Otoño 2018: El placer de lograr

A cosas como  lo sucedido recientemente en Perú y  la dimisión  de su Presidente -aunque ahora amenaza con arrepentirse; nuestro ego siempre puede seguir dando material; a no si no- o al escándalo que involucra al gran ícono millennial Mark Zuckerberg, fundador de Facebook (uno de los distractores y paraísos del ego, creados ex profeso junto a Twitter y WhatsApp para que millones no despierten y vaya que lo han logrado en muchísimos casos), o al gallito entre USA y China me refería en la nota anterior cuando señalaba que habrá «muchas novedades en torno a las figuras de poder»  en este otoño. Lo mismo en este test previo al 2018. Y esto recién empieza. Con Neptuno en Piscis, Quirón en esas aguas también y el Sol en Aries encumbrados en la carta del equinoccio, sabremos de varios personajes ligados a cosas turbias (por si nos faltaran), otros que pueden enfermar, admitir fragilidades, pasar vergüenzas y también sanar bastante egoísmo; comenzar a trascenderlo… Esto llegará a ámbitos artísticos y deportivos también. Pero los «poderosos» -las figuras- no son lo central, sino nosotros; claro está. Todo esto nos puede pasar a nosotros también. Estamos llamados a aterrizar en nuestro desbordado narcisismo de las últimas décadas para, en cambio, cultivar mayor espacio para escucharnos de verdad, para sentir qué nos quiere decir la Vida sabia que pulsamos, para sintonizar con la naturaleza y sus cambios, para practicar más humildad y austeridad, en especial en torno a la forma que tenemos de lograr, de llevar eso que el sistema define como ¿éxito?

En este punto, el ciclo que iniciamos ahora hasta el próximo solsticio de junio 2018 nos abre también a disfrutar más de la planificación y de algo que a ratos desvalorizamos en la actualidad: la disciplina. Este año es muy concreto, nos quiere con agenda, con la mirada en el paso a paso, con la satisfacción en cada avance. Da igual si es bajar de peso, cambiar de trabajo, realizar un viaje, mejorar una relación, ser más próspero, sanar un síntoma, comprar algo… Se nos regala el goce de sentir que avanzamos, que estamos más prácticos y menos enrollados o culposos, que conquistamos en base a disciplinarnos con alegría, sin drama, sin victimizarnos… (¡Aplausos!) Y obvio que lo primero que hay que domesticar es nuestra mirada y actitud hacia lo que emprendamos…pexels-photo-449609.jpeg

Hace unos días entro a una tienda india en busca de unas cosas para el feng shui casero y con su dueño, un señor mayor,  conversamos un poco de la reciente Expo India en Santiago y de las telas y de -me encanta desde niña y de otras vidas, creo yo- Lakshmi.  En eso estamos cuando entra un cliente que le dice -mientras yo me quedo viendo mis productos- con entusiasmo: ¡Quiero algún aroma para mejorar el ambiente en una oficina, en un equipo de trabajo, ¿qué me puede servir?!

Y yo le digo casi como un acto reflejo: Cambiar de actitud -y lo miro con  mi mejor sonrisa, mientras el  dueño (ya casi mi mejor amigo) procede a buscar un incienso que saca con certeza plena del fondo del aparador-. El colega cliente se ríe y me dice: Sí, es verdad; pero además de eso, jajaja. Algo en específico que ayude-. En eso el dueño interrumpe porque quiere saber qué le dije y yo le repito el diálogo. Entonces, él agrega en su castellano con acento indio, que no hay que darle poder a los que son pesados o humilladores; que no hay que bajar la cabeza ni llevarse esa rabia adentro del corazón. Y entre los tres comenzamos una buena conversación muy divertida y profunda a la vez. Terminamos todos contentos, cada uno con sus ganancias y lecciones nuevas.  Yo enternecida y feliz con ese momento.

Sí, sin duda un incienso, una planta, un espacio bello, el feng shui, las terapias de cualquier tipo, un libro, un taller, un viaje, una conversación… Todo puede ayudarnos. E igualmente la despedida de Urano después de siete años en el fuego de Aries y la próxima entrada de Quirón a este mismo signo, nos muestran -y seguirán haciéndolo- el poder de nuestras actitudes frente a lo que sucede… El poder de la rabia, de competir o siempre querer ganar, también el de no mostrarnos y esconder nuestra propia luz e identidad, el de tirarle la ira encima al resto; el poder -tan poco valorado- de detenernos en consciencia de estar haciéndolo; el poder de lo que vibramos, desde dónde nos paramos para movernos… Ahora el otoño/primavera nos tomará lecciones, nos mostrará lo peor de nosotros para que lo soltemos y nos guiñará un ojo cuando seamos honestos (en especial con nosotros mismos), cuando soltemos ansiedad y nos atrevamos a estar -aceptar- más en cada momento y menos en la expectativa, en la anticipación … Nos toca acompañarnos y gozar tanto de poder hacerlo como de cada episodio sanador que atravesemos… 

Por mi parte comenzaré un Taller de segundo nivel de astrología para conocedores del tema, acá la info para inscribirse.  Y se asoma en mayo una charla para que todos comprendamos mejor de qué se trata este tiempo. Ahora, como regalo, les dejo este revelador video que hace un rato descubrí (capaz que ya lo subí, pero no me acuerdo e igual vale la pena verlo de nuevo) y que representa no sólo a una  generación, sino a gran parte del planeta actual que, enhorabuena, está a punto de realizar un gran giro donde el narcisismo nuestro de cada día irá quedando atrás… Que así sea…

Equinoccio: armonizamos y abrimos nuestro mundo

Ja, ja. Al mismo tiempo que escribo esta frase acá en el blog: «Con la reciente Luna nueva en Virgo del miércoles pasado completamos la etapa más ardua e inicial de los eclipses de agosto que tanta energía movieron»;  en la mesa del lado, donde hay varias mujeres de distintas edades, una habla de la Luna en Aries y afirma que «es muy fuerte», ante lo cual otra le responde «yo no cacho (entiendo) na’ de eso».  Me río sola y adoro comprobar cuán conectados y asistidos estamos. Justo esta semana nos ‘sumergimos’ en la Luna en el taller de astrología y en la próxima clase continuaremos con sus claves y misterios porque ella da para mucho.

