pruebas… La lavadora de la que habláramos hace meses no ha parado, ¿no? Es que este año (desde diciembre 2012 hasta febrero 2014) es de un poder y empuje de crecimiento ineludible y cuántico que no se puede desaprovechar…

Una señora me dice, «sí, es que me contaron que tú hablas de la lavadora del alma»…  Y yo la miro y le digo con cara de extrañeza: Noooo. El alma no necesita ni medio lavado ni enjuague. Ella está intacta, pura. Es nuestro ego -personal y colectivo- el que está remecido, tironeado, mojado, expuesto, sometido a limpieza. Yo creo que el alma puro sonríe, resplandece y nos abraza en cada paso de este lavado, ¿sabes?-.

Ritual Primavera PortalDe hecho, sentí -sin proponérnoslo- que el Ritual de Primavera, en que se produjo una reconexión con el alma muuuy bella, espontánea y profunda, fue un luminoso portal hacia otra vibración y estado. En ningún caso porque lo haga yo ni mucho menos, mi ego no necesita esa validación ni ese reconocimiento, no es mi tema en esta encarnación (tengo otros que me dan más dolores de cabeza, jaja), no ando buscando eso… Creo y constato que esos días, alrededor de fines de septiembre y hasta mediados de octubre, muchos -desde donde estemos- que seguimos trabajando en nosotros mismos (gran faena de esta vida) y viendo quiénes somos realmente, entramos a otra fase, que acá la llamaré: Segundo enjuague. Y en mi experiencia de lavar a mano y en máquina, el segundo enjuague puede ser más rápido y liviano, pero también va más al detalle, con revisión de los resultados, ya casi sin detergente…

Estos meses de fin de 2013, en que la serpiente de agua repta intrépida por distintas áreas, ya nos ha hecho mudar mucha piel y nos queda poco menos de la mitad. Ella nos ha despejado el camino, nos ha rasgado -y sacado- antiguos trajes gastados o pegados, nos ha traído tremendas oportunidades y nos ha hecho ver lo real descarnadamente. También nos ha frenado cuando queremos dar pasos desde la impulsividad sin antes terminar el ciclo anterior o hacernos cargo de en qué estamos…. Y con su cascabel anima la fiesta porque la serpiente tiene su humor negro y nos lleva a reírnos de nosotros mismos. Me tinca (me parece) que debe rodear la lavadora levantando una ceja a ver cómo vamos mientras nos sigue obligando a ser concretos en el avance, este tiempo no es para voladas, para fantasías y promesas incumplidas, ante eso ella se enoja y abre sus mandíbulas…

Porque la serpiente es práctica, es 2 +2, y como esta es de agua, nos ha pedido todo este tiempo aterrizar y resolver en nuestras emociones, por tanto también en nuestras relaciones, gran tema de este tiempo, y eso incluye la relación con nosotros mismos -la más importante, obvio; donde nos ha exigido dejar de mentirnos-, como también la relación con nuestro cuerpo.

¿Pero qué trae este segundo enjuague? Primero creo que tenemos que asumir: Nos estamos muriendo. Estamos frente a la despedida de quienes éramos en lo personal y como humanidad. Ya no somos los de antes ni podemos intentar devolvernos (igual hay quienes no se enteran y está bien, cada uno con su camino y con su evolución). Este tiempo es para terminar el despojo de nosotros mismos: de nuestro ego pegado. No porque sea malo, él es un aliado, sino porque hay que renovarlo, hay que decirle que estamos en un proceso nuevo, donde necesitamos su ayuda para que se mueva desde otra energía: ya no sólo desde el miedo a perder su comodidad al instalarse en un rol: bueno, malo, ausente, profundo, víctima, responsable, temerario, chistoso, distinto, superficial, serio, intelectual, amoroso, aislado, rabioso, intenso, rebelde, sumiso… Da igual, lo que sea que se haya quedado pegado, en este segundo enjuague tiene que salir… ¿Para qué? Para comenzar una etapa más consciente desde una energía más esencial y menos enmascarada, de manera de hacer un camino más auténtico en vez de seguir en estereotipos de toda una vida y que antes supuestamente -ja- nos funcionaron, pero ya no más…. Esos moldes están chocando con la realidad que nos impone la serpiente y este último par de años… Porque este tiempo es más luminoso, abierto, creativo, rápido, verdadero… No hay espacio para las divisiones de antes, ya no hay poderosos intocables, el sistema muestra su -sanadora- crisis, a cada rato la Vida nos recuerda que somos todos iguales (qué es Internet, si no), el planeta que nos sostiene también reclama su equilibrio perdido, y muchos comienzan a despertar a la Vida nueva…

Este tiempo es horizontal y circular, todo está ahí para todos: frente a nosotros están los caminos abiertos para quienes queramos transitarlos: están la ayuda, los compañeros de viaje, el conocimiento, todo… Ya no hay excusas, como lo vengo diciendo todo este año. Encima, como decía al principio de este post, las resistencias culturales-mentales de antes comienzan se disuelven cada vez más y ya no es tan raro querer crecer interiormente en vez de sólo estar pendientes del éxito social, ni querer comida más natural, ni optar por cosas más simples o por terapias que mezclan consciencia y energías en vez sólo tomar los químicos acostumbrados…

Me llega que cada uno debiera hacer su propio ritual para hacer su auto-despedida y luego celebrar la nueva etapa, sin moldes ni expectativas, dejando el espacio abierto a la sorpresa… A ver qué sale. Por lo pronto, las alas sutiles de mariposas ya casi-casi están listas para ser estrenadas… Es nuestra etapa más densa, básica y apegada la que está muriendo vía metamorfosis, lavados y enjuagues, mientras nuestra crisálida 2013 burbujea incesante el caldo del cambio profundo e irreversible…

Estamos cansados, pero más alegres y confiados que antes. Conectando todo: satisfacciones, dolores, sanación, avances, risas, inicios, términos, pruebas, sincronías. Como esta imagen de atardecer que me quedé extasiada viendo desde el balcón y que una amiga comparte desde otro punto de Santiago, maravillada con el mismo cielo y momento… Acá la dejo, y en el próximo post viene la segunda reveladora acción de este particular enjuague

atardecer en Santiago