Sigo. Los eclipses de agosto -como compartimos antes acá y aquí– trajeron aterrizaje, un poderoso reseteo y liberación. De situaciones, de energía, de estancamiento, de verdades. Y estas primeras semanas post eclipse -hasta el 19 de octubre con más fuerza- tienen una cuota de dolor no menor. Por una parte están las zonas que tocó (fue visible) el eclipse: Estados Unidos, México, el Caribe, que -como sabemos- están en grandes procesos energéticos, colectivos y físicos que significan soltar drásticamente, vivenciar el miedo, la muerte, el dolor profundo, la tristeza y el desapego; detenerse obligadamente y recomenzar poco a poco. Y, por otra, a todos nos irradia un poco de esto, en todas partes del planeta.

Me conmueve México. Es mucha su belleza y su nobleza. México contiene la energía de Estados Unidos para resguardar el poder que conserva el resto de América hacia el sur. Ese muro no es casual. Es también un símbolo, una protección hacia acá; claro, quienes lo construyen y quienes lo rechazan no lo saben, y está bien. Me conmueve también porque el corazón mexicano es cálido, amable, algo naif a ratos, intenso, bondadoso y su tierra además de bella resguarda grandes anclajes energéticos. Como todos los pueblos, tiene también su oscuridad y, en este caso, sus costumbres latinas donde procrastinamos, maquillamos situaciones y no planificamos con responsabilidad… Tengo varios amigos por allá y la mayoría están de voluntarios con sus profesiones ayudando en lo urgente de esta primera etapa, como millones lo hacen por su México lindo y querido que, cuando lo escucho en las notas de TV mexicana, me emociona y me recuerda momentos de doloroso desapego en Chile con terremotos, aluviones, incendios, inundaciones y más, donde el corazón brilla. El dolor y el amor se unen… Igual, pese a todo, lo de México -sus terremotos- no son limpieza, son una poderosa reactivación, son despertar, y pronto lo veremos.

Sí, atravesamos tiempos desafiantes y bellos como humanidad. No hay nada externo a lo que aferrarse, sólo a nosotros mismos, a lo que realmente somos. El eclipse en Leo nos trajo a nosotros mismos de vuelta: ¿dónde estás, haces lo que te gusta, vives la vida que quieres, juegas, disfrutas, eres auténtico, brillas, sabes qué talentos tienes, cuán egocéntrico estás, vives con rigidez, cuáles son tus apegos, estás en soberbia o en aceptación, te ríes, creas, compartes? …Todo esto es lo que nos preguntó agosto pasado y septiembre nos lo pone enfrente. Y los meses que quedan, de aquí a febrero 2018 nos piden resolver lo que está incómodo, tóxico o pendiente en torno a estas interrogantes.

Este 2017 es un ajuste de autenticidad. Ya nada puede forzarse ni disimularse. Ya no nos dejan cargar con ciertas relaciones o tenerlas por conveniencia ni menos por culpas o miedos, o sacrificio; lo mismo con los trabajos, actitudes, hábitos. La verdad emerge y nos corresponde asumirla. Ahí están la liberación y el recomenzar desde la luz que somos.

Pero liberarse, muchas veces tiene una cuota de dolor no menor. También de miedos, rabias, angustias, dudas. Como también trae gran alivio, centro, calma, alegrías y nuevos desafíos que el alma acepta porque sabe que corresponden a un nuevo ciclo. Se abren el abismo y el horizonte al mismo tiempo. Y, en parte, eso es vivir: arriesgarse, experimentar, cruzar portales. La vida no es estática ni es estar siempre en comodidad. Pero esto ya lo sabemos, ¿verdad?

Estos días de equinoccio -de primavera por acá, de otoño por allá- mueven energía tanto hacia el renacer como hacia la necesidad de armonizar nuestras vidas. Todo se reordena y recupera su armonía más allá de si nos gusta o no, de si nos parece lógico o ‘justo’.

El reciente invierno (verano en el norte) nos entrenó mucho en soltar y en aprender a disfrutar más. Ahora nos corresponde practicar. El Sol y Quirón nos ayudarán -desafíos mediante- a activar nuestra autoestima, ‘desenchufar’ nuestro lado víctima, aceptar nuestras fragilidades para poder relacionarnos con los demás de forma más clara. La Luna en Escorpión y Júpiter en Libra se unen en este equinoccio para enseñarnos con más certeza y menos desgarro a salir de lo conocido. Nos abrirán el mundo, traerán nuevos lazos y conocimientos, reforzarán nuestros dones tanto intuitivos como intelectuales para comprender desde la experiencia que hay tiempos en que el miedo se hace a un lado y nos corresponde dar pasos nuevos con más arrojo y conexión interior; no desde el rechazo ni desde las expectativas sino entregados a lo que la Vida  y el alma pulsan dándonos señales de distinto tipo que ahora podremos leer mejor.

¡Feliz Primavera por acá y Feliz Otoño hasta allá! Un gran abrazo al bello México. Gracias por su coraje y bondad, desde acá los abrazamos y aprendemos junto a ustedes. ❤  Gracias.

De la pausa a la vorágine: ajustando nuestras alas

Hace poco más de un mes una amiga sufría un poco porque su trabajo estaba en pausa, muy poca actividad en la oficina porque están cerrando y reorganizando áreas; ella sentía que iba a calentar el asiento, se aburría y ya se desesperaba… Yo pensaba: ¡qué envidia! Yo feliz que me paguen por no hacer un rato… Y también le dije: pero la Vida te está proponiendo una pausa, ¿por qué no la respetas no más en vez de resistirte?, ¿por qué no te entregas y le das espacio? Nunca estamos conformes con lo que tenemos. Luego, en un tiempo, cuando vuelva la carga de trabajo capaz que dices: por qué no aproveché el tiempo de «vacaciones» que tuve… Por esos días yo estaba en mi propia pausa que comenté acá más de una vez, disfrutándola pese a los obstáculos y a la inquietud subterránea del dinero -al igual que todos los independientes cuando yo paro no hay ingresos, pero el valor de la libertad de moverte a tu ritmo es infinitamente reconfortante.

Semanas después, tal como le compartía a mi amiga, cuando mi pausa -que aún internamente no siento que termine del todo- comenzó a transformarse en acción, no imaginé que daría el salto desde detenerme y conectarme profundamente con el silencio y con la quietud,  a retomar la consulta llena, dar una primera (de tres) charla de astrología y luego viajar a Nueva York por ocho días… Sin más, atrás quedaron mis días con tejido, series, mirar por la ventana, mate, cocinar, silencio, lluvia, atardeceres, mariposas y flores en el balcón… De una me fui a intensas semanas respirando e intentando mantener el centro en este año de transición que a cada rato reequilibra nuestra energía para que comencemos la nueva etapa que nos pedirá fuertes decisiones. De hecho, aún ando en cámara lenta pese a la vorágine exterior. Y es bacano, aunque loco.

Entonces, sin que yo lo busque ni lo desee demasiado, incluso hasta mí me sorprende y no muero de ganas antes de ir, pero igual los viajes me ponen feliz -de ahí, en parte, el nombre de este blog– me embarco hacia el norte-norte.  Me habría gustado mucho más volver a Turquía («mi» país) que ir a Estados Unidos… Pero cuando las cosas se dan hay que seguir el flujo de las señales, esa es mi postura hace ya tiempo, práctica que no es del todo cómoda pero sí de gran aprendizaje y comprensión de la perfección de la Vida…

En los días previos un par de amigos y mi madre me preguntan por mis expectativas de este viaje y les digo: ninguna. Lo que me quiera regalar está bien, como no lo busqué, no las tengo; todo me sirve-. Días después aterrizo primero en Miami, con los polis de origen caribeño muy pesados con los latinos (paradojas humanas siempre presentes); me dan ganas de hacer una broma cuando el poli me insiste en que le diga qué es para mí pasear cuando me pregunta el motivo de mi visita y le digo que vacaciones, vuelve a preguntarme qué significa eso y le digo: lo que uno hace en vacaciones, pasear… E insiste: dime qué es para ti pasear, si no te devuelvo a tu país y no te dejo entrar a los Estados Unidos -me siento en un programa de humor absurdo, al tiempo que me da un poco de pena él, su entrenamiento, todo su sistema y también me da risa pero sé que no puedo reírme ahí. Le respondo diciéndole que tampoco lo entiendo yo a él y que supongo que pasear es recorrer los lugares turísticos;  ahí me pide que se los nombre porque según él yo ya tendría que haberlos buscado en internet, cosa que me da más risa (interna, obvio) porque si hay algo que yo no hago es mirar lo que quiero conocer antes, me gusta sorprenderme, no quiero tener demasiada información ni imágenes, quiero vivir la experiencia, como cuando me hablaban de Cappadocia y yo no quise ver ni una imagen hasta que llegué, amé el lugar y su energía, supe que ya había estado ahí; al día siguiente me subí al globo aerostático de madrugada y disfruté a mil el vuelo suave por esas tierras ancestrales y mágicas… Pero claro que no le voy a dar esa respuesta al poli que parece un chico tipo Daddy Yankee y con el mismo acento, mami; pero sin una gota de su carisma… Y me vuelve la misma sensación: qué pena tu trabajo y tu energía, pero este es el juego que cada uno juega y agradezco que en esta vida no me toca ese oficio…  Entonces le nombro cosas que me suenan de la ciudad. Ni sé de lo que le estoy hablando, se las nombro porque sí y estoy tranquila; eso también me da risa porque he estado en situaciones de mucho nervio en Santiago y en varios viajes pero ahora no me mueve su energía, apenas siento un leve nudo en la panza frente a él; veo a un niño, a alguien bondadoso jugando a malo… Finalmente me deja pasar casi como un favor mientras yo sólo lo observo y otro poli me indica por dónde seguir el trámite… Recuerdo que estoy trabajando algunos rayos de colores que tienen que ver con la calma y el flujo, lo agradezco porque claramente están actuando. Luego, no casualmente me encuentro con una chilena y su hermano en la fila siguiente (antes me encontré con el barman de uno de los restaurantes vecinos que siempre visito y que viene también en el vuelo; jaja), amigos de Nati, pasajera de este blog, y ella me cuenta que la primera vez que vino un poli le gritaba y le abrió la maleta y ella casi lloraba porque no le entendía y ella sintió que era ‘puro show’ para intimidarla hasta que la dejaron entrar… Linda bienvenida a USA… Luego llegamos a Newark, uno de los aeropuertos neoyorquinos con gringos muy amables… El día está gris y lluvioso -yo feliz- con bellos colores de otoño en esta enorme ciudad. Me agrada viajar de la primavera sureña al otoño nortino, un placer. Son ocho intensos días junto a ‘mai sister’, que me invita  «su» país, al que ha venido varias veces y que le encanta aunque no le gusta demasiado reconocerlo porque a ojos de muchos no suena muy lindo, jaja. Entre varios amigos «tenemos» países. Marce tiene Egipto; Jaime tiene Italia; Lily y Tati, Francia; Moni, Chile; Pao va con España; Karen tiene Dubai (nada menos), otra Marce y Cocó tienen USA, Javier obvio que Cataluña, Isabel Bolivia y Jorge Colombia… Yo «tengo»  -hasta ahora- Turquía, Guatemala, México y Portugal, en ese orden… ¿Y ud., querido pasajero de este blog, cuál tiene? Diga no más, que el mundo es amplio y además podemos compartir.

En este viaje me siento dentro de una película, no sólo porque recorres varios rincones que ya viste en las pelis (aunque no veo tantas tampoco y no retengo demasiada cultura/info gringa), sino más por estar en estado más bien neutral. Realmente hace un rato me siento así: observando sin tomar demasiado partido, divirtiéndome mientras contemplo una y otra escena, aprendiendo, observando(me)… Una parte mía sigue -como dije en un post anterior– en esta pausa, en crisálida, es raro, y prefiero respetarlo porque es lo que se está dando en mí ahora, lo siento como una etapa y este viaje siento que viene a cerrarla también… Pero más allá de mi estado interior me entrego a la aventura de  esta ciudad incansable que -precisamente- cansa, divierte, enamora, enseña, cautiva, estimula, desafía, sorprende una y otra vez; y también te hace sentir en una peli vertiginosa…

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Desde el High Line Park, NYC. Un parque en altura sobre antiguas líneas de tren.

Fuerza latina

Podría decir que en Nueva York reside el mundo, están todos los colores, aromas, sabores, modas, historias, sonidos, tendencias, decadencias. El concepto cosmopolita se palpa en cada esquina.  Todo convive: el lujo y la pobreza, todas las razas y religiones, lo justo y lo injusto, la locura (mucha) y la intelectualidad, el arte y lo bizarro, lo refinado y lo masivo, la naturaleza y la selva de cemento, el ruido y el silencio, lo moderno y lo clásico… Además, como lo comentamos con otros latinos viajeros, nos topamos con cantidad de latinos residentes, tantos que casi no hace falta el inglés y nos reímos mucho porque ante la menor interacción con una frase en inglés del tipo: how much? I want a coffee; where is the restrooms?; sorry;  thank you; hi; etc… me responden: vale 2 dólares;  lo quieres con azúcar y crema?; el baño está a la derecha; de nada, adiós, hola, sí… jajaja… Y nos sale una risa cómplice entre latinos… Como la señora que nos escucha hablar en el metro sobre el cambio de hora que hicieron la madrugada de Halloween, el horario de invierno y que nos confundió a varios; ella ya me miró al entrar al vagón, pero al rato se para del asiento de enfrente, se me acerca y me dice en acento ultracaribeño: ¿qué hora tú tienes en tu celular? -y yo me sonrío, le digo que las 10:05 y ella me dice: es que yo vengo saliendo de mi trabajo y yo ponché (marcar tarjeta) antes esperando a mi compañera que no llegaba y ahora me van a descontar, yo no sabía qué pasaba con ella pero la máquina esa no cambió la hora -y entonces se une una señora a mi lado para decirme que también se equivocó al poner el reloj del celular y terminamos conversando en español ante la mirada de algunos gringos soñolientos en el carro.  Ya cuando nos bajamos le toco el brazo (entre latinos podemos hacer ese gesto) y le digo: buen día, amiga, que descanses-  se sonríe y nos despedimos.

Lo mismo cuando el penúltimo día compro jugo de naranja de verdad y un antigripal en un almacén frente al hostal. El mexi(cano) de la caja me dice: reina, todo Nueva York se ha resfriado este otoño, mamita. Es que con este tiempo -decimos ambos y completamos la frase: que si la lluvia, que el viento, que el frío, que el calor. Y él agrega: el año pasado nadie se enfermó, en cambio ahora; el tiempo está muy loco, mamita -nos despedimos sonrientes y cuando vuelvo al día siguiente por más jugo le cuento que estoy mejor y volvemos a conversar un poco, mientras un obrero con casco pintado con la bandera estadounidense se sonríe aunque no entiende la conversación porque él sí es gringo…

Rincón italiano en el Chelsea Market, atendido por latinos, entre otros

Rincón italiano en el Chelsea Market, atendido por latinos, entre otros

Hay muchos latinos en los servicios trabajando duro por su sueño americano -vaya concepto antiguo, en mi opinión. Muchos lo logran -como nos cuenta Álex, el pizzero mexicano de la esquina, que lleva casi 30 años acá- pero a costa de cero descanso y gran nostalgia por la familia; aunque como en NY está el mundo entero, la comida y los productos de cada país están muy presentes y hasta incorporados algunos a la dieta local. Supongo que eso alivia al corazón también.

Locuras y verdades

Metro de NYC

Metro de NYC

Claro que me resfrié no sólo por los cambios de temperatura  climáticos y del metro (los vagones del metro a veces están ultra fríos con el aire acondicionado) y algunos andenes apestan: no sólo con olor a orines, desagüe y otros, además de alojar a varios colegas de Mickey Mouse, un clásico del metro local, ver ratones en los rieles, sino también por la vibración intensa de la ciudad, por demasiado estímulo después de mi gran pausa. Venía de un ritmo muy calmo y subirme de una a la agitada energía neoyorquina a ratos me sobrepasó (mi cuerpo y alma hicieron su mejor esfuerzo pero me mostraron también el ajuste vivido, yo en mi cámara lenta mientras el resto iba en cámara rápida), e igualmente disfruté porque me encanta todo lo nuevo, descubrir lugares y costumbres. Encima siempre encuentro algo por lo cual reírme y acá hay material de sobra, entre los looks más excéntricos (adoré los peinados afro que ostentan el frizz mientras otros se desviven por evitarlo), las frases en el aire, algunos gestos muy fríos y displicentes versus otros muy amables… Vaya que da material este territorio nortino. Si hay algo que me gusta hacer en los viajes y en algún momento en cualquier rincón de Santiago cuando puedo, es sentarme a ver pasar la gente, sin ningún afán más que observar la diversidad humana y reírnos de cómo somos, saber lo que se lleva y lo que no, descubrir la idiosincracia y sentir la energía…

Un sábado en el mercado de pulgas Hell's Kitchen

Un sábado en el mercado de pulgas Hell’s Kitchen

Durante mi paso por NY en Chile siguen destapándose verdades, tal como lo conversamos en radio Cooperativa a principios de este año: todo se sabe y todos quedaríamos expuestos, y ahora el empresariado chileno sigue dándonos material -como si nos faltara- mostrándonos la oscuridad, manipulación y abuso del que somos capaces cuando estamos vibrando en egoísmo y en defensa… Ellos nos reflejan lo peor de nosotros mismos por estos días y lo peor del sistema frío que creamos y habitamos.  Y es bacán, a mí me alegra, pues caen más y más fichas de cierre de una etapa plástica y oscura. Pero estos hechos no son sólo para escandalizarnos o apuntar con el dedo, son para crecer,  para despertar y usar nuestras propias herramientas para movernos. Todos las tenemos y es tiempo de ponerlas en acción: creatividad, ingenio, pragmatismo, intuición, conexiones, estrategia, impulso, liderazgo, etc. Luego de la pasada de Don Satur (limpieza, cierres, sabiduría) por Escorpión (verdades ocultas, platas compartidas, intrigas) veremos sus efectos por largo rato en varios puntos del planeta y en nuestros mundos personales también: estamos reconociendo nuestras verdades, asumiendo quiénes somos en nuestra totalidad para construir con bases más sólidas y auténticas… Por lo mismo, con algunos compartimos estos días nuestros nuevos y  no en distintas áreas, conversamos de lo difícil y aliviador que ha sido al mismo tiempo… Como una amiga que siempre dice que sí a la familia cuando le piden dinero y esta vez decide pasar, entonces se vienen encima las agresiones y manipulaciones… Cada uno mostrando su verdad… Hoy nada se puede ocultar o fingir, lo pagamos muy caro; puede resultar intimidante e igualmente es bello y sano… Y yo también he dicho mis sí y mis no. Entre estos últimos, por estos días -lo dije antes- no me da pa’ contener a nadie, algunos lo entienden, otros no, y es parte del ajuste que todos vivimos con la nueva energía que se instala en nosotros: después de tanto movimiento en Libra de septiembre a noviembre (formas y relaciones) ahora nos movemos aunque suene redundante de otra forma y con otra frecuencia que se dirige hacia lo verdadero. Hacia «este/a soy yo, tengo todo esto dentro de mí, estoy en esto, voy hacia allá (o no sé hacia dónde voy), pero esto soy, con todo los sí, no y más o menos de cada uno… Todos estamos reconstruyéndonos, pasando la agitación de nuestro centrifugado y comenzando lentamente otra etapa algo incierta pero más optimista y fluida. Venimos de tres años de gran tensión y fricción donde crecimos mucho y nos despojamos… Ahora comenzamos a levantarnos, a brotar desde lo que somos verdaderamente.

En este viaje, además de observar y de disfrutar aventuras, rincones, sabores, compras y paseos (aunque no sé definir qué es pasear, jaja) me encuentro con mi amiga y ex vecina Pepa Valenzuela y sus amigos latinos del master en escritura que cursa en la NYU (Universidad de Nueva York). Primero nos encontramos a un café con Pepa a solas a contarnos la vida, en Williamsburg, un barrio que ella reporteó para Chile donde los hipster la llevan aunque ahora comienzan a migrar a otros espacios.  Al día siguiente, ella está ansiosa porque es Halloween y se ha preparado con anticipación

Desfile de Halloween

Desfile de Halloween

para su disfraz de catrina. Luego nos juntamos en el desfile oficial que está lleno de gente y los disfraces más insólitos y producidos en gente de todas las edades. Muy chistoso e intenso todo! Después de la parade vamos a un restobar y conversamos de todo un poco, incluida la idiosincracia chilena y cómo nos marca la montaña, la cordillera -que a ratos me ahoga y siempre me conmueve- en nuestro carácter introvertido, temeroso y laborioso… Con otro chileno -que lleva casi dos años en la ciudad- en la mesa conversamos de las luces y sombras de NY, de la energía que te chupa si no estás bien parado -o si no tienes mundo interior- y de la locura, una de las cosas que más me llama y que más le chocó a Pepa en sus primeros días por estas tierras… Mucho loco dando vueltas. Las grandes ciudades producen más locura y si hay viento, aún más; lo he comprobado. Mucho aire (pensamiento), agitación y masividad producen más rayadura, en mi opinión. Y si a eso le sumas un sistema voraz de consumo, el resultado se incrementa. Mucha gente hablando sola, cantando, pegada en algún desequilibrio; no demasiado homeless -al menos en esta ciudad-, sino gente que va y viene y que vive en su mundo aparte.

Time Square

Time Square

Yo sigo viendo mi tele: observando y sapeando, como escribió Pepa en esta crónica sobre el metro neoyorkino.  Mirando cómo se mezclan la frialdad y la amabilidad de la ciudad en muchos gestos de interacción, palpando la densa energía en Times Square, donde me vienen mareos y vacío en medio de tanto ruido, luces y ansiedad, y necesito urgente comer algo más natural hasta que encuentro una bendita sopa que me recompone; sintiendo la baja energía de China Town donde encuentro un milagroso té de jengibre con limón y me meto a una farmacia china curioseando todo riéndonos con los chinos sin hablar una palabra; y disfrutando el enorme oasis del Central Park que te inyecta de vida, naturaleza y armonía.

Otoño en Central Park

Otoño en Central Park

En medio de todo doy gracias porque muchas sincronías se producen en este viaje. Algunas cosas que quiero comprar van apareciendo nada más pensarlas y se solucionan también ciertos obstáculos, recibimos ayuda en los momentos más inesperados, me encuentro con sonrisas cada tanto en una ciudad que no te sonríe fácilmente pero que es muy abierta y cordial al mismo tiempo…

Una mañana en Central Park

Una mañana en Central Park

De regreso después de esta aventura gringa, luego de apenas ordenar un poco, de tomar mate con hojas de menta para refrescar lo que queda de resfrío y de dormir doce horas seguidas, me recibe un fuerte temblor por la noche (en otras partes sería terremoto, pero en Chile es un temblor más) y aunque apenas me despierta, al día siguiente digo: Mmm, gracias por la  bienvenida y por recordarme que ya, que tenemos que movernos... Además del amor con que nos reciben al regreso la familia y amigos preguntando detalles, regalándome pan casero, frutas y verduras, me quedo mirando el atardecer en Santiago que pasa por todos los colores cálidos, atesorando los momentos vividos en el norte que empodera y tomando la energía de este sur que sana. Las mariposas vuelven a revolotear en el balcón, las saludo y recuerdo las que vi en el aeropuerto santiaguino al llegar a media mañana con mucho sol… Todo tiene su espacio, la aventura, la pausa y ahora el trabajo de este cierre de año que se asoma divertido y desafiante, con la Luna nueva en Escorpión que nos trae más oportunidades de encontrar respuestas, tener importantes conversaciones y decidir asuntos o cosas que tenemos que soltar. Este noviembre despeja el camino para iniciar y cerrar según sea el caso… Con la luz del atardecer me quedo mirando uno de los recuerdos que traje para regalar y que tiene todo que ver con estos tiempos… Seguimos encontrándonos y aventurándonos!

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Primavera para despertar

floresprimaveraAquí estoy,  de regreso después de una necesaria, disfrutada y nutritiva pausa… Un espacio que tuvo de todo… Hasta terremoto: un movimiento de tierra interior y exterior, ¿no?

La verdad no me dan tantas ganas de terminar mi detención silenciosa, pero ya es tiempo, al parecer… Como la primavera, me lleno de Vida nueva y salgo poco a poco a disfrutarla con todos sus aromas, colores, brotes, flores… Desde acá les agradezco a todos los que me acompañaron, a los que me rodearon de amor con mensajes, gestos, comidas ricas, paseos y respeto; como también le agradezco a quienes no la entendieron y la interrumpieron… Todo nos sirve como experiencia de aprendizaje y vaya que estamos aprendiendo y creciendo en estos tiempos!

Acá, por ahora, dejo dos audios sobre este ciclo y un video que refresca las Predicciones 2015 (estoy muy audiovisual parece!) que cada año realizo para Emol.com y esta vez con el equipo de EmolTv hicimos una entrevista…(Gracias, Daniel, por recordármela).  En estas predicciones explico que este año es un puente…  Y parece que a ratos cruzarlo no ha sido tarea fácil y en otras es un gran puente colgante que asusta pero apasiona también…. Sobre los audios, el primero es sobre esta pausa y mis vivencias con esto. Y el segundo -a pedido de algunos pasajeros de este blog- sobre el terremoto en Chile. Como siempre y como se lo dije a un amigo una vez: es mi mirada, no es ninguna verdad… Y como lo dice también la presentación  de este blog: … ¡ADELANTE, PASE USTED! Mueva su pantalla, abra su mente y su corazón, y explore… Aquí hay viajes del alma, otros por ciertos rincones, algunas guías para las vueltas de la vida y más de una Cita con el Destino… Finalmente, somos todos PASAJEROS (recuérdelo) … 

Un gran abrazo de primavera con muchos colores y con todo lo que nos regala! GRACIAS!

Primer audio (click en el círculo naranjo para escuchar):

Segundo audio:

 

Las Predicciones, donde al final del texto hay un video, acá.

Regalos de Primavera

Dedicado a todos los que están en duelo, a los auditores de radio Cooperativa
y al bello equipo que hizo posible el Ritual de Primavera.

No sé bien cómo comenzar esta nota… Son muchas las emociones y el agradecimiento … a la Vida, con todos sus tonos y pasajes, incluso aquellos dolorosos, que -para muchos- no han sido pocos en este año de cambio de piel… La energía que movimos -y generamos- este sábado en el Ritual de Primavera fue de mucha belleza y sanación, el gran círculo de luz alrededor de nuestro altar alado puso su corazón personal y colectivo con mucha entrega… Y el domingo por la tarde, el intenso aroma de las fresias en el comedor llega a emocionarme de tan especial y primaveral que es… Son del jardín de Sole, quien las trajo con orgullo y generosidad para el ritual que hicimos junto a muchos seres en Providencia, Santiago… Desde Mercedes, Buenos Aires, Mabel me dice al ver una de las fotos:  Con todos los lavados y enjuagues que hubo tenían que reunirse todas estas almas!!!! … Y sí, esta vez fuimos alrededor de doscientas almas formando un colorido círculo de luz alegre, emotivo, conectado, dulce, valiente, amoroso, profundo… Bello…

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Mabel se refiere a las notas que publiqué en el invierno sobre esta limpieza del ego en la que estamos y que nos tiene a muchos bastante remecidos, pero también mucho más enteros y enraizados que en otro tiempo: no es fácil crecer, pero es luminoso y reconfortante… Y da sentido, lo cual es un mega tesoro en esta existencia: encontrar el hilo de por qué, para qué y hacia dónde vamos….

Como Mabel, otros amigos mandan los días previos, su energía desde donde estén:  el norte y sur de Chile, Uruguay, Argentina, España, Colombia… Recibo llamados y mensajes con buenos deseos para la tarde de magia que muchos conformamos… Así son los Rituales: con amor desde distintas direcciones, donde muchos ofrecen su ayuda, envían -y ponen- sus buenas intenciones, colaboran con generosa espontaneidad y todos nos sentimos parte de una energía pura: la del alma… Es ella, el alma, la que emerge y se vuelve protagonista en estos encuentros que parten varias semanas antes con los detalles tanto logísticos como del contenido mismo y que disfruto mucho porque la intuición, la creatividad, la intención y la Divinidad se orquestan para que todo vaya tomando forma hasta el día fijado…

Como lo dije en medio del Ritual esto funciona como «circo pobre» (pero digno, jaja), y me encanta, es así: lo hacemos todo a pulso, todos hacemos de todo, mirando los detalles, probando, con ayuda de los amigos, con colaboraciones de quienes ni me conocen y se ofrecen a llevar cosas, a ordenar, a participar… Por la mañana vamos con Camila y Javier a ordenar las sillas, mirar las luces, probar el audio, movemos muebles, cargamos cosas… El viernes trabajamos con Silvia, que pasa después de su trabajo a mi casa a revisar los listados y preparamos las coloridas mariposas del altar, mientras nos reímos y escuchamos buena música: Drexler, Johansen, Carlos Vives. Días antes fuimos con Cami por algunos de los materiales, de vuelta pasamos por una feria de frutas y verduras y la primavera brilla con sus aromas coloridos,  y a mí «me bajan» poco a poco las fases del Ritual con eso mismo: al caminar y sentir la ciudad, al mirar la tarde, escuchar la radio, compartir vivencias de cercanos y de los consultantes que van por su carta astral, al sentir el pulso de los procesos en los que estamos, al atender las sincronías que nos regala la vida a cada rato… Así, al llegar al anfiteatro vemos que  ya pasó Max por ahí con generosidad y delicadeza a dejar unos focos… y un ramo de girasoles. Y yo, que no tenía claro qué pondríamos al centro del altar, recibo sin pensarlo la clave: girasoles en una fuente con agua… Maravillosa perfección de la vida.

Altar Primavera

… Algo parecido me pasa unos tres o cuatro días antes cuando reviso la música y el ritual va tomando poco a poco más forma.  Hace unos meses después de bailarla, dije: sí, tenemos que poner esta música para Primavera. Pregón para iluminarse, del grupo chileno Los Jaivas, que corea con fuerza: Hágase la luz!  Pero también quiero poner otros énfasis y ahí mi mente comienza a hacer ruido y a dudar… En esto estoy cuando una mañana fría entro a un almacén del barrio y mientras le pregunto a la dueña si tiene yogur natural, me dice que no, que el repartidor está atrasado y no tiene mucha mercadería. Le agradezco, me doy media vuelta y veo a un señor divertido que «molesta» al otro dueño del almacén haciéndole unas bromas y de la nada se pone a saltar y a cantar con un brazo en alto: ¡¡hágase la luz, y la luuuz baña los cerros…!! -Guaauu! Te pasaste Divinidad! Gracias por la mega respuesta-sincronía-señal!!  -digo por dentro hiper-agradecida y feliz, mientras miro al señor y me río con ganas con él, que seguro cree que le sigo la broma y no sabe cuánto me está ayudando en ese momento y que es el canal que encontró el alma -mía y colectiva- para decirme: sí, esto es… La vida es demasiado bella y perfecta cuando queremos verla…

Al día siguiente, dados los duelos que hemos vivido comienzo a crear un espacio en el ritual que honre a quienes han partido y a quienes sienten la pérdida, un instante para quienes están(mos) en cambios drásticos… Entonces, me escribe María José, a quien no conozco pero que vino al ritual de invierno y es amiga de Javier. Me dice que quiere ayudarnos en todo el trabajo y agrega:  «A mi me gusta hacer danza de varios tipos, pero soy aficionada no más 🙂 mi motor es mi amor y mi libertad y el querer que los demás también encuentren su amor y su libertad… Lo hago como mi terapia personal y me gustaría también ver si se puede dar una instancia de regalar una danza de vida y amor a todas las personas que asistan y para nosotros mismos» -lo leo con emoción porque es tan bello atreverse, ofrecer nuestra energía y talentos, que me siento honrada. Comenzamos a conversar y mandarnos música. Nos reímos pues me propone unas canciones que usamos la primavera pasada y tenemos los mismos gustos… Escucho unas del chileno Nano Stern que me manda y, de nuevo, llega la respuesta en el sincrónico momento perfecto: María José (Kote) bailará para honrar la vida, precisamente eso, La vida es un gran regalo, de Stern. Y así sucede, mientras todos terminamos acompañando con las palmas la melodía y la ofrenda bailada de María José, llena de sensibilidad y entrega…

La Vida continúa viajando por el Ritual y por nosotros a cada instante. Este viaje-encuentro-meditación-ritual-sanación de Primavera nos une, nos emociona, nos abre el corazón, nos anima a sacarnos trajes (roles) pegados y nos da alas para cambiar nuestra vida, volar con gracia y energía liviana por los nuevos espacios que vayamos conquistando en este ciclo nuevo de tiempos convulsionados y de una belleza que conmueve… Más que nunca antes podemos reconocernos en los demás y en los ciclos de la naturaleza: Somos uno y somos Luz del Alma, que acompaña, guía, te tira las orejas y hasta te hace una zancadilla, ¿para qué? Para encontrarnos con esos caminos que evadimos o que no vemos, pero que forman parte de propósitos superiores que tenemos que transitar y que siempre nos dejarán un dulce sabor si entendemos  que el alma tiene otro lenguaje, otra lógica, otra sabiduría y que para conectar con todo eso, es necesario detenerse, ir más lento, respetar los ciclos y lo que la vida propone, ver más allá, sentir la energía, usar el amor y el humor como motores constantes… Nada menos. Este verdadero arte es el empujón para volar con alas propias… Y estamos todos aprendiendo a ser artistas este tiempo…

… Desde una aromática sala y una tarde de domingo soleada aunque no calurosa, otra vez agradezco todas las bondades, dolores, bendiciones, obstáculos y almas cercanas de esta encarnación….  Junto a todos los que asistieron y se conectaron con este Ritual, le damos la bienvenida a la Primavera y lo compartimos con todos los seres donde sea que estén. Es tiempo de renacer, también de retomar nuestra fuerza femenina y masculina en sabia armonía para disfrutar este gran regalo donde todas las experiencias forman parte de un Todo mayor y perfecto, aunque no podamos aceptarlo ni verlo siempre, pero ahí está: generoso y luminoso, instándonos a Vivir. Muuuchas gracias y que se siga haciendo la Luz en todos los rincones y corazones!!!

Portal de Luz sobre Santiago

(Post dedicado a los mejores vecinos que uno puede tener)

Desde la última Luna Nueva del 27 de septiembre las cosas están re movidas. Mucha gente me lo comenta, lo veo en mi consulta, lo evidencio en mí misma, lo vivimos con los cercanos… Los cambios se aceleraron, el caos está a la vuelta de la esquina, salieron a pasear las luchas de poder y los desafíos a nuestro ego que siempre quiere ganar…

Pero también en este ciclo están aflorando nuestras oscuridades con la posibilidad de sanarlas, entonces lo terapéutico se potencia y muchos estamos encontrando respuestas y sanación de distintas formas, además de acompañar a nuestro cuerpo en su propio proceso de ajuste y depuración.

Algo pasa en todos. Algo se agitó, pero también algo se calmó. Es paradojal. Es como una sacudida que remece pero luego apacigua. Hace unas semanas paseamos en pleno primer sábado del mes por un centro comercial y no estaba repleto ni eufórico como otras veces, de hecho ni me cansé ni sentí sueño, como suele pasarme en los shoppings o malls. Lo comentamos esta semana incluso con la chica de la tienda de aromaterapia que suelo visitar en Providencia, yo quería tomarle el pulso a esto y preguntarle cómo sentía a la gente y ella también me comentó lo mismo sin que yo se lo dijese.

Los astros del 27 de septiembre movieron mucha energía plutoniana (transformación, poder, oscuridades, psiquismo), uraniana (quiebres, rebeldía, ideales, sorpresa, innovación) y libriana (armonía, relaciones, comunicación). Todo este cóctel astrológico está provocando pruebas y depuración en estas áreas.

En eso estamos todos cuando el viernes 7 de octubre Santiago de Chile se oscurece entre las nubes de primavera que me encantan pues el verde de los árboles se ve más intenso; pero de tarde comienzan a iluminar las montañas unos intensos rayos de sol. El Sol en Libra que lanza su luz de conciencia sobre cómo nos relacionamos.

Y yo, como nunca, figuro a esa hora en el departamento de mi vecina favorita Cocó, que estuvo de cumple el día anterior y me dio permiso para ir a comer torta aunque ella no esté pues regresará muy tarde del trabajo. Antes de ir pienso: debiera llevar mi cámara porque la cordillera se debe ver tan bella con este sol en medio de las nubes negras; pero mejor no porque no recuerdo dónde la dejé y perderé tiempo, total puedo ocupar la de ella… Una vez allá y después de saborear mi exquisita merienda y antes de salir caminando varias cuadras primaverales para un encuentro (una meditación-cena) en Ñuñoa, me pongo al día en varios correos postergados.

En eso estoy cuando me llama mi segundo vecino favorito -importado directamente de la República Oriental del Uruguay- y me dice: ¡Veci, asomáte a la ventana que hay un arcoiris gigante cruzando Santiago, no lo puedo creer!…. Y yo salto y dejo todo botado y me asomo al balcón de mi vecina que sí da al este, la montaña, a diferencia del mío que mira al oeste… Y me quedo boquiabierta, impactada, emocionada, se me cae la lagrimita… Cortamos con Fer para vivir esto, que es como un portal en medio del cielo. Fue impresionante, el mega regalo de la vida. Agarro la cámara y tomo fotos mientras agradezco ese momento y pido que esa luz nos llegue a todos y que limpie las oscuridades de la ciudad, del país, del continente. Siento que es una bendición sobre Santiago, esta ciudad tan acontecida el último tiempo por el dolor, la violencia, la agresividad constante, el no escuchar al otro, el sin sentido, el ego obcecado…

En medio de toda nuestra locura citadina un arco de luz atraviesa la ciudad y es un portal de energía sagrada de la naturaleza y de la divinidad de la que somos parte… Guau! Aún lo estoy viviendo.

Fer me vuelve a llamar emocionado desde la azotea de su edificio, juntos pedimos porque esa luz se multiplique, estamos felices y me dice algo que le creo absolutamente: arriba del Manquehue -un cerro que circunda Santiago y que en lengua mapuche significa «lugar de cóndores»- hay seis naves. Sí, naves. «¿E.T.?» -me preguntó Cocó al día siguiente. Sí, Fer me dijo que estaba re nervioso pero feliz de todo lo que estaba pasando. Síp, demás que varios seres de luz -y no enanitos ni seres extraños de color verde pegajoso al estilo marketero de la industria- estaban asistiendo y aplaudiendo ese mágico momento desde lo alto.

Como lo dije en el post anterior, Chile tiene un papel importante en los cambios planetarios que vivimos y que continuarán por largo rato.

Aquí les dejo algunas fotos que, aunque no alcanzan a mostrar con tanta fuerza lo que fue, sí reflejan este regalo de luz que no sólo estuvo este viernes presente, sino que puede manifestarse en nuestros corazones y conciencia desde ya.

Agradecida.cl

…Y en medio de toda la vorágine de este 2010, me enfermé. Nos enfermamos. Varios por aquí lo estuvieron junto conmigo.

Ahí quedé: stop, dijo la vida. Y entonces me quedo en cama esperando que pase el virus o lo que sea que vino a recordarme que correr no sirve de nada y que somos frágiles; que algo no estoy escuchando, pues el oído derecho hizo su propia catarsis y al lindo se le ocurrió ver qué tal me iba al perder el equilibrio….

Enseguida, además de cariñosos cuidados de bellos seres alrededor, de llamadas y correos de Uruguay y otros lares, recibía reiki a distancia de las mágicas manos de Su y también el regalo de María Dolores, quien casi sin conocerme en seguida se ofreció a venir a casa a entregarme la sanación espiritual y física que ella practica… Guau! qué cantidad de regalos y qué bella es el alma humana!

Y, como siempre, la crisis trajo su regalo: quedé casi en off. La mente más tranquila, la energía leeenta y más liviana, me agotaba -más que otras veces- escuchar las quejas de alrededor, no podía ver mucha tele ni oír demasiadas noticias de radio… Y obvio que ni el teclado ni la pantalla eran amigables. No resistía estar «conectada», online. No podía mirar mucho rato el compu; el cuello, la cabeza, los ojos, los brazos, decían No.

Qué fuerte!, pensé. Pero dije: tendré que hacer caso no másp.

Y así, al darme vuelta y darle click al botón «apagar», me senté al sol a mirar la llegada de la primavera, retomé más de un libro sentada en medio del verde; escuché la grabación de mi última visita a la canalización de la bella Ágata Bertolino, fuimos al cerro a meditar con Su para agradecerle a la naturaleza toda su generosidad y otro día caminamos mirando la primavera en Santiago entre risas e historias. También vino el alegre Fer a tomar té -la próxima será un mate- en el soleado balcón de casa y conversamos de la vida, al despedirse me dice con dulzura y en tono uruguayo: «vecina, si precisás algo me llamás, yo puedo traerte algo del super»…

 

Las flores y atrás el kumquat disfrutan del sol

 

Me corté el cabello para cambiar la energía; sólo tomé consomé (caldo de res) en la terraza del clásico Lomits, mientras mi amiga Caro saboreaba su apetitoso churrasco italiano y yo no sentía ni pizca de hambre ni envidia (enhorabuena!) pues mi estómago no quería nada… Tuve tiempo de hacer limpieza en el cuerpo, la mente y…en el escritorio! -entre otras áreas de la vida-, de botar cosas; retomé algunos apuntes de cursos y pensamientos… Aparecieron las flores con su mágico aroma al atardecer, el verde se hizo más intenso; en el balcón brotan las hojas nuevas del laurel, también unas flores que no conozco y el kumquat reluce con sus frutos; hicimos un ritual de equinoccio de primavera a la luz de la luna, me reencontré con la divertida y sabia Silvia Selowsky, quien está a punto de dar a luz su segundo libro; sigo aprendiendo sobre el despertar de la conciencia -ahora en sus charlas, en vivo y en directo- con la gran Patricia May; después de muchas sincronías fui a explorar el revolucionario H’ooponopono….

Y así una serie de regalos de la vida… Todo por parar, por entender, por bajar el ritmo… Todo por cambiar… de foco, de intensidad, de mirada, de prioridades… GRACIAS!

Y aquí vamos con la frescura de la Primavera en el sur otra vez. Bueno, unos amigos en Europa me dicen: Otoño!… A ver qué nos deparan las estaciones nuevas. GRACIAS